![]() ![]() Escandinavia en invierno: Estocolmo y Noruega ✏️ Blogs de Europa Norte
Ruta por Noruega en invierno en busca de la Aurora BorealAutor: Milo88 Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (6 Votos) Índice del Diario: Escandinavia en invierno: Estocolmo y Noruega
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Etapas 4 a 6, total 13
Aunque la describiré como una etapa, en realidad comprende dos días completos, debido a la brevedad en las descripciones.
Martes 10 de marzo y último día en Estocolmo. La mañana se nos va en visitar museos, especialmente el Moderna Museet, o museo de arte moderno. Aunque he de reconocer que, en general, yo no sé reconocer el arte moderno, y para mí ni fú ni fá; este museo para mí tenía el aliciente de haber sido diseñado por el arquitecto español Rafael Moneo. Así que allá nos fuimos. Mientras mi compañero de viaje se quedaba con el contenido, yo me quedaba con el continente y todos contentos... ![]() ![]() Previamente ya habíamos dejado las maletas en la taquilla de la estación de tren y yo había conseguido más drogas para combatir el resfriado de caballo que arrastro. Nueva comida de lasagna y solo queda esperar al tren. El propósito principal de este viaje era ver las auroras y sobre todo Noruega, aunque incluimos Estocolmo porque volábamos a su aeropuerto. Para desplazarnos de Estocolmo al norte estuvimos sopesando la posibilidad de viajar en avión, aunque no había vuelo directo y salía bastante caro. Como la distancia es enorme nos decantamos por viajar en tren. Hay que recordar que tanto Suecia como Noruega son países muy largos y las distancias se ven incrementadas por la orografía. A las seis de la tarde sale el tren con destino a Narvik, en la costa norte noruega. Cruza todo el país ikeano hacia el norte, y después toma rumbo oeste hacia la costa del mar de Noruega. La llegada a Narvik está prevista a las 14:18 del día siguiente. ![]() Miércoles 11 de marzo y el día amanece en tren. Y vaya cómo amanece!!! ![]() ![]() Por si no había tenido bastante frío mi catarro, toma dos tazas de caldo. El viaje continúa pausadamente (no se puede decir que el tren vaya lento, pero tampoco es el AVE precisamente) por las llanuras heladas casi desérticas, en las que apenas hay asentamientos humanos. lo que si va cambiando es la orografía. De amplias llanuras van surgiendo colinas cada vez más destacadas, que conforman los montes escandinavos. Tras pasar por Kiruna, lugar que habíamos seleccionado al principio para quedarnos a observar las auroras desde aquí, y que finalmente tuvimos que descartar por los altos precios y escasa oferta de alojamiento; entre colinas se ubica el lago Torneträsk, de 70km de largo y 168m de profundidad (el segundo de Suecia), congelado como no podía ser menos. ![]() ![]() ![]() Falta apenas hora y media de viaje hasta Narvik y todavía estamos en territorio sueco y supuestamente a bastante altitud. Aunque es difícil averiguarlo si ves todo nevado como si estuvieses a 2000m de altitud. Realmente el punto más alto apenas sobrepasa los 500m y coincide con la frontera entre Suecia y Noruega. Pero se queda en una línea imperceptible. No hay fronteras aquí. Nada más entrar en territorio noruego, el tren comienza a descender entre montañas. Se nota la proximidad del mar con las nubes que van cubriendo el cielo, cuando de repente... ![]() ![]() ![]() ![]() Rombaksfjord aparece ante nosotros entre las montañas. ¡El mar ya está aquí! La llegada a Narvik es puntual, aunque el pueblo es más bien pequeñito tirando a enano. el viaje no ha terminado porque Tromsø no tiene ferrocarril, así que debemos coger un autobús que nos lleve allí. Ahora ya hay que acostumbrarse a moverse sobre hielo, y con la maleta por la calle no es nada fácil. El bus hasta Tromsø cuesta 375kr (ojo, noruegas), que vienen siendo unos 43€ por pasajero. Es muy fácil encontrarlo en la estación de autobuses, aunque la propia estación está escondida detrás de un minicentro comercial. Tan solo hay que buscar el bus 100 Narvik - Setermoen - Buktamoen - Nordkjosbotn - Tromsø. Está claro, no? ![]() ![]() Llevad provisiones porque el trayecto en bus es de 250km, dura cuatro horas y media y tiene 135 paradas oficiales (aunque por suerte no las realiza todas). Menos mal que hicimos compra de supermercado antes de salir de Estocolmo... Tras este periplo era comprensible el cansancio que teníamos al llegar al hotel. Más teniendo en cuenta el trayecto por calles empinadas y heladas desde la estación de bus y el hotel. Cena y a dormir. Etapas 4 a 6, total 13
Jueves 12 de marzo, día completo en Tromsø y el tiempo no es muy bueno. Nieva a ratos pero lo peor es el viento. Al parecer hay una alerta por viento en la zona.
