NUESTRA ÚLTIMA PRIMAVERA EN ESCOCIA ✏️ Blogs de Reino Unido

Hoy empieza nuestra verdadera aventura por tierras escocesas: ha llegado el momento de ir a buscar nuestro coche al aeropuerto. Desde Barcelona habíamos hecho una reserva con Hertz, a un precio más que razonable, 116,00€ por cuatro días, con todos los seguros.

Pues sí, Gordon, nuestro taxista favorito, viene a buscarnos al alojamiento para llevarnos al aeropuerto, lugar donde todas las empresas de alquiler de vehículos tienen su base. La tarifa del taxi al aeropuerto es de 14,00£, tarifa fija. Si tenemos en cuenta que el billete de autobús cuesta 3,00 por persona, está claro que sale a cuenta ir en taxi: por solo 0,50£ de diferencia por persona te ahorras la caminata a la parada del autobús cargado con maletas.

Tras la espera en el aeropuerto (por cierto, señores de Desigual, hagan el favor de abrir alguna tienda en Inverness, porque mi foulard causó sensación durante la espera), nos entregan un... "tanque", un MG6 TSE. Afortunadamente tenemos alquiler con conductor: mi marido (je,je)

Saliendo de Invernes nos encaminamos hacia el Lago Ness. Este lago tiene forma alargada y se extiende por la falla geológica de Great Glen, que cruza esta zona de las Tierras Altas escocesas. El Lago Ness tiene una longitud de 39 km y una anchura de solo 1,5 km. Si bien es el segundo lago de mayor superficie de Escocia, por su gran profundidad, más de 200 metros, es el que tiene mayor volumen de agua. La verdad es que no es el más bonito de todos los lagos que veremos, pero sí el más famoso, gracias a NESSIE.

A lo largo del recorrido hay numerosos parkings para poder disfrutar de las vistas desde todos los ángulos.


Y sí, lo hemos intentado, pero no ha habido forma de ver al monstruo, así que nos encaminamos a disfrutar de las bellas ruinas del Castillo de Urquhart. Este castillo se encuentra a la mitad del Lago Ness, en la orilla oeste, a solo 3 km de Drumnadrochit.

Aprovecho para recomendaros que obtengáis el Explorer Pass. Con él se pueden visitar 77 monumentos históricos. Hay dos modalidades:

• Visitar todos los monumentos de la lista durante 3 días en un periodo de 5 días
• Visitar durante 7 días en un periodo de 14 días.

Nosotros escogimos la segunda opción y, aunque al principio parece un poco cara, con la visita de tres castillo está amortizado el gasto. Además no hay que hacer colas ni en las taquillas, ni en el acceso. Aquí os pongo la Web

Historic Scotland Explorer Pass

Pues sí es el momento de estrenar nuestra Explorer Pass, así que vamos al centro de visitantes. Después de ver la presentación multimedia (se puede solicitar que los subtítulos sean en español) que explica la turbulenta historia del castillo, se abren las cortinas que hay detrás de la pantalla y ¡¡IMPRESIONANTE VISTA DEL URQUHART CASTLE!!


Lo primero que vemos cuando nos dirigimos hacia él es un trebuchet, una especie de catapulta que se utilizaba en la Edad Media como técnica de asedio. Y lo segundo un montón de aliagas o "gorse", que no se diga que no nos integramos.


La primera vez que se alude a la fortaleza es en el siglo XIII. Su historia ha estado marcada por las batallas libradas entre escoceses e ingleses. En 1692, para evitar que los jacobitas lo recuperaran, los ingleses destruyeron el castillo. Las estructuras inutilizadas se abandonaron hasta que en 1913 la propiedad pasó a manos del Estado.


Después de visitar cada rincón del castillo, y de habernos comido un triste sándwich en el Visitors Center (suerte del desayuno), es el momento de ir a Drumnadrochit y visitar el Centro de Exposiciones del lago Ness y su exposición temática sobre la historia del lago y la leyenda (o no) de Nessie (nada del otro mundo, por cierto).

