![]() ![]() Azuleando la vida: Patmos, Lipsi e Ikaria ✏️ Blogs de Grecia
Viaje en familia con una niña de 7 años durante 14 días por las islas griegas de Patmos, Lipsi e Ikaria, finalizando en Mikonos para regresar. Julio 2017.Autor: Tesca Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (20 Votos) Índice del Diario: Azuleando la vida: Patmos, Lipsi e Ikaria
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Etapas 1 a 3, total 8
PREPARATIVOS
Fue al regresar de mi viaje por las islas griegas en julio de 2016 cuando comenzaron a pasar por mi mente los nombres de las posibles islas que formarían mi itinerario para el verano 2017. No es algo nuevo, siempre me pasa. Regreso tan ilusionada de este país, que a mi vuelta sólo pienso en cómo será el viaje al próximo año. ¿Otra vez a Grecia? Me dicen algunos. Sin dudarlo, sí. Son muchas las islas y, a pesar de su similitud en muchas cosas, todas ellas tienen algo nuevo que aportar. Y es que… todas ellas azulean mi vida cada verano desde 2008, cuando las descubrí en mi primer viaje a Grecia. El itinerario lo marcaron, como siempre, las fechas disponibles y la conexión entre islas. Tenía muchas ganas de volver al Dodecaneso, y el ferry nocturno desde El Pireo hasta este archipiélago me dio la clave. Entrar por Patmos, pasar a Lipsi y… la primera idea era finalizar en Leros, pero los vuelos de regreso desde esta isla eran caros ya en diciembre de 2016. Finalmente, un vuelo Mikonos-Madrid a un precio escandaloso, me hizo decantarme por la isla de Ikaria, que enlaza con Mikonos para regresar. Finalmente el itinerario quedó así: Patmos (4 días) – Lipsi (2 días) – Ikaria (6 días) – Mikonos (una noche, para coger el vuelo de regreso). Este año por primera vez volamos desde Madrid con Aegean Airlines, a un precio excelente con vuelos comprados en el mes de enero, por separado: Madrid - Atenas, 1 de julio: 71€/persona. Atenas – Madrid, 14 de julio: 67€/persona. LOS ALOJAMIENTOS Una de las cosas que me encanta de este viaje son los alojamientos tan bonitos que se pueden encontrar. En los últimos años he notado una subida de precio, sin embargo, aún se pueden encontrar lugares encantadores para alojarse en las islas, a precios razonables. PATMOS 9 MUSES PATMOS Se trata de un alojamiento precioso con 9 apartamentos diferentes dedicados cada uno a una musa griega. Elegimos la habitación más básica, la junior suite, que conseguí por 104€/noche con desayuno incluido, al cogerla con venta anticipada en la propia web del hotel. La sorpresa nos la dieron al llegar, pues nos dieron una habitación, superior, la suite “Terpsichore”, con dos baños y zona de estar separada del dormitorio. El hotel tiene una preciosa piscina con vistas al mar, y junto a ella, la cafetería donde se sirve el desayuno. La decoración del apartamento y del hotel en general estaba muy cuidada y el servicio, muy amable. Su ubicación, en Sapsilia, es muy cómoda pues está muy cerca de Skala y de Chora, para salir por las tardes a cenar. LIPSI NEFELI LIPSI Son una serie de estudios y apartamentos ubicados en Kampos, a unos minutos caminando del puerto principal. Su situación en lo alto frente a la playa de Kampos, hacen de Nefeli un lugar encantador. Hay estudios básicos, estudios Lux y apartamentos. Por la web del hotel se iban un poco de precio, pero encontré una oferta en Expedia, y lo compré en esta web, por 78€/noche el estudio con desayuno incluido. Como en Expedia no distinguía entre los dos tipos de estudio, negocié con la manager del hotel la opción de que nos diera un estudio Lux, y fue posible. Este tipo de estudio es un poco más grande, con zona de dormitorio separada y situado en lo alto con mejores vistas. Tiene terraza con mesa, sillas y hamacas. El bar está situado frente al mar y allí se sirve un desayuno buffet estupendo. Precioso. Todo ello acompañado de una excelente atención y