Una semana por la Selva Negra y Alsacia ✏️ Blogs de Alemania

Día 4. Colmar y Eguisheim.
Hoy ponemos rumbo a la Alsacia Francesa. Nuestro primer objetivo es visitar Colmar.
Para ello, nuevamente tuvimos que atravesar Friburgo, con sus correspondientes atascos y una lluvia tremenda!

No quisimos complicarnos mucho la vida, entre la lluvia y que no entendemos ni una palabra de francés, así que dejamos el coche en un parking en todo el centro, que se llama Rapp. Creo que pagamos unos 6€ por 5 o 6 horas, no está mal. En este caso también llevábamos de casa la información de la oficina de turismo y empezamos a hacer el paseo recomendado; aunque no es que tuviésemos especial interés, compramos el ticket de entrada combinada a dos museos: Los Dominicos + Unterlinden, por 8€ con audioguía incluida, ya que llovía sin parar y en algún lado había que meterse jajaja. Personalmente, creo que no merece la pena entrar a no ser que seas muy entendido de arte y que te guste mucho justo el que ofrecen. Nosotros seguro que no habríamos entrado de no ser por la lluvia.

Colmar nos encantó y, por suerte, dejó de llover a mediodía, con lo que pudimos disfrutarla mucho. Preciosa la pequeña Venecia y el casco histórico en general. Realmente merece mucho la pena la visita. Comimos en la terraza de un restaurante en la misma plaza de la catedral, Le Stam; un plato de choucrutte y un Flammkuchen, con cerveza y refresco por 30 €. No es para tirar cohetes, pero estaba rico, en buen sitio y no excesivamente caro.

Por la tarde no sabíamos si visitar Riquewihr o Eguisheim; nos decidimos por la segunda, básicamente porque estaba más cerca de Colmar y luego nos pillaba mejor para volver a casa y nos quedamos completamente maravillados. Eguisheim parece una postal, tiene mil y un rincones preciosos, todo parece como si fuese un cuadro…espectacular. Esta zona de la Alsacia está rodeada de viñedos y de hecho había muchas tiendas en las que ofrecían degustaciones de vinos, con posibilidad de venta. Después de recorrer todas sus callejuelas, creo que nos dejamos atrás muy pocas, nos paramos en una terraza a tomar un café. Solo fui capaz de pedir agua, porque la camarera solo hablaba francés y no fue capaz de entender ni Coffe with Ice, ni Caffè freddo ni Kaffee mit Eis ni Café con hielo, claro! De hecho me trajo un café con mil bolas de helado, sirope y nata…que le dije que no quería. En fin, las cosas de los idiomas jejeje.

A pesar de tener que volver a atravesar Friburgo para volver a casa, el día nos pareció una pasada. Merece la pena y mucho visitar la Alsacia francesa; seguro que los demás pueblos que no visitamos, Riquewihr, Ribeauville, etc., son también una preciosidad.

Por cierto, echamos gasoil muy barato justo antes de pasar la frontera (aun en la zona de Francia) en un Intermarchè; además, al lado había un Lidl, con lo que aprovechamos para comprar un poco de fruta, que echábamos en falta.

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Día 5. Carretera panorámica de la Selva Negra: de Waldau a Gengenbach.
Los días pasan volando, qué penita! Hoy dejamos nuestra casa en Waldau, después de nuestro gran desayuno Ketterer y la despedida de la familia y nos vamos con un día soleado y caluroso a hacer nuestra ruta.

Visitamos Alpirsbach y Schiltach, que nos encantó, un sitio precioso, antes de llegar a Freudenstadt, que a nuestro juicio no tiene demasiado encanto.

En Freudenstadt cogemos la B500 dirección Baden Baden. El paisaje es muy bonito, aunque la verdad ya no nos impresiona tanto, al haber estado 4 días en toda la zona sur, con carreteras mucho más estrechas y por tanto muy cerca de la vegetación. No obstante paramos en varios miradores ya que no deja de ser un espectáculo.