Antes de llegar a Fort Augustus, seguimos el desvío de la A887 hasta el Loch Cluanie, donde se pieza a notar un poco de fresquito, gracias a las cumbres nevadas de las proximidades.


Y después de pasar de lago a lago, ya se ve allí, a lo lejos el Eilean Donan Castle, uno de los lugares más emblemáticos y fotografiados de Escocia. Los escoceses dicen que es el castillo más romántico, pero lo que está claro es que es uno de los más famosos, ya que ha aparecido en innumerables películas, como por ejemplo Los Inmortales (1986), Rob Roy (1995), 007: el mundo nunca es suficiente (1999), La Trampa (1999) o Elizabeth: la edad del oro (2007).



Hay un parking bastante grande para estacionar el coche, pero como también somos muchos los visitantes, se queda pequeño.

El castillo se alza en una isla donde confluyen tres lochs (Loch Duich, Loch Long y Loch Aish), un enclave de singular belleza. Su aspecto actual es producto de la reconstrucción realizada en los años 30 y, aunque se siguió en ella las bases de las ruinas, no hay muchos documentos que permitan adivinar si éste era su aspecto original. De esta misma época es el elegante puente de piedra con arcos, que une el islote a tierra firme.

En algunos diarios habíamos leído que, aunque el castillo tiene por fuera un aspecto más o menos antiguo, el interior es muy moderno, por lo menos para lo que se espera de un castillo del siglo XIII. Así que nos dedicamos a disfrutar del enclave y destinar las 6,50£ de cada entrada a otro fin.

En el acceso al puente está el control de entradas, pero cuando finaliza la visita del interior, puedes cruzar el puente y llegar hasta la misma puerta del castillo.

Pero no hay que ser ansioso, hay que esperar a las 18:00, aunque quieras ser el protagonista de la mejor foto de la jornada. Y ¿por qué digo esto? Nuestro amigo, ni corto, ni perezoso, quiso posar justo pasada la barrera, cuando aún no era la hora, con el consiguiente aviso del guardia. ¡Será que no está claro que no se puede pasar al puente sin ticket!.


Así que tras la carrera y con el sándwich de la comida en los pies, ha llegado la hora de reponer fuerzas con un apple pie (pastel de manzana) y un carrot pie (pastel de zanahoria), acompañado de un cortado, mientras esperamos que lleguen las 18:00 horas.



Tras la visita, seguimos la carretera que bordea el Loch Aish, hasta alcanzar el Sky Bridge, el puente que desde 1995 une Kyle of Lochaish con la isla de Skye. Hasta ese momento, la única forma de llegar a la isla era en ferry.


Y una vez en la isla, llegamos a Broadford Hotel (115,00£ por habitación y noche), nada barato, por cierto, pero es que es un largo fin de semana de tres días y hay que coger lo que queda...


A cenar y a dormir, que mañana nos espera un día muy intenso...

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Es verdad que el Hotel es un poco caro, pero las habitaciones son amplias y acogedoras y en la bañera casi se puede nadar. Después de un zumo de naranja, cereales y tostadas, llega nuestro Full Scottish Breakifast.

Por delante tenemos un día recorriendo la Isla de Skye. Es el primer día que el tiempo nos está jugando una mala pasada (¡tiene que ser precisamente aquí!). ¡Qué le vamos a hacer! ¡Estamos en Escocia!

Tras salir del Hotel, la primera parada la hacemos por casualidad. Delante de nosotros hay un minibús de un tour. Si un guía con Kilt se para aquí para enseñar un cottage, habrá que verlo.


La segunda parada también nos la marca el mismo tour. En un apartado de la carretera, junto a un Loch, vemos una caída de agua que la verdad no es muy impresionante.

