![]() ![]() Objetivo Birmania ✏️ Blogs de Myanmar
Bajo este título, escrito bajo un ataque de originalidad sin precedentes, describimos nuestro viaje durante dos semanas por Myanmar, visitando el lago Inle, Mandalay, Bagan, para llegar finalmente a Yangon.Autor: Nachingo Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (6 Votos) Índice del Diario: Objetivo Birmania
Total comentarios: 9 Visualizar todos los comentarios
Etapas 10 a 12, total 14
Aquí pongo el listado de los templos que vimos.
Upali thein Kheminga Eim ya kyaung nga myet hna (5 puertas) Pueblito Ananda Mahabodi Myet Taw Pyay Phaya Mimalaung Kyaung Descanso comida Tha Kya Hi Paya (subir arriba) Tha Gyar Pone Phaya Min O Chanta Sulimani Pyathada (atardecer) Tras el buen desayuno que nos brinda el hotel comenzamos la aventura. Recogemos la moto eléctrica y lo primero es darme un pequeño paseíto calle arriba calle abajo un par de veces para irle cogiendo el truquillo. Tras ver que aquello no tiene mucho misterio ya me atrevo con el pasajero. Con el gps del móvil en marcha nos ponemos en camino. Al principio me tengo que ir parando, orillándome en la carretera, cada 500 m. para ir comprobando el gps, si voy bien o no. Y eso que es una línea recta, pero no me fío de mí. Los dos primeros templos fueron una desilusión. Con todo lo que me costó llegar a ellos y resulta que ya los habíamos visto el día anterior y no los había tachado de la lista. Adela me decía, creo que aquí ya hemos estado. Y yo, no, no, es nuevo… Pero cuando los vendedores nos empezaron a decir, hola otra vez, ayer estuviste aquí… pude comprobar una vez más que la realidad es muy tozuda. He de decir que hay que distinguir entre caminos asfaltados, caminos de tierra y caminos de arena, que no es lo mismo tierra que arena. Los de arena son los más chungos y hay que tener cuidado para que la moto no se desmadre. Más de una vez que hizo un extraño que tuve que echar pie a tierra (o a arena). Pero como vas muy despacio no hay problema. También pude ver cómo algunos descerebrados echaban carreras entre ellos con las motos, que se te cruza un niño, o una cabra o una vaca, y la has mangado. En la búsqueda de una de las pagodas (que no llegamos a encontrar) acabamos en un pueblito por el que estuvimos zancasdileando entre sus calles, viendo cómo vive la gente. Fue un rato muy agradable que nos sirvió para ponernos un poco en contacto con la Birmania rural que no habíamos llegado a ver, y desconectar un rato de tanta pagoda. Después fuimos al templo Ananda, uno de los grandes, donde aprovechamos para comprar un montón de regalos a bastante buen precio. Tras otro par de visitas nos acercamos al hotel a dejar todas las compras y aproveché para darme un bañito. Mientras estaba en el agua cayó una tormenta de ponerse el cielo negro del todo, que daba miedo, pero en la piscina estaba tan a gusto. Como seguía cayendo aprovechamos para comer en el propio hotel, un poquito más caro de lo normal pero sin ser exagerado. La pizza estaba riquísima. Luego nos echamos una breve siesta antes de seguir recorrido. El primer templo de la tarde nos reservaba la agradable sorpresa de que se podía subir a la parte superior. Claro, luego nos vimos un poco obligados a comprarle uno de los cuadros de arena que vendía, pero fue realmente amable y nada pesado. Seguimos nuestro recorrido por los templos hasta que se iba acercando el atardecer. Para verle tenía anotado el Pyathada, en medio de la nada, y aunque cuando llegamos había bastante gente, nada que ver con el día anterior. Como además aquí la terraza es muy amplia admite un montón de visitantes. Nos encontramos con una excursión de chavales que no pararon de hacerse fotos con Adela, todo simpáticos. La tarde estaba bastante nublada, así que no nos quedamos hasta el final de la puesta de sol, ya que no la íbamos a ver entera. Además habíamos quedado a las siete en el masaje, y andábamos justos de tiempo. Así fue, entre que al salir de la pagoda los caminos eran de arena y teníamos que ir con cuidado, y que fuimos al hotel a darnos una ducha rápida para no aparecer con todo el polvo del día encima, llegamos a las siete y dos minutos. Al vernos llegar los chicos nos dicen que está cerrado. Yo no daba crédito. Pero si ayer vinimos y nos dijisteis que hoy a las siete, que cerrabais a las ocho… No, pues está cerrado. Para lo bueno y para lo malo, se nota que esta gente está a años luz del trato al turista. Así que nos fuimos al hotel de nuevo a descansar hasta la hora de la cena, que repetimos en el sitio del primer día, el Weather Spoons que tanto nos había gustado. Gastos del día: Alquiler moto: 18.000 K. (2 días) Comida en el hotel: 12.000 K. Cena: 17.200 K. Etapas 10 a 12, total 14
Lo primero el listado de los templos:
