Costa Rica: aventura y pura vida durante tres semanas ✏️ Blogs de Costa Rica

Volvimos a coger el ferry de vuelta y conducimos hasta Quepos, no sin pararnos antes en el rio Tarcoles para observar desde la carretera los cocodrilos que había por allí. Nos dijeron que tuviésemos cuidado con nuestras pertenencias mientras los mirábamos porque se producían muchos robos.



Fuimos directamente a nuestro hotel, Jungle beach, que no estaba mal, aunque guardo un no muy buen recuerdo por los mosquitos y por la poca información que daba el hotel sobre otras zonas.

Eso si, fuimos andando hasta el parque natural de Manuel Antonio y estaba al lado de una playa muy bonita y llena de monitos cara blanca.

El parque de Manuel Antonio estaba muy masificado, era bonito, pero una parte estaba en obras y todos nos concentrábamos en el mismo sitio. En la calle del perezoso lo estuve buscando,pero no lo encontré. Todo el viaje estuve buscando al perezoso.

En todos los parques, menos en Corcovado, puedes ir a tu aire o contratar un guía en la entrada. Va en gustos, nosotros solo lo hicimos en Corcovado y fue suficiente. Prefiero ir a mi aire.

Una vez que entramos vimos muchos monos, con los que había que tener cuidado porque te usurpaban fácilmente la comida. Aunque fue un mapache el que nos quitó con mucha facilidad la comida. Sin darnos cuenta se acercó y se llevo la bolsa!

En cualquier caso, era lindo de ver todo el parque.

De ahí a Quepos, a hacer noche y a dejar el coche. Empezaba nuestro viaje sin coche propio.

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Esta fue una de las experiencias más diferentes. Habíamos leído lo increíble que era, así que reservamos 2 noches en La Sirena.

Creo que no fue un acierto, con una noche hubiera sido suficiente, aun así todavía recuerdo el sonido de los monos aulladores cuando amanecía. Era estremecedor.

Llegar a Corcovado no es sencillo. Hay diferentes formas. Elegimos entrar por Drake.

Alquilamos un taxi compartido para alcanzar Sierpe, que es el lugar de donde salen las lanchas a Drake. En el viaje atraviesas los manglares, que son dignos de ver. El capitán Alex te lo va explicando y se acerca lo suficiente para que tomes las fotos que quieras. Del viaje mejor no hablar, la lancha daba unos saltos terribles por las olas que había.


Una vez en Drake, nos alojamos en Cabinas Manolo, que las llevaba un chico español muy agradable que nos ayudó a conseguir un guía para Corcovado porque era obligatorio, Greivin Montero Mora 8726 10 19 (greivin.mora1@hotmail.com). Nuestro guía nos acompañó los tres días hasta que nos dejó exhaustos. Nos mostró toda la zona.

Pasamos la noche en Drake y al día siguiente nos fuimos a Corcovado en lancha también y empezamos a andar por aquellos caminos llenos de barro. Las botas de agua son imprescindibles.

Lo más fácil es alquilar un paquete por los días que queráis estar y que incluya transporte, guía, comida y la entrada al parque. O lo podéis hacer como nosotros, reservando directamente con la estación de la Sirena la entrada, las noches y la comida. Y luego contratando un guía para moverte por allí.

Vimos muchos animales diferentes, monos, tucanes, el oso hormiguero, el tapir,....Pero seguíamos sin ver el perezoso y, por supuesto, no logramos ver el jaguar. Recuerdo que había un alemán que era la sexta vez que volvía intentando verlos.

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Llegó la hora de pasar de oeste a este. Nos faltaba la zona del Caribe. En Costa Rica las distancias se hacen muy largas por la orografía del lugar. Hay que volver a San José para pasar a cualquier parte, pero Greivin nos acosejó ir por Panamá para ir a Bocas del Toro.

Fuimos en autobus a David, que ya es una ciudad de Panamá, aunque antes atravesamos la frontera y la tasa por salir de Costa Rica.

Hicimos noche allí y volvimos a tomar otro autobús hasta Almirante, el lugar del que salían las lanchas a Isla Colón, en Bocas del Toro.

Fue el momento de descansar. Corcovado nos había dejado cansados y buscábamos un ratito de playa y descanso.

Cuando llegamos estaba lloviendo. Nos alojamos en Vista Mar, correcto. Pensamos en una noche y, al final, nos quedamos tres noches.

A mi personalmente no me gustó Bocas del Toro, no lo recomendaría. Parece que tiene que haber mucho ambiente en temporada alta, pero ahora no.

Y para ver no nos llamó especialmente la atención.

Hicimos una excursión en lancha.Primero vimos delfines, luego navegamos a isla Zapatillas, linda e hicimos snorkeling en Cayo Coral, lo que fue bastante divertido.

Al día siguiente fuimos en autobús a ver estrellas de mar a la playa de las estrellas, que bonitas son.

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