![]() ![]() NUESTRA ÚLTIMA PRIMAVERA EN ESCOCIA ✏️ Blogs de Reino Unido
14 días por tierras escocesas, en transporte público, coche y excursiones organizadas. Lugares visitados: Edimburgo, Inverness, Wester Ross, Lago Ness, Eilean Donon Castle, Isla de Skye, Glenfinnan, Glencoe, Lago Lomond, Glasgow, Castillo de Culzean, Stirling, Castillos de glamis y Donnotar, Rosslyn chapel y los Scottish bordersAutor: Mercedes_L65 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.7 (3 Votos) Índice del Diario: NUESTRA ÚLTIMA PRIMAVERA EN ESCOCIA
01: 17 de mayo de 2015: Una tarde en Edimburgo
02: 18 de mayo de 2015: Nos vamos a Inverness
03: 19 de mayo de 2015: Wester Ross
04: 20 de mayo de 2015: Lago Ness y Eilean Donan Castle, camino de la Isla de Skye
05: 21 de mayo de 2015: Isla de Skye
06: 22 de mayo de 2015: Camino de Glasgow
07: 23 de mayo de 2015: Culzean Castle y... Glasgow
08: 24 de mayo de 2015: Stirling y otra vez Glasgow
09: 25 de mayo de 2015: Nos vamos a Edimburgo
10: 26 de mayo de 2015: Más Edimburgo
11: 27 de mayo de 2015: Castillos de Glamis y Dunottar
12: 28 de mayo de 2015: Tour a Rosslyn Chapel & Scottish Borders
13: 29 de mayo de 2015: Día de tiendas y algo más...
14: 30 de mayo de 2015: El final del viaje...
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Etapas 7 a 9, total 14
Hoy es el último día que disponemos de nuestro coche-tanque, así que vamos a hacerle kilómetros.
El día se prevé largo, ya que nuestra intención es visitar el Culzean Castle, Caerlaverock Castle y el tramo del Muro de Adriano, cerca de Carlisle, en el Norte de Inglaterra, para luego devolver el coche en el aeropuerto de Glasgow antes de las 23:30. Así que nos vamos al Culzean Castle, al sur de Glasgow, en la región de South Ayrshire. Este castillo es el hogar tradicional del clan Kennedy. La familia Kennedy es una de las más antiguas de Escocia y cuenta entre sus ilustres antepasados con el mismísimo rey Robert The Bruce (ahí queda eso). ![]() El edificio actual fue construido a finales del siglo XVIII por el arquitecto Robert Adam, por encargo del Conde Cassilis, quién quería tener un palacio para vivir. Su construcción en el acantilado se debe a las vistas que esta localización ofrece y no a motivos estratégicos. ![]() ![]() Y para que luego digan que un castillo es muy caro de mantener: han montado un B&B en la planta superior. ¡Lástima que por el precio no se ajustaba a lo que buscábamos! Me he equivocado: la versión oficial es que no quedaban habitaciones libres. ![]() ![]() La visita del interior se puede hacer de dos formas, con o sin derecho a fotos. Si la quereis con derecho a fotos, la visita se denomina "La experiencia de Culzean", e incluye los jardines del palacio y los del bosque (con reserva de ciervos y con laguna incluida). ![]() Como todo castillo que se precie tiene su fantasma. Cuenta la historia que Sir John Cathcart era un notorio asesino de esposas. Había asesinado a varias de sus cónyuges y esperaba hacer lo mismo con Mary Kennedy. Muy lista ella, se dio cuenta a tiempo de lo que tramaba su marido y lo empujó desde lo alto de los acantilados que se encuentran a los pies del castillo. Se dice que el fantasma de Sir John frecuenta los acantilados clamando venganza. Y ahora a Caerlaverock Castle. Pero (pongamos música de ranchera) "un bordillo en el camino, nos enseñó que nuestro destino era pinchar