Ahora nos dirigimos a Sligachan, que, con su puente y su valle es un lugar de leyenda. Dicen que aquí las puestas de sol tienen un efecto especial, y se cree que es un lugar de encuentro de dioses (parece que de dioses malos).


Cuando abandonamos esta zona, pasamos por un paisaje de perfiles suaves, de color verde intenso. A lo lejos vemos el Neist Point, pero primero queremos visitar Dunvegan Castle.


Nuestro siguiente destino es el Dunvegan Castle (Horario de 10:00 a 17:30, última entrada a las 17:00. Precio 11,00£ incluyendo los jardines y si solo se quiere los jardines 6:00£). Es el edificio histórico más importante de la isla y sede del Jefe de Clan de los MacLeod, que lo han habitado durante más de siete siglos y más de 30 generaciones. Las partes más antiguas son la torre y la mazmorra (s. XIV), pero en su mayor parte datan de los siglos XVII al XIX. Está situado sobre un promontorio rocoso al lado de un bello lago.



El interior del castillo es prescindible, pero los jardines son impresionantes, incluidas cascadas artificiales.



Como no deja de llover, nos decidimos a visitar las estancias del interior, esperando que la lluvia cese mientras tanto. En dichas estancias se guardan diversas reliquias de la historia de Escocia, siendo quizás la más destacada la Fairy Flag, la llamada Bandera de las Hadas, cuyos orígenes se remontan a un pacto entre estos seres mágicos y los humanos.

Como tenemos tiempo (y espacio), voy a explicar lo que cuenta la leyenda. Se dice que en este castillo habitaba uno de los señores MacLeod, dueños del mismo desde la construcción. Este MacLeod conoció a la hija del rey de las hadas y se quedó totalmente prendado de ella. El sentimiento era mutuo, y el hada también se enamoró del joven noble. Después de suplicarle a su padre, la princesa de las hadas consiguió el permiso necesario para casarse con un mortal, aunque había una condición: solo podría estar con el humano un año y un día. Al ser la única alternativa que quedaba, la joven hada aceptó.

Durante ese año, el hada y el noble MacLeod fueron tremendamente felices e incluso engendraron un hijo. Pero pasó el tiempo y llegó el día en que el hada debía marcharse. Antes de eso, dejó a su esposo un hermoso amuleto de la suerte, una bandera hecha por las hadas con la seda más pura y hermosa del mundo. Aquella bandera debería estar siempre en posesión de los MacLeod, o se desvanecería. Además, podría ayudarles en sus momentos más duros, pudiendo ser utilizada para llamar a un ejército de hadas y duendes, que ayudase al clan en sus horas bajas. Eso sí, solo se podría utilizar en tres ocasiones.

Se cuenta que la bandera ya ha sido utilizada en un par de ocasiones, y que de hecho, logró su cometido, salvar a los MacLeod de un final bastante próximo. Por ello, ahora solo les queda una ocasión más para utilizar la bandera antes de que sus poderes desaparezcan. En el interior del castillo no se permite hacer fotografías, pero puedo asegurar que, viendo el estado en que está la bandera, no se sabe si desaparecerán antes los poderes o la propia bandera.

Otras antigüedades que se pueden ver en el castillo son la divisa del clan de los MacLeod, que se remonta al siglo XIV, la Copa de Dunvegan, del año 1493, una copa de madera ceremonial, decorada con láminas de plata. Y el Rory Mor's Horn, un gran cuerno que fue seccionado a un toro que atacó a un MacLeod en el s. X y desde entonces se instauró la tradición que los herederos varones del clan debían probar su virilidad bebiéndose el cuerno lleno de burdeos.

Tras el castillo, emprendemos camino hacia Neist Point. Definitivamente, no es nuestro día: la niebla empieza a bajar, las carreteras son estrechas y con precipicios, así que creemos que lo mejor es dar media vuelta y volvernos por donde hemos venido.