servicio por parte de todos los miembros del hotel, hicieron que la estancia fuese perfecta. IKARIA En Ikaria dividí la estancia en dos partes (3 días + 3 días). Fue una decisión que tomé a última hora al observar que se trataba de una isla grande y montañosa y que los traslados a las playas en coche iban a ser largos en numerosas ocasiones. La idea me la dio el hecho de que los ferrys seleccionados nos hacían entrar a la isla por el puerto de Agios Kirikos (zona en la que pasaríamos los 3 primeros días) y salir por el puerto de Evidlos (zona en la que pasaríamos los 3 últimos días). Me pareció muy buena opción repartir el alojamiento en dos zonas, aunque si no se quiere optar por ello, recomiendo la zona de Evdilos como punto medio, aunque siempre supondrá hacer recorridos más largos. PYRGOS Fue el hotel elegido para la estancia en Agios Kirikos. Esta zona es poco turística y no había ningún otro hotel con piscina; fue el único hotel con encanto que encontré en esta zona. Se trata de un alojamiento con apartamentos diferentes en cuanto a tamaño y distribución. Es un hotel de piedra que cuida la naturaleza del entorno, calentando el agua por energía solar, y ofrece, entre otras cosas, clases de yoga, un pequeño gimnasio, paseos por el entorno y un desayuno elaborado a partir de alimentos naturales, que no estaba incluido en el precio. Elegí el apartamento “Pisina”, junto a la piscina, pues se adaptaba muy bien a nuestras necesidades: dormitorio separado, zona de estar con cocina y una pequeña terraza con vistas a la montaña y el mar. El precio, por la web del hotel, 80€/noche. ARMENISTIS El hotel menos “griego” de todos, por tratarse de un alojamiento más normal, al tener un mayor número de habitaciones y un servicio menos personalizado. Se observaba más gente en la piscina y en general en el hotel. Elegí un apartamento con vistas al mar por 80€/noche con desayuno incluido comprado en la web del hotel. El estudio que nos dieron primero no nos gustó y pedimos cambio, y ya mejor, con terraza con mesa y sillas y hamaca, y con vistas. El desayuno completo y muy correcto, servido en una terraza muy bonita frente al mar. Un error fue que la web no está actualizada porque indica que tiene gimnasio y ya no está operativo, aunque cuando nos quejamos se molestaron en ofrecernos este servicio. MIKONOS GALINI Este alojamiento lo elegimos para pasar la última noche y coger el vuelo al día siguiente. Lo más importante era que tuviera servicio de traslado del puerto y al aeropuerto. Además, fue muy bueno que estuviera tan céntrico, pues nuestra estancia en Mikonos iba a ser muy corta y nos apetecía salir a pasear y cenar. Lo conseguí por 90€/noche en la web del hotel y fue una opción estupenda para nuestras necesidades. Etapas 1 a 3, total 8
1 de julio
Nos levantamos prontito para llegar con tiempo al aeropuerto de Barajas. Había hecho el check in on line 24 horas antes consiguiendo asientos en la fila 20 del avión, muy bien. El vuelo era a las 12:55 y salió puntual, con una duración de algo más de 3 horas que se nos hicieron muy entretenidas leyendo la guía que con tanta ilusión había preparado para el viaje. Además, un servicio gratuito de comida muy aceptable: pasta con carne, acompañada de galletitas saladas, un quesito, mantequilla y un pastel de limón; agua, zumos, refrescos, vino o cerveza y después café. A las 17:45 llegábamos al aeropuerto de Atenas y como viajamos solo con equipaje de mano, no tardamos en llegar a la parada de autobús, donde tomamos el X96, que nos llevaría al puerto de El Pireo. Hay bastante frecuencia de autobuses. Horario aquí: www.athensairportbus.com/ ...sport.html Nosotros cogimos el bus de las 18:00 y llegamos al puerto a las 19:15 aproximadamente. A pesar de haber estado ocho veces en las islas griegas, era la segunda vez que pisábamos este inmenso puerto, por lo que ubicarnos