y pinchar...". Pues sí, un pinchazo y la ineficacia de Hertz, que hizo caso omiso a nuestras llamadas, arruinaron nuestro día. La única solución que nos ofrecieron fue que acudiésemos a un taller a arreglar el neumático. Como solución no está mal, pero ¡ES DOMINGO!. Con el neumático de repuesto no vamos a llegar muy lejos. Así que lo mejor es acercarnos al aeropuerto de Glasgow, devolver el coche, presentar la correspondiente queja y dedicarnos a visitar Glasgow. Glasgow es una ciudad muy diferente a Edimburgo, ni mejor ni peor, sólo diferente. Su principal atractivo son los edificios victorianos. Ha crecido alrededor de su catedral, debe su rico legado arquitectónico a su pasado industrial, dominado por los magnates textiles y navieros. ![]() En un momento nos presentamos en Georges Square, la "plaza mayor" de la ciudad. Esta plaza recibe su nombre en honor del Rey Georges III. Fue construida a finales del siglo XVIII, cuando reorganizaron la ciudad para adaptarla a los numeroso migrantes que llegaban a trabajar en las industrias de Glasgow. El City Chambers es la sede del Ayuntamiento. Destaca la estatua de la Verdad o de la libertad de Glasgow. Aquí también está la columna de Walter Scott y un memorial a los ciudadanos de Glasgow que perecieron en la Primera Guerra Mundial. Las casas que rodean la plaza también son de estilo georgiano, y ahora son hoteles o edificios públicos ya que son carísimas. Hay una estatua de la reina victoria, y de otros personajes famosos de Escocia. Una manzana al sur, por Queen Street, se llega a la Gallery of Modern Art (GOMA), que se encuentra en un edificio neoclásico del siglo XVIII, con una gran columnata que albergó en su día a la Bolsa y hoy acoge exposiciones de arte contemporáneo. La estatua ecuestre del Duque de Wellington coronada por un cono de tráfico se ha convertido en un icono de la ciudad. ![]() ![]() Frente a la galería se cruza Ingram Street y tras recorrer cuatro manzanas al este se llega a Hutcheson's Hall, elegante edificio de 1802 gestionado por National Trust of Scotland (NTS) y que se ha convertido en un centro gastronómico de renombre. Este edifico se construyó como hospital para ancianos y una escuela para niños pobres. La escuela sigue funcionando hoy en día, aunque ya de pago, como Grammar School Hutchesons. ¡La de vueltas que da la vida! ![]() ![]() Y desde aquí, dejando atrás Ingram Sq, se llega a Merchant Square, patio cubierto que albergó el mercado de fruta y que ahora está repleto de cafés y bares. ![]() ![]() Menudos recuerdos tiene esta zona para nuestro amigo. Hace unos años, cuando se desplazó aquí para ver la final de la Copa de la UEFA (o Europa League) que el RCD Espanyol jugó frente al Sevilla en la temporada 2006-2007, ésta era la zona reservada para la afición perica. Por desgracia, los penaltis hicieron que, por segunda vez, no ganásemos una final europea. Pero, seguiremos llevando a nuestro Espanyol en el corazón. Y ya es el momento de retirarnos. Hoy estamos cansados, así que lo mejor es ir a un super y comer algo en la habitación. Etapas 7 a 9, total 14
Ha llegado el día de visitar Stirling. Cuando planificábamos el viaje dudamos entre si realizar esta visita desde Glasgow o Edimburgo, ya que se encuentra a medio camino de las dos ciudades. Los elevados precios de los alojamientos de Edimburgo han hecho que la visitemos desde Glasgow.
