Siete días navegando por las costas Noruegas a bordo del MS Midnatsol de Hurtigruten, desde Bergen hasta Kirkenes, de sur a norte. Autor:MonlisFecha creación:⭐ Puntos: 4.7 (11 Votos)
Localización:Baltico y FiordosFecha creación: 01/10/2016 14:11⭐ Puntos: 5 (2 Votos)
Nos despertamos a las 7:45. Así que nos vestimos y poco antes de las 8:25 salimos a la cubierta de la planta 6, para ver la llegada a Havoysund (prevista a las 8:45). Por la noche paramos en Oksfjord y Hammerfest.
Cuando salimos al exterior estaba nublado y llovía.
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Pues vaya…. Con los días tan chulos que habíamos tenido!
Antes de llegar a Havoysund nos cruzamos con otro barco Hurtigruten que hacía el trayecto hacia el sur: el MS Kong Harald.
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Había gente abrigadita y preparada para la lluvia, dando una vuelta por la cubierta.
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Y a las 8:45, puntuales, atracamos en Havoysund.
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Desde la cubierta vimos que Havoysund era pequeñito, además el centro (si es que se le podía decir centro), parecía que tenía que estar lejos del puerto. Como además el día no era muy bonito que digamos, decidimos que solo por media hora no bajaríamos. El pueblecito, o lo que veíamos de él, era realmente encantador.
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Las piedras de la ladera eran realmente amenazantes para las casitas de madera!
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Y nos encantaron los detallitos de unas mesas de madera que había en el puerto, con unas florecitas encima. Realmente cuidan todos los pequeños detallitos esta gente!
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En ese puerto no cacé wifi.
Eran las 9:10. Habíamos quedado a las 9:30 para desayunar. Vimos que quizá era un poco justo para desayunar (ya que el restaurante cerraba a las 10h, para poder abrir a las 10:30 para la comida), así que nos acercamos al restaurante. Ellas ya estaban desayunando. Así que nosotras también desayunamos. Lo primero que hicimos fue prepararnos los bocadillos para la excursión.
Estaba volando todo! La mayoría de gente hacía como nosotras! Normal! Es que dónde se ha visto, comer a las 10:30, cuando el desayuno empieza a las 7h?! Ese es otro “pero” que le pondría al barco. No estaba bien organizado ese día. Lo mejor habría sido, poder comer a la vuelta de la excursión (a las 14:45), o facilitar a toda la gente que haría excursión un picnic. Pero bueno, ellos lo tenían organizado de esta otra manera.
Finalmente nos hicimos dos bocadillos cada una (con unos panecillos tiernos), de queso y de salami. Los envolvimos en una servilleta de papel y los pusimos en dos bolsas de plástico que nos dio nuestra amiga. Eran las bolsitas que le habían dado en el aeropuerto de Copenhage para poner los productos líquidos. Qué bien nos iban! Ni hechos a medida! Cogimos también unas manzanas ácidas, y ya teníamos comida! Una señora de una mesa cercana me vino a preguntar dónde me habían dado las bolsitas. Jejejejejejejeje! Envidia, eh? La señora se había quedado flipando con nuestra tecnología punta! Pues nada señora, del aeropuerto! Así que creo que lo tiene un poco crudo…
Nos dispusimos ya a desayunar, pero la gente había arrasado con las cosas, así que fue un poco limitado. Los camareros no daban al abasto, reponiendo cosas (o intentándolo). Total, comimos queso, salami, 2 mitades de croissant, queso roquefort, galletas saladas, zumo de naranja (un poco aguado)… No quedaban vasos, no había cucharillas, ni pan blanco… En fin, un poco desastre ese desayuno… Mal planificado, repito.
Acabamos de desayunar, y a las 10h teníamos una reunión para preparar el desembarco del día siguiente en Kirkenes. Había una sala de conferencias en la planta 5, y allí era. Nos sentamos y la conferencia la daba mi “amigo” de información y turismo. La “conferencia” fue en inglés, alemán y noruego.
Así, en resumidas cuentas: teníamos que pagar a más tardar esa noche lo que cargaban en la tarjeta del barco. A las 8h del día siguiente teníamos que dejar la cabina. Entre las 23h y las 00h teníamos que dejar nuestras maletas al lado del ascensor que nos quedara más cerca de la habitación, y nos las recogerían la gente del personal. A la mañana siguiente, al atracar y bajar en Kirkenes, las encontraríamos en una valla del puerto. Tendríamos que recogerla y llevarla al bus que nos llevaría al aeropuerto. Si queríamos contratar el bus, teníamos que comprar los billetes. El desayuno sería entre las 7h y las 10h. El trayecto del bus tardaría unos 20 minutos en llegar al aeropuerto.
Hubo un turno de preguntas. Y también no dijo que en las habitaciones nos dejarían unos papeles, con toda esa información básica escrita (y así fue).
Nos fuimos al mostrador de mi “amigo” a comprar los billetes de bus para el aeropuerto. Queríamos pagar en cash (efectivo) para quitarnos de encima unas cuantas coronas noruegas, pero mi “amigo” nos dijo que no era posible. Si queríamos, podíamos bajar a recepción, hacer una especie de depósito en cash, y volver a subir al piso 8. Quita, quita! Cuánto trajín! Pagamos con tarjeta y punto! 120NOK cada una (unos 12 euros. Un poco carillo, pero bueno).
Fuimos a las habitaciones para lavarnos los dientes y prepararnos para la excursión (salíamos a las 11:15). Nos abrigamos un poquito, porque la cosa no pintaba muy bien… Salimos bajamos a recepción. Pero yo me había olvidado de ponerme un calzado un poco más tapado. Así que tuve que volver.
El chico que limpiaba las habitaciones ya estaba en la nuestra. Entré para coger mis botas, y me preguntó si íbamos al Cabo Norte. Le dije que sí. Me deseó una buena excursión, y le pregunté si creía que haría frio o llovería. Me dijo que no, pero que quizá encontraríamos niebla. Pues vaya… Qué majo el chico! Me puse mis botas, me despedí y volví a recepción!
Mirad cuanta gente estaba esperando para salir! Y no se ve toda, eh?
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Todos ansiosos por salir!
A las 11:15 atracamos en Honningsvag.
Madre mía que calor hacía! Claro, íbamos tan abrigados, y había tanta gente! Tardamos en poder salir, porque seguían teniendo problemas con la rampa! Y finalmente, ya sí, fuera! Seguimos a la multitud hasta los autocares que nos llevarían a Cabo Norte, el punto más septentrional del continente. También había otra excursión para ver pájaros.
Subimos en el autocar de inglés y francés. Pudimos sentarnos en primera fila! Fantástico!
Esa excursión es la única que habíamos contratado previamente. El primer día nos dieron el resguardo, pero en ningún momento nadie nos lo pidió.
Honningsvag es la ciudad más septentrional del mundo, y está a unos 35 Km de Cabo Norte.
Poco a poco fueron llegando más compañeros de autobús. Y subieron mis amigos americanos!
Arrancamos camino de Cabo Norte (Nordkapp). Nuestra guía se presentó: se llamaba Emma. Una chica muy maja y bastante bromista! Hacía la visita muy amena! Nos dijo que estuviéramos con los ojos bien abiertos, porque nos podíamos cruzar en cualquier momento con algún reno por la carretera, ya que son los amos y señores de allí!