Lo primero es el desayuno. Nos alojamos en St-Elisabeth Helsehus y tiene un salón para desayunos en la última planta con unas magníficas vistas de la ciudad. El desayuno cuesta 95nok (11€) pero el salmón está cojonudo. ![]() Bajamos al centro con cuidado porque todo está helado. La ciudad no es muy grande, pero está muy extendida por el territorio, y los edificios son generalmente bajos salvo los de oficinas, hoteles y administrativos. Aunque también se están haciendo ya bloques de pisos. Entre ellos destaca la Tromsø Domkirke o Catedral de Tromsø, que tiene la peculiaridad de ser la única catedral de Noruega construida en madera. ![]() Lo más famoso de la ciudad es la Catedral del Ártico, aunque ésta no es estrictamente una catedral sino una iglesia ubicada en Tromsdalen (la parte de la ciudad en tierra firme) y por eso se llama Tromsdalen Kirke. Para cruzar hay que hacerlo por un puente alto que permite el paso de barcos, pero hoy no es el mejor día para hacerlo a pie. ![]() Desde la iglesia, tenemos enfrente toda la ciudad, en su isla y rodeada de canales y montañas. Nos hubiera gustado entrar al interior, pero abría a las ¡¡14h!! ![]() ![]() ![]() ![]() Es imposible esperar tanto tiempo allí, y menos con el fuerte viento que sopla, así que decidimos hacer un poco de tiempo paseando por el vecindario. Queremos ver cómo vive esta gente, sus tareas cotidianas, en este ambiente tan duro. Son las once y media y vemos cómo los niños de primaria salen al recreo como si tal cosa. Y aquí cerramos los colegios si caen cuatro copos. ![]() Fuimos entonces a ver si funcionaba el teleférico Fjellheisen, pero aunque estaba programado funcionar hoy, no lo hacía debido al viento. ![]() ![]() No vamos a esperar aquí dos horas a que abra la iglesia del ártico, así que cruzamos de nuevo el puente hacia el centro. Hoy toca comer en burguer King: menú sencillito por 124nok (14€) ![]() ![]() Ha comenzado a nevar ligeramente, así que buscamos dónde pasar el rato a cubierto. Entramos en Polaria, que es el acuario más septentrional del mundo, y además está al lado de Mack Bryggeri, que es la cervecera más septentrional del mundo ![]() También es el punto más septentrional en el que hemos estado nunca. El Círculo Polar Ártico ha quedado unos 350 km atrás, y la ciudad está sobre el paralelo 69ºN El acuario me ha recordado mucho al que tenemos en Coruña, porque también está lleno de especies autóctonas comestibles. Aquí destaca el tanque de bacalaos... ![]() ![]() ![]() Media tarde se nos ha pasado en el acuario, un rato más en el polarmuseum y otro haciendo algo de compra. ![]() ![]() ![]() Ya que vamos a cenar en el hotel para ahorrar, nos damos un homenaje saliendo a tomar unas cervezas a un bar. Y si, he dicho cerveZAS. Dos por cabeza para ser exactos, por solo 146nok (17€) ![]() ![]() Mañana, si el tiempo lo permite, Stormhunters. ¿veremos la luz del norte? Etapas 4 a 6, total 13
Viernes 13 (vaya día...) de marzo. ¿Qué hacen dos españoles, dos alemanes, dos ingleses y dos malayos vestidos de pitufos y metidos en una furgoneta conducida por un argentino, a las tres de la mañana intentando cruzar la frontera de Noruega mientras siguen una luz en el cielo? Pues no, no es eso que estáis pensando. Buscaban la Aurora boreal.