Gubyauk gyi (repe) (pinturas) Manuha (repe) Nan paya (tallas piedra) Abeyadana (pinturas) Soe Min Gyi Kyaung (se sube arriba) Cuando llegamos a por las motos, la señora nos dice que le paguemos. - Pero si te habíamos pagado ayer! - No, no, ayer solo me pagasteis ayer, y hoy me tenéis que pagar hoy. - No, no, no, ayer te pagamos los dos días, que te di dos billetes de diez y tú me devolviste cuatro de uno. - Cómo? Repítelo… - Sí, sí, que te di dos billetes de diez y tú me devolviste cuatro de uno. - Ah, sí, perdón, perdón, perdón. Ahora recuerdo… Sinceramente creo que no había ninguna mala fe por parte de la señora, así que después de aclarado este malentendido este último día nos lo tomamos con bastante más calma. No es que estuviésemos saturados, pero saboreamos más los que visitamos. Además apenas nos quedaban sitios programados sin ver. Me gustó especialmente el Nan Paya, por las tallas de piedra que no vimos en ningún otro sitio. También nos gustó el Soe Min Gyi Kyaung, al lado de la pagoda del mismo nombre, no tanto por el edificio en sí, que no aporta demasiado, sino porque puedes subir y disfrutar de buenas vistas. De aquí nos acercamos a comer a Nyaung U, y repetimos en el Bibo, que tanto nos había gustado el primer día. La tarde nos la tomamos de relax. Primero nos acercamos al mercado de Nyaung U, que no conocíamos. Estuvimos dando una vuelta por los puestos, donde vimos lo que ya tantas veces nos habían intentado vender. No obstante siempre se encuentra algo nuevo, y alguna compra hicimos. Luego ya se nos había hecho la hora de ir a recoger las camisas que Adela había encargado. Está justo al lado del mercado. La señora lo tenía todo preparado, le había quedado fenomenal (y tirado de precio), así que Adela estaba tan contenta. Durante todo el camino había estado amenazando tormenta y no nos quisimos arriesgar a lanzarnos de nuevo a los caminos, así que intentamos de nuevo lo del masaje en un sitio que habíamos visto en la carretera de Nyaung U a Bagan. Yo pedí un masaje de pies y Adela uno de cara. Cuando empieza el masajista a hacerme la misma rutina que la chica de Monywa, y en previsión de un malentendido, le digo: oye, masaje de pies. Sólo de pies? Sí, solo de pies. Bueno, pues empieza otra vez, y no sé yo qué problema hubo esta vez, pero no se consiguió. Empezó por los gemelos, una y otra vez, una y otra vez, que al principio daba gustito, pero cuando te lo ha hecho veinte veces ya está la zona irritada y ya no mola. Luego pasó al cuello, lo mismo. Yo pensaba, bueno, ahora vendrán los pies. Nada, se me subió encima, paseando por mis piernas arriba y abajo… Y de pronto me dice, ya está. Había pedido un masaje de pies de una hora y me dan uno de cuarenta minutos de todo menos de pies. Mientras esperaba que acabase Adela sopesaba mis alternativas: o decirles algo, para desahogarme, para que no se quedasen conmigo, o simplemente pagar e irme, que fue lo que hice un poco cansado ya de tantas “confusiones”. Lo de que lo mejor de Birmania son sus gentes, sin duda es verdad, pero yo he tenido, no una ni dos, más de media docena de experiencias de decir, o se están quedando conmigo o les da todo lo mismo. Quizá estoy demasiado condicionado por las continuas llamadas para el equipaje y las largas una y otra vez, pero esperaba otra cosa. Menos mal que Adela salió superencantada del suyo, que como siempre me compensa verle tan contenta. Mientras estábamos en el masaje había caído una buena, pero seguía amenazando tormenta, no íbamos a poder disfrutar de una buena puesta de sol, así que nos volvimos para el hotel a empaquetar todas las compras y preparar las maletas para el vuelo del día siguiente. Aproveché también para darme el último chapuzón en la piscina. Para cenar nos acercamos a uno llamado Bagan Zay, situado también en la calle de los restaurantes. Esto no lo he contado nunca en ningún diario, pero no suelo ser muy exquisito a la hora de comer. Como es lógico hay cosas que me gustan más y cosas que me gustan menos. Pero solamente hay una cosa que no puedo comer, y es el pepino. Y es una pena, porque seguro que el de estos sitios tiene que estar riquísimo. Mi amigo Fernando seguro que recuerda alguna anécdota divertida con esto. De modo que cuando pido algo, me aseguro de que entre los ingredientes no haya pepino. Pues bien, Adela se pide un sándwich, que no tenía pepino, y yo una fajita. Cuando traen el sándwich a Adela viene con pepino. Llamo a la camarera, y le digo, por si acaso, que en mi fajita no pongan pepino. Ah!, No quiere pepino? Pues no, no está en los ingredientes y no quiero pepino. Si estoy contando esto ya os podéis imaginar el final de la historia. Efectivamente en mi fajita apareció pepino. Igual le doy demasiada importancia a cosas que no la tienen, pero es como lo del masaje. Pido un masaje de pies y hacen lo que les da la gana. Pido una comida que no tenga pepino y al final aparece… Luego la camarera me pedía disculpas, pero, hombre, ya te avisé que no lo pusieras… Menos mal que a la hora de comer había descubierto una heladería nueva, casi recién estrenada, así que hacia allí nos fuimos, a por un helado de chocolate que estaba riquísimo. Gastos del día: Comida: 6.500 K. Cerveza: 1.200 K. Masajes: 17.000 K. Cena: 13.000 K. Etapas 10 a 12, total 14
Dos días antes nos habían avisado de que nos cambiaban la hora del vuelo, nos lo habían adelantado veinte minutos, a las 10:05, así que a las ocho salíamos, en un taxi proporcionado por el hotel, hacia el aeropuerto. Allí las cosas están muy bien organizadas. Incluso tenemos la sorpresa de que nos devuelven 2.000 kyats a cada uno, no entiendo muy bien por qué. El vuelo se desarrolla sin incidentes y a la llegada a Yangon se produce el consiguiente jaleo a la hora de recoger las maletas, ya que las dejan simplemente en la puerta de la terminal y se agolpa todo el mundo como posesos. Además, si coincide la llegada de varios vuelos, se monta una buena. Nosotros tuvimos que quedarnos hasta el final del todo, ya que nos volvieron a obligar a facturar el paraguas.