Según Scott rail, desde la estación de Glasgow Queen Street parte un tren a las 9:37, llegando a Stirling a las 10:10, ida y vuelta por 9,50£. Stirling se localiza en la zona central de las Tierras Bajas de Escocia. Su casco antiguo se asienta sobre un risco espectacular y su castillo se encuentra entre los más bellos, no solo de Escocia, sino de Gran Bretaña. Su emplazamiento estratégico ha condicionado su historia, de aquí la famosa frase "The who holds Stirling holds Scotland" (aquel que domine Stirling domina Escocia). Así, en sucesivas ocasiones las llanuras que rodean el castillo fueron elegidas para dirimir los conflictos entre Inglaterra y Escocia. Pero dejémonos de historia, en la medida que puede hacerse siempre que estás viajando. Lo ideal es empezar la visita a Stirling por el castillo. Desde la explanada se observa la gran llanura que conduce a la colina donde se levanta el Monumento a Wallace y, a medio camino, el puente de piedra que sustituye al que Wallace utilizó para vencer a los ingleses. ![]() En la explanada del castillo se encuentra la estatua de Robert The Bruce, de Robert I de Escocia. Si por algo es conocido este rey es porque, tras su muerte, sus compañeros de armas quisieron llevar su corazón para que descansara en el Santo Sepulcro de Jerusalén. En el camino pasaron por España y participaron en la batalla de Teba. Al verse rodeados por los musulmanes, lanzaron el corazón al aire al grito de "Ahora muéstranos el camino, ya que venciste, y yo te seguiré o moriré". Fueron capturados, pero cuando el rey musulmán se enteró de a quién pertenecía el corazón, se lo entregó al rey de Castilla. El corazón fue devuelto a Escocia y actualmente está enterrado en la Abadía de Melrose. Este es el verdadero Braveheart, corazón valiente, y no William Wallace, como nos mostraba Mel Gibson. ![]() El Castillo de Stirling está abierto todos los días de 9:30 a 18:00 y su precio es de 14,50£, si no contáis con el Explorer Pass. Lo primero que se ve del castillo es su entrada monumental, añadida en el siglo XVIII para hacer frente a la nueva artillería emergente. El Castillo es uno de los más grandes e importantes de Reino Unido. Se sitúa sobre un inmenso peñón, que en su día fue un volcán, hoy extinguido. El aspecto imponente lo consigue gracias a los escarpados precipicios. Este castillo está formado por un conjunto de edificios que, en su mayoría, se remontan a los siglos XV y XVI. ![]() ![]() El Palacio Real, construido en estilo renacentista, fue mandado construir por Jacobo V para impresionar a su prometida y a otros reyes europeos, mostrando el poder y la riqueza de Escocia. Suponemos que chica se quedaría embobada y pensaría "pero si con una sortija yo ya me hubiese conformado". ![]() ![]() Lo más espectacular son los bellísimos tapices basados en los originales que están en Nueva York, que representan La Caza del Unicornio. ![]() ![]() La Capilla Real se terminó de construir en 1594 y sustituyó a la capilla en la que fue coronada María de Escocia. Esta estancia se remodeló con urgencia, ya que la reina estaba embarazada y era necesaria para bautizar al heredero. Está decorada con un friso y un trampantojo de una ventaja, con The Honours of Scotland (las joyas de la corona) y las letras CR1. Quien haya pensado que Cristiano Ronaldo ya andaba por aquí, está en un error: en este caso CR, significa Carolus Rex I. ![]() ![]() El Gran Salón es el lugar donde tenían lugar las grandes celebraciones de la corte. El techo es de entramado gótico de roble y tienen cinco chimeneas monumentales, necesarias sin duda, en los fríos meses de invierno. Parece que somos unos visitantes muy importantes, porque somos recibidos por los miembros de la Corte. Incluso la reina María ha tenido el detalle de venir a vernos. ![]() ![]() The Great Kitchen, la gran cocina, está cerca del Gran Salón, en el sótano, donde se preparaban los alimentos y se cocinaba. Recrea una escena animada con una música que ayuda a crear la atmósfera. Y ¿qué decir del ambientador con aroma a pan caliente? Impresionante (ya nos está entrando hambre). ![]() ![]() Nada más salir del Castillo está Argyll’s Lodging (se puede visitar con la entrada del castillo) que es una mansión urbana del siglo XVIII que muestra cómo vivía la aristocracia, nada mal, por cierto. ![]() Frente a la residencia de los Argyll se encuentran Mar's Wark las ruinas de lo que en su día fue la residencia renacentista de más esplendor de la ciudad de Stirling. Construida en 1569 por el Conde de Mar, durante mucho tiempo guardián del Castillo de Stirling y regente de Escocia durante el reinado de James VI. Debido a que la casa noble de Mar optó por apoyar al partido Jacobita, el cual falló en su rebelión de 1715, la mansión fue reducida