A Dublín por una taza ✏️ Blogs de IrlandaUn puente de 3 días en a capital de la "Isla Esmeralda"Autor: MarinaW Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (5 Votos) Etapas 1 a 3, total 4
Todo empezó por una taza. Sí, como lo leéis. Seguramente conoceréis a alguien que es adicto a las tazas y cada vez que viaja aprovecha para seguir ampliando su colección comprando una en el destino, pues bien: nosotros también somos de esos. Mi chico estaba loco por conseguir una taza que me regaló una amiga residente en Dublín: podríamos habérsela encargado, pero decidimos ir a por ella. Organizamos el viaje para el puente de la Almudena en Madrid (7-9 de noviembre) con 4 meses de antelación, y pudimos disfrutar así de una de las ciudades de Europa que se puede abarcar perfectamente en un fin de semana largo. VUELOS 95,98€ por persona con Aer Lingus. Obviamente no es el precio más barato que se puede conseguir para Madrid- Dublín, pero teniendo en cuenta el puente y que los horarios nos permitían aprovecharlo al máximo sin tener que madrugar, nos pareció bastante razonable. HOTEL Reservamos a través de Booking en “The Times Hostel - Camden Place”. Dos noches en habitación doble con baño privado por 125€ la habitación. No encontramos ninguna habitación de las mismas características más barata, lo creais o no. Más tarde, mis conocidos residentes me ratificaron esto, el alojamiento no es para nada económico si no se quiere compartir habitación. Total: 158,48€/ Persona. Etapas 1 a 3, total 4
El vuelo salió de Madrid con escrupulosa puntualidad, a las 10:10 y llegó a Dublín 30 minutos antes de lo previsto, a las 12:05 hora local. Una maravilla de vuelo y de aterrizaje, la verdad. Hay varias opciones para ir a la ciudad, ya que puedes coger un autobús de linea o uno lanzadera. Nosotros utilizamos ambas opciones, una a la ida y otra a la vuelta. De entrada, tomamos el autobús de linea 16, que cuesta la mitad (3,60€), pero que tarda el doble (alrededor de una hora). Es muy importante tener en cuenta que los conductores ni devuelven cambio ni aceptan billetes, por lo que, en la medida de lo posible es conveniente llevar el dinero justo o comprar los billetes en las máquinas de las paradas. El trayecto se nos hizo algo pesado hasta que llegamos al centro, pero el autobús nos dejó en la “puerta” de nuestro hotel, que estaba en la calle principal pero algo escondido. La habitación era pequeña pero cómoda y limpia con un baño de proporciones generosas, por lo que del hotel no tenemos queja. Había un ambiente juvenil pero muy respetuoso, la opción de desayunar por 3€/persona y café, té y chocolate caliente gratis a disposición de los clientes todo el día. Dejamos las cosas y nos reunimos con mi amiga residente en la ciudad. En ese momento el cielo, que nos había recibido gris y lluvioso, dejó paso al sol y fuimos paseando en busca de algún sitio para comer que finalmente, y ante las escasas opciones de gastronomía local, fue “Pit Bross BBQ”. Fue todo un acierto, pedimos un combo que incluía 3 piezas de carne y 2 raciones a elegir para compartir entre las dos chicas y medio pollo asado con sus dos raciones para mi novio. Cada comensal tenía además incluido un cono de helado. Con bebidas el total fue de 35,95€ y estaba todo riquísimo. Aprovechando la última hora de luz, pues en esta época anochece sobre las 5 de la tarde, fuimos a visitar la estatua de Molly Malone, que por obras ha sido reubicada delante de Saint Andrew's church. Después entramos en el Trinity Collegue, una de las más famosas y prestigiosas universidades del mundo. Llegamos demasiado tarde para aprovechar el descuento del 50% para acceder a la biblioteca y visitar el libro de Kells si lo haces con media hora antes del cierre, a partir de las 16:01. Eran ya las 16:20 y el tiempo era demasiado escaso así que preferimos volver otro día aunque no nos beneficiáramos del descuento, pero tened en cuenta que no hace falta más de media hora para ver la exposición y la biblioteca. Seguimos paseando por la Grafton St. y sus alrededores disfrutando de los grupos callejeros que nos encontramos a lo largo y de las luces navideñas que ya empezaban a iluminar sus comercios. Cruzamos el Liffey para dar una vuelta por la calle O’Connell, que estaba en obras, y ver the Spire y acabamos tomando unos tés y una sidra de limón en una iglesia reconvertida en cafetería, The Church, en Jervis St. Un lugar bastante curioso, sin duda. Cruzamos de nuevo el Liffey para pasear por la zona de Temple Bar, plagada de luces y pubs característicos de la ciudad. Cerca de las 20:00hrs, decidimos volver al hotel para descansar un rato antes de beber un sorbo de la noche dublinesa. Después de una cena rápida en Subways, nos dirigimos a The Porter’s House, en Temple Bar, un local de varias plantas, música en directo y con una inabarcable variedad de cervezas que ya visité en mi primera estancia en la ciudad. Tuvimos la suerte de conseguir asiento justo en frente del escenario y disfrutamos de las muy buenas versiones del grupo que amenizaba la noche. Yo, que no soy ni mucho menos una amante de la cerveza, la sustituí por una enorme sidra de frambuesa, pero los demás fueron fieles a la tradición y se pidieron sus consiguientes pintas a 5€ cada una. Al filo de las 2 de la madrugada volvimos andando al hotel con la sensación de haber aprovechado bien el día. Etapas 1 a 3, total 4
Nuestra idea era pasar la mañana en Howth, un pueblo costero a apenas 30 minutos en autobús, pero nos tuvimos que conformar con las fotos de mi visita anterior porque el tiempo no acompañaba y nos refugiamos en Guinness Store House.