nos resultó un pelín lioso. Como el puerto es enorme, el bus del aeropuerto hace paradas en varias de las puertas. Mi recomendación es bajarse en la parada de la puerta Nº 7, que es la central, donde se puede recoger los billetes de ferry de las diferentes compañías y hay más ambiente y movimiento. Y cuando se acerque la hora de tomar el ferry, coger el autobús gratuito que recorre las diferentes paradas y bajarse en la adecuada. Yo sabía que nuestro ferry salía de la puerta Nº 1, pero erróneamente nos bajamos a la altura de la Nº3, donde no nos vendían el ticket de ferry al no ser la puerta de la que salía. Por lo tanto, tuvimos que ir andando a la puerta Nº 1 yrecoger el ticket y, como allí no había ningún sitio para tomar nada, volvimos en bus a la puerta Nº 7 y buscamos un sitio para sentarnos a cenar. Como íbamos con tiempo de sobra, no hubo ningún problema, pero es conveniente saber cómo organizarse en un puerto tan grande. Nos sentamos a cenar en “Porto grill”: ensalada griega y plato de la casa (brocheta de pollo con patatas y salsa de mostaza), Fix y agua. 25,50€. Volvemos acoger el bus gratuito que nos lleva a la puerta Nº 1 y allí está ya nuestro ferry, el Superfast XII de la compañía Blue Star. El viaje va a ser novedoso para nosotros esta vez, pues vamos a pasar la noche en el barco, durmiendo en un camarote (176€). Al entrar al barco hay que pasar por recepción, donde nos dan la llave de nuestro camarote, al que nos acompañan. Es pequeñito pero muy limpio y cuidado, con baño, por supuesto. ¡Nos encanta! Como aún es pronto, vamos a dar una vuelta por el barco, que tiene restaurante bufet, cafeterías, tiendas, una cubierta enorme e incluso una piscina. Tras un entretenido paseo y un ratito en cubierta tomando el aire, regresamos al camarote, ducha y a dormir; enseguida notamos que el barco sale, puntual, a las 23:55. ¡Rumbo a Patmos! 2 de julio Hemos dormido fenomenal en el ferry. Nos hemos puesto el despertador a las 7:00, pero aun así, nos tocan en la puerta para avisarnos de que hemos llegado a nuestro destino: Patmos. A las 7:30 estamos en tierra, en el puerto de Skala, viendo a lo alto el monasterio de San Juan. Tenemos un coche de alquiler reservado en la agencia “Astoria travel” (105€ por 4 días de alquiler). Enseguida encontramos la agencia, pero aún está cerrada, pues abren a las 8:00. Nos sentamos a desayunar en una cafetería que hay al lado. “Sagitarius”: dos desayunos que incluyen zumo, café o frappé o leche, bizcocho y pan tostado con mantequilla y mermelada. Las raciones son generosas y con dos nos sirve para desayunar los tres: 13€. A las 8:30 recogemos el coche de alquiler y nos vamos rumbo a la playa. De camino decidimos llenar el depósito del coche de gasolina y cometemos el error de llenarlo entero, pues nos cuesta 62€ (la gasolina está carísima) y enseguida nos damos cuenta de que con lo pequeña que es la isla, no vamos a gastar ni la mitad de lo que hemos echado. Nos da mucha rabia. Poco más tarde de las 9:00 estamos en la playa de Vaggia, a la que hemos llegado en menos de 10 minutos y cuyo acceso es sencillo. La playa es muy bonita y está vacía; aun así, decidimos atravesar unas rocas y quedarnos en una pequeña cala, preciosa, donde encontramos una hamaca que nos acompañará el resto del viaje. Una gozada. Son las 13:00 cuando dejamos la playa de Vaggia y nos dirigimos a Sapsilia, pequeña localidad junto a Grikos, en la que se encuentra nuestro hotel, “9 muses Patmos”, que encontramos enseguida. Allí nos espera Giorgia, quien nos recibe amablemente y nos lleva a nuestro apartamento: Terpsichore. Se trata de una suite de nivel superior a lo que habíamos reservado, un verdadero detalle. El apartamento es una preciosidad y en el hotel se respira total tranquilidad. Cogemos de nuevo el coche para ir a comer a Grikos, un pueblo-puerto que se encuentra al lado, donde