![]() ![]() Venecia en profundidad ✏️ Blogs de Italia
De la Venecia más conocida o la más íntima. ¿Te atrevés a descubrirla con nosotros?Autor: Brucelee2000 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.7 (140 Votos) Índice del Diario: Venecia en profundidad
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Etapas 4 a 5, total 5
A levantarse temprano toca. La jornada de hoy nos tenía que llevar hasta algunas de las islas cercanas. Desestimamos la visita a Murano y decidimos llegarnos hasta Torcello y Burano.
Así que después del desayuno nos acercamos hasta piazzale Roma a coger uno de los numerosos vaporettos que te acercan hasta Fondamente Nuove. En nuestro caso fue el nº 51. El recorrido hasta Fondamente Nuove fue tranquilo y vistoso, ya que se pasa, tras dejar atrás el Gran Canal por la curva del vistoso Palacio Labia. Tambíen se pasa bajo el arco central del único puente que tiene tres arcos de la ciudad. El Ponte dei Tre Archi. Igualmente nos cruzamos con algunos remeros que aprovechan las aguas del Canale delle Sacche para practicar de cara a la Regata Storica que celebra el primer domingo de septiembre. Sin más llegamos a Fondamente Nuove donde cogimos el Vaporetto LN que, tras superar las aguas de la laguna, nos tenía que dejar en Burano. Al subir, nos sorprendió ver diferentes esquelas con la foto del fallecido puestas por el barco. Al parecer es la forma que tienen para que la gente que utiliza esa ruta con asiduidad se entere de los fallecimientos de los vecinos de las islas más alejadas de Venecia. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Después de pasar por delante de San Michele y hacer escala en Murano, el vaporetto siguió hasta Burano. Más o menos 45 minutos de recorrido entre Venecia y la isla de las casas coloreadas. Poco hay de comentar del trayecto. Fotos de rigor a Murano, al cementerio y a Venecia (por cierto que se adivinaba a lo lejos el campanile de San Marcos) y poquita cosa más.
Al llegar a final de trayecto, nos apeamos para pasar al vaporetto T que hace la ruta Burano-Torcello. Torcello es una pequeña isla en la que habitan unas decenas de personas. Su atractivo principal son la catedral bizantina y la iglesia de Santa Fosca, a parte del campanile que no quisimos subir. También hay el conocido como trono de Atila. Al parecer el primero de los hunos utilizó este asiento de mármol como trono (en la tercera foto de abajo lo podéis ver a mano izquierda). *** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic *** De la visita nos quedamos con buen recuerdo del gran mosaico del Juicio Final, así como del Mosaico del ábside donde aparece la Madonna del siglo XIII sobre un fondo dorado. Del resto, la verdad es que poco puedo decir, ya que decidimos volver hacia el vaporetto ir llegar a Burano.
En Burano el ambiente es mucho más animado. Pudimos pasear tranquilamente por sus calles y admirar los colores vivos que utilizan para pintar sus fachadas. El color da a la isla una aura especial. Los aldeanos, te explican entre risas que lo de los colores es debido a la niebla ya que es muy difícil acertar cuál es la casa donde viven, y por eso las pintan de colores diferentes para diferenciarlas y así cuando regresan los pescadores de su faena en el mar puedan encontrar sus casas sin más dificultad. También entramos en diferentes tiendas que venden prendas hechas con encajes de hilo, aunque los precios prohibitivos nos privaron de comprar nada. *** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic *** Una vez visitado la gran parte de la isla tomamos el barco de retorno a Venecia.
Llegaba ya la hora de comer y teníamos 2 sitios para visitar. Santi Giovani e Páolo o la iglesia de Santa María dei Miracoli. Nos decidimos por la última atraídos por las noticias que avalaban su preciosa fachada. Además, los venecianos tienen cierta predicación para casarse en esa iglesia, así que pensamos que bien valía la pena pasar. Acertamos, ya que en el propio campo encontramos una tienda de máscaras artesanales que nos encandiló. Así que entramos a curiosear. Había de todo tipo, formas, tamaños y colores. Al final compramos una al estilo Casanova y otra Pierrot. Pasamos por de Santa María dei Miracoli, la cual he de decir que tiene bien ganada su fama de bonita y nos encaminamos al Gran Canal, pasando por calles bastante ruinosas, para coger el vaporetto que nos acercara al Angelo a tomar unas pizzas pues ya teníamos mono. Aprovechamos la ruta para llegarnos también al puente de la Academia. Así que hicimos fotos de esta zona del gran canal, con la Salute en plena restauración, pero con algunos de los palazzos ya restaurados y, mostrando así, sus mejores galas. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Justo debajo del puente nos subimos al vaporetto que nos acerco a nuestro hotel. Esta vez preferimos bajar en Ferrovia, para poder pasar por el Ponte degli Scalzi y así completar la visita a los tres puentes que por el momento permitían cruzar el Gran Canal.
