COSTA RICA, luna de miel 2016 ✏️ Blogs de Costa Rica

Un día más nos toca madrugar, desayunamos de los primeros porque a las 8h nos pasaron a recoger para ir a la excursión.
Hacia un día húmedo, pero nos dijeron que era normal en esta zona, así que chubasquero y a disfrutar del bosque y sus maravillas. No vimos muchos animales, casi todo lo que veíamos eran plantas y algunas ya las teníamos vistas. La verdad que nos gustó la excursión, pero el madrugón para lo que vimos… no valía tanto como lo pintaron, imagino que porque lo que vimos ya lo teníamos visto.

Esta catarata nos gustó mucho:

Llegamos al hotel sobre las 10h y a las 11h nos venían a recoger para ir a los puentes colgantes, así que decidimos quedaron en los sofás de recepción, distraídos un rato con el wifi, pero sobre las 10.30h llegó el chofer a por nosotros solos, así que nos fuimos antes de excursión, aunque la actividad no comenzó hasta nuestra hora, las 11h.

Puentes colgantes de Sky Adventures:

El recorrido eran 8 puentes colgantes pasando a través del bosque, sin duda, ¡¡tuvimos el mejor guía de todos en esta excursión!! No recuerdo su nombre, pero era un chico joven entusiasmado con su trabajo. Se ofreció a hacernos muchas fotos a nosotros dos y nos ayudó a conseguir muchas fotazas de animales.
Al terminar el tour, sobre las 12.30 nos invitó a una coca cola como regalo de bodas y ya que estábamos allí y se podía comer… pues nos comimos unas hamburguesas con patatas ¡muy ricas! La cuenta fueron unos 20$, mucho menos de lo que estábamos pagando, así que la mar de contentos nos fuimos al hotel con el estómago lleno.


A las 14h o así llegamos al hotel, dejamos las mochilas y nos fuimos caminando al mariposario, estaba a 10 min caminando del hotel y queríamos aprovechar todo el tiempo posible.


El recorrido fue muy curioso y ameno, vimos montones de mariposas y viví una experiencia maravillosa: me pusieron en el dedo una mariposa recién nacida y me dijeron que la hiciera volar por primera vez. Conseguimos muy buenas fotos de ese momento y del resto de mariposas.

Al terminar el tour de 1h, fuimos caminando hasta el pueblo, Santa Elena, que estaba a unos 5 min de allí para ir al ranario – serpentario.


Nos gustó mucho también esta experiencia, había tantísimas serpientes… hicimos muchas fotos, como estaban en una urna de cristal, éramos valientes y nos atrevíamos a acercarnos jaja. La mayoría de ranas estaban durmiendo porque eran nocturnas, así que nos dejaron volver con la misma entrada antes de que cerraran, para verlas ya despiertas.
Sobre las 18h ya estábamos fuera del ranario, así que fuimos a dar una vuelta por el pueblo,
ver alguna tienda de suvenires, comprar algún chocolate de la zona y a las 19h o así comenzaba a chispear, así que fuimos a cenar a un restaurante muy ambientado en la naturaleza, Morpho’s se llamaba. Cenamos bien, pero nada del otro mundo y de precio caro, igual que el resto de restaurantes, de 50$ no bajaba jajaja.

Cenamos en media hora, porque queríamos ir al ranario antes de que cerrara a las 20h, pudimos ver de nuevo las ranas, pero ahora sí que estaban despiertas, ¡¡¡qué diferencia!!! Valió la pena volver para verlas de nuevo.


Al salir fuimos caminando al hotel con nuestros chubasqueros, tardamos unos 15 min. pero estaba tan oscuro que caminábamos rápidos para llegar lo antes posible, daba un poco de miedo, aunque no había peligro . Otra noche más que antes de dormir dejamos las maletas listas, pero esta vez la ropa de excursiones y montaña se quedó en el fondo y a primera vista los bañadores y las chanclas, ¡¡¡por fin relax!!!!

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Esa mañana, a diferencia del resto, no teníamos tanta prisa, nos recogían a las 10h.
Así que dejamos las maletas en recepción y fuimos a desayunar, otro día más, bajo la lluvia.

En el hotel los desayunos han estado bien, mucha variedad la verdad, pero este día hemos ido a desayunar a las 9 y claro, ya quedaban menos cosas, pero todo muy rico, ¡¡¡ cómo voy a echar de menos los zumos naturales de Costa Rica!!!

A las 10 en punto estábamos ya saliendo para Guanacaste y poco a poco, conforme nos alejábamos del clima húmedo, paraba de llover.
El camino ha sido un poco largo, 3h seguro, pero bastante más cómodo que de Arenal a Monteverde.

Y por fin… sobre las 13h ¡¡llegamos al hotel OCCIDENTAL GRAN PAPAGAYO!!
Nos dieron nuestro coctel de bienvenida, nos pusieron nuestra esperada pulserita de todo incluido y nos dieron la llave de la habitación, pero no podíamos entrar hasta las 15h, asi que nos fuimos a comer primero y relajarnos en la zona chill out.


