![]() ![]() Mini ruta Cátara - Narbona, Carcassonne y Toulouse ✏️ Blogs de Francia
Despedimos el año a lo grande y nos despertamos sin resaca.
Una ruta por el sur de Francia par repetir.Autor: Marinator Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.4 (7 Votos) Índice del Diario: Mini ruta Cátara - Narbona, Carcassonne y Toulouse
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Etapas 1 a 3, total 6
Nuestro viaje comienza el 29 de diciembre de 2013 a las 8 de la mañana, y con la finalidad que estos viajes de fin de año se conviertan ya en tradición, una servidora y su pareja, junto a mi hermano y la pareja de éste, empezábamos el fin de año unos días antes.
Teníamos que marcharnos un poco más temprano, pero nos acordamos antes de salir que no habíamos mirado la presión de las ruedas - sacrebleu! -, además, llevábamos casi una hora intentado colocar dentro del coche comida, maletas, abrigos... y nosotros, que casi no cabíamos ya. Así que después de inflar las ruedas, salimos del pueblo camino a Carcassonne, no sin pasar antes por el pueblo de mi novio a coger cebollas, claro. Pensaréis, ¿pero qué clase de diario de viaje está escribiendo ésta? Os lo voy a explicar. Nuestra pretensión era irnos a Francia, el mayor tiempo posible, al menor coste posible. Así, un par de días antes nos fuimos al supermercado a comprar todo lo necesario para hacernos la comida allí. Buscamos apartamentos en los que pudiéramos cocinar, y en los que pudiéramos dormir los cuatro. Y de ahí que necesitásemos cebollas... claro. Bien, esta parte anterior se puede obviar, de modo que empezamos con el viaje propiamente dicho. Sobre las ocho de la mañana. Nuestra primera parada oficial fue Besalú. Allí aparcamos donde pudimos - estaba petado de coches - y nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo. Tuvimos que buscar el típico merendero para comer, ya que habíamos tenido que dejar la mesa de pícnic en el pueblo, porque era ella... o nosotros. Al lado del río y con unas espectaculares vistas al puente nos sentamos a comer. Habiendo terminado, nos subimos de nuevo al coche para retomar el camino. Nuestra siguiente parada fue Narbonne. Llegamos sobre las cinco de la tarde. Encontramos aparcamiento rápidamente, y en el centro mismo de la ciudad. Siempre llegamos a un sitio nuevo levantamos la vista y donde vemos torres y campanarios, para allí que vamos. Así que nos fuimos directos al centro de Narbona. Nos encontramos allí con una ambientación navideña bastante lograda, con el conjunto de la catedral y del Palacio Episcopal iluminado con colores preciosos. Visitamos la catedral, el Palacio Episcopal y creo que incluso nos colamos en el ayuntamiento. Este conjunto arquitectónico es bastante bonito, más si te gusta la época medieval, las piedras marrones, las torres altas... y entrar gratis a los sitios. No tuvimos mucho tiempo más para visitar la ciudad. Nos dirigimos hacia el mercado de Navidad, nos comimos un gofre de chocolate delicioso y nos fuimos de nuevo al coche. Teníamos aún que llegar a Carcassonne, y nos quedaba más de una hora de camino. Sobre las ocho de la tarde empezamos a divisar unas torres a lo lejos. Carcassonne parecía estar cerca. Cuando entramos en la ciudad y vimos aquello... Mon Dieu!, nos quedamos alucinados. Ahora sólo teníamos que llegar a la residencia, encontrar a alguien que nos abriera e instalarnos. Tuvimos algún que otro problemilla aquí, porque mi móvil no cogía cobertura ni a la de tres, y los de la residencia tenían que llamarme a mí para darme la clave de entrada - esto no sucede si llegas entre semana antes de las ocho de la tarde, pero los domingos la recepción sólo está abierta hasta las 12 del mediodía. Al final, pudimos hablar con los de la recepción ![]() [align=center] ![]() [[/align Aquí el mapa de la primera etapa: - 551 km *** Imagen borrada de Tinypic *** Etapas 1 a 3, total 6
Día dos de nuestro viaje. Las ocho de la mañana. Ducha, desayuno y salimos hacia los castillos catáros. A tres grados de temperatura descubrimos que los cristales del coche estaban absolutamente congelados, así que sobre las 9.30 de la mañana conseguimos salir hacia Peyrepertuse como parada principal. Antes de esto, nos detuvimos en la viña más pateada de Carcassonne para hacer la foto más típica de Carcassonne:
Nos detuvimos Limoux para dar una vuelta por la ciudad, comprar unos croissants y volver a desayunar... claro. [align=center] ![]() Seguidamente nos paramos en Alet-les-Bains y visitamos su abadía cuasi destruida, al lado del cementerio, con el pueblo desierto ![]() ![]() Después nos fuimos hacia Rennes le Chateau, somos frikis y era parada obligatoria. Capricho mío. Me leí El código DaVinci cuando iba al instituto – y nadie lo conocía – y me hacía especial ilusión pasarme por allí. Después de haber leído en bastantes sitios que antaño – no hace tanto – el pueblo se había llenado de visitantes y buscadores de la Sangre Real, hoy parecía ser una aldea más con una historia peculiar. La historia, la verdadera, es la del abad Saunière, que llega allí con una mano delante y otra detrás, y muere forrado hasta las trancas. La leyenda dice que es gracias a unos escritos que encontró en un pilar de la casi derruida iglesia de la localidad, que posteriormente el rehabilito y reconstruyó con mucho mimo. Esos escritos, siguiendo con las suposiciones, revelaban un secreto secretísimo que se supone que iba a desmoronar todos los cimientos de la humanidad. La