Pasamos por la estación de servicio más al norte!
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Pasamos también por una playita, que nos dijo que la llamaban Copacabana. Salaos!
Pero poco a poco, la cosa fue complicándose, y la niebla cada vez era más espesa… Había momentos en que casi no se veía nada de la carretera, y como íbamos en primera fila, aun era más impactante! Menuda pericia la del conductor!
El paisaje, por esos lares, era pelado, ni había ni un árbol. Eso sí, había algún que otro lago.
De momento el chico que hacía las habitaciones, no se estaba equivocando y teníamos niebla.
Llegamos sobre las 12:15 a Cabo Norte. Bueno, mejor dicho, de repente nos lo encontramos delante! Como no veíamos nada, no sabíamos ni dónde estábamos! Total, que allí delante teníamos el centro de visitantes entre la niebla.
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Emma nos dijo que a las 13:45 teníamos que estar de vuelta a nuestro autobús (el número 5), porque teníamos que salir muy puntuales hacia el barco, ya que nos esperaban para continuar con la navegación.
Bajamos del bus y hacía un poco de fresquito! Suerte que nos habíamos abrigado! Al menos, nos habíamos puesto algo de lo que habíamos llevado en la maleta para el frio!
Entramos en el centro de visitantes y cogí un folleto en castellano, para tener algo más de información. Y como tenía las postales que ya había comprado, escritas y a punto, las tiré en uno de los buzones que hay en el centro de visitantes, para tener el timbre del Cabo Norte. Justo en la entrada había uno. Y estaba A REBENTAR!!!!! No sé si en la foto se aprecia mucho o no.
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Bueno! Pues ya estaba! Tardaría mucho en llegar?
Os diré que hay un sitio que es una oficina de correos, pero no llegué a verla. Allí es donde a veces hay colas. O incluso la puedes encontrar cerrada, así que te remiten a la tienda de regalos.
Yo ya había comprado las postales y los sellos antes, porque había leído que allí a veces había cola para comprar. La verdad es que en ese momento no había cola en ningún sitio, pero más vale prevenir, que llegar tarde al autobús!
Salimos del centro de visitantes para “ver” la famosa “bola” del Cabo Norte. Eso de ver sería un decir, no? Porque no se veía absolutamente nada! Qué fastidio! Precisamente allí, donde el paisaje es tan espectacular! Todo lo que teníamos delante era una espesa cortina de niebla, que nos impedía ver más allá de nuestras narices!
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El centro de visitantes.
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La vista hacia la “bola”. No se veía nada de nada! Así que andamos en la dirección hacía donde creíamos que tenía que estar el monumento. Y poco a poco lo vimos entre la niebla. Pese a que casi no la veíamos, fue un momento emocionante! Estábamos allí! Tan lejos! En el fin del mundo!
Cuando llegamos al Globo, había poca gente.
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No sé si la gente se había asustado por la niebla y estaban haciendo tiempo en el centro de visitantes, por si desaparecía. La cuestión es que nos pudimos hacer una foto completamente solas con el Globo! Todo un lujazo!!!!!
Como éramos pocos en ese momento, hicimos una especie de fila y por turnos subíamos y nos hacíamos la foto sin molestar a los demás!
Pero al cabo de unos segundos, empezó a llegar la marabunta!!!!!! Y ya no se respetaron turnos ni nada! Lógico… Pero nosotras ya teníamos nuestra foto!
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El Globo se instaló en 1977, y es uno de los símbolos más importantes de Cabo Norte.
En 1553 el marinero inglés Richard Chancellor fue el primer europeo que alcanzó el Cabo Norte.
Intentamos ver algo del paisaje, pero era completamente imposible. Nos lo teníamos que imaginar, y punto. Así que como no podíamos ver nada, volvimos al centro de visitantes. Fuimos a la tienda y nos compramos un certificado, conforme habíamos llegado hasta allí, la latitud 71º 10’ 21’’. Cada certificado nos costó 55NOK y había en diferentes idiomas (inglés, francés, castellano, alemán, italiano…). No había nada de cola en la tienda, así que estuvimos listas muy rápido!
Bajamos a la planta -3, porque Emma nos había dicho que había una sala de proyecciones, con una bonita película. Pero cuando llegamos había empezado una de las sesiones, y teníamos que esperar 7 minutos. Así que las dejé allí, para inspeccionar qué había si seguíamos bajando por el túnel subterráneo. Fui muy rápida, luego os cuento lo que vi.
Esperamos a que saliera la gente de la sala, entre ellos, mis amigos americanos. Salían alucinando! Les había gustado mucho! Finalmente entramos en la sala de proyecciones de la película panorámica. Fuimos de las primeras, así que nos pudimos sentar bastante centradas.
Se trata de una película de 125º en una pantalla casi envolvente, y las imágenes son preciosas. El tema son las cuatro estaciones en aquella zona de Noruega. No hay diálogos, así que es apta para todo tipo de públicos, hablen noruego, francés, mandarín o swahili. Las imágenes son fabulosas, y la banda sonora fantástica! Hay que verla, porque vale la pena! De hecho, ellos dicen que está a la venta en la tienda de regalos. Yo no lo comprobé.
Al terminar la película, seguimos bajando por el pasillo.
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A los lados del túnel había unas ventanitas con una especie de recreaciones con muñecos, de momentos históricos de Cabo Norte.
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Seguimos bajando y pasamos por la Capilla de San Juan. Se trata de la capilla ecuménica más al norte, y por eso alberga bastantes bodas. De hecho, ese día habría una, pero un poquito más tarde. Así que tuvimos suerte, y pudimos verla, porque si no queda cerrada al público. Fue inaugurada en 1990, y es minúscula! Realmente íntima!
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Si conseguís entrar en un momento donde haya poca gente (sobretodo asiáticos, que son los más escandalosos!), escucharéis de fondo una música muy dulce que os transportará como a otro mundo. Realmente, la capilla me fascinó!
Seguimos andando hasta el final del pasillo y llegamos a una nueva atracción: La Cueva de la Luz. Con la luz y el sonido te transportan a las diferentes estaciones del año. Pero os diré que no tenía mucho éxito, ya que había muy poca gente. Nosotras nos sentamos un momento para ver qué era, y tampoco nos atrapó mucho.
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Pero tal como lleguéis a la cueva, a vuestra izquierda, veréis unas escaleritas que bajan y una puerta blanca. Salid por allí. Si el día es claro, hay un mirador, que queda justo debajo del Globo. Parece ser que hay muy buenas vistas. Pero nosotras solo vimos niebla, niebla y más niebla….
Volvimos a subir por el túnel. Pasamos por delante del Museo Tailandés. Abierto en recuerdo de la visita en 1907 a Cabo Norte del rei Chulalongkorn de Siam (Tailandia). Pero no entramos. Faltaba poco para regresar al autocar.
A ellas las dejé curioseando en la tienda de recuerdos, pero yo quise volver a salir a ver el Globo por última vez. La niebla persistía e insistía en no abandonarnos. Un poco pesadita la niebla, no? Ya la habíamos visto, ya la habíamos saludado y nos había acompañado un rato. Así que ya se podía marchar, no? Pues no!
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Pude hacer alguna otra foto más casi sin gente. El momento marabunta ya había pasado!