a ruinas (literalmente a cañonazos), que fueron usadas como barracas hasta su deterioro completo, dejando la residencia en el estado que la podemos ver en la actualidad. Se dice, se comenta que después dijeron "pelillos a la mar". ![]() Mejor aspecto tiene el Hotel Pub Portcullis y buen sitio para tomar algo, acompañado de unas pintas, pero nosotros vamos a esperar un poco más. Siguiendo por la misma calle, nos encontramos con la Holy Rude, visitada en tiempo record, porque, a pesar de que en el horario de visita los domingos es de 11:00 a 16:00, a las 14:00 hay un concierto de órgano, al que sólo se puede asistir con entrada. La iglesia fue construida en 1219, pero el edificio actual es de 1414, ya que el anterior se destruyó en un incendio. La nave central es impresionante, lo mismo que el entramado de roble del techo, que es original de la Edad Media. Las vidrieras también son originales y son de gran belleza. ![]() ![]() Muy cerquita está el Hospital de Cowane, que se construyó como casa de beneficiencia en 1637. La gente lo conoce como Guildhall y actualmente es un museo de arte, con una cafetería muy buena y tranquila. ![]() En Broad St. se encuentra la Mercat Cross. Como en muchos otros enclaves de Escocia, la cruz del mercado (Mercat Cross) marca el centro comercial de época medieval. En su tiempo centro de actividades de la ciudad, no muy lejos del castillo. La parte más alta de este monumento, muestra la figura de un unicornio (conocido localmente como "The Puggy"), símbolo de Escocia en contra del famoso león inglés, que representa a la libertad y al mismo tiempo el peligro. En esta plaza se realizaban las fiestas del pueblo y reuniones populares importante, tales como revueltas y manifestaciones. La más famosa fue en Diciembre de 1706 donde se produjo una gran revuelta popular contra el Acto de Unión (formación de lo que hoy conocemos como Reino Unido o Gran Bretaña). ![]() ![]() Y, junto a él, el Tolbooth, construido en 1705 como ayuntamiento y reformado en 2001 para convertirse en el principal centro artístico y musical de la ciudad. Y ha llegado la hora de comer. Nos decidimos por Drouthy Neebors, en 7 Baker St: la sopa del día, una hamburguesa con patatas, un plato de haggis y dos estofados de carne y cuatro pintas de cerveza, 40,80£. ![]() ![]() Bueno, ahora toca visitar el Monumento a Wallace. Nuestra primer intención era acercarnos en autobús (líneas 62 o 63) y regresar andando, pero empezamos a caminar y casi sin darnos cuenta ya estábamos en el Puente de Stirling una maravilla de piedra que sustituye al que William Wallace usó estratégicamente para derrotar a los ingleses el 11 de septiembre de 1297. ![]() Y siguiendo por Causewayhead Road se llega al monumento a William Wallace. La entrada se compra en la oficina de turismo que hay cerca de la parada del autobús y para llegar al monumento hay un microbús que entra en el precio de la entrada. También se puede subir andando, pero es mejor guardar las fuerzas para la escalera que hay en el interior del monumento (lo digo por experiencia propia ![]() ![]() Pues sí, en un plis plas nos hemos plantado a los pies del Monumento de William Wallace, que nos recibe con una ventolera con la que casi salimos volando. El monumento es una torre de arenisca de unos 70 metros de alto, en estilo gótico victoriano, que conmemora la figura de William Wallace, un soldado escocés del siglo XIII que luchó contra el rey Eduardo I de Inglaterra en la Guerra de la Independencia de Escocia. La torre se construyó gracias a una campaña popular de recaudación de fondos. Algunos diarios comentaban que lo expuesto en el interior tampoco quita el hipo, una espada y poco más, y que lo realmente bonito es la panorámica que se divisa desde lo alto, que no creo que sea muy diferente de la que se divisa en la base del monumento. Después regresamos a la estación de ferrocarril y, de nuevo en Glasgow, nos dirigimos, bajo la lluvia (con el buen tiempo que nos ha hecho) a ver la zona de la Catedral, de la High Kirk de Glasgow, lugar donde nació la universidad. Pero el tiempo empeora por minutos, así que después de ver el exterior de la catedral y Provand's Lordship, la casa más antigua de la ciudad, de 1471, nos volvemos al hotel. ![]() ![]() Nos despedimos de Glasgow. Etapas 7 a 9, total 14
Hoy es el día previsto para nuestro traslado a Edimburgo y también el día que los trabajadores de los ferrocarriles de Reino Unido tienen pensado hacer huelga. Afortunadamente nos habíamos dado de alta en Scott Rail y un sms nos ha puesto en alerta. Moraleja: nos vamos en la lanzadera 900 de Citylink y las libras que nos ahorramos con el cambio, solo nos ha constado 7,00£ cada uno, las invertimos en un taxi para ir a la estación de autobuses.