solo hay dos tabernas. Elegimos “Stamatis”: ensalada griega, calamares fritos, pasticcio, Fix y agua: 25€. Todo muy rico y el lugar encantador. Hace mucho calor, pues no sopla nada de viento, y nos dirigimos al hotel a darnos un baño en la piscina y a que la niña se eche la siesta mientras organizamos las maletas. A continuación nos damos una ducha y nos preparamos para ir a Chora, la capital de la isla, que se encuentra en un alto, a unos 5 Kms. Nos encanta pasear por las laberínticas calles medievales, llenas de pasadizos y cuestas entre casitas blancas, y en lo alto, el castillo. El pueblo es muy tranquilo y en él se encuentran algunas tiendas, bares, cafés y tabernas. Nos decantamos por Loza, recomendada en mi guía, y cuyas vistas de la isla, especialmente del puerto de Skala, son preciosas. En esta taberna, la cocina es creativa y muy sabrosa: ensalada de queso con naranja y frutos secos, pastel del día casero (de tomate y queso), rollos de verduras, Fix y agua:25€. Buscamos un supermercado para comprar agua y está cerrado, por lo que nos dirigimos a Skala, donde observamos que hay muy buen ambiente. Compramos el agua en un super y también unos helados en una heladería casera, que nos tomamos mientras damos un paseo. Nos encanta el ambiente de Skala. Vamos al hotel y a dormir. Etapas 1 a 3, total 8
3 de julio
Hoy nos dirigimos a Psili Ammos, una playa cuyo acceso se realiza andando desde Diakofti. El acceso no está indicado, por lo que al llegar a Diakofti tenemos que preguntar a un hombre que pasa por allí. Tras dejar el coche al final de la playa de Diakofti, emprendemos el paseo por un camino precioso junto al mar, con algunas cuestas al comienzo y más llano según nos acercamos a la playa. Se ven preciosas calas por el camino, pero queremos llegar al final, a la playa de Psili Ammos. Tras media hora escasa de trayecto, llegamos a la bella playa de arena dorada, bordeada por tamariscos que proporcionan sombra. Hay muchas cabras por allí y ocho o diez nudistas, que parecen haber dormido allí. Nos ponemos al final de la playa, que tiene una zona de rocas muy bonita. El agua es transparente, ¡cómo no! y nos damos un baño al instante, para refrescarnos tras la caminata. La playa es ideal y tiene una taberna estupenda donde disfrutamos de una ensalada de tomate y queso feta, pasticcio, bolitas de calabacín, yogur, Alfa y agua: 25€. Fenomenal. Antes de regresar nos damos otro baño para volver fresquitos al hotel, donde tras un rato de reposo y siesta de la niña, nos damos otro baño en la piscina. Es nuestro segundo día en la isla y se nota mucho calor, más que ningún año, pues no sopla nada de viento, pero la predicción dice que se acerca el meltemi, y tenemos ganas de que llegue, pues hace bastante calor. Hoy pasamos la tarde en el pueblo de Skala, construido alrededor del puerto. El paseo por sus callejuelas resulta muy agradable y se observa más ambiente que en Chora. En el pueblo hay varias terrazas decoradas con mucho encanto, algunas iglesias y tiendas muy bonitas, además de gran cantidad de tabernas, que según avanza la tarde comienzan a llenarse poco a poco. Nosotros elegimos una taberna junto al mar que nos ha recomendado Giorgia, la dueña del hotel, y es un gran acierto. La taberna está literalmente en el mar, junto a unas barquitas, y tenemos que arrimar un poco la mesa para que las olas no nos mojen los pies, pero nos encanta. "Tsipouradico": dakos, calamares grill, louka (pescado de Leros), Fix, vaso de vino blanco y tres pasteles de regalo: 32€. 