Costa Rica y Panamá 2017 ✏️ Blogs de America Central

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Días 4-6: Sí, el título suena a ¿eh?Lo explicaré enseguida.
Nos recogen temprano en el hotel rumbo a nuestra siguiente parada y una de las más esperadas del viaje: Tortuguero. a las 11 horas llegamos a un restaurante en medio de la nada para desayunar. Para nuestra sorpresa el conductor se despide y nos dice que desayunemos y que nos llamarán para subir al autobus. Ahí nos damos cuenta de que vamos 4 autobuses a Tortuguero
Aquí surgió de improvisto una de las simpáticas sorpresas del viaje. Este pequeño perezoso de 3 dedos bajó a hacer "sus necesidades" ese día. Tuvo la santa paciencia de aguantar a los turistas que se acercaban a dos palmos de él e intentaban tocarle. Es un animal salvaje, y una cría por lo que se estresan mucho en este tipo de situaciones (perdón por el rollo madre de los animales)
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Una vez subidos en el autobús tenemos un guía (esta parte del viaje va organizada) que nos divide en grupos según nuestros días de estancia mientras con cuenta información amena sobre el paisaje y los diversos árboles frutales que nos encontramos.
Llegamos al medio día a La Pavona, punto en el que termina la carretera y tenemos el "puerto" de amarre (sí, he sido muy generosa con lo de puerto). Arrastrareis la maleta por la tierra/barro (mejor llevar poco equipaje) hasta las lanchas de cada Lodge que os llevarán directamente a vuestro alojamiento.
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Ahí empieza el viaje: ¡prepárate!. Llueva, nieve, haga calor o no, coge tu cámara, tus prismáticos o tu retina y coge un buen sitio (preferiblemente del lado que se siente el guía que va con vosotros) porque los canales de tortuguero que conducen desde la estación de La Pavona al hotel ya son "Pura Vida". Aquí un ejemplo:
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Al llegar a nuestro alojamiento, el Pachira Lodge, nos reciben con una bebida gratis y nos señalan que nos apuntemos a los tours de desove de tortugas nocturno. No recuerdo el precio, pero era similar a lo que viene en distintos diarios. Los grupos tienen un cupo máximo y varios horarios. Hasta esa misma tarde no se sabe ni a qué hora vas ni el puesto en el que te harás la visita (más adelante explico esto mejor)
Después de comer, empieza nuestra excursión en lancha por el parque nacional. Dicen que es mejor hacer esta visita por la mañana pero no tuvimos esa opción. De nuevo, escucha al guía y abre los ojos como si no tuvieras párpados. Es importante estar receptivo para disfrutar de la jornada, además de lo divertido que es adivinar dónde se está escondiendo el próximo "bicho" (con cariño.
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*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nuevamente querido futuro viajero, te ruego apeles al sentido común ¿crees que es necesario poner un palo selfie encima de una araña que es venenosa, que salta y que nada? ¿de verdad? Yo ahí era team-araña, pero ella tuvo más paciencia que yo.
Por la tarde tuvimos tiempo libre hasta la visita nocturna al desove de tortugas. Las tortugas anidan entre julio-octubre. Hay 3 especies que llegan a esta costa: Carey, Baula y tortuga verde. Por nuestra época vimos el desove de la verde, aunque mi ilusión era en realidad ver el nacimiento de tortugas, el año pasado se retrasó 1 mes aprox.
La excursión es toda una experiencia en si misma: Subes a unas lanchas pequeñas, hasta la zona del pueblo de Tortuguero aproximadamente. Ahí os van diviendo en grupos pequeños, de unas 6-7 personas y se os asigna un número de puesto en la playa. Debo recalcar que toda la playa, incluída la del pueblo, es espacio protegido por la noche para preservar al máximo posible el difícil proceso del desove. Bien pues te diriges a oscuras (al principio puedes contar con la ayuda de una pequeña linterna) por en medio de no se donde (no, no quieras saberlo, se escuchan bichos y cerca)y te hacen andar bastante deprisa hasta llegar a un "terreno" donde los grupos que están en tu zona esperan a ser llamados por orden a ver la llegada de una tortuga. Querido lector, ¿has visto la película de la bruja de Blair? pues esto se parece un poco. Cuando por fin llaman a tu grupo porque ha legado tu tortuga a la playa, corres de nuevo. Se puede ver todo el proceso, como sale de agua, la creación del nido, la puesta de huevos, cómo entierra el nido y vuelve al mar. Lo que más me impresionó fue la llegada a tierra. Estas preciosas criaturas son pesadas y su cuerpo por la parte ventral es blando por lo que impacta sus pulmones en la tierra y las puedes escuchar hacer el esfuerzo de desplazarse fuera del agua. Es... una lucha sobrecogedora.
Tuvimos mucha suerte y pudimos ver nuestro proceso y varios de los compañeros que estaban al lado.
Un pequeño apunte para los que vayais y os toque un puesto dentro del propio parque natural y no en el pueblo: los jaguares cazan allí tortugas. Si oís algo ronronear... ya sabeis
Al día siguiente nos organizaron un minitour por los propios jardines del alojamiento. Y es que no necesitas alejarte para ver monos aulladores, tucanes o perezosos. Es una visita tranquila sin ningún nivel de dificultad en la que puedes preguntar todo lo que te apetezca de aquellos animales y plantas que os cruceis.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Por la tarde dimos un paseo por las calles del pueblo de Tortuguero que, aunque no es apasionante después de las visitas anteriores, tiene un ambiente animado y colorido. Es ideal para tomar algo y olvidarse de la aglomeración del hotel en una de las terrazas que dan al canal.