Hacemos un replanteamiento de la situación: el cielo nos indica que no va a dejar de llover y la niebla no nos permitirá ver ninguno de los paisajes que tenemos previstos, así que adiós Castillo Duntulm, acantilados de Kilt Rock, Old Man of Storr...
Eso sí, seamos positivos: ¡Ya tenemos excusa para volver a Escocia!

Llegamos a Portree cuando ya hace rato que la hora de comer ha pasado, los restaurantes del puerto están cerrados y, cuando creemos que comeríamos de "super", en Quay Brae, está el Café Arriba, en el que después de esperar un buen rato, podemos resguardarnos de la lluvia y comer. Y la verdad es que la comida fue un éxito: por 45,90£ comimos los cuatro (dos hamburguesas con patatas fritas, quiche lorrain con ensalada y patatas, un fish and chips y dos cervezas y dos aguas).



Y Ahora hacia Armadale. Allí nos espera un ferry de Caledodian MacBrayne para llevarnos a Mallaig, ya fuera de Skye. Hasta 1995, año de la construcción del Skye Bridge, por donde llegamos ayer, esta era la única forma de entrar y salir de la Isla. Y como nosotros somos unos románticos...


Nosotros ya tenemos reservados los billetes por internet. La verdad es que no hay mucha gente, pero supongo que en los meses de temporada alta la cosa cambia. Por 17,00£ nos hemos trasladado los cuatro y nuestro "tanque".

Por si acaso aquí está la página Web Caledodian MacBrayne

Tras una apacible travesía llegamos al puerto de Mallaig. Nos alojaremos muy cerca, en el West Highland Hotel (115,00£ por habitación doble, incluido el "superdesayuno" en Booking), con su acogedora sala de estar.



Cenamos en el Chlachain Inn Restaurant, en el que además de cenar los cuatro por 47,40£, disfrutamos del juego del quiz.


Y ahora, a dormir, que mañana el día es largo.

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Hoy nos espera un largo camino, unos 250 km hasta llegar a Glasgow. Los mejor es coger fuerzas con nuestro desayuno. Además hoy tenemos camarero español, Roger.

Nuestra primera parada es Glenfinnan que está situada a orillas del bello y misterioso Loch Shiel, en el cruce de cuatro cañadas. Tenemos que estar allí antes de las 10:45, sí o sí.

Tras dejar el coche en el parking, seguimos el sendero que hay junto al Visitors Center y que conduce a un mirador. Conforme vas ascendiendo (la subida es muy suave) el paisaje te va sobrecogiendo por su belleza.

Pero vamos a centrarnos. El motivo por el que teníamos que llegar aquí antes de las 10:45 es que desde aquí se divisa el Viaducto de Glenfinnan, de 21 arcos, construido en 1901, y aproximadamente a esa hora pasa The Jacobite Train, un tren de vapor que, en la temporada de verano, a partir del mes de mayo, hace el recorrido entre Fort William y Mallaig y que aparece en la película de Harry Potter y la Cámara Secreta. Lo mejor es coger un buen sitio y esperar hasta oír un silbato en la lejanía. Esa es la señal de que el tren se aproxima.


Y después, cuando nos giramos, ante nuestros ojos está uno de los más bellos paisajes de Escocia, el Loch Shiel con el Monumento de Glenfinnan.


Este Monumento es una alta columna de 18 metros rematada por la estatua de un highlander con kilt, erigido en 1815 en el lugar donde en 1745 Carlos Eduardo Estuardo enarboló por primera vez el estandarte, junto a los clanes, reclamando su derecho al trono de Inglaterra. Este levantamiento fue sofocado cerca de Inverness, en Culloden.

Se puede subir a lo alto de monumento. El horario es de 10:00 a 17:00 y el precio 3,50£. El monumento en sí no es gran cosa, pero los paisajes son impresionantes, paisaje que hemos tenido gratis desde el mirador.