Después de comer, nos fuimos a la habitación, estábamos en el último edificio del resort, así que cada vez que queríamos ir a la zona central, llamábamos para que nos recogieran. Dejamos las maletas, nos pusimos el bañador y nos fuimos a la piscina.
Sobre las 16h ya estábamos con nuestro coctel tumbados en las hamacas, disfrutando de la buena vida, aunque cierto individuo nos quería fastidiar… un pájaro tropical se posaba en nuestras hamacas y no se iba al final entendimos que quería mi coctel de piña, así que se lo dejé en otra mesa y para allí que se fue a tomárselo, nosotros mientras, haciéndole buenas fotos.


Nos metimos en la piscina y que maravilla…. Si por nosotros fuera, aun seguiríamos allí metidos.
El agua tan calentita… y ver anochecer así era de postal. Cuando ya era de noche y no quedaba nadie vimos que era la hora de ir a ducharse y arreglarse para cenar.

Esto de no tener que preocuparte de decidir dónde ir a cenar ¡¡nos gustaba mucho!! Cenamos bien, todos los camareros muy atentos.
Al terminar nos fuimos a hacer algunas fotos por los jardines del complejo y allí tuvimos nuestro primer encuentro con el coatí del hotel, era la mascota y el rey del resort.


Jugamos un rato al billar, no había nadie así que estuvimos tranquilos… bueno no, si había alguien más que me dio un buen susto, ¡el coatí pasando por mi lado! Del grito que pegue y el salto hasta subirme a la mesa de billar se quedó mirándome como diciendo... ¿¿¿a esta que le pasa??? Después de 2 partidas volvimos a recepción para que nos llevaran a la habitación y a dormir.

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Decidimos no hacer ninguna actividad ni excursiones, después de todos los días sin parar... necesitábamos unos días de relax, así que hoy era uno de estos días.

Nos despertamos sobre las 8h (aquí madrugábamos mucho, pero es que el sol te invitaba a salir pronto de la cama), como la habitación estaba tan lejos… antes de salir lo cogimos todo para no tener que volver en todo el día a la habitación.
Desayunamos tranquilamente, nos hicimos algunas fotos en la zona de los jardines, como el día anterior, pero con la luz del día, mucho mejores vistas.


Y pusimos rumbo a la playa, caminando llegamos en 5 min. desde la zona piscina.


Esta playa era muy diferente al Caribe… ¡estábamos en el Pacifico! Arena negra y agua oscura, pero para mi sorpresa muy calentita. Hicimos buenas fotos del lugar, la playa estaba en el golfo de Papagayo así que el mar se fusionaba con la selva costarricense y era increíble.
Después de muchas fotos, decidí ir a por unos refrescos al bar que había fuera de la playa, había que aprovechar el todo incluido ¿no? Pero llegando al bar… la que comenzó a caer, una tormenta… corrí para coger las coca colas y volver a la playa, mi marido estaba allí y ninguno tenía móvil para comunicarnos. Cuando llegué ya estaba recogiendo las cosas para ir a buscarme, el pobre estaba preocupado por mí.

Aun lloviendo nos metimos en el agua con nuestras coca-colas, estaba calentita así que la lluvia no nos afectaba, disfrutamos un rato, pero viendo que cada vez iba a más, recogimos el campamento y nos fuimos a comer algo como aperitivo al restaurante de la piscina, devolvimos las toallas (solo pudimos cambiar una, no tenían más limpias) y estando allí llegó la camioneta que nos llevaba y aprovechamos para ir a la habitación a descansar un poco, con la lluvia poca cosa podíamos hacer.
Nos quedamos dormidos hasta las 15h y al despertarnos pusimos la tele, no teníamos hambre, normal, habíamos comido a las 12h. así que decidimos no ir al bar hasta las 16.30 para merendar antes de que cerraran a las 17h.

Mientras veíamos la tele tranquilamente veo algo negro que entra por el balcón, miro… y era ¡¡¡¡¡¡el coatí!!!!!! El grito que pegue lo debieron escuchar desde recepción por lo menos
Me lancé a cerrar la puerta y se asustó tanto el coatí de mí, que retrocedió lentamente, menos mal que le dio por salir para fuera y no entrar más aún. Luego me dio pena, se quedó tumbado la mar de tranquilo en nuestra terracita viendo como llovía y de vez en cuando nos miraba.


A las 16.40h fuimos al bar de la piscina para comer algo, casi merendar ya, nos saltamos la comida de este día.
Fuimos a la única tienda de regalos del hotel y estuvimos comprando algunos recuerdos, luego nos relajamos en la zona chill- out viendo la lluvia y sobre las 20h fuimos a cenar, sin mucha hambre.
Al terminar de cenar, nos pasamos por el karaoke y la verdad que había mucho ambiente, la gente cantando y animando, a mi marido le pasaron el micrófono, pero lo rechazó rápidamente . Nos fuimos luego al bar de recepción, donde había juegos de mesa y estuvimos jugando al uno y al ajedrez. Esta noche llovía, y no era plan de estar en los billares de la zona de piscina.
A las 23h ya estaban las maletas cerradas, nosotros duchados, viendo la tele y a dormir.

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