![]() KENIA, TANZANIA Y ZANZÍBAR: EL SAFARI PERFECTO ✏️ Blogs de Africa Este y Centro
Safari por algunos de los parques más famosos de Kenia y Tanzania más unos días en la isla de ZanzíbarAutor: Margi Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (12 Votos) Índice del Diario: KENIA, TANZANIA Y ZANZÍBAR: EL SAFARI PERFECTO
Total comentarios: 10 Visualizar todos los comentarios
Etapas 13 a 15, total 15
Día 13, 20 de agosto: Bahía de Menai
Este día madrugamos mucho para salir del hotel a las 8 de la mañana y hacer la excursión llamada “Safari Azul”, que consiste en pasar el día completo en un típico barco swahili, el dhow, que es una embarcación de madera toda hecha a mano con una única vela triangular, navegando por la bahía de Menai. Salimos desde un pueblo llamado Fumba.
En el barco íbamos nosotros dos solos y cuatro personas que se encargaban de acompañarnos y atendernos. Lo primero que hicimos fue ir hacia un banco de arena, en mitad del mar. De camino vimos delfines, pero no eran los de “nariz de botella” que son más amigables sino los “dot” que se asustan y salen corriendo, así que no nos pudimos bañar con ellos. Ya nos habían avisado de que no era época y que posiblemente ni los viéramos.
Lo del banco de arena es una cosa muy curiosa (ya los habíamos visto desde el avión) porque es como una isla pequeña pero sólo con arena de playa. Por supuesto nos bañamos y montaron un tenderete para que tuviéramos sombra mientras nos daban de beber el agua de un coco. Después snorkel, quizá el mejor de estos días, pues había muchísimos peces, plantas y corales. Después nos han llevaron a la laguna de los manglares, dentro de la isla de Kwale. Es una especie de lago, aunque tiene entrada muy estrecha desde el mar y es de agua salada, donde hay un bosque de manglares. No cubre más de 1,5 m y es impresionante bañarte allí, rodeado de árboles y extrañas formaciones rocosas.
Después de esto desembarcamos en la isla de Kwale, donde nos llevaron a ver un baobab con 300 años, que había sido derribado por el viento, pero como las raíces seguían agarradas, aún caído había seguido creciendo. A su lado había una estructura de madera, a la que te podías subir y ver una impresionante perspectiva de la isla, toda llena de vegetación.
Tras este pequeño paseo un bañito y cervecita fresca antes de comer, aunque durante todo el viaje en el dhow nos habían dado fruta, coco, piña y sandía a discreción y también bebidas. La comida consistió en una parrillada de mariscos con langostas, gambas, calamares, etc., acompañado con arroz y un poquito de pescado. Todo exquisito. Hacía calor, así que entre plato y plato nos íbamos a bañar. Un lujazo.
La vuelta hacia Fumba la hicimos a vela. Fue una delicia desplazarse en el mar sin ningún ruido y con una paz inmensa. Nuestros “tripulantes” se durmieron: estaban en pleno Ramadán y no habían bebido ni agua. Al llegar a tierra nos esperaba el coche para llevarnos al hotel. Una vez allí un baño en la pisci y a descansar a la habitación antes de cenar. Además, nos habíamos quemado un poquito. Después cena y a descansar, el día había sido muy largo y muy bonito. ALOJAMIENTO ZANZÍBAR: Hotel Breezes: http://thezanzibarcollection.com/home/zanzibar-hotels/breezesbeach-club-and-spa-zanzibar/ TURISMO ZANZÍBAR: http://zanzibar.net/ Etapas 13 a 15, total 15
Día 14, 21 de agosto: Jozani Forest
El sábado 14 fue nuestro último día completo en Zanzíbar. No madrugamos mucho, porque fuimos a hacer una visita al Bosque de Jozani, que estaba muy cerca del hotel. Nos levantamos a las 8 porque pasaban a las 9 a recogernos. Teníamos un guía en inglés que nos acompañaba y nos iba explicando todo.
La isla de Zanzíbar estuvo cubierta hasta hace muy pocos años de selvas húmedas con su fauna y flora típicas pero hoy en día la única zona que se mantiene como antaño es el Parque Nacional del Bosque de Jozani. La primera parte de la visita consistió en un paseo a través de la selva, en el que vimos la vegetación y algunos animales, sobretodo pájaros y arañas. Después, al otro lado de la carretera fuimos a ver unos monos endémicos de la isla, los Colobos Rojos, en peligro de extinción, que quizá son el objeto principal de protección de este parque. Esperemos que no se extingan como ya se extinguieron los leopardos que habitaban la isla. Son unos animales curiosos, diferentes al resto de los monos que habíamos visto en el resto del viaje. Tienen la espalda roja, los pelos de la cabeza grises y una cola larguísima. No están demasiado acostumbrados a la gente, pero sí te permiten acercarte más o menos a un metro.