4 de julio Tras un nuevo estupendo desayuno frente al mar Egeo, nos disponemos a conocer algunas nuevas playas de la parte norte de la isla. En primer lugar vamos a la playa de Geranos, cuya imagen desde lo alto en la carretera es preciosa. Pero al bajar, la playa no nos resulta tan maravillosa y decidimos ir a Livadi Geranou. Esta playa nos gusta más, y su situación frente a la pequeña isla de San Jorge con su iglesia, le da un aire encantador. Nuevamente encontramos una cala cuya roca forma un arco que la hace especial, y nos quedamos allí, disfrutando de unos estupendos baños, mientras divisamos a lo lejos la encantadora Chora con el monasterio de San Juan. Tras una mañana estupenda, subimos a comer a la taberna de la misma playa, cuyas vistas son maravillosas, mientras disfrutamos de una excelente comida: ensalada griega, bolitas de calabacín, suvlaki de pollo, mythos y agua: 24€. Regresamos al hotel justo para darnos unos baños en la piscina y prepararnos para hacer las visitas de los lugares de mayor interés de la isla. Estos lugares permanecen abiertos durante todas las mañanas de 8:30 a 13:30 y únicamente las tardes de martes, jueves y sábado de 16:00 a 18:00, por lo que, puesto que queremos hacer la visita por la tarde, solo tenemos la opción de hacerla en la tarde del martes. Algo antes de las 17:00 llegamos a Chora y subimos al Monasterio de San Juan, fundado en 1088 y que conserva su carácter de fortaleza medieval. La entrada es libre, excepto para visitar el tesoro (6€), pero nos resulta suficiente con visitar la iglesia con sus interesantes frescos del siglo XVII, sus patios y la subida a la zona superior, muy bonita. Nos montamos de nuevo en el coche para dirigirnos a la Gruta del Apocalipsis, situada a mitad de camino entre Chora y Skala. La entrada cuesta 1€ y tiene especial interés porque, al parecer, fue allí donde san Juan escribió el Apocalipsis según dictado de dios, en el año 95 de nuestra era. Regresamos a Chora con intención de visitar el monasterio de Zoodohos Pigis, que pensamos que está abierto hasta las 19:00, pero cuando lo encontramos está ya cerrado, a pesar de ser las 18:10. Nos dirigimos entonces a los molinos, que se encuentran en la zona oeste del pueblo, atravesando éste por sus encantadoras callejuelas. Los molinos son muy bonitos y las vistas de Chora y su monasterio desde allí, preciosas. Se percibe aquí que ha comenzado el viento en las islas, pero resulta agradable y no molesto. Nos encanta el lugar. Realmente las visitas han merecido la pena y es el momento de ir a Skala, pues nos encanta el ambiente de este pueblito para finalizar el día y cenar. Hoy elegimos Chiliomidi, una taberna tradicional, escondida en un callejón, que nos ha llamado la atención por ser un lugar de los de toda la vida. Y así es, los camareros son realmente amables y la comida de calidad: ensalada de tomate y feta, pastelitos de pulpo (excelentes), plato de pescados variados, vaso de vino, Fix y tres platos de sandía por cortesía de la casa: 27€. Vamos a pasear por el pueblo disfrutando de un helado casero, y se nos ocurre ir a la agencia de alquiler de coche, a ver si nos pueden solucionar el tema de la gasolina. La realidad es que fue un error llenar el depósito y el marcador no ha bajado ni una raya, y quereMos saber si puede haber alguna solución. Nos recibe Dimitris, el dueño de la agencia, prototipo griego tranquilo y amable, que se sorprende cuando le contamos que hemos llenado el depósito. Si, se lleva las manos a la cabeza, y quiere ayudarnos pero la solución es difícil pues lógicamente, él no puede compensarnos con dinero. Finalmente nos ofrece invitarnos a comer al día siguiente en la pizzería que hay junto a la agencia, en el puerto, que casualmente es el lugar en el que desayunamos el primer día al llegar al puerto de Patmos. Nos acompaña a la pizzería y nos presenta a los camareros, explicándoles que al día siguiente comeremos allí. Además, nos da una tarjeta firmada por él y le tomamos la palabra, agradeciendo el detalle que ha tenido con nosotros. Hoy ha sido un día muy completo y estamos encantados. Es hora de dormir. Etapas 1 a 3, total 8
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