A la salida de la terminal ya nos esperaban los taxis perfectamente organizados. Nos cobraron la tarifa estándar de 10.000. Según nos acercábamos al centro pudimos comprobar el caos circulatorio que reina en Yangon. Una hora tardamos en llegar al hotel, el Grand United Chinatown, situado, como su propio nombre indica, en pleno barrio chino. Tras tomar posesión de la habitación y preguntar en recepción a qué hora cerraban el mercado nos lanzamos a las calles. Yangon es una saturación constante para los sentidos. Habíamos estado tan tranquilos en Bagan, en el lago Inle, incluso en Mandalay. Pero al llegar a Yangon es como si te dieran una bofetada. Por un lado el calor y la humedad, mayor que en otros sitios, por otro lado el tráfico intenso que te hacía estar constantemente en alerta. También la aglomeración de gente, las aceras llenas, sin apenas sitio para pasear, que nos hacía salir a la calzada la mayor parte del tiempo. Y por último, los olores, no desagradables (la mayor parte de las veces), pero sí muy intensos. Las calles son un gran mercadillo, en la zona donde estábamos nosotros sobre todo de fruta. Me llamó la atención el gran número de puestos de durián, esa fruta que está prohibida llevar en el metro en Singapur por su fuerte olor (a mí me huele a mierda, pero Adela, tan sensible a los olores, no lo encontró especialmente desagradable). En primer lugar, tras observar desde el exterior la pagoda Sule, a diez minutos andando del hotel, nos acercamos a comer al Gekko, un restaurante de comida japonesa que tenía buenas críticas en TripAdvisor. Nos resultó bastante caro para lo que es el país, pero la cerveza, bien fría, nos supo a gloria con el bochorno que estaba cayendo. Desde aquí nos acercamos andando a la estación de trenes, a preparar la excursión del día siguiente a Bago. Nos tocó dar toda la vuelta a la manzana porque no encontrábamos la entrada. Después de pasarnos de ventanilla en ventanilla tres veces, nos dijeron que no hacía falta comprar los billetes con antelación, que el mismo día valía. Había horarios a las seis, a las siete y a las ocho de la mañana. Para el de las ocho, con estar a las siete y media a comprar las entradas, nos dijo que valía. Con este trámite hecho y con tiempo suficiente ya fuimos a la visita grande de la tarde: el mercado de Bogyoke, relativamente cerca de la estación. Bueno, lo de con tiempo suficiente fue lo que nos imaginábamos nosotros. La chica de la recepción nos había dicho mal los horarios y a las cuatro y media muchas tiendas ya estaban cerrando, así que dimos una vuelta rápida para hacernos una idea de las cosas que había, con la intención de volver otro día con más calma. A las cinco estaba todo cerrado. Casi lo único que pudimos comprar fueron unos imanes. Ahora ya sí que pasamos por la pagoda Sule, donde nos cobraron entrada. Nos gustó bastante a pesar del barullo que había por el tráfico. Desde aquí nos retiramos a nuestros aposentos. El calor y el bochorno nos habían dejado bastante cansados y necesitábamos recuperar fuerzas. Además ya era casi de noche. Tras un rato de reposo en el hotel solo nos quedaba cenar, lo que hicimos en un restaurante cercano el B2O Café, pegado al templo chino. Bastante bien. Y lo que más nos llamó la atención: todo el caos del día, tanto de tráfico como de personas y puestos en la calle se había transformado en una ciudad casi desierta. Nos recogimos pronto que al día siguiente tocaba madrugar. Gastos del día: Taxi a aeropuerto: 5.000 K. Taxi a Yangon: 10.000 K. Comida: 16.500 K. Cena: 8.000 K Etapas 10 a 12, total 14
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 5 (6 Votos)
![]() Total comentarios: 9 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO
Diarios relacionados ![]() ![]() ![]() ![]() ![]()
![]() |