Después no llevaron a la última parte del bosque, la zona de los manglares. Fuimos andando por unas plataformas por encima de las raíces. Ese día estaba seco, pero cuando la marea sube se llena de agua. El mar está a 2 km, así que esto sólo sucede con la pleamar de los días correspondientes a luna llena. Aún así es un sitio muy húmedo y muy curioso.
Terminamos el paseo como a las 11 y media. Desde allí volvimos al hotel para darnos nuestro último baño en la playa. Pero por el camino seguimos disfrutando de la isla, que la verdad es que nos ha encantado.
Después de esto comida y a la siesta, ya que después teníamos un masaje en el SPA del hotel. Primero jacuzzi y luego hora y cuarto de masaje. Muy relajante, acompañado de un tratamiento hidratante para la piel, la mejor despedida.
Después no nos quedó más remedio que preparar el equipaje, ya que al día siguiente nos volvíamos a Madrid. ALOJAMIENTO ZANZÍBAR: Hotel Breezes: http://thezanzibarcollection.com/home/zanzibar-hotels/breezesbeach-club-and-spa-zanzibar/ TURISMO ZANZÍBAR: http://zanzibar.net/ Etapas 13 a 15, total 15
Día 15, 22 de agosto: Regreso a casa y refexiones finales
Nuestro avión no salía hasta por la tarde, así que no nos recogían hasta las 17:30 (desde el hotel al aeropuerto había más de una hora). Teníamos que dejar la habitación antes de las 10 de la mañana, así que, sin madrugar demasiado, disfrutamos de nuestro último desayuno en Zanzíbar. Después fuimos a dejar el equipaje en una salita hasta la hora de marcharnos. Cuando llegamos a la playa vimos que la marea estaba bajísima, tanto que se podía llegar caminado hasta la barrera de coral, a un kilómetro y medio de distancia. Así que nos fuimos de excursión con unos escarpines y unos bastones. Mereció la pena, pero si se hace esto es importantísimo no pisar el coral y tener cuidado, ya que todo corta. El agua no llegaba más allá de mitad del muslo, con lo que la experiencia fue bastante diferente, a menos a lo que nosotros estamos acostumbrados. Después comida y ducha en unos baños que hay por el hotel, pensados para cuando no tienes habitación y tienes que ducharte y recogida de equipaje y a casa. No soy mucho de este tipo de reflexiones en el final de los diarios, pero sí me gustaría hacerlo en este. Un safari por Kenia y Tanzania es una pasada si te gusta ver animales, aunque también te tiene que gustar ver el paisaje, porque no siempre se tiene suerte y hay días que salen malos. Este es mi caso, que me puedo tirar horas viendo un insecto o mirando el paisaje, por tanto para mi fue un disfrute tremendo. Sin embargo, si no se es mucho de esto es mejor pensárselo, ya que se pasan muchas horas en el coche, las carreteras no son cómodas y, especialmente en Tanzania, el polvo te ahoga. No se trata de viajar para ir tachando países o experiencias, sino para disfrutar. Este es un viaje caro y uno debe de saber a qué va. Nosotros decidimos hacer este viaje organizado por una agencia a pesar de que prácticamente nunca escogemos este modo. El porqué lo hicimos así fue básicamente porque entendíamos que ir con guía equivalía a tener más posibilidades de ver un mayor número de animales. Esto es 100% cierto. Para empezar es muy difícil orientarse dentro de un parque, en el que discurren cientos de caminos. Además, los coches de agencia tienen radios y se comunican unos con otros avisando de las zonas donde hay más movimiento. Eso sí, una vez fuera de los parques hay que salir del gueto y "disfrutar" de la idiosincrasia de estos países africanos, con su ritmo pole pole que te pone de los nervios y su hakuna matata, que aunque lo que pase sea gravísimo, se convierte en un mantra. En cuanto a Zanzíbar creo que es un destino muy recomendable, para los amantes de la playa, del mar y de cualquier actividad acuática, pero también para la gente interesada en la cultura, ya que resulta un trozo de tierra pequeño, pero en el que han pasado muchas cosas. Etapas 13 a 15, total 15
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 5 (12 Votos)
![]() Total comentarios: 10 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO
Diarios relacionados ![]() ![]() ![]() ![]()
![]() |