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Y pese a la niebla que me impedía ver algo, el sitio era realmente mágico. Algo muy especial. Pero tocaba volver al bus. Así que emprendí el camino de regreso.
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Qué pena, porque seguramente la imagen del acantilado, sin la niebla sería más impresionante aun.
No os lo había dicho, pero en el centro de visitantes tenéis cafetería, restaurante, baños…
Salimos del centro de visitantes para ir a ver el monumento Los Niños de la Tierra. No veíamos nada, así que pregunté a una mujer que trabajaba allí, y nos indicó hacia donde teníamos que ir. Imaginad como era de espesa la niebla, que el monumento está allí mismo y no lo veíamos!
Poco a poco nos fuimos acercando, y con la niebla, se veía misterioso!
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Vimos la escultura “Madre e hijo”, preciosa! Hecha por una artista llamada Eva Rybakken.
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Y justo delante estaba el monumento hecho por los niños.
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En junio de 1988 siete niños de diferentes partes del mundo estuvieron una semana en Cabo Norte y crearon conjuntamente el monumento con unos relieves de arcilla, símbolo de la colaboración, la amistad, la esperanza y la alegría. Una idea realmente preciosa.
Aquí tenéis un detalle de los diferentes relieves.
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He leído por ahí que los relieves representan un hombre de África, un auto-retrato, un animal, una dama con arco en la lluvia y el sol, el pájaro de la paz, la imagen de Cristo y un hombre con sombrero y barba.
Y ya! Nos fuimos al autocar. Emma nos contó a todos y faltaban tres personas… Una familia de americanos, un poco “notas”. Llegaron tarde, claro. Cuando ya estuvimos todos, continuamos la ruta. Adiós Cabo Norte! La niebla no nos dejaba…
De nuevo rodamos por la carretera envueltos por la espesa niebla. Y paramos al lado derecho de la carretera para ver a un sami, con su reno. Emma nos pidió que sobretodo no tocáramos al reno.
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Pobre, me daba apuro ver a aquel hombre allí, de pie, impasible, mientras todos los turistas le hacíamos fotos. Hombre, es curioso ver un miembro del pueblo sami, pero…. Ay, no sé, como decirlo, pero me sabía mal por él, aquella exposición como si fuera una rareza de la naturaleza.
Tenía la tienda instalada y se podía entrar.
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Emma nos había contado que la tienda solo la usaba en momentos de trashumancia, pero que él vivía con su esposa, en una casita que estaba allí mismo.
Los samis (o lapones) bien sobretodo en la región de Finnmark, y en Noruega son más de 40.000. Se trata de un pueblo nómada que pastorea sus renos (aunque hoy en día ya quedan pocos que lo hagan). Aun mantienen algunas de sus formas de vida más antiguas, pese a las influencias que han ido recibiendo. Tienen incluso un Parlamento sami en Karasjok! Emma nos enseñó fotos.
La mayoría viven en Noruega y Suecia, pero también hay en Finlandia y Rusia. Muchos de ellos ya siguen una forma de vida moderna. Y si os acordáis, vimos la bandera sami en la catedral ártica de Tromso.
En la misma explanada había una tienda de regalos, así que entramos. Compramos dos muñequitos que representaban a dos samis (180NOK cada uno!). También había varios objetos hechos con cuerno de reno, muy bien tallados.
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Mirad al fondo de la imagen. Entendéis lo que os decía de que el pobre hombre era como una atracción?
Y a las 14:10 seguimos la ruta hacia el barco, porque a las 14:45 zarpábamos.
Emma nos pasó fotografías sobre la vida de los samis, y nos mostró el gorro tradicional.
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El sombrero tiene 4 puntas, que representan los 4 vientos que soplan en la tierra de los samis, o los cuatro puntos cardinales. La decoración depende del lugar de procedencia de la persona.
De camino vimos renos! No podían faltar ellos!
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Y a las 14:45 llegamos a Honningsvag con el tiempo justo para subir al barco! Nos despedimos de Emma (la chica hablaba bien el francés y el inglés, ya que era australiana).
Me adelanté un momento corriendo para poder fotografiar un Vinmonopolet (las tiendas donde se pueden vender licores y bebidas alcohólicas) y el Ice Bar, regentado por dos españoles, y que en el foro se habla de él. Evidentemente no pudimos entrar, porque el barco ya se iba! Pero ya sabéis que está allí mismo, en el puerto.
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Subimos a nuestro Midnatsol y como siempre subimos a la cubierta de la planta 6 para ver la salida del puerto.
En las aguas del puerto había unas medusas enoooooormes!
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Mi amiga americana alucinaba!
Poco a poco, el barco emprendió su marcha dejando Honningsvag. El pueblo se veía precioso desde el barco!
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En el puerto había atracado un megacrucero! Hacía días que ya no nos cruzábamos con uno, exceptuando los barcos Hurtigruten.
En las laderas de las montañas había esta especie de mallas, para parar piedras y posibles avalanchas de nieve en invierno. Ya habíamos visto unas cuantas con Emma.
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En broma, nos había dicho que era para que los renos pudieran entrenarse, saltar, y llegar incluso a volar, para ayudar a tirar del trineo de Papá Noel. Majeta Emma!
Y ya estábamos en ruta, llegando al final de nuestro viaje!
Fuimos a la habitación para dejar los trastos, y nos fuimos al salón panorámico de la planta 8, para comernos los bocadillos que teníamos preparados. No nos los comimos antes, ya que la excursión nos había absorbido completamente, y no habíamos ni pensado en la comida. Así que tocaba atacar! Eran las 15:30!
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A que lo teníamos bien preparadito, eh?
Mientras comíamos, por los altavoces del barco anunciaron que en el bar vendían chocolate caliente y un trozo de pastel de manzana, por 50NOK. Sabéis qué? Que nos entró el gusanillo! Teníamos antojo, así que después de comer nos cogimos un chocolate para cada una, y un buen trozo de tarta (nos la servimos nosotras mismas)! Estaba taaaaaan bueno todo! Allí, sentadas, descansando, disfrutando del paisaje, y metiéndonos chocolate por la vena! Jajajajajaja! Qué queréis? Ya sabéis que soy adicta al chocolate, así que no podía dejar escapar la ocasión!
El paisaje cada vez era más escarpado y abrupto! El paisaje del norte.
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Y la niebla no nos abandonaba, eh?
Di una pequeña vuelta por el barco, para fotografiaros alguno de los espacios.
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Podéis ver una pequeña salita, un salón con pista de baile, el rincón con las fotos de las excursiones y donde nos dejaban cada día la programación para el día siguiente, el bar de la planta 8, y el salón panorámico de la planta 8.
Muy acogedor todo, no creéis?
Sobre las 16:45 empezamos a aproximarnos a Finnkjerka (o Finnkirka), la llamada Iglesia Sami, en el acantilado más elegante de Noruega y del mundo (o eso dicen).
Según la leyenda, Finnkirka era un antiguo sitio de sacrificio para los pescadores, marinos y los Sami. Los que navegaban por la costa temía el estrecho de mar de Nordkyn
Realmente, según como mirabas, parecía una especie de catedral (aunque nosotras encontramos muchas otras formas e interpretaciones! Jajajajajajaja! No penséis mal, todas muy suaves e inocentes).
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Ya veis que el agua estaba algo más revuelta por ahí.
Sobre las 17h empezamos a vislumbrar Kjollefjord. Pararíamos allí 15 minutos.