![]() ![]() Así terminaba un día especial en este viaje. Podría decirse que era el día que mejor define el motivo por el que hemos hecho este camino hasta aquí. Pero vayamos por partes. La mañana no presagia nada bueno para ver la aurora, pues el cielo está bastante nublado y amenaza lluvia/nieve. De hecho, estos días en Troms la temperatura fue alternando entre algunos grados sobre cero y -9ºC. Pero todavía quedan unas horas para la excursión. Tras el desayuno (hay que ver cómo está el salmón, pero mi colacao calentito no me lo quita nadie), la mañana se ha pasado tranquila en la ciudad, visitando algún museo gratuito, viendo algún edificio público como la biblioteca o la iglesia católica. Curiosas estampas invernales que aquí se viven con toda tranquilidad. ![]() ![]() ![]() Hoy es nuestra última noche en la ciudad, así que aprovechamos la visita cultural también para hacer alguna compra de provisiones. Mañana partimos y no queremos esperar a última hora. Ya nos vamos acostumbrando al hielo permanente y podemos caminar con una bolsa de la compra sin caernos en cada esquina. ![]() ![]() ![]() ![]() Entre los edificios modernos, destaca el diseño de la nueva biblioteca y su peculiar fórmula para acumular la nieve caída sobre su cubierta para poder ser transportada en camiones al mar. Porque esa es otra: aquí continuamente aparecen camiones transportando nieve. La forma de deshacerse de ella es la más sencilla: simplemente la arrojan al mar en el puerto. ![]() A mediodía nos vamos al hotel a comer algo con tranquilidad y después preparar las maletas para tenerlo todo listo mañana. También nos interesaba estar conectados a la wifi para poder recibir algún correo de la empresa caza-auroras, ya que nos había advertido de que en caso de no poder salir nos avisarían por email. ¿Cómo hemos planteado esta actividad tan importante que es posiblemente el motivo de nuestro viaje? En primer lugar somos dos, así que se hizo democráticamente. Primero, dado que soy de tendencia a organizarlo todo previamente, hablamos de la posibilidad de reservar alguna excursión desde España. Y así lo hicimos un mes antes de venir. Pero cuatro días antes de salir nos lo pensamos mejor y decidimos cancelar aquella excursión (afortunadamente sin coste), pensando que si la aurora va a aparecer, también se podría ver desde los alrededores de la ciudad. Al final hicimos bien en cancelar, porque la teníamos reservada para el día 12 (ayer), y hemos comprobado que las condiciones no eran para nada las propicias. Pero ayer por la mañana vimos un anuncio en el hotel de un descuento a clientes en una excursión para hoy, y nos pusimos en contacto para hacer la reserva. Así pues, si no hay novedad, esta tarde a las 18h en la oficina de turismo nos recogerán para seguir la luz ![]() .-"Hola buenah tardeh, me shamo Matias, so argentino y so su guía para ehta noshe" ![]() ![]() ![]() ![]() En aquella furgoneta de babel oficialmente se hablaba inglés, pero casi todo el tiempo que Matías conducía hablábamos en español, rajando ampliamente de los noruegos, que son más aburridos que una convención de caparazones de moluscos (que no de conchas de almejas, obsérvese el matiz argentino) ![]() Esta gente lo tiene todo muy organizado, y como son varias las empresas que se dedican a esto, al final se llaman unas a otras cuando alguien encuentra un sitio propicio para ver la aurora. Porque esa es la clave de todo ésto. Cazar la aurora boreal es cuestión de suerte, sobre todo si solo vas a estar un día mirando al cielo. Para empezar, tiene que haber actividad solar. Sin la ayuda del sol, no hay aurora. Lo segundo, que tiene que haber oscuridad ( la luz de la luna obstaculiza mucho la observación). Y lo tercero que el tiempo acompañe. Obviamente si el cielo está despejado, mejor. El primer punto es totalmente impredecible, y el segundo absolutamente predecible, con lo que al final, de lo que depende todo es del tiempo. Y