Una semana en coche por Suiza (Marzo 2017) ✏️ Blogs de Suiza

El día seguía bastante feucho así que decidimos seguir tirando de pueblos porque no nos atrevíamos a ir a la montaña. Nuestra primera parada fue Friburg. Para llegar desde Ginebra son unas 3 horas y media por lo que no es el mejor sitio para estar alojados. Aunque es bastante conocido, no sé si fue por el mal día o qué, a mí me supo a poco. Es cierto que tiene una parte medieval muy chula, pero bastante pequeña y más allá de esta parte y la catedral poco queda por visitar.

Como el día seguía muy malo y empezaba a nevar, decidimos hacer una parada no prevista en la fábrica de chocolates Callier en la localidad de Broc. Te hacen un recorrido por unas animaciones que cuentan la historia de la empresa, todo muy corporativo, que no vale mucho la pena y ves algo (pero muy poquito) de algunas máquinas que se utilizan, pero al final del recorrido hay una degustación de bombones y chocolates tremenda. Si sois amantes del chocolate es una parada a tener en cuenta. La visita cuesta 12 francos, 9 para estudiantes.

Paro de nevar y muy valientes nos acercamos a Charmey, muy cerca de Broc (10 minutos en coche). Queríamos hacer una excursión por el lago Montsalvens al que se puede llegar a pie desde Charmey. La verdad es que la nieve le daba un encanto especial y el lugar era precioso. Queríamos llegar hasta les gorges de Jaun, pero un puente colgante cerrado nos impidió salir. Luego vimos por la carretera otro entrante dónde quizás sí se pudiera acceder.

Cómo estábamos cerca (15 minutos), fuimos a ver el precioso pueblo de Gruyères. Es pequeño como casi todos en suiza, pero muy cuidado. Como punto fuerte, se encuentra elevado, por lo que se obtienen unas buenas vistas de los alrededores. Presidiendo la cima hay un castillo que no pudimos visitar porque estaba cerrado, pero desde fuera ya vale la pena.

Terminamos el día volviendo en coche hasta nuestro campamento base, Ginebra, como el día anterior por la autopista de Lauseanne durante una hora y media.

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Parece que hoy el día se levanta más despejado así que nos arriesgamos a hacer una de las visitas que teníamos más ganas: visitar la zona de Interlaken. Para ir desde Ginebra hay que coger la autopista hasta Berna y luego bajar hasta Interlaken. En total unas 2 horas y media aproximadamente (aunque es mejor quedarse alojados por la zona yo vivía en Ginebra por lo que estábamos condicionados a dormir allí) Como su nombre indica Interlaken significa literalmente “entre lagos”. Hay el pueblo de Interlaken, situado entre el lago de Thun y el de Brienz, pero no es lo más bonito de la zona ni de lejos (de hecho no es necesario ni visitarlo). Interlaken es una zona fundamentalmente de esquí dónde los amantes de este deporte alpino encontraran un paraíso. En verano también es posible visitarlo ya que hay muchas excursiones a hacer y magníficas vistas.

Pero para los que como nosotros ni esquiamos ni estamos en verano, también hay opciones. Hay multitud de funiculares y trenes de montaña que suben a diferentes montañas (la mayoría para esquiar pero se puede hacer igual sin esquís) lo que ofrecen alternativas al alpinismo para obtener vistas espectaculares. Los precios no son nada baratos como os podéis imaginar. Desde aquí, se puede subir al Jungfrau la estación de ferrocarril más alta de Europa (Top of the Europe) a 3454 metros de altitud por el módico precio de 150€ por cabeza ida y vuelta que incluye un transbordo. Si no queréis gastaros tanto dinero hay otras rutas que se pueden hacer. Por ejemplo nuestra opción fue subir hasta Kleine Scheidegg desde la estación de Lauterbrunnen que nos costó 80€. Desde la estación de Kleine Scheidegg (la parada anterior al Jungfrau) se pasa por los pueblos de Wengernalp, Allmend y Wengen que son de postal y sólo accesibles mediante este tren.

Desde Kleine Scheidegg se obtienen unas vistas de las montañas fantásticas tanto del Jungfrau como de la pared de Eiger.

Ya abajo, en el último pueblo dónde se puede acceder en coche, Lauterbrunnen existe una ruta que pasa por 72 cascadas (Trümmelbachfälle) pero en invierno está cerrado. A cambio hay unas maravillosas vistas del valle nevado.

Si vais en coche vale la pena dar una vuelta por los lagos de Thun y Brienz ya que el paisaje es espectacular, y parar en alguno de los pueblos típicamente suizos como Iseltwald o el mismo Thun que no os podéis perder.

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El día se levantó como ya empezaba a ser costumbre, nublado y con ganas de llover, así que pospusimos los planes de montaña. Si miráis un mapa veréis que Ginebra es un entrante en territorio francés, así que queda cerca de puntos de interés franceses como el pueblo de Annecy, que visitamos hoy, o Chamonix, desde dónde se puede subir al mirador del Montblanc.

Annecy está cerca de Ginebra e incluso hay gente que vive allí pero trabaja en suiza dado que es más económico. Es un sitio bastante turístico ya que sus calles son muy bonitas.

El lugar más fotografiado es el Palais de l’Isle (“Palacio de la isla”) una antigua prisión hoy en día reconvertida en sala de exposiciones. Por su curiosa forma, que se asemeja a un barco dentro del agua, es hoy unos de los reclamos más importantes de la zona.

Otros lugares de interés de la ciudad son el Castillo de Annecy y el lago justo a las afueras de la ciudad rodeado de majestuosas montañas.

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