Ha llegado el momento de abandonar este lugar tan espectacular, porque nos espera, junto a Fort William, el Ben Nevis, la montaña más alta de Reino Unido, lo que tampoco es decir mucho, ya que solo tiene 1344 metros de altura. En gaélico, el nombre de la montaña es, Beinn Nibheis, que significa venenoso u horrible, implicando su carácter de inmensidad.


Al norte de Fort Willian se encuentra la estación de esquí de Nevis Range, que ocupa la vertiente septentrional del Aonach Mor (1221m.). Hay un remonte que da acceso a la parte inferior de la zona esquiable, que funciona todo el año de 10:00 a 17:00. Lo más normal es que las condiciones meteorológicas cambien en menos de un minuto y normalmente, a peor.

Saliendo de Fort william, la carretera bordea la orilla del Loch Linnhe y el Loch Leven hasta llegar a Glencoe.

Glencoe Village se encuentra en la orilla de Loch Leven. A unos 2,5 km al este del pueblo se encuentra el centro de visitantes, que además de información sobre rutas de senderismo por la zona, tiene un mirador, desde donde se observa el inicio de los montes de Glencoe.


En el Centro de visitantes también tiene una cafetería donde se puede comer un sándwich. Pero si queréis comer otra cosa, éste no es vuestro lugar. Junto al lago está The Glencoe Gathering. En la pizarra que hay en el interior ponen los platos del día, donde hay desde venado a pasta, pasando por salmón... Dos bocadillos de venado, una hamburguesa y unos raviolis con pan de ajo, con la bebida, 49,00£.

Glencoe es el valle más importante de Escocia y uno de los más imponentes. Muchas veces se ha dicho que Glen Coe es el valle de las lágrimas, debido a los atroces asesinatos que ocurrieron en 1692. La Masacre de Glencoe ocurrió en Glen Coe, en la madrugada del 13 de febrero de 1692, durante la era de la Revolución Gloriosa y del Jacobismo. La masacre comenzó simultáneamente en tres emplazamientos, Invercoe, Inverrigan y Achacon, aunque la matanza tuvo lugar en toda la zona durante la persecución de los MacDonald. En total, 38 MacDonald, del clan MacDonald de Glencoe fueron asesinados por los invitados que habían aceptado su hospitalidad, con el motivo de que los Macdonald no habían actuado prontamente y prometido lealtad al nuevo rey, Guillermo de Orange. Otras cuarenta mujeres y niños murieron a la intemperie después que sus hogares fueran quemados.

Nosotros seguimos por la carretera principal, la A82, que discurre por este paisaje majestuoso que pasa junto a las Three Sister, de izquierda a derecha: Beinn Fhada, Gearr Aonach y Aonach Dubh). Hay un parking junto a un mirador para observar las imponentes moles que se alzan ante nosotros. Desde aquí, la hondonada que las separa del mirador acentúa la sensación de grandeza. Una losa grabada indica la posición de cada hermana y descubre que detrás se esconde el Valle Perdido.



Nuestro siguiente destino es Luss, a orillas del Loch Lomond. Este es el lago más extenso de Escocia y el más popular, después del Lago Ness. Es un destino turístico muy importante, ya que a su belleza se une que su orilla sur está a corta distancia de Glasgow.

Luss, el lugar que hemos escogido para hacer un descanso está hacia la mitad del lago. Es un pueblecito con casas llenas de rosales. Aquí hay un embarcadero desde donde se pueden hacer cruceros por el lago.



Y después de estirar las piernas, nos vamos a Glasgow, una gran ciudad que nada tiene que ver con Edimburgo. Nos alojamos en el Premier Inn Glasgow City Center Charing Cross (95,00£ habitación doble, incluido el desayuno, en Booking).

Una ducha y salimos en busca de un lugar donde cenar. Y después de una vuelta entramos en The Grill On the Corner, donde comimos una ensalada Cesar, tan rica como escasa, eso sí, el local es precioso.

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