A las 6:45 Ilma llamaba a la puerta para despertarnos. Yo había dormido bastante bien pero Raúl pasó una noche malísima. Incluso me llamó de lo mal que estaba. Creo que ha tenido fiebre, pero todo es por la altura.
De desayunar nos puso panqueque con mermelada de fresa que estaba muy rico.
Nos intercambiamos los teléfonos con Ilma y a las 8 el bote ya partía hacia Taquile.
Una hora más tarde desembarcábamos en uno de los embarcaderos, puesto que la isla tiene 2, el de los escalones y el otro, en el que se asciende poco a poco a través de un camino hasta la plaza de armas, que solo tiene un centro de artesanía feo y caro. Taquile no es tan auténtico como Amantan. Aquí tienen luz y agua corriente y se pasan con el turista. Todo es mucho más caro.

Esta isla fue colonizada por un catalán, y introdujo la indumentaria típica de los castellers, y en cierto modo si que recuerdan los isleños al traje típico catalán.
Nos han enseñado la comida básica que tienen, quinua, de lo que hicieron la sopa ayer para comer , que tiene mucha proteína, patata, oca, parecido a la patata.
También nos enseñaron como fabrican jabón con unas hierbas. Queda verde, así que como ha dicho el guía mejor no lavarse el pelo con esto si lo tienes blanco.
Después hicieron un baile típico.
Comimos en un restaurante turístico, en Taquile todo es así. Habían montado una mesa bajo una carpa para protegernos del sol con unas vistas del lago maravillosas. Aunque el menú fue caro, valió la pena por el emplazamiento.
El menú consistió en picarones, buenísimos, calentitos, pero les faltaba la miel, y después trucha o tortilla. Raúl comió trucha y yo tortilla. Costo 20 soles por persona mas 4 soles por una coca cola.
Después ascendimos un poco más hasta el famoso arco de la isla, desde donde la foto era preciosa, y donde era el punto mas alto.

Aquí descendimos los 500 escalones de unos 45cm de alto hasta el otro embarcadero, donde iniciamos el regreso a Puno.
Durante las 3h que duró el viaje hicimos de todo: dormir, fotos y hablar con el guía que llevaban los australianos del grupo.
Aproveché y llamé al hotel Camino Real, que me recomendaron en All Ways Travel. Me dijo que la tarifa era de 45usd pero me lo dejaba en 40usd y yo le dije que en la agencia me dijeron 35usd, así que me lo dejó a ese precio.
Llegamos a Puno poco antes de las 16h. El microbús de la agencia nos llevó a sus oficinas a por la mochila grande que nos la habían guardado. Al lado estaba la oficina de Inkaexpress y aprovechamos para comprar los billetes para el día siguiente a Cuzco. 60usd+6% comisión visa+ cambio a 3 soles= 192 soles los 2.
De aquí fuimos al hotel. Fue una grata sorpresa porque Lis, la chica que me atendió por teléfono nos trató de maravilla nada mas llegar. Nos dio una habitación triple, porque la cama matrimonial era un poco pequeña, dejándonos el precio de 35usd. También nos dijo donde podíamos comprar unos calcetines, pues no teníamos limpios y en puno no pudimos hacer la colada.
El hotel estaba genial.
Dimos un paseo por Puno y navegamos por internet. Compramos salteñas enormes para el día siguiente.
Cenamos en un sitio de pollos a la brasa por 19,50 soles y ya nos fuimos al hotel a dormir.