iglesia, consagrada a Santa María Magdalena – ¡Oh! – es de las pocas que existen con estas características y, además, el señor abad construyó también una torre... llamada Magdala. La historia se mezcla con lo imaginario – o lo no probado... – y resulta que este abad se llevaba muy bien con su “empleada del hogar” – digámoslo así – y viven los dos casi como pareja. El abad empieza a recibir visitas de peso, y viaja muchísimo a París... bueno, que muere – obviamente – forrado, y el día que estaba ya escrito. Y claro está, con él muere el secreto, o eso se piensa. La cuestión es que aquél lugar nunca más vuelve a ser el mismo – hasta los nazis van allí a investigar y buscar tesoros y demás paranoias. La cuestión es que la zona donde se encuentra Rennes-le-Château es una zona que históricamente siempre ha estado vinculada a cuestiones más bien extrañas – y no me preguntéis porqué, yo no vi nada raro y hay incluso una tumba donde pone algo de Arcadia por allí y alguna cosa más que dejo que descubráis vosotros si es que os pica la curiosidad. Bueno, que con esta excusa tan grande hago ir a todos al pueblo para ver eso, y también la pila que hay en forma de demonio al entrar a la iglesia. Se puede hacer un tour por la torre, también por la casa donde vivía el abad y su amiguita y alguna cosa más. Nosotros dimos una vuelta por las rampants y visitamos la iglesia. No nos encontramos con descendientes de Jesucristo – si es que realmente existió – ni nada parecido. Ahora bien, disfrutamos de las vistas que no veas. Porque otra cosa no tendrá – que sí que tiene – pero lo que son vistas... buah. [align=center] ![]() Santa Magdalena Nos subimos de nuevo al coche y nos dirigimos hacia Peyrepertuse, por esas carreteras cuaternarias francesas que, seamos sinceros, y en el fondo, molan un montón. Al llegar allí nos sacamos la comida y nos sentamos al pie de la caseta de entrada del castillo a comer, tranquilamente, entre risas y tonterías. Después de habernos zampado nuestra buena ración de ensalada de arroz, así, con la panza llena, compramos las entradas para el castillo – nos hicieron a todos descuento de estudiantes sin tener todos el carné, 5 euros por barba... – y emprendimos los casi 20 minutos de subida hasta la primera parte del castillo. El castillo de Peyrepertuse no está totalmente en pie, ni mucho menos. Aún así, vale la pena subir hasta la cima, e intentar comprender como aquellas personas eran capaces de vivir allí tanto tiempo. Además, tiene unas vistas espectaculares – se ve claramente el castillo de Queribús – , la naturaleza abruma. Es increible. Pero es más increible aún cuando subes el segundo tramo del castillo... debe verse almenos una vez en la vida. ![]() Algo que yo nunca haría... ![]() Después de amortizar – sobradamente – los 5€ de entrada, emprendimos el camino hacia el vecino castillo de Queribús, Eran las 17.30 y estaban a punto de cerrar las taquillas, pero como ya había leído en este foro y en algunos otros sitios... lo único que te separaba del poder subir y no al castillo son dos cosas: la decencia y una simple cuerda metálica. La cuerda nos dio igual y, sintiéndolo mucho, la decencia también; no íbamos a marcharnos sin visitarlo. ![]() Queribús Éste tiene el torreón mucho mejor conservado que el de Peyrepertuse, aunque es bastante más pequeño. Las vistas siguen siendo espectaculares, y además tiene una especie de sótano-gruta que es divertido explorar. Desde arriba del todo se puede ver perfectamente esto: Estaba oscureciendo, hacía frío, viento, estabamos cansados... y teníamos que volver a Carcassonne. A la mañana siguiente íbamos a visitar el castillo y la parte nueva de la ciudad, y ¡preparar la cena de fin de año! Aquí el mapa de la etapa: - 183 km *** Imagen borrada de Tinypic *** (El gps nos hizo una ruta mortal a traición. Por suerte, nos echamos unas risas.) Etapas 1 a 3, total 6
El tercer día nos lo tomamos un poco más tranquilamente, llevábamos muchos kilómetros en poco tiempo y el señor conductor estaba un poco cansado. Así que decidimos quedarnos en Carcassonne y visitarla por el día. Bajamos hasta la parte nueva, para poder ir a sus distintos mercados – además de tomarnos un vin chaud.
Después subimos de nuevo hasta las murallas para visitar la ciudad por el día. Su antigua catedral es magnífica, tiene unas vidrieras impresionantes y, además, se ve claramente la transformación del románico al gótico. También decidimos visitar el castillo de la ciudad de Carcassonne. Las opiniones respecto a éste eran bastantes dispares y, como con los otros castillos que decidimos visitar, nos guiamos por el criterio de una amiga arquitecta que nos dijo que la visita era interesante. Y no le faltaba razón. Aunque el castillo esté totalmente reformado, es muy interesante el vídeo que pasan antes de la visita. La entrada no es barata (emtre 10 y 8 euros, información que está en la web) a no ser que seas menor de 25, que entonces es gratis. Preguntad antes, no hagáis lo que mi hermano. ![]() Ese día lo pasamos en Carcassonne, y pronto nos pusimos a hacer la cena de Año Nuevo. Las uvas las tomamos – porque tomamos uvas... - dentro de las murallas de la Cité, con las campanadas a golpe de móvil. Una experiencia diferente y divertida. No todas las celebraciones deben ser borracheras entre amaneceres brumosos... (si queréis ver el vídeo de nuestra celebración, en esta entrada lo encontraréis) Etapas 1 a 3, total 6
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