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Y atracamos.
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Se veía un pueblecito bonito y pesquero, pero no había tiempo para poder bajar, así que nos conformamos en verlo desde allí.
Los pasajeros que harían la excursión para conocer la cultura sami, bajaron allí.
Cacé wifi del puerto.
Cuando subimos de proa, nuestra amiga danesa estaba hablando con una señora americana muy maja. Muy dulce hablando. Era de California. Su marido, el pobre, estaba medio dormido en uno de los sofás, y ella hablando con nosotras. Estuvimos hablando un buen rato. Era una señora muy agradable!
Fuimos a nuestros camarotes para dejar las maletas más o menos listas, ya que por la noche las teníamos que dejar fuera de las habitaciones.
En la puerta nos habían dejado la factura de los gastos del barco durante esos días (en nuestro caso las dos plazas para la excursión al Geiranger, y los tres billetes de bus para el aeropuerto).
Cuando acabamos, volvimos al salón panorámico de la planta 8. Yo aproveché para hacer alguna foto más del barco.
El mar cada vez estaba más picado. Había más olas. Por si las moscas habíamos llevado pastillas contra el mareo, pero no fueron necesarias. Pensaba que sería peor. Solo, cuando nos movíamos por el barco, notábamos un poco más el vaivén, pero nada molesto. Solo que parecía que hubiéramos bebido bastante! Jajajajajajaja! Íbamos un poco de lado a lado.
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Aquí podéis ver uno de los dos jacuzzis, las tumbonas que hay en la cubierta de popa, la zona que queda al aire libre pero un poco resguardada, el salón panorámico de la planta 9.
El paisaje seguía precioso y el mar picado.
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A las 19:15 llegamos a Mehamn, pero como la parada era de solo 15 minutos, tampoco bajamos. Otro pueblecito chiquitito. Mehamn era el puerto más al norte de la ruta de Hurtigruten, y la península de Nordkyn es el punto más al norte de Europa (71º 08’ 00’’).
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Mientras estábamos allí, llegó mi amiga americana de Miami. Aprovechamos la salida a cubierta para intercambiarnos los e-mails. Quería que le mandara alguna de las fotos que hacía con mi móvil. Y además se apuntó la dirección del foro, para ver el diario. Le estuve explicando que publicaba diarios de nuestros viajes, y quiso poder verlos. Ella había estudiado español, y aun se acordaba bastante bien. Así que algo podrá leer. De hecho, hablamos un poquito en español. Nos contó que tenía una hija que se casaba en noviembre, y que ellos, a la mañana siguiente volaban a Oslo. Estarían un par de días y después volarían a Inglaterra, y después a Tanzania! Madre mía! Se tiraban casi un mes de viaje! Otros viajeros!
En el puerto también había wifi.
Puntuales, a las 19.30 zarpamos. Vimos casitas realmente preciosas y enormes!
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Volvimos al salón panorámico de la planta 8 y el barco seguía moviéndose. Pero nada muy fuerte. Lo que sí que se notaba el cambio de oleaje respecto a los días anteriores. Cuanto más al norte, algo más de oleaje.
Sobre las 20:20 pasamos a la altura del faro de Slettnes (aunque se veía lejos), el faro más septentrional de Europa.
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A las 20:30 bajamos al comedor a cenar. Nos sentamos en nuestra mesa 6, cerca de nuestros amigos americanos. Esa noche la cena no era servida, si no de buffet (buffet del Cabo Norte). Genial! Había de todo! Sobretodo marisco y pescado: gambas, cangrejo real (con sus pertinentes tenazas para poder partirlo bien, pincho largo para sacar bien la carne y toallita de limón para limpiarse las manos), mejillones, halibut, salmón, cazón ahumado, quesos, galletas saladas, reno (estaba bueno, oiga!), puré de patatas… De postre había pastel de chocolate (más chocolate! Buenísimo!), helado de frutos rojos, arroz con leche. Todo estaba taaaaaaaaan bueno!
La cena fue genial, porque no se hizo lenta y monótona como los otros días.
Mientras cenábamos, pasó una camarera con un carrito y diferentes variedades de Akvavit. Había oído hablar del licor. Nos dijo si queríamos probarlo, y nos comentó que había uno que era algo más flojito (ella nos dijo que era el de las mujeres). Le dijimos que ok, y nos preparó 4 chupitos. Y una vez lo tenía puesto nos dijo que teníamos que pagarlo. Cómo? Vamos a ver: le costaba mucho avisar? Vale, quizá yo se lo tendría que haber preguntado, pero no sé por qué creí que era una invitación del barco. Ilusa de mí… Le pregunté qué valía. 99NOK cada chupito. PEEEEEEERDOOOOOOONAAAAAAAA? Le dije que era carísimo, y me dijo que sí, que en Noruega el alcohol era muy caro. Entendió que no lo quisiéramos. Tuvimos suerte, porque otra nos habría dicho que ya los tenía puestos y que los teníamos que pagar.
Cuando acabamos de cenar, estuvimos un rato charlando con mis amigos americanos. La otra señora, la de South California, me dijo que ya tenía mi correo, y me dio el suyo. Me explicó que su hija también había estudiado historia del arte (como yo), pero que no ejercía.
A las 22h llegamos a Berlevag, y como ya era tradición salimos a la planta 6 para ver la llegada; ya se nos acababa la tradición. La parada también era de 15 minutos, así que nos quedamos en el barco e hicimos alguna que otra foto. No había wifi en el puerto. El pueblo era pequeñito.
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Vimos las maniobras de los operarios de Hurtigruten.
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En la cubierta hacía bastante aire y algo de fresquito. Así que entramos. Nuestra amiga se sirvió un té. Después de las comidas, al lado del bar de la planta 8, había una máquina que hacía café e infusiones, y era gratis para la gente que estábamos alojados allí. Lo único que las tazas vuelan!
Fuimos a la habitación de nuestras amigas para devolverles los prismáticos. Los teníamos nosotras desde el primer día en nuestra habitación. Os recomiendo que llevéis unos, ya que son muy prácticos para observar los pájaros o detalles del paisaje.
Y ya nos fuimos a nuestra habitación. Cerca del ascensor no había ni una sola maleta. Así que subí un momento a preguntar a mi amigo de información si ya podíamos dejarla. Si. Y cuando volvimos a nuestra habitación y sacamos nuestra maleta, ya había dos más. Qué bien! Se harían compañía! Jajajajajajaja!
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Aquí tenéis nuestro pasillo, y nuestra puerta. Ya eran las últimas horas por allí! Qué pena!
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Nos fuimos ya a nuestra habitación y a las 23:20 ya estábamos en la cama. El barco aun se movía un poco.
Como la maleta la teníamos ya fuera, nos habíamos dejado las cosas necesarias para esa noche (pijama, neceser, ropa…) en la maleta de mano.
Qué pena! El viaje a Noruega estaba llegando a su fin… Aun nos quedaban unos cuantos días en Dinamarca, pero Noruega había sido un gran descubrimiento! Siempre me habían dicho que el viaje a los fiordos es hermoso, pero nunca me habría imaginado que lo fuera tanto! No me arrepentía para nada! Todo lo contrario, repetiría!
La pena fue el día de niebla que habíamos tenido… No habíamos podido ver la inmensidad del paisaje de Cabo Norte, pero bueno… Una excusa para poder volver algún día!