Al salir a la calle, de nuevo la lluvia había hecho acto de presencia, aunque no duró mucho rato. No nos dimos por rendidos y fuimos andando, y esta vez sin perdernos a la librería Aqua Alta. Peculiar, curiosa, diferente, inusual... estos son algunos de los adjetivos que van que ni pintados para este establecimiento. Un cartel en la entrada dice que es la librería más bonita del mundo. Yo no diría tanto, pero lo que está claro es que es prima-hermana de la Shekespeare & Co. De París. El nombre no es una frivolité del dueño, ya que al fondo de la librería hay una puerta que da directamente a uno de los canales, así es que cuando sube la marea, el agua entra irremediablemente dentro de ella. Pero bueno, no hay peligro para los libros. Al menos hay una góndola y una barca repletos de ellos por si las moscas. *** Imagen borrada de Tinypic ***
No podíamos marchar sin hacer alguna compra. Así que nos quedamos la edición en inglés de los Itinerarios fantásticos y ocultos de Corto Maltes en Venecia. Un muy buen libro con rutas, leyendas y curiosidades de Venecia. ¡Lástima de no haberlo comprado antes de ir a Venecia! También nos quedamos con un par de libros fotográficos sobre la ciudad. Al ir a pagar, una última cosa fuera de lo común antes de abandonar la tienda. El gato del dueño saltó sobre a caja registradora y empezó a comer ya que su plato de comida estaba encima del mostrador. Ver para creer.
Estábamos relativamente cerca de Santi Giovanni e Paolo, pero preferimos caminar conocer un poco más esta zona del Castello, para acercarnos luego a Rialto y buscar un restaurante cerca del Gran Canal para cenar. Así que paseamos por Santa Maria Formosa. Al llegar por calle delle Bande entramos en una tienda de cuadros muy pintoresca. Nos quedamos con un par de cuadros pequeños. Uno que representa al Contarini del Bovolo y el otro a una góndola pasando por debajo del Ponte dei tre Archi. El día nos había cundido en cuanto a compras. Llegamos, por fin al restaurante l’Omnibus, justo al lado del Gran Canal y a unos 250 metros del Ponte di Rialto. Nos decidimos por este restaurante ya que viajares1placer dio buenas referencias en su diario. Así que reservamos mesa y fuimos ligeros hacia el hotel para dejar las compras que pesaban lo suyo y también porque el cielo, una vez más, amenazaba lluvia. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Volvimos pasando por las callejuelas de Santa Croce para tomar el vaporetto en San Tomà y bajar luego en Rialto. El camarero que nos reservó la mesa se alegró al comprobar que llegamos 5 minutos antes de la hora concertada.
Estuvimos muy bien en la terraza. Con la mesa justo al lado del Gran Canal, de tal manera que si nos llega a caer algo, fijo que se iba directo al agua. Estuvimos bastante entretenidos viendo a los gondoleros como regateaban con los turistas, y viendo pasar embarcaciones de todo tipo. *** Imagen borrada de Tinypic *** Pedimos una jarra de prosecco y un combinado de gambas y pescado y otro de queso con tomate, además de un par de plaos de pasta que resultaron ser muy buenos. Estábamos a media cena cuando empezó a llover copiosamente. Los camareros, al ver que empezábamos a mojarnos, nos llevaron a una mesa más protegida por el toldo, así que pudimos acabar de comer sin más contratiempos. Pagamos la cuenta y fuimos en busca de un par de helados (no se cuantos nos llegamos a comer durante estos días) y luego tras pasar por los alrededores de la Fenice, llegamos a Calle Larga XXII de Marzo donde hay muchas tiendas de marca carísimas. Al final de la calle nos metimos de nuevo en San Marcos ya que había un concierto. La verdad es que la música no sonaba muy bien que digamos, así que dimos una última vuelta y subimos por última vez al vaporetto, ya que era el último día en que podíamos usar el bono de transportes, y hacia el hotel, donde llegamos agotadísimos después de una jornada que nos había llevado desde las islas hasta las algunas de las calles más escondidas de la Venecia. Etapas 4 a 5, total 5
Llegó finalmente el miércoles, día de nuestra partida.