esta noche no ayuda nada. En la costa está lloviendo y el cielo está cubierto. Matías nos dice que es posible que abra un poco más tarde, sobre todo si nos separamos algo de la costa. Yo solo recuerdo que al principio nos dirigíamos hacia Nordkjosbotn, pero después entre la oscuridad y la conversación de furgoneta, perdí totalmente la orientación. Primero subimos a una zona apartada y montañosa, donde no llovía y a ratos asomaban las estrellas. Veníamos preparados y Matías nos proporcionó a cada uno un mono térmico azul pitufo que parecía que nos íbamos a lanzar al mar helado. Ya todos de azul, y mientras esperábamos que despejase un poco en una zona boscosa, amenizamos la espera con una "cena" que el guía nos daba como parte incluida en el precio. Pero el tiempo pasa y las nubes no se van, con lo que Matías decide cambiar de ubicación. Ha hablado con otros guías y le dicen que más al interior está mejor. Allá que nos vamos, carretera arriba y carretera abajo... Técnicamente a medianoche debíamos estar de vuelta, pero yo no veo que estemos muy cerca de la ciudad. Hasta que de repente, en una recta vemos el letrero: "Suomi - Finland" ![]() ![]() Medianoche de un viernes 13 y ocho pitufos comandados por un argentino en una furgoneta invaden Finlandia. Es la primera vez que entro en un país involuntariamente. Pasada la una de la madrugada, Matías echa la furgoneta a un lado, se para y dice "Todos abajo" Yo ya pienso que éste ahora nos abandona aquí en medio de Laponia de madrugada y se va. Pero no, ha visto un claro en el cielo y en el horizonte se ve casi despejado. Es la oportunidad. Nos bajamos y caminamos unos cincuenta metros por la nieve para alejarnos de la carretera (para qué si no pasa nadie?) miramos arriba. no parece que haya nada singular. Pero según nuestros ojos se van acostumbrando a la oscuridad, un tono verdoso va apareciendo sobre la bóveda celeste. Aún hay algunas nubes pero las estrellas van asomando. Matías tiene una cámara mega-chachi con la que va sacando fotografías de larga exposición y nos va enseñando. No parece lo mismo que vemos a simple vista. ¿dónde está esa aurora que muestra la cámara y nosotros no vemos? ![]() En este punto he de decir que no nos fiemos de las fotografías y vídeos que vemos de las auroras, porque pueden crearnos unas expectativas exageradas. Si bien es cierto que se ven a simple vista, las largas exposiciones de las cámaras realzan estas luces. También puede que esperemos ver algo absolutamente espectacular y justo esa noche la actividad solar no sea muy intensa, y quedemos algo decepcionados. Supongo que con una noche sola no podemos juzgar si vale la pena el sacrificio para ver la aurora boreal. Aunque para mí, solo con lo poco que he visto ya ha merecido la pena. Casi una hora nos quedamos viendo el espectáculo, a ratos tapado por alguna nube inoportuna, pero con la satisfacción de haber contemplado uno de los más bellos espectáculos de la naturaleza. Tras recoger los bártulos, toca volver al hotel, y ciertamente estamos lejos de él. Cruzamos de nuevo a Noruega (menos mal que no hay guarda fronterizo) y llegamos al hotel casi a las cinco de la mañana. no se puede negar la profesionalidad de Matías, que no dudó en prolongar la excursión hasta donde y cuando fuera necesario para, al menos, no volver a casa de vacío. La excursión, incluido transporte, guía, comida y el descuento del 10% a clientes del hotel, salió por 1174.50nok, unos 141€ por persona. No es barato, pero no habríamos podido realizarlo por nuestra cuenta, y menos si hay que salir de la ciudad y entrar en otro país para poder ver el espectáculo natural. Es tardísimo, pero hay que dormir algo que en unas horas partimos a nuestro siguiente destino. Hasta mañana. ... ... Ah, sí se me olvidaba poner alguna foto de las auroras. ![]() ![]() ![]() No era la mejor noche, pero algo es algo. Etapas 4 a 6, total 13
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