Esta vez nos alojamos en Ibis Edinburgh Centre South Bridge, junto a la Royal Mile. La verdad es que es un poco caro, pero estos días los precios del alojamiento en Edimburgo están por las nubes. Ha llegado el momento de retomar las calles que paseamos el primer día en Escocia. ¡qué lejos parece! El Old Town, la ciudad vieja, está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En los siglos XVI y XVII, Edimburgo se articulaba en torno a la Royal Mile y sufría un grave problema de superpoblación, que favoreció la construcción de precarios edificios de varias plantas donde sus habitantes se apiñaban en condiciones muy malas. Esta calle, la Royal Mile, cruza el Old Town de punta a punta, comunicando el Castillo de Edimburgo con el Palacio de Holyroodhouse. Su longitud, 1.814,20 metros, da origen a una medida: la milla escocesa. ![]() La mejor forma, o por lo menos eso nos pereció a nosotros, de conocer la Royal Mile es empezar por el Castillo de Edimburgo, una antigua fortaleza que se alza en Castle Hill, desde donde hay unas hermosas vistas del centro de la ciudad. Y como tres de sus cuatro lados están protegidos por acantilados escarpados, la única forma de llegar es a través de la empinada Castlehill Street. ![]() Como a toda fortaleza con siglos de historia a sus espaldas, al castillo de Edimburgo no le falta una buena colección de leyendas, como la del Gaitero Solitario (the lone piper) que merodea por los túneles sin encontrar nunca la salida. Cuenta la leyenda que, unos siglos atrás, se descubrió que los antiguos defensores del Castillo habían excavado túneles subterráneos para conectarlo secretamente con otras partes de Edimburgo. Para saber adónde conducían los pasajes, mandaron a un joven gaitero a explorar los túneles mientras tocaba, para que desde la superficie pudieran conocer su localización. Así fue, hasta que la música cesó abruptamente. La búsqueda del joven no dio ningún fruto; jamás se le volvió a ver. Desde entonces, sin embargo, hay quien asegura oír el sonido de las gaitas, como un lamento, aflorando desde lo más profundo de la fortaleza, de los túneles donde el gaitero solitario quedó atrapado para siempre… ¡Se me han puesto los pelos de punta! Volvamos a lo tangible: el Pórtico de Entrada al Castillo está flanqueado por William Wallace, que fue un soldado escocés que lideró una rebelión contra los ingleses, y el rey escocés Robert The Bruce, de quien ya he hablado largo y tendido. ![]() Enseguida se llega a una calle adoquinada que pasa debajo de la puerta conocida como Portcullis Gate hasta los cañones de las baterías Argyle y Mills Mount. Desde las almenas se disfruta de excelentes vistas de la New Town y el estuario del Forth. ¡Qué gusto da pasar sin hacer colas con el Explorer Pass! Y puedo asegurar que no son cortas. El precio de este castillo, en 2015 es de 16,00£. ![]() Una vez en el interior del castillo nos encontramos con el National War Museum of Scotland y el Monumento Nacional a los caídos de Escocia. Y una de las atracciones es el One O'clock Gun. Todos los días, desde 1861, a la una en punto del mediodía, como su nombre indica, el General de Artillería acude a disparar un moderno cañón, que hoy en día perpetúa la tradición, aunque es más una atracción turística. En sus comienzos, el disparo del cañón indicaba la hora a los marineros y a la gente del pueblo, para que pudieran sincronizar sus relojes, si los tenían. Así que lo mejor es buscar un buen lugar para no perdernos detalle, o por lo menos intentarlo... ![]() ![]() Atravesando la Foog's Gate se llega a la parte más elevada de Castle Rock. Allí nos encontramos el Mons Meg, un gigantesco cañón de asedio construido en Mons (Bélgica), y que fue utilizado durante la guerra contra los ingleses. Y junto al cañón se encuentra la Capilla de Santa Margarita, madre del rey David I, que está considerada como el edificio más antiguo de la ciudad. Aquí se expone el manto de la santa. Desde la terraza donde se encuentra la capilla se puede ver el Cementerio de mascotas, creado en 1840 y que es uno de los rincones más curiosos del castillo. ![]() ![]() ![]() En la cima de Castle Rock se encuentra Crown Square, y allí los edificios más importantes del castillo, entre los que destaca el Great Hall, el gran Salón Ceremonial