Después de dejar preparadas las maletas en la consigna del hotel, salimos del Al Sole para cruzar el punte y así, sin más, llegar al sestiere que nos quedaba pendiente de visitar. Dorsoduro. Empezamos paseando por Santa Margherita. Allí nos encontramos con el mercado en pleno campo. Los productos que vendían, decían ser locales, y la verdad es que la fruta tenía muy buena pinta, y el pescado seguro que también, ya que estaba toda la zona llena de gaviotas a la expectativa de que los pescaderos se despistasen para robarles el producto. Entramos luego a visitar Santa Maria dei Carmini, otra prueba más de que estábamos en el barrio de los pescadores. Tras ver la típica colada colgada de edificio a edificio, cruzamos el río para ir en búsqueda de un puente curioso, el Ponte dei Pugni, famoso por ser este el lugar donde diferentes bandas venecianas rivalizaban entre ellos a golpe de puños. A su lado, en el río San Bárnaba, una barcaza repleta de frutas y verdura también vendía allí su género. *** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic *** Dejamos atrás Campo San Bárnaba y el río Malpaga para introducirnos en el corazón de este sestiere. Encontramos algunas tiendas artesanales de máscaras, y aunque ya las habíamos comprado, entramos un rato a mirarlas porque también eran muy curiosas.
Tras andar sin un rumbo fijo, visitamos la iglesia de San Trovaso. Luego al salir dimos con el Squero di San Trovaso, uno de los últimos varaderos que quedan en Venecia dedicados a la construcción y reparación de góndolas. Pedimos permiso para entrar y así vimos en primera línea algunas de las técnicas que utilizan para arreglarlas góndolas, aunque lo que nos pareció más curioso es el aspecto tirolés que tiene el taller. Esto es debido a que los primeros moradores del taller provenían de la zona de los Dolomitas. *** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic *** Llegamos luego al Zattere, donde ya habíamos estado en anterioridad, así es que volvimos a entrar por las callejuelas hasta encontrarnos en la parte trasera del Guggenheim. Aunque queríamos ver la Salute, el tiempo apremiaba y también teníamos ganas de tomar algo, ya que el calor era bastante severo, así que volvimos hasta Campo San Bárnaba para tomar unos refrescos. Antes, pero, aún tuvimos tiempo de entrar en una librería que tenía muchas ofertas y no pudimos resistirnos a comprarle a nuestro peque un libro de dibujos del ratoncito gondolieri.
Queríamos ver la fachada de la Salute de más cerca, así como la piazza San Marcos por última vez. Así que la mejor opción era cruzar el Gran Canal. Al no tener operativo la tarjeta de los transportes, cogimos un traghetto y disfrutamos del último viaje en barca por el Gran Canal. Una vez en la orilla del sestiere de San Marco, caminamos en búsqueda de una de las calles que diese en frente de la salute para poder hacer unas fotos a su fachada, que aunque estaba en plenas obras, no nos quisimos perder. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Quedaba ver la piazza, así que tomamos la abarrotada Calle Larga XXII de Marzo. Curioso fue el detalle de ver que justo en frente de las carísimas tiendas de marca, había los ”vú cumprá” (los “quiere comprar” que vendrían a ser nuestros “paisa, bueno, bonito, barato”) con el mismo material a precios para todos los bolsillos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Finalmente llegamos a la plaza San Macos. Dimos el último paseo a la par que hicimos las últimas fotos y curioseámos en una de las tiendas de cristal de Murano. Nuestra historia en Venecia estaba acabando y lo sabíamos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Volvimos sobre nuestros pasos para ir en búsqueda de un bar cerca de Campo San Mauricio, donde vendían bocadillos y nos sentamos en un puente cercano a comer y descansar, para luego proseguir por, la ya ahora conocida, ruta de Santo Stefano-Sant’Angelo-Campo Manin-Rialto.
Tomamos prestados unos minutos de relax en el Ponte di Rialto viendo los avances de las góndolas por el Gran Canal. A nuestra izquierda, un poco al fondo, vimos como el restaurante donde habíamos cenado la noche anterior, L’Omnibús estaba casi hasta la bandera. Últimas instantáneas. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Tomamos luego Riva del Vin para adentrarnos por las calles estrechas que dan al canal. Pasamos por un sin fin de esas calles que el primer día nos parecieron un laberinto y que ahora eran como si fuesen de nuestro barrio, hasta llegar al hotel Al Sole a recoger las maletas. A llegar a la plaza Roma, uno ya cree que está fuera de Venecia, porque está llena de autobuses y otros vehículos a ruedas. Durante todos los días que habíamos pasado en Venecia, no los habíamos echado en falta para nada. Una vez en el avión, tuvimos la suerte de ver Venecia desde el aire. Parecía muy pequeña y tranquila. Desde allí localizamos la piazza San Marcos, ahora sí, por última vez. El Campanile, orgullosamente alto nos la hizo encontrar con facilidad. ARTICULOS *LA VENECIA MENOS CONOCIDA. HISTORIAS, LEYENDAS E INFORMACIONES VARIAS *LA VENECIA MENOS CONOCIDA. HISTORIAS, LEYENDAS E INFORMACIONES VARIAS-2ª parte *AQUA ALTA EN VENECIA Etapas 4 a 5, total 5
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