Nos acercamos a Allerheiligen y, tras visitar las ruinas, nos disponemos a ver las cataratas….pero el acceso está cortado porque se han caído unos árboles…..total, que decidimos hacer un alto en el camino para comer. Allí la única opción es un restaurante que hay “encima” de las ruinas. Nos sentamos en la terraza a disfrutar el día y el entorno y dando por hecho que va a ser carísimo; pero sorprendentemente no es así, y pagamos 23€ por el típico plato de salchichas con chuckrut, un exquisito plato de “casquería” en salsa y spätzle (era el plato del día, riñones y demás), una cerveza y un refresco.
Las ruinas del monasterio son bonitas, pero a mi entender pierde bastante encanto el hecho de que a escasos 2 metros haya tantas edificaciones: el restaurante, tienda, alojamientos…..así que me decepcionó un poco, la verdad.

Decidimos pasar de las cascadas y seguir la ruta. La siguiente parada fue Kappelrodeck, muy mono y pequeñito. Luego Mummelsee, donde aprovechamos para descansar un poquito en las tumbonas que hay en el lago…qué paz! Le dimos la vuelta andando, no creo que se tarde ni 10 minutos y es un paseíto muy agradable.

Tras pasar por Sasbachwalden decidimos que ya estaba bien por ese día y pusimos destino a Gengenbach.
Allí nos alojamos en Pfeffer und Salz www.pfefferundsalz-gengenbach.de , y siento decir que no os lo aconsejo en absoluto. Es un restaurante con hotel y se encuentra en las afueras del pueblo, por lo que hay que moverse con el coche, aunque sea poca distancia. Además, la zona de hotel parecía estar deshabitada, la limpieza era regular (una pared muy manchada de roces de maletas, telarañas….), en definitiva, seguro que hay muchos alojamientos con mejor calidad/precio (en este caso, 88 €/noche con desayuno incluido, ninguna ganga!). Además, en nuestra habitación no había wifi; por lo visto o te daban habitación con balcón y sin wifi o te daban otra sin balcón pero con wifi….pero claro, no te preguntan qué prefieres; en fin, que yo creo que su actividad principal es el restaurante y aprovechan para tener unas cuantas habitaciones, pero sin dedicarles muchos recursos, con lo que insisto, no lo aconsejo por muy mona que sea la web.

Antes de cenar un par de flammenkuchen con unos spritzs y unos riesling en una placita al lado de la oficina de turismo, dimos una vueltecita por Gengenbach, un pueblo precioso!!!

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Día 6. Estrasburgo.
Estrasburgo se encuentra muy cerquita de Gengenbach, a unos 40 min en coche.
Dejamos el coche en P+R Elsau y, de forma rápida y económica, llegamos al centro de la ciudad. El parking es enorme, por lo que no hay problema para encontrar sitio, cuesta 3,50€ para todo el día, incluyendo billetes para el tranvía para hasta 7 personas! Y en solo 5-6 paradas (5 minutos) estás en el centro. Vamos, genial!!!

Es una ciudad bonita y muuuy turística. Aunque tenemos los planos que nos mandaron de la oficina de turismo, nos dirigimos allí para comprar por 1,50€ uno que viene mucho mejor explicado (en español), con una ruta para hacer andando y los puntos más destacados de la ciudad. Después de realizar dicho recorrido aprovechamos la “hora de comida europea” para subir tranquilamente y sin masificaciones a la torre de la catedral. Los 329 escalones se hacen bastante llevaderos y las vistas desde arriba son bonitas.

Cuando bajamos, visitamos el museo de bellas artes. Luego cogimos el barco, pasando la hora de la siesta viendo la ciudad desde el río; hacía mucho calor y creo que fue buena opción pasar “el mal rato” rodeados de agua. No comento nada de la comida….porque no comimos. Cuando acordamos era tarde para ellos y los pocos sitios que había abiertos era muy muy caros, así que decidimos esperar y merendar (compramos unos bocadillitos y unas berlinas de chocolate y nos sentamos en una placita a comerlas jejeje).

Tanto la subida a la torre como la entrada al museo y el paseo en el barco están incluidos en la Strasbourg Passport (16,90€). Es válida durante 3 días e incluye muchas más cosas, tanto gratuitas como con descuentos, pero incluso en una visita de un día se amortiza solo con subir a la torre de la Catedral (5€) y coger el barco (12,50€).

A media tarde, vuelta a Gengenbach, así nos da tiempo a pasear por sus preciosas calles antes de cenar en Frei (www.frei-gengenbach.de/ ...asp?Nav=91 ), gulash y codillo con sus patatas y spätzle, un par de cervezas…por 30€. Muy rica la comida y muy bonito el sitio, recomendado!

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