de Jacobo IV. Según dicen, en el castillo de Edimburgo, al rey Jacobo IV no se le escapaba nada gracias a las Laird's Lugs, "los oídos del rey", una pequeña apertura en la pared de piedra que comunicaba con el Gran Salón y le permitía escuchar, sin ser visto, las conversaciones que allí tenían lugar durante las reuniones importantes. Cuentan que siglos después, cuando el ex presidente soviético Mikhail Gorbachev preparaba su visita al Castillo en 1984, el KGB pidió que los Laird’s Lugs se tapiaran por razones de seguridad. Aquí también se encuentra el Palacio Real, levantado en los siglos XV y XVI, que guarda "The Honours of Scotland", las Joyas de la Corona escocesa, compuesta por la Corona, la Espada del Estado y el Cetro, las joyas que se utilizaban para coronar a los Reyes escoceses. Junto a ellas se expone la Piedra del Destino o Piedra de Scone. Durante siglos, la piedra presenció la coronación de los monarcas de Escocia, hasta que, en 1296, el rey inglés Edward I la incorporó a su trono, iniciando así una afrenta política entre ingleses y escoceses por su control. Algunas historias aseguran que, en esa época, la Piedra del destino se ocultó y se intercambió por otra, algo posible si tienes en cuenta que en realidad es, a pesar de su valor simbólico, tan solo un bloque de piedra arenisca. Verídico o no, lo cierto es que siguió protagonizando peripecias. El día de Navidad de 1950, cuatro estudiantes escoceses irrumpieron en la abadía londinense de Westminster y robaron la codiciada piedra para devolverla a Escocia, con la mala suerte de que, mientras la trasladaban, cayó y se partió en dos. Tras varias andanzas por el Reino Unido, finalmente la depositaron en la abadía de Arbroath bajo la custodia de la iglesia escocesa, que la retornó a Westminster. A este insólito episodio se dedicó incluso una película, Stone of Destiny. Los escoceses tuvieron que esperar hasta 1996 para que fuese devuelta y solo abandonará el castillo el día en el que se corone un monarca en dicha abadía. ![]() ![]() Fuera del castillo se encuentra el Scotch Whisky Experience, que ocupa una antigua escuela. Por el módico precio de 5,95£) se puede visitar este espacio multimedia donde se explica el proceso de elaboración del whisky. Cuando vimos que el mismísimo William Wallace se dirigía hacia allí, decidimos dejarlo para otro momento. También está la Camera Obscura and the World of Illusions, una colección de ilusiones ópticas que cuenta, en lo alto de la torre, con unos espejos refractores que permiten ver Edimburgo desde distintos ángulos. ![]() Y ya es la hora de reponer fuerzas. Lo primero que hacemos es mirar en Deacon Brodie's Tavern, en 435 Lawnmarket, uno de los pubs más famosos de la ciudad, pero se nos escapa del presupuesto. Dados los precios de esta zona, lo mejor es hacer caso a lo que indican en otros diarios: nos vamos a Royal Mile Tavern, en 127 High Street. Y la verdad es que la comida no está nada mal, por no hablar de la Caledonian Best. Y por si fuera poco, tenemos camarera española. ![]() ![]() Nuestro próximo destino es la Catedral de St Giles o High Kirk of Edinburg. Y ¿qué nos encontramos por la zona? Pues la estatua del filósofo David Hume. Normalmente siempre hay alguien frotándole el dedo gordo del pie: ¡son tantos los exámenes a los que no podemos enfrentar en nuestra vida! ![]() Lo cierto es que aunque St Giles sea conocida como la Catedral de Edimburgo tiene ese título, ya que no tiene obispo. Aquí el predicador John Knox estableció la iglesia presbiteriana escocesa (en la nave central hay una estatua). Lo más destacable son las vidrieras del siglo XIX y las pilastras decoradas con las banderas de los regimientos más famosos de Escocia. ![]() ![]() Pero la joya de la catedral es la Thistle Chapel, la capilla del Cardo, que es la flor nacional escocesa. Esta es la capilla de los Caballeros de la Orden del Cardo, formada por el rey o reina de Escocia y otros 16 caballeros. La sillería del coro está rematada por doseletes sobres los que aparecen los yelmos y blasones de los 16 caballeros y en mitad de la bóveda, un ángel toca la gaita. ![]() ![]() Y sí, estas fotos han sido posibles gracias al módico precio de 2,00£ por cabeza que pagamos, porque si no no se pueden hacer fotos en el interior