Bueno viajeros, no os mareéis con el vaivén del barco! Nosotras ya estábamos viviendo nuestras últimas horas allí. Así que, buenas y movidas noches. El mar mecería nuestros sueños.
Localización:Baltico y FiordosFecha creación: 03/10/2016 14:43⭐ Puntos: 5 (2 Votos)
Nos despertamos a las 6:30. Ya era el último despertar en Noruega…
Nos quedamos en la cama un rato, viendo el resumen de los Juegos Olímpicos por la tele.
Durante la noche habíamos atracado en Batsfjorfd, Vardo y Vadso.
Finalmente a las 7:15 sonó el despertador. Nos arreglamos y guardamos las últimas cosas en la mochila y el equipaje de mano.
Poco antes de las 8h ya dejamos la habitación. Nuestras maletas ya no estaban donde las habíamos dejado, claro.
Salí un momento a la cubierta de la planta 6, para ver qué tal estaba el día. Y no estaba mal. No hacía demasiado frio. Qué pena el día anterior….!
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Fuimos a desayunar y ellas ya estaban casi acabando. Ya comíamos por última vez el magnífico desayuno del barco: queso, embutido, croissant, salchicha, galletas saladas, zumo de naranja…
Aquí tenéis el salón comedor, y el buffet.
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Cuando acabamos a las 8:30, salimos del restaurante. Justo a la salida tenéis la tienda del barco, pero a esas horas aun estaba cerrada.
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Fuimos a la recepción para preguntar si una parte de la factura la podíamos pagar en efectivo, y así nos quitábamos de encima las coronas de una vez. Pero no fue posible. No recordé que se tenía que haber hecho antes de las 22h del día anterior.
En el vestíbulo nos encontramos con las americanas. Ellos también desembarcan en Kirkenes, como nosotras. Nos despedimos de ellas, por si después, con la cantidad de gente que habría en recepción, no nos veíamos. Qué majas eran!
Nosotras subimos a ver la sala de fitness que había en la planta 8, porque aun no la habíamos ni visto! No estaba nada mal! Mirad que vistas tenía la gente que decidía hacer ejercicio en la sala.
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También había una sauna para mujeres, y una para hombres, pero tampoco la pisamos en todos los días del crucero. También hay biblioteca, sala de juegos para niños, sala de reuniones para grupos, y el resto de salas y servicios de los que ya os he ido hablando.
Nos fuimos al salón panorámico de la planta 8, para ver la llegada a Kirkenes, que estaba prevista a las 9h.
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Antes de atracar en el puerto, ya bajamos a la recepción para prepararnos para el desembarque. Solo llevábamos nuestro equipaje de mano. Fuera encontraríamos nuestras maletas. Ya había bastante gente esperando para salir.
Finalmente abrieron y pasamos por última vez nuestras tarjetas. No teníamos que devolverlas; nos las podíamos quedar de souvenir.
Y ya…. Desembarcamos… Vimos al marido de mi amiga de Florida y lo felicitamos, ya que ese día era su cumpleaños. Y ya sí, nos despedimos.
Qué penita marcharnos ya! SNIF! Hicimos las últimas fotos al barco.
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Fuimos a buscar nuestra maleta, que estaba con el resto de maletas de los demás pasajeros que desembarcaban en Kirkenes. Y nos despedimos del miembro de la tripulación que era portugués.
Nos fuimos donde estaban los autocares, pero el primer autocar ya estaba lleno, así que nos fuimos al segundo. Con la ayuda del cumpleañero pusimos las maletas en la bodega del autocar. Y subimos. Nadie nos pidió el resguardo que nos habían dado. Encontramos sitio y nos sentamos las cuatro.
En el autocar había wifi. Así que aproveché el trayecto. Y ya…. Dejamos el puerto y allí la que había sido nuestra casa durante unos cuantos días.
El aeropuerto de Kirkenes estaba realmente cerca, porque solo tardamos unos 10-15 minutos en llegar.
Bajamos del autocar. Qué pequeñito que se veía el aeropuerto! Cogimos nuestras maletas y entramos en el vestíbulo.
Enseguida encontramos el mostrador de Norwegian. Había cola en el check-in (el mostrador al que teníamos que ir, puesto que no habíamos podido hacer check-in on line). Pero también había cola en el Bag drop: donde hay que dirigirse cuando ya se ha hecho el check-in on line, para facturar las maletas.
Había máquinas para hacer el check-in, así que nuestra amiga danesa lo intentó. Pero solo le imprimió la tarjeta de nuestra amiga… Así que nos pusimos en la cola de check-in, ya que no había manera de que la máquina funcionara.
Pero nos dimos cuenta que los dos mostradores (sí, solo dos) de Norwegian estaban parados. No avanzaban. Parecía como si nada funcionara.
En mi móvil me había bajado la app de Norwegian, así que intenté volver a la máquina para intentar de nuevo imprimir el resto de tarjetas, mientras esperábamos. Y sí, fue posible! Pero no había manera de que la máquina imprimiera ahora las etiquetas para poner en las maletas, y poder acceder al Bag drop. Nada, tocaba seguir esperando.
En el Bag drop había una chica de la compañía, así que nuestra amiga danesa le fue a preguntar, y la chica nos dijo que fuéramos, que ella nos pasaba las maletas. Y así lo hicimos! Las caras del resto de la gente eran un poema! Habíamos pasado delante del resto! Pim pam!
Así que a las 10:10 ya estábamos en la cola del pequeño control. Mirad que pocos vuelos había!
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El primero, el de las 11:30, era el de los americanos. El nuestro era el de las 12h.
Mirad que pequeño era el aeropuerto, y como la gente esperaba en el mostrador de Norwegian.
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Y por fin me tocó. Saqué la tablet, los líquidos, y pasé! Todo OK! Y a nuestra amiga la pararon! Pobre! Qué raro! Jejejejejejejejeje!
Bueno, finalmente a las 10:30 ya estábamos listas y llegamos a la zona de embarque. Qué enano! Había muy poquitas puertas de embarque, todas muy juntitas!
Nuestra puerta era la 21, y allí que fuimos. Nos conectamos al wifi del aeropuerto, hicimos parada técnica (que ya tocaba), y esperamos.
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Aquí tenéis la zona de embarque.
Fuimos a comprar agua en una de las pocas tiendas que había. Había una oferta: 2 botellas de 0’5l por 35NOK. Así que decidimos aprovecharla. Pero cuando fuimos a pagar, el chico nos dijo que eran 54NOK. No, no, no. Lo siento. Revísalo, por favor.
El chico no se enteraba mucho y le preguntó a su compañero. El compañero le dijo que sí que había oferta, así que finalmente pagamos 37NOK, porque también pagas el embase.
Volvimos a sentarnos a esperar. Nuestro vuelo ya estaba anunciado en la puerta de embarque, y no tardaríamos en empezar ya.
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A todo esto, el vuelo de SAS a Oslo (el de mis amigos americanos) ya se fue.
Veíamos por una ventana la cinta (solo una!) de recogida de equipajes. Había bastantes militares esperando sus petates.
Mientras no empezaba el embarque, mi madre aprovechó para ir a comprar un reno muy mono para una miniprima mía.
