Al igual que el día anterior, por la mañana hicimos traslado.
Al final el san Blas no estaba tan mal, tenía unas instalaciones muy chulas, no nos hubiera importado quedarnos.
Cogimos un taxi que nos llevó a la calle Puputi, desde donde salen los colectivos a Pisaq, por 4 soles por persona. En unos 10’ habíamos llenado la furgoneta.
El viaje a Pisaq dura unos 35’. Fuimos al puente, donde habían unos taxis y nos dijeron que al santuario nos cobraban 12 soles. Total, que cuando llegamos al santuario le digo que me lleve a las ruinas de arriba y me dice que eso no eran las ruinas que estaban al otro lado. Así que en cuanto nos dejó en tierra, cogió y se piró.
Allí nos quedamos tirados. Vimos el santuario y esperamos a algún taxi que nos bajara, pero hasta que no acabara la misa nada.
Al final nos bajó un hombre, nos metió a 4 mujeres detrás y a Raúl en el maletero, pero luego en un cruce metió a otro más en el maletero. Nos cobró 3 soles a cada uno.
Resulta que los taxis que van a las ruinas salen desde el otro lado del rio, justo al lado de donde nos había dejado el colectivo, pasado el rio. Así que nos fuimos hacia otro lado y allí un taxista nos pidió 20 soles por subir a las ruinas. Le dijimos que nos esperábamos a llenar el taxi.
Al rato vino y nos pidió 15, y aceptamos.
Llegamos a las ruinas que casi eran las 11 y empezamos a pasearlas. La verdad es que son muy bonitas, y alberga el cementerio inca más grande pero no se puede visitar.


Estuvimos hasta las 13:30 en las ruinas y luego tuvimos que esperar un rato un taxi que nos bajara a la ciudad por 5 soles cada uno. A medio camino metió a 5 niñas en el maletero. Un puntazo.
Nos dejó muy cerca de la plaza de armas, donde había mercado artesanal, aunque era lunes.
Comimos un menú de 10 soles en un restaurante en la plaza de armas. Estuvo muy bien. Mi arroz chaufa estaba buenísimo.
Dimos una vuelta por las calles de Pisaq y sus tiendas, donde trabajan los artesanos. Compramos 1 cajita.
Volvimos donde habíamos cogido el taxi para coger el colectivo.
No pasaban colectivos, así que hicimos un taxi colectivo de 4 personas a 5 soles, pero a los peruanos les cobró 4 y Raúl le recriminó al conductor por qué lo hacía, que eso sentaba mal a los turistas, pero le dió igual.
Subimos un poco por la calle Puputi, donde le compramos a una señora 2 madalenas recién hechas por 1 sol las 2.
Paramos un taxi que por 2,50 soles nos llevó a la oficina de Star Perú, justo al lado de Qoricancha, donde compramos los billetes a Iquitos y el de Iquitos a Lima por 624usd en total, para los 2.
Ya contentos con nuestros billetes en la mochila nos fuimos a comprar la profilaxis de la malaria. Aquí sólo tenían el genérico del Lariam, así que eso tuvimos que comprar, 75 soles caja de 30.
Después fuimos a sacar dinero y de aquí a internet a buscar hotel para Aguas Calientes, pero no encontrábamos nada, así que nos arriesgaremos. También llamamos al señor de Iquitos con el que seguramente haremos la excursión, Sapshico Tours.
Cenamos y después de cenar fuimos a un bar llamado Yajuu, especialistas en jugos.
Estábamos cansadísimos porque no habíamos parado en todo el día, así que al pillar la cama supo a gloria.