Y esa noche y la mañana siguiente supimos lo que es una lluvia tropical de las de verdad. Trueno que cayó en las inmediaciones del alojamiento incluido a las 3 am. Me dio más miedo que cualquier lagartito visto hasta el momento. La despedida fue triste, en medio de la tormenta y con las ópticas de la cámara llenándose de moho, pero otro destino nos esperaba más delante: Hola Caribe!!!

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Días 7-8:
Tristemente salimos de nuevo por La Pavona en lugar de dirigirnos hacia la provincia de Limón por mar rumbo de nuevo al restaurante donde nos organizaron el primer día. Ahí perdimos un tiempo precioso que teníamos destinado a visitar el Parque Natural de Cahuita pues, al día siguiente teníamos reservado desde hace meses un tour por Gandoca-Manzanillo que alguno de vosotros nos recomendó (gracias, de corazón). Llegamos a nuestro alojamiento, un eco Lodge llamado ciudad perdida a 5 min andando de la entrada al parque de Cahuita. Nos dispusimos a intentar llegar antes del cierre pero nos indicaron que cerraban en 10 minutos así que decidimos, con permiso de los guardas, dar un paseo por la playa (zona exterior del parque) y desde ahí dirigirnos al pueblo de Cahuita de cena y relax.
Parque de Gandoca-Manzanillo:
Cada uno celebra su aniversario de bodas como quiere, yo decidí perderle el miedo a arañas y serpientes. El respeto aún lo mantengo. Me gustan, pero lejos. Llegamos en bus hasta la entrada del parque nacional donde nos espera nuestro guía y otra pareja que se apunta a la excursión, también españoles (estamos en todos lados ).
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Pasamos 7 horas en el parque que se nos pasaron volando entre anécdotas y detalles de cada uno de los curiosos animales que fueron surgiendo.
Generalmente hay que pagar una entrada a los propietarios de esa tierra por pasar. Por algún motivo ese día no estaban y eso que nos ahorramos. Desafortunadamente no hicimos bien el equipaje y nos dejamos la batería recién cargada en el alojamiento. Una pena no poder mostrar las mejores "instantáneas" que nos dio el viaje. Os ponemos alguna de cuando la batería aún no se había agotado:
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Vimos perezosos de 2 y 3 dedos, basiliscos, iguanas, monos aulladores (precaución: no ponerse justo debajo de los monos que se divierten con actividades escatológicas sobre ti mismo, si no que se lo pregunten a la pobre francesa que pasaba por ahí), mil pies, escarabajos, ranas, mariposa búho, bocaracá, oropel, diversos tipos de tucanes, tarántulas, hormigas bala,... seguro que me dejo muchos simpáticos habitantes. Por cierto, me pusieron una araña encima. Después del j***r, j***r, j***r. Me sacaron una foto en la que salgo la mar de sonriente.
De vuelta al alojamiento nos fuimos a celebrar nuevamente el aniversario de manera más normal y nos comimos un plato de pasta con langostas que nos supo a gloria. Eso sí, nos pusieron un vino que no valía ni para cocinar, menos mal que el camarero lo probó y nos lo quitó de las manos, porque nos habría dado vergüenza decirles: esto no se puede beber.
Por la mañana madrugamos muchísimo para rogar que nos dejaran dar una vuelta de media hora antes de que abriera el parque de Cahuita y en la entrada, afortunadamente nos esperaba un precioso monito de cara blanca que tenía tantas ganas de ver (muchas gracias por acercarte) Se nota que ya llevas unos días en materia y encuentras los animales al vuelo.
Nos recogen para cruzar la frontera con Panamá hacia ese paraíso que llaman Bocas del Toro.

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