Y a las 11:30 empezó el embarque. Pasamos nuestra tarjeta de embarque, y salimos directamente a la pista. Claro, el aeropuerto era tan pequeño, que ni finger ni nada! Directamente andando por la pista!
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Como nosotras teníamos la fila 24 tuvimos que embarcar por la escalera trasera. Subimos y nos acomodamos. Yo en la ventana, para poder hacer mis fotos! Poco a poco iban subiendo los demás pasajeros.
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A las 12h, puntuales, nos empezamos a mover. Nos pusieron las normas de seguridad en una pantalla. Se oía un perrito llorar! Nunca había viajado en un vuelo en el que también viajara un perro! O al menos, no había sido consciente de ello! Pensaba que iban a la bodega… No sé. Igual estoy equivocada. Pobrecillo! Parecía asustado.
La pista de aterrizaje también era la pista de despegue, así que la recorrimos hasta el final, el avión dio la vuelta, cogió velocidad, y…..despegamos! A las 12:05! Muy puntuales! Adiós Noruega! Quién sabe? Igual algún día vuelvo por aquí! Mientras tanto sigue siendo tan bella! (Bueno, no era la despedida definitiva aun, porque primero teníamos que pasar por Oslo, antes de llegar a Dinamarca).
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Parecía que el wifi no iba bien, pero en realidad era yo, que no lo hacía bien. Hasta que al final me centré y lo conseguí! Qué lujo eso de decir que estás volando y con wifi! Nuestra familia alucinaban de que les estuviéramos escribiendo desde el aire! Muy buen servicio, sí señor! Eso sí, a veces iba y venía. Pero en general, funcionó perfectamente.
En las pantallas superiores ponían dibujos animados. Y en el móvil, gracias a Norwegian tenía información instantánea de la altura a la que volábamos, la velocidad, etc.
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Ya volábamos por encima de las nubes!
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Pasaron con el carrito con comida y bebida (de pago, claro). No, gracias! Esperaríamos un poco.
El vuelo fue perfecto! Sin nada que destacar. Y poco a poco, empezamos a aproximarnos al aeropuerto de Oslo.
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Pim pam! A las 14:02 tomamos tierra. Teníamos que aterrizar a las 14:10. Así que lo hicimos un poquiiiiiiiiiiito antes. En Oslo el cielo estaba nublado, y el suelo un poco mojado. Había llovido un poco, y en ese momento chispeaba.
A los que estábamos detrás, nos hicieron bajar por las escaleras traseras. En cambio a los de delante los hicieron salir por finger. Llegamos a unas escaleras, por donde también estaban saliendo los de delante. Había unos carteles que dirigían a la gente. Separaban entre los que llegaban a Oslo, y los que tenían conexión. Así que nosotras fuimos con los de las conexiones. Llegamos a la zona de salidas y puertas de embarque. Pero aun no había información de nuestro vuelo. Aun quedaba un poquito (salíamos a las 15:55).
Las dejé un momento por allí, y yo fui a una de las partes del aeropuerto para ver si había alguna oficina de cambio, para cambiar allí las coronas, antes de ir a Dinamarca. Pero nada, no hubo éxito. Había restaurantes, zonas de descanso, incluso un piano, con un chico que estaba tocando súper bien!
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Finalmente a las 14:30 salió la puerta. La E9. Fuimos hacia allí.
Paramos para comprar unas chuches para la nieta de nuestra amiga danesa.
Pregunté también a unas chicas de una de las tiendas del aeropuerto si podía encontrar una casa de cambio. Me dijeron que estaba en la zona de llegadas. En salidas no había, ya que había varias zonas del aeropuerto en obras. Lo único que había eran cajeros automáticos, pero a mí no me iba bien.
En la puerta había una fila de asientos y encontramos sitio para las cuatro. Debajo, había un enchufe, así que conecté mi móvil para que se cargara un poco.
Pero a las 14:54 nos cambiaron la puerta de embarque, a la puerta E7. Desconecté mi móvil y buscamos la nueva puerta.
Quedaba en una planta más baja y un poco aislada del resto del aeropuerto. Cuando llegamos había poca gente, así que nos pudimos sentar.
Aproveché para volver a conectar mi móvil en unos de los pocos enchufes que había (porque en los asientos, allí no había). Así que estuve un ratito de pie. Aproveché para comerme una de las manzanas que había cogido del barco.
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Volví a sentarme, pero al cabo de un rato (a las 15:30) nuestra amiga danesa recibió un sms en el móvil, que le comunicaba que nuestro vuelo lo habían retrasado, de las 15:55 a las 16:35. 40 minutos de retraso. Pues vaya… Qué le íbamos a hacer? Nada de nada. Esperar y nada más…
Finalmente a las 16h empezamos a pasar ya nuestras tarjetas de embarque. Nada más pasarlas, teníamos que esperar en una mini salita, seguramente a que viniera un bus que nos llevara hasta el avión. Pero como éramos tantos, no cabíamos en la salita, y el resto de gente estaba haciendo cola para poder pasar las tarjetas de embarque por las máquinas.
Bueno, pues sabéis qué? Después de esperar un rato, a las 16:13 nos volvieron a cambiar la puerta de embarque! Qué follón! Nueva puerta: E19! Vamos anda! Tuvimos que volver a subir las escaleras que nos llevaban a la planta superior. Todos íbamos un poco a la carrera… Tuvimos que andar un poco por el aeropuerto.
Llegamos a la puerta E19. A ver si era la definitiva ya! Y claro, había cola. Pero finalmente a las 16:30 ya estábamos en el finger, a punto de subir en el avión.
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Embarcamos todos, y a las 16:47 ya nos movíamos. Al final, nada de las 16:35! Total. Casi una hora de retraso, y tres puertas de embarque diferentes.
A las 16:55 ya estábamos volando! Por fin! Ahora sí, definitivamente: Adiós Noruega! Un verdadero placer!
El wifi funcionaba perfectamente!
Me encanta fotografiar las nubes desde la ventana del avión!
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El vuelo fue bastante bien, exceptuando algo de turbulencias por culpa de las nubes. Son bonitas, pero un poco fastidiosas cuando tienes que atravesarlas…
Pasaron con el carrito, como siempre.
Poco a poco nos fuimos aproximando a tierra firme.
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Vimos de nuevo, el puente que comunica Dinamarca con Suecia.
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A las 17:39 aterrizamos. El piloto había puesto el turbo, eh? No fue muy fino aterrizando, la verdad… Y además, en la maniobra de bajada fue un poco brusco; fuimos muy rápidos. Mi madre lo notó, porque se quedó un poco sorda.
Bueno, pues ya estábamos en Dinamarca! Estaba un poco nublado…
Nos hicieron bajar por detrás otra vez, y subimos por unas escaleras hasta el finger.
Nuestras maletas saldrían por la cinta 4. Fuimos hacia la cinta, y pasamos por el lado del león que ya habíamos visto cuando llegamos a Copenhaguen. En ese momento rugió, y una chica pegó un grito! Pobre! Qué susto se había pegado! Jajajajajajajajaja! Entonces se echó a reír!
Aun quedaban 12 minutos para que salieran las maletas, así que hicimos parada técnica.
Por suerte, las tres maletas que llevábamos salieron de las primeras! Ole ole! Y ya salimos a la terminal 3 del aeropuerto.
Aprovechamos que estábamos allí para comprar el billete del tren para poder llegar a Faaborg el día siguiente, desde Dyssegard.