de la catedral. Junto a la Catedral, en el suelo, está el Corazón de Midlothian, que marca el lugar en el que se situaba el Tolbooth del siglo XV, que, además de Ayuntamiento y Parlamento, fue prisión y patíbulo. Por este motivo, en Edimburgo existe la tradición de pararse y escupir sobre él para tener suerte. Afortunadamente, nadie lo hizo en nuestra presencia, pero, por si acaso, lo mejor es no ponerse cerca de él si sopla el viento, ni pisarlo, por si acaso los resbalones... Muy cerca está la Mercat Cross, donde los comerciantes y mercaderes sellaban sus tratos. En la acera opuesta, se encuentra la City Chambers (el Ayuntamiento), en el suelo están haciendo como un pequeño “paseo de la fama” escocés y allí se puede ver la firma y las manos de J.K.Rowling estampadas en cemento (entre otros escoceses ilustres). ![]() ![]() ![]() Y volviendo por nuestros pasos llegamos a George IV Bridge y por ella a Victoria Street, con sus fachadas de alegres colores. Parece que J.K.Rowling se inspiró en esta calle para crear el bullicioso Callejón Diagon, en los libros de Harry Potter, lleno de comercios para los magos. ![]() Esta calle desemboca en Grassmarket, una plaza muy animada que hoy está llena de bares y restaurantes, pero que hasta 1784 era, además de uno de los principales mercados de la ciudad, el lugar donde se llevaban a cabo las ejecuciones públicas. Aquí murieron muchos presos ahorcados por delitos o acusaciones de brujería. El Margaret Dickinson's Pub recuerda la historia de una pescadera que fue llevada a la horca, acusada de haber matado a su bebé ilegítimo. Cuando la llevaban a enterrar despertó, ya que al parecer, no había muerto y solo se había desmayado. Dado que ya había sido colgada, no pudo ser ajusticiada de nuevo. Desde entonces, la pena de ahorcamiento llevaba la coletilla de "hasta la muerte". Otro pub importante es The Last Drop, que ocupa el lugar donde los condenados bebían el último trago. ![]() ![]() Me parece que el diario de hoy me está quedando muy tétrico, pero bueno, sigamos. Si continuamos por Candlemaker Row llegamos de nuevo a George IV Bridge. A la derecha está el cementerio de Greyfriars, que si por algo se le conoce es por la historia del perrito Bobby, que durante 14 años veló la tumba de su amo, hasta que llegó su propia muerte. Bobby se convirtió en un héroe para los ciudadanos de Edimburgo y se levantó una estatua con su imagen en el Puente. Según cuentan, la estatua miraba hacia el cementerio, pero un buen día amaneció girada. Todos sospecharon del dueño del pub (¡menuda campaña de marketing!). ![]() Muy cerquita está The Elephant House, donde J.K.Rowling empezó a escribir Harry Potter. Al parecer la escritora vivía muy cerca de esta cafetería. Como apenas tenía dinero para pagar la calefacción de casa, se pasaba las tardes aquí escribiendo. La verdad es que no nos extraña nada que viniera aquí: con la calefacción que tiene puedes estar en camiseta de tirantes y seguir teniendo calor, y con el tamaño del té y capuccino que preparan te da para la tarde entera, seguro. ![]() ![]() Bueno, pues el día ya ha dado bastante de sí y lo mejor es retirarnos al hotel, con cena de super, que hemos madrugado bastante. Pero es que la luz que hay no se puede desaprovechar así que vuelta a la aventura: Carlton Hill, la Atenas del Norte, nos espera. Desde aquí hay vistas de la Old Town y de la ciudad nueva, con el Castillo al fondo, así como una panorámica que permite ver Leith y la costa del Fife. De esta zona, el monumento más importante es el National Monument, que pretendía ser una copia del Partenón, pero que se quedó a medias cuando se acabó el presupuesto. Muy cerca está el Nelson Monument, una torre en forma de telescopio, que se instaló para que desde el puerto los marineros pudieran ver la caída de una bola dorada y ajustaran sus cronómetros. Pero dado los abundantes días de visibilidad escasa, no era muy práctico, y años más tarde se empezó a dispara un cañonazo en el castillo, el One o'clock gun. Pero sin duda el más conocido es el Monumento al filósofo Dugald Stewart, que recuerda a la Linterna de Lisicrates. ![]() ![]() Y ahora hacia el hotel, que todavía nos queda mucho viaje por delante. Etapas 7 a 9, total 14
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