India y Maldivas - 31 días por libre ✏️ Blogs de Sub Continente Indio

En Trichy (o Tiruchipalli) nos esperaban dos hombres, el dueño del auto y nuestro nuevo chofer, Karthik . Nos llevaron al hotel que yo había reservado por Agoda, H Susee Park (US 18), sin AC, sólo con ventilador para economizar . Esto le llamó la atención a Karthik quien se nos metió en la habitación creo que pensando refrescarse . El hotel era céntrico, básico, como lo son en general en esa ciudad.

Trichy era un asentamiento de la gran cultura draviniana del sur de India, los Chola. Destacan los templos Sri Ranganathaswamy dedicado a Vishnu y el Rock Fort compuesto por dos templos, uno venera a Shiva y el otro a Ganesh.
Quedamos en acomodarnos y que nos pasara a buscar para ir al Rock Fort, un santuario ubicado en una roca de 83 metros de altura. Sus dos templos hindúes, el Sri Thayumanaswamy a mitad de la ascensión, dedicado a Shiva, y el consagrado a Ganesh, en la cima de la roca.
Evidentemente el chofer era devoto del dios Shiva, como nos confirmó días después, pues insistía en que hiciésemos todo el ritual como él, arrodillarnos en son de adoración y que pasáramos a partes del templo permitidas sólo para los hindúes como decían los carteles . Pero distaba mucho de lograr convertirnos al hinduismo.
Sri Thayumanaswamy del Rock Fort, dedicado a Shiva (Trichy)
En el templo había mucha gente, calor, poca luz, al entrar hay que descalzarse y lavarse los pies en una pequeña piletita. Cabe aclarar que en el costado de la misma había excremento humano . Hicimos ofrendas con flores, acompañamos los rezos del amplio grupo de devotos y le hicimos señas a Karthik de seguir el recorrido. Si era por él permanecíamos en el ritual. Comenzamos a subir una escalera interminable descalzos hasta la cúpula . Los 344 escalones dan paso a una gran terraza al aire libre que hace de etapa intermedia entre el templo de Shiva y el de Ganesh. Desde la cima se tiene una amplia vista de la ciudad, la iglesia católica de Lourdes (semejante a la de Francia) y la isla de Srirangan donde se ubica el templo hindú Sri Ranganathaswamy, es el templo más grande de India dedicado a Vishnu.

La idea era ver también éste último templo, pero el tiempo no nos alcanzaba para recorrerlo esa tarde ya que es inmenso. Como había leído que es del estilo del Meenashky de Madurai, y partíamos de Trichy al día siguiente, no lo conocimos . Muchos considerarán esto imperdonable, pero se nos dio así. Siempre quedan cosas para ver. Infiero que al no ser Karthik devoto de Shiva, no le puso mucho interés en que lo viésemos, le hacía más propaganda al de Shiva .

La ruta programada era de Trichy ir a Kumbakonam y hacer noche allí, ver sus templos, regresar pasando por Tanjore y hacer noche nuevamente en Trichy para seguir a Madurai. Pero ya estábamos cansadas de ver tantos templos religiosos a Shiva, Ganesh, etc cuya arquitectura no era tan llamativa como me resultó la de los palacios y fuertes del norte de India.
Queríamos movernos solas por la ciudad y lugares a visitar . Quizás un poco agobiadas de la curiosidad india, ya que en el sur no hay tantos turistas como en el norte y es constante el pedido de fotos y miradas . Todo se disfruta y comprende pero queríamos un poco de tranquilidad, y no seguir pagando entradas para ver templos.

Cancelamos Kumbakonam pensando que sería más de lo mismo y consultamos a Karthik si esa tarde nos podía llevar a para ver el Templo Brihadisvara que era gratis . Así podríamos quedarnos un día más en el lugar que nos gustase de los que nos faltaba visitar. Almorzamos en el camino ya que Karthik dijo que tenía hambre . Se sentó en la mesa con nosotras. Como no teníamos idea qué pedir, se me ocurrió unos lassis de los que guardaba muy buen recuerdo . Él nos dijo “nada más?” y se pidió el almuerzo. En general los drivers comen aparte. Nos resultó chocante verlo comer con la mano y repetir cuando pasaban con los recipientes de arroz y guisos, se lo notaba sin modales o reparos . Cuando trajeron la cuenta yo pagué nuestra parte y creo que él suponía yo pagaría todo, pero si empezábamos así, debía hacerlo el resto del viaje .
Templo Brihadisvara (Tanjore)
Tanjore (o Tanjavour) está a 50 km de Trichy, se llega pronto. Karthik nos dejó en la entrada del Templo Brihadisvara, uno de los más bonitos de India dedicado a Shiva. Nos sorprendió gratamente este lugar por su amplitud y tranquilidad . Los curiosos que piden fotos son infaltables, pero pudimos sentarnos un buen rato tranquilas, solas, a la sombra y observar la arquitectura. No era agobiante como el ambiente del Rock Fort, seguramente porque éste está más apartado. Regresamos a Trichy con idea de pasar por el Sri Ranganathaswamy, pero ya era tarde . Le dijimos a Karthik que en la mañana siguiente salíamos hacia Madurai.

Nos dejó en el hotel, que era austero, limpio y sin bichos y a gusto nos dimos un baño en la “cagaducha” con agua caliente . La cama era matrimonial, sin sábana encimera, no es de extrañar en los hoteles 3 estrellas de India. Le dimos uso a nuestras toallas de viaje como sábanas y aprendimos a llevar papel higiénico en la cartera ya que no suele haber en los hoteles económicos . En los negocios te ofrecen papel higiénico cuando te ven cara de “turista en duda de qué comprar” . Decidimos no bajar a cenar y nos arreglamos con unas galletitas que teníamos , al día siguiente disfrutaríamos del desayuno que estaba incluído .
Dosa, típico desayuno tamil (Trichy- Tamil Nadu)

Comenzamos el