Aquí podéis comprar los billetes de tren, metro y bus.
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Qué monos estos dos, dándose un besito!
Mientras esperábamos a que nuestra amiga danesa y mi madre compraran los billetes de tren y bus, se nos acercó un chico, que nos daba 3 billetes, porque no los podía utilizar. Eran válidos hasta el día siguiente, pero nuestra amiga dijo que a nosotras no nos servían, porque necesitábamos otro tipo de título.
Y ya con los billetes (628 DKK, para viajar en tren y bus), nos fuimos a coger el tren. Nuestra amiga danesa marcó con su tarjeta. No sé qué tren cogimos, porque corrimos para cogerlo! Se iba YA!
El tren estaba lleno, y yo molestaba en todas partes. A veces abrían una puerta y yo estaba delante, otras abrían la otra puerta y yo también estaba delante! Qué agobio, por favor!
Finalmente bajamos en la Estación Central de Copenhague (en danés, Københavns Hovedbanegård, conocida como København H); la que queda delante del Tívoli.
Os cuento: nuestra idea era ir ese mismo día ya a Faaborg (que está en la isla de Fionia, Fyn), porque en teoría aterrizábamos a las 17:05. En Faaborg pasaríamos el resto de días en Dinamarca, porque es donde vive nuestra amiga. Desde el aeropuerto hasta Faaborg teníamos unas 3 horas de viaje. Pero con todo el retraso, habríamos llegado pasadas las 21:30 a Faaborg. No habría ni un supermercado abierto para comprar algo, y además era otro palizón, después de todo lo que ya llevábamos encima!
Así que decidimos que iríamos a dormir a Dyssegard (tocando a Copenhague), a casa de la hija de nuestra amiga (con su consentimiento, claro!).
Subimos a la estación para comer algo. Fuimos a un local llamado Yam Yam. Podréis encontrar varios sitios de comida.
Pedimos 3 bocadillos de atún, 2 botellas de agua y un croissant de chocolate. Todo nos costó 185DKK. A las 19h por fin, estábamos sentadas cenando algo! El bocadillo estaba muy bueno!
Después de recuperar fuerzas, volvimos a bajar a los andenes, para coger el tren B, que iba en dirección hasta Farum. Tardaría 12 minutos, así que esperamos. Y finalmente, llegó el tren, subimos, y nos sentamos. Estábamos cansaditas, ya. La verdad.
Bajamos en Dyssegard y andamos hasta la casa de la hija de nuestra amiga. Por suerte no estaba muy lejos. Qué bien! Ya estábamos en casa, después de tantas horas de viaje, con retraso!
Dejamos las maletas en nuestras habitaciones en el sótano, y le dimos las chucherías a la niña! Se puso muy contenta! Es un encanto de niña!
Subimos al salón, y al cabo de poco, la peque ya se fue a la cama, porque a la mañana siguiente había colegio. Mira tú por dónde, la habíamos vuelto a ver. Cuando leáis el diario de Dinamarca, veréis que hubo una muy buena conexión entre ella y yo!
Estuvimos un rato charlando con la hija de nuestra amiga sobre todo lo que habíamos vivido en nuestro viaje. Ella también había hecho con su madre en octubre de hacía dos años el viaje en otro de los barcos de Hurtigruten. Pero no habían podido bajar del barco en ninguna de las escalas del barco, por culpa de la nieve que ya había caído.
Pero estábamos tan cansadas del tute de ese día, que a las 21:55 nos fuimos a dormir. Había sido un día largo y pesado. No podíamos más. Aun notábamos como si fuéramos en el barco! Parecía como si fuéramos de lado a lado!
A la mañana siguiente nos quedaba el viaje hasta Faaborg.
Bueno, pues hasta aquí llega el diario de un fantástico viaje por Noruega, a bordo del barco Midnatsol, de la compañía Hurtigruten. Os haré un pequeño resumen y valoración por si alguien se decide a hacer el viaje, o por si tiene dudas. Por nuestra parte, ya habéis visto que lo disfrutamos muchísimo! La prueba la tenéis que a la vuelta, hemos estado haciendo propaganda entre los amigos y familiares! Mmmmmmmmmm… Tendré que pedir una comisión a Hurtigruten? Pues quizá sí!
Si me permitís, me gustaría dedicar el relato a una forera, que gracias a la lectura de mis palabras, está más que convencida que quiere hacer el viaje a Noruega con Hurtigruten! Va por ti, GULPIYURI! Has sido una muy fiel lectora de mi diario por entregas!
Y a los demás foreros, espero que disfrutéis también de la lectura, y que os animéis a hacer el viaje. En el foro hay poca información de la compañía y del tipo de viaje que ofrecen. A ver si con mi diario, ampliamos un poquito más la información, y hay más viajeros que se animan a conocer estas maravillas noruegas!
Ah! Y ahora tocará la redacción del diario a Dinamarca, ya que allí empezó y acabó nuestro viaje! Así que seguid atentos a estas páginas!
Localización:Baltico y FiordosFecha creación: 03/10/2016 18:23⭐ Puntos: 5 (4 Votos)
Ya hace más de un mes que acabó nuestro viaje a los fiordos, pero el recuerdo sigue tan presente como el primer día! La redacción del diario me ha ayudado a recordar paisajes, emociones, sensaciones, sabores, colores…
Primero os dejo la página web de Hurtigruten, y también la de los representantes en España, que son la empresa Eurovacances. Allí encontraréis mucha información práctica.
Nuestro barco fue el MS Midnatsol, uno de los barcos de última generación, junto con el MS Trollfjord y el MS Finnmarken. Hay otros barcos más sencillos y más pequeños.
Nosotras contratamos el viaje con una agencia danesa (nos lo hizo nuestra amiga). En total pagamos lo siguiente: 2040 euros cada una, de los cuales 134,20 euros son de la excursión a Cabo Norte y 23’80 euros son de la comisión del banco al hacer la transferencia. Nuestra cabina era de las de categoría I, o sea habitación interior (eran las más económicas en nuestro barco). Tenéis opciones más caras (pueden llegar a unos 5500 euros la habitación más cara).
El precio también cambia si solo haces el recorrido Bergen-Kirkenes, o el recorrido Bergen-Kirkenes-Bergen, o el recorrido de Kirkenes-Bergen.
Las excursiones en coronas noruegas, o sea, si lo contratáis en el barco mismo van desde los 425NOK (47 euros) a los 1999NOK (222 euros). Pero en el folleto de Hurtigruten España están entre los 53 euros y los 213 euros. Estos precios son los de las excursiones que se ofrecen en verano, en el trayecto Bergen-Kirkenes. En invierno hay otras excursiones diferentes.
Os pongo también el coste de los vuelos con Norwegian: de Copenhague a Bergen fueron 40’13 euros por persona (añadimos una maleta facturada para nosotras dos por 13’42 euros) y de Kirkenes-Oslo-Copenhague fueron 161’31 euros por persona (añadimos una maleta facturada para nosotras dos por 20’13 euros).
Norwegian cobra una tasa (según una ley noruega, no es que solo lo cobren ellos) por entrar a Noruega. Son 80NOK por persona (unos 8’80 euros). Antes de nuestro viaje Norwegian le mandó un mail a nuestra amiga, que es la que había comprado los billetes, para cobrarle la tasa.
