MSC Fantasía. Julio 2015 ✏️ Blogs de Mediterráneo

Mi primera experiencia (después de NCL y Royal Caribbean) en un barco MSC.
El barco
Impacta desde fuera pero más desde dentro. Un total de 18 plantas con 4 grupos de ascensores repartidos en cada una de ellas, eso lo dice todo. Es inmenso y por tanto, imposible no perderse los 2 primeros días. Si te toca (como es mi caso) un camarote al principio del barco o al final, o escoges bien el punto donde tomar tu ascensor (hay mapas colocados en cada planta) o te tendrás que recorrer 200 camarotes hasta llegar a tu habitación.
La decoración, pues un clásico italiano; demasiado hortera para muchos y un lujo para otros.


La comida
Recomiendo que siempre que podáis escoger, vayáis a los restaurantes tanto en el turno de comidas como de cenas. La comida en el buffet no es mala, pero no es comparable.
Las cartas de los restaurantes son realmente buenas (el producto, según gustos) pero claramente entra por los ojos. Los postres, realmente buenos.
Sin embargo no sólo por la calidad de la comida es preferible el restaurante, sino que el buffet está tan sumamente lleno de gente que es imposible que 1) no te roben el sitio 2) no invadan tu mesa 3) sea sencillo coger comida sin colar 4) comer con cierta tranquilidad.


Lo mejor del buffet, sin duda las pizzas (parte abierta constantemente) y los desayunos (variedad y calidad).
Sin embargo si hay algo que en comparación con otras navieras en que MSC debería mejorar es:
- Meriendas (horario de 16h-19h): no todo el mundo cena a las 19.30 y eso es algo que parece que se olvidan. Cuando terminan el horario de comidas en el buffet empiezan a sacar la comida rápidamente. Si te quieres comer un yogur, fruta, unas galletas... lo único que ofrecen es: pizza.
-La necesidad de pagar las bebidas en los restaurantes. En las anteriores navieras en las que he estado cuando pides agua para cenar te la sirven gratuitamente (a no ser que la quieras embotellada) sin embargo aquí obligatoriamente la pagas (3€ por cierto); obviamente no es un gasto enorme pero al final todo suma.

En este aspecto, son horriblemente pesados con que compres packs de masajes, fotos, bingo... hasta en el teatro te lo avisan!.

Espectáculos
Si hay algo muy positivo en comparación con otras navieras son los espectáculos del teatro. Son buenos, animados y con bastante variedad. Claro que hay "clásicos italianos" pero no son nada pesados de ver.

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Decidimos viajar a la ciudad un día antes para recorrerla y disfrutarla en verano. Nuestro hotel estaba en Plaza de Cataluña así que decidimos ir andando hasta el mirador de Colón y desde allí (justo al lado del muelle) coger el Portbus (2€ ida por persona).
Viajábamos con maletas de mano (sí, cabe ropa de sobra) y mochila/bolso lo que facilita todo, desde embarcar (ya que tus cosas siempre están contigo) hasta el desembarque (no tienes que esperar las colas en el puerto, ni tener que ir a la zona determinada por el barco para reunirte el último día); sales cuando quieras y con el grupo que quieras.

La opción que elegimos desde que llegamos al aeropuerto el día 9/07 fue la siguiente: Aerobús desde la T1 (no llega aquí el tren, sólo a la T2, por tanto es la opción más cómoda) hasta Pl. Cataluña. Decidimos caminar el día del embarque hasta el Portbus pero la opción más sencilla sería coger el metro desde Pl. Cataluña hasta Drassanes (línea verde) y de allí cruzar hasta el muelle donde encontrarás la parada del bus que te deja delante del barco (al ladito de los taxis).
Hay otras opciones, según donde esté tu hotel y obviamente siempre te queda ir en taxi.
Aunque parezca complicado (bus-metro-bus) es relativamente corto el tiempo que te lleva y el coste para una persona sería (sólo con billetes de ida): 5,90 + 2,15 +2 = 10,05€.

Una vez en el barco (zarpa a las 23h; nosotros decidimos llegar a las 18h) es entretenido perderse hasta encontrar el teatro donde sobre las 19h tiene lugar el simulacro de emergencia (en MSC es simplemente sentarse en el silloncito y escuchar cómo ponerte el chaleco de seguridad y que después de 5 minutos te lleven a la zona en la que quedarías por si sucede algo...).

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Escala: de 12h a 19h

Lo bueno de la ciudad de Marsella es que una vez que llegas desde el puerto, todo lo que tienes que visitar está cerca; la excepción es Notre Dame de la Garde o la isla de If (para quienes vayáis).

Como ya era mi tercera experiencia en un crucero, descarté contratar cualquier excursión con MSC ya que este barco tiene un itinerario que se puede hacer perfectamente por libre sin temor a perderte y a su vez, sin perderte nada (fuéramos a donde fuéramos, siempre nos encontrábamos a cruceristas de nuestro barco paseando y disfrutando de su "tiempo libre para comprar" dentro de su excursión MSC contratada).

Antes de embarcar buscamos información de Marsella y confiamos en que, pese a que la naviera ofrecía incesantemente un bus hasta la ciudad (por cierto, 15.90€ por persona), existía un bus totalmente gratuito a unos pocos metros. El recorrido hacia el bus es sencillo al estar indicado por el suelo mediante una línea verde. Varios conocíamos este transporte y muchos eramos los que caminamos unos 10-15 minutos hasta encontrarlo. El puerto es enormemente grande y el bus te deja justo en el centro (Calle Joliette, cercano a un túnel). Está detrás de una valla y es el mismo punto al que tendréis que acudir a la vuelta (os pedirán la Cruise Card. Último bus a las 17h)

Tuvimos la suerte de que al salir del barco ya nos dieron un mapa así que en 10 minutos (la calle más recomendable para ir, por belleza y por rapidez es la Rue de la Republique) estábamos en el Port Vieux. Si es cierto que al volver a las 17h en el bus gratuito, el tiempo en la ciudad se limita muchísimo.

Decidimos emplear el típico trencito con el recorrido hasta Notre Dame de la Garde (8€ ida y vuelta por persona) ya que te muestra parte de la costa y te sube hasta esta maravilla que es imperdible, tanto por las vistas como por su belleza.
Al volver del trayecto (la parada está en el Puerto Viejo, bien indicada) callejeamos por la Rue Canèbiere y por el barrio de Le Panier (calles muy ciudadas, coloridas y con un ambiente muy bueno). El último de los monumentos que visitamos, la Catedral, Sta María la Mayor, que era la más próxima al bus.

Sabíamos que nos quedaban bastantes cosas por ver, pero volveremos.

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