Pisa, Florencia, Venecia, Roma ✏️ Blogs de Italia

Nos levantamos con hambre atroz, así que nos apresuramos a desayunar y si no me controlo dejo a todo el mundo sin comer.
Tras el desayuno tocaba hacer la mochila y entregar la llave. A la hora del Checkout llegó una amarga sorpresa, nos pegaron una clavada de 35€. 3€ por persona y día de impuestos, total 18 €, más 1€ por día de wiffi, total 2€, y lo mejor de todo, 15 € por 3 días de aire acondicionado . Nunca nos dijeron nada sobre esto ni en recepción ni en la página donde contratamos el hotel (después buscando encontré un sitio donde lo ponía) y encima te dejan el mando del aparato en la habitación para que te sirvas tu mismo, cuando lo normal es que te den la opción de si lo quieres lo contrates. Vamos, que tienes que pagar los 15€ sí o sí. Al final con toda la tontería haciendo cálculos pagamos 11€ más por noche, lo que me hace pensar que quizás podríamos haber cogido un hotel o una zona mejor por el mismo precio, porque mira que la zona es fea y sucia, aunque el hotel está muy bien si no te importa subir escaleras cargado de maletas y no te importa desayunar sin jamón ni quesos.
Como considero que se portaron bastante mal con este tema os dejo la contraseña del wiffi del hotel por si decidís quedaros allí o pasáis por la puerta podáis conectaros sin pagar un solo euro. Nombre de usuario 1113ht, y password: roma
Después del mal sabor de boca, nos fuimos a hacer unas compras por Termini y después a tomarnos nuestro último helado en esa heladería tan recomendable.
Después, como ya no nos quedaban fuerzas ni ganas ni nada por ver de lo que teníamos planeado, nos dirigimos caminando toda la vía de Enmanuel Filiberto pasando por una especie de acueducto romano y por la vía de Appia Nuova hasta la Piazza di Re di Roma, comimos unas porciones de pizza en Re di Roma Pizza (unos 8 €) y nos compramos unos refrescos en el supermercado de al lado. Disfrutamos las pizzas al peso (que era lo que nos faltaba porque no nos gustaba la pinta que tenían en otros sitios) que estaban buenísimas sentados en un bordillo a la sombra, después nos metimos en la via Albalonga para llegar a Pompi, il regno del Tiramisu y disfrutar de otro de los manjares de Roma y que ya había visitado en mi vez anterior, un supermegabueno Tiramisú. ):;, un café marroquino y una jarra de agua que te ponen sin pedirla, todo por unos 12€ en total (cada tiramisú está sobre los 4,5€, un poco caros, pero merece la pena ir una vez al menos). Los tiramisús eran de frutas del bosque y de pistacho. El de mi pareja, de frutas del boque estaba mejor, como siempre elige mejor que yo
Después de saborear la guinda del pastel en Roma, nos fuimos al metro de Re di Roma para ir a la estación donde salía nuestro tren con destino a Pisa donde pasaríamos la última noche para el día siguiente coger nuestro avión de regreso.
Nos bajamos en Termini y cogimos la otra línea con dirección a Pirámide, aquí teníamos que encontrar la estación de Roma Ostiense, que no está a la vista y hay que ir preguntando. Al final unos señores nos guiaron y nos hicieron meter por una zona subterránea para llegar a la estación. Nos tocaba esperar bastante tiempo en la estación porque encima vino con retraso, para no variar.
No sé porque, pero tenía contratado para ir en primera clase , el vagón casi para nosotros solos y nuestra "habitación" de 6 butacas era para nosotros solos. Pudimos cerrar cortinas, quitar la luz, quitar el sonido de los altavoces, manejar el aire acondicionado sin pagos extras y descansar hasta llegar a Pisa, unas 3 horas de camino, todo por unos 38€ las dos personas.
Al llegar a Pisa fuimos directamente al hotel a unos 100-200 m de la estación, el hotel La Pace de 3 estrellas. Un hotel un poco antiguo, las camas muy estrechas, el baño como de avión y las puertas de papel, porque se oía a la gente caminar y hablar por los pasillos, lo mejor del hotel es la ubicación y el desayuno. Nos tocó la habitación 321, no es una habitación muy lujosa pero al menos no habían sorpresas desagradables.
Nos fuimos a buscar un sitio para cenar, y no nos podíamos creer que nos fuese a pasar lo mismo que el día anterior, dando vueltas a más de las 23:00 no había nada decente, incluso intenté por ultima vez llegar a esa pizzería que había ido en mi viaje anterior y sólo nos sirvió para perder más tiempo. Al final terminamos comiéndonos unas hamburguesas y un cono de papas con mostaza en una hamburguesería que hay en la via di Bianchi, a continuación del Corso Italia, muy cerca de Piazza XX di Sepptembre. Si termináis comiendo aquí, no pidáis la salsa de mostaza, es bastante fuerte.
Después nos dirigimos hacia la Torre para sacar unas fotos nocturnas, allí estábamos 4 pelagatos, imposible de conseguir por el día. Sacamos unas fotos y nos fuimos al hotel muy cansados.

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Nos levantamos y nos fuimos a desayunar al comedor, el desayuno podríamos decir que fue el mejor que tuvimos en los hoteles, habían infusiones, cafés, yogurt de máquina, cereales, pan, jamón y varios quesos, mantequilla, mermeladas, tartas, panacota de café muy buenas, fruta fresca (piña y melón), galletas empaquetadas que nos vinieron muy bien para el avión, huevos revueltos y bacon. Como veis, no tenía punto de comparación con el de Roma o Venecia.
Después de recoger todos nuestros bártulos, nos fuimos a entregar la llave donde nos cobraron los impuestos, 1,5€ por cabeza y noche. Aún sigo sin entender porque en Florencia fue 2,5€ en Venecia 2€, en Roma 3€ y en Pisa 1,5€, porque por el número de estrellas del hotel no va, ya que todos excepto este que era de 3 estrellas eran de 2 estrellas. No sé si va con el tipo de ciudad o por la cara dura que se gastan en cada uno de los hoteles, lo cierto es que en España deberíamos de aprender un poco y empezar a cobrar al turista algunas cosas más, como nos hacen a nosotros cuando vamos.
Nos dirigimos a la estación de trenes para coger el bus Lam Rosso con dirección al aeropuerto, como ya os dije, 2 € por persona. Podéis ir caminando, no es muy lejos, eso va a depender de la prisa, el cansancio y lo cargado que vayáis.
Salimos con dirección a Gran Canaria molidos de tanto caminar (a veces unos 30 km diarios por nuestros smarphones) y con muchas vivencias y recuerdos.
Aquí estamos en casa pensando en nuestra próxima aventura. Espero que os sirva para coger ideas o hacer más fácil la visita. Saludos.

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