Y finalmente, la valoración del crucero, aunque durante las etapas ya he ido haciendo algunas observaciones:
- No tuvimos ningún problema de ruidos en la cabina. Y eso que estábamos en la zona más cercana a popa. Pero quizá el hecho de estar en la planta 6 ayudó algo. Por si acaso teníamos tapones para los oídos.
- La habitación interior (categoría I) no tiene ventana, pero no resultó ser agobiante. Nuestra habitación parecía un poco más espaciosa que la de nuestras amigas, por la disposición un poco diferente. Pero son habitaciones pequeñitas. A nosotras no nos hacía ninguna falta tener una ventana en la habitación, ya que las vistas son tan bellas, que hay que vivirlas en directo. Ya habéis visto que siempre que era posible, estábamos en proa (soportando el viento) o en los salones panorámicos. A la habitación solo íbamos a dormir. Así que para nosotras era mejor ahorrar ese dinero, que para nosotras no era nada necesario.
- Llevad protección solar y unas buenas gafas de sol. Los prismáticos también son muy aconsejables. Por supuesto, llevad la cámara de fotos con memoria y batería suficiente!
- Todo estaba muy limpio: las habitaciones, las instalaciones, el restaurante, el jacuzzi…
- La mediana de edad de los pasajeros era bastante elevada. Qué os diré? Unos 70-75 años? Había gente joven, claro, pero menos. Muchos grupos de alemanes, nórdicos, americanos, y algunos franceses e italianos. Poquísimos españoles.
- Los idiomas a bordo son el noruego, el inglés y el alemán. Pero como había grupos franceses e italianos, también hacían los avisos y las explicaciones en sus idiomas. Solo encontramos un miembro de la tripulación que hablaba español (nuestro amigo portugués).
- A bordo se puede pagar en efectivo, o en tarjeta. Puedes habilitar la tarjeta personal como tarjeta de pago también.
- La sauna, el jacuzzi, la sala de fitness, y los demás servicios son gratuitos. Pero no hay animación a bordo. Así que si esperáis encontrar zumba, bailes de salón, teatro, etc, este no es vuestro crucero. Hurtigruten ofrece una forma de viajar donde lo más importante es el paisaje que te rodea, y su observación. Tampoco hay cena del capitán.
- Al no haber cena con el capitán no hay un código de vestimenta. Puedes ir como quieras. Aconsejo ropa cómoda, ligera, algo de abrigo. Y sobretodo ir un poco cebolla; con capas. En la maleta llevamos ropa de abrigo, por eso de cruzar el Círculo Polar. Pero la verdad es que no nos hizo mucha falta. Pero sí que os recomiendo que tengáis un buen cortavientos con capucha, porque así podréis estar de una manera más cómoda en proa, durante la navegación.
- El personal es muy amable y atento.
- La comida es variada y está muy bien cocinada. Vamos, que nos pusimos como el Quico! Los desayunos son tipo buffet, las comidas también, y las cenas son servidas con un menú cerrado (menos una cena que fue de buffet). Las cenas servidas son un desastre, ya que se tarda una eternidad en cenar. Son muy lentos sirviendo a todos los comensales. La comida es buena, pero al final te hartas de esperar. Es el único pero que le pondría al barco.
- Las habitaciones se pueden conectar mediante el teléfono.
- En el baño hay la posibilidad, mediante un interruptor, de hacer que el suelo se caliente. Nos iba muy bien, cuando hacíamos algo de colada, para que se secara mejor. En el baño teníamos una especie de hilo para tender.
- En el baño hay secador, jabón de manos y de ducha.
Hurtigruten es conocido como el Expreso del Litoral. Funciona desde el año 1893 gracias al capitán Richard With. No es un crucero al uso, sino que se trata de un servicio de línea regular que comunica varios puertos noruegos, durante todo el año. Es un medio de transporte muy importante en las costas de Noruega. Actualmente las salidas son diarias en dirección norte y en dirección sur. De Bergen a Kirkenes para en 34 puertos diferentes.
Stokmarknes es donde nació el crucero Hurtigruten. Desde allí zarpó el primer barco, que iba de Trondheim a Hammerfest. Y en Stokmarknes es donde está el Hurtigrutmuseet (el museo de Hurtigruten) donde se explica toda su historia.
He podido leer en varios sitios que se le llama “el viaje más hermoso del mundo”. Pues oiga, sí que es bonito, sí!
Pero aparte de todo esto, lo que yo más os aconsejo es DISFRUTAR, DISFRUTAR Y DISFRUTAR! Es un viaje fantástico! No me importaría repetir!
Espero que mi relato haya animado a más de uno a probar la aventura Hurtigruten, un crucero diferente por los fiordos!
Graaaaciaaasssss monlis !!!!!!Un diario fantástico con un montón de información y una fotos preciosas ( se muy bien qué no hacen justicia ), se nota qué lo has disfrutado y eso se contagia a través de la lectura.Felicitaciones !!!!!!!!
Me alegro que te hayan gustado las fotos. Todo es gracias al paisaje tan maravilloso.
En cuanto al escrito, es mi manera de escribir y expresarme. Lástima que no te haya gustado tanto. Qué le vamos a hacer?
Foro Cruceros por el Baltico y Fiordos: Cruceros por el Báltico y Fiordos Noruegos: Noruega, Suecia, Rusia, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Groenlandia, y Artico... Excursiones, barcos, grupos de viajeros, salidas, puertos y navieras.
Hola Mayka2294, perdona por la tardía respuesta. Yo fuí en julio. Hizo muy buen tiempo, y pude ver el sol de medianoche.
El nombre del barco no lo recuerdo.
En cuanto a las excursiones hicimos dos, en ambas nos llevaron en bus al siguiente puerto.
La comida me gustó mucho y bajamos en todos los puertos , aunque sólo pararan 30 minutos.
Tener en cuenta que no es un crucero clásico. Nuestro barco tenía un jacuzzi en la cubierta y no había nada de entretenimiento.
Había otra pareja de españoles mayores, nosotros teníamos 30 años y éramos con diferencia los más jóvenes, supongo que... Leer más ...
Hay excursiones de ambos tipos, según la duración y la ruta del barco. En algunas se desembarca en un puerto y se embarca en otro más adelante. En otros casos las excursiones son mientras el barco permanece en puerto.
El prototipo de las primeras son las de los fiordos en la zona de Ålesund. Es cierto que son muy golosas, pero también se pierde por el otro lado la navegación por el fiordo en el barco. Ambas opciones son una maravilla.
También conviene mirarse el recorrido exacto en esa zona, puesto que va cambiando según la época del año.
Alguien que vaya a hacer el crucero? (Bergen - Kirkenes) Salimos el dia 23 desde Bergen y los idiomas del barco son ingles, aleman y noruego. Me encantaria conocer a algun español que vaya a viajar con nosotros
@Amelia2 uno al tema de la naviera, aún minoritaria pero con un planteamiento original de crucero. Puedes aprovechar las experiencias más recientes para saber más sobre ello.
Hola a todos , Monlis, muchas gracias por el diario, me ha sido muy útil. Nosotros haremos el viaje i/v desde Bergen a Kirkenes a fin de mes y lo esperamos anhelantes. Saludos
Últimos comentarios al diario LOS FIORDOS DE NORUEGA CON HURTIGRUTEN: EL EXPRESO DEL LITORAL
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