De camino, descubrimos un sitio estupendo para desayunar: The Bald Barista, situado en el 68 de Aungier St. Es un establecimiento con variadas opciones de comida y pasteles caseros con ingredientes naturales. Mi novio se comió un típico brunch y yo me decidí por un bagel de salmón… pero la estrella fue la bebida de ambos: dos enormes y deliciosos tés matcha latte de un verde muy irlandés. Recomendadísimo. La cuenta fueron 16,50€. Paramos en Christ Church, la iglesia católica de Dublín, a verla por fuera. La entrada no es gratuita y yo por lo general no soy amiga de pagar para acceder a lugares religiosos… me parece que debían ser accesibles para todos sin pasar por caja. Para entrar en la Fábrica Guinness tuvimos muchísima suerte. Mi amiga nos había prestado dos carnets de embajadores que algunos residentes tienen para que no les cueste la entrada cuando acompañen a sus visitas. No nos costó encontrar a un grupo de españoles que nos ayudara con el paripé. Nosotros entramos gratis con los carnets y ellos obtuvieron un 20% de descuento que no viene nada mal teniendo en cuenta el precio de la entrada, 20€, así que todos contentos. La visita es obligada si se va a Dublín y aunque la entrada sea cara, te ofrece una completa y amena visión de lo que esta cerveza supone para el país. En sus 7 plantas, podemos conocer más de cerca el proceso de elaboración de la cerveza, la figura de su creador y todos los beneficios que la factoría supuso para la comunidad, las técnicas publicitarias utilizadas a lo largo de toda su historia y cómo aprender a apreciar su peculiar sabor, una parte que me pareció interesante a mí, que sin ser amante de este brebaje, aprendí a apreciar como se debe todos sus matices. En la entrada ofrecen audioguías en español gratuitas, esenciales para aprovechar bien la visita, que dura como mínimo 2 horas. Habíamos quedado para comer más tarde, pero no quisimos perder la oportunidad de probar a modo de aperitivo uno de los platos típicos irlandeses elaborados con esta cerveza que se ofrecen en uno de los restaurantes del museo. Nos decidimos por un estofado de carne con salsa Guinness y una botella de agua por 13€. No es barato, pero como buenos foodies que somos, no podíamos irnos sin probar algo típico. No es un plato visualmente apetecible, pero tenemos que decir que el la textura de la carne y el sabor estaban bien. La entrada incluye una pinta por persona que podéis degustar en el Sky Bar de la planta 7 con vistas a la ciudad o en un bar cerrado pero donde puedes tirar la cerveza tu mismo y obtener un diploma. La cola era importante, así que nos fuimos directos al Sky Bar para poder fotografiar la ciudad desde las alturas mientras disfrutábamos de nuestra Guinness, cuyo color nada más ser tirada es completamente distinto al que adquiere tras reposar. Dejamos atrás la fábrica y fuimos andado hasta casa de mi amiga, que había tenido el detalle de invitarnos a comer Fish & Chips con unas magníficas vistas de Christ Church que disfrutamos mientras hicimos una sobremesa a la española. Cuando quisimos salir, ya había anochecido y dedicamos el resto de la tarde a seguir paseando por Temple, las calles del centro e ir en busca de souvenirs y por supuesto, de la famosa taza. Carroll’s es el paraíso para todos los que buscábamos recuerdos típicos. Tienen prácticamente de todo y los diseños son muy buenos. Nosotros teníamos claro el objetivo: LA TAZA. Nos recorrimos todas las sucursales de la cadena pero lamentablemente no encontramos la misma después de 3 años… sin embargo… encontramos una prima suya que nos encantó añadir a la colección. Mission Accomplished. Los últimos coletazos de la tarde, decidimos pasarlos en The Bank, una cafetería del estilo a The Curch donde probamos el típico café irlandés. No nos resistimos a la tentación de dar un último paseo nocturno por el Liffey y de disfrutar de las luces de Temple una vez más. Terminamos cenando en un restaurante Tailandés llamado Thai Orchid, en el 7 de Westmoreland St respondiendo a un antojo de mi novio. Compartimos un pad thai, ternera en salsa, calamares en tempura y unas brochetas satay de langostinos. El total fueron 48,20€. La comida estaba buena pero hay que decir que las raciones no eran muy abundantes. Volvimos al hotel alrededor de las 22.30 para descansar como es debido. La mañana siguiente queríamos aprovecharla bien para ver todo lo que nos quedaba. Etapas 1 a 3, total 4
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.8 (5 Votos)
Últimos comentarios al diario A Dublín por una taza
Total comentarios: 2 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO
Diarios relacionados Irlanda en junio. Tour de una semana por la Isla Esmeralda.
Recorrido de una semana por Irlanda en tour organizado (más o menos).
⭐ Puntos 5.00 (13 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 300
Ruta por el oeste de Irlanda
Recorrido en coche, durante dos semanas, por el oeste de Irlanda.
⭐ Puntos 5.00 (16 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 255
IRLANDA en 15 días.
Vuelta a la isla en sentido contrario a las agujas del reloj en julio de 2008
⭐ Puntos 4.69 (49 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 216
10 días en Irlanda con niños
Un viaje de 10 días en Irlanda con niños, y recorriendo Dublín, Killarney, Galway y Clifden
⭐ Puntos 4.50 (2 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 214
Irlanda sin coche
Viaje por la República de Irlanda sin coche
⭐ Puntos 4.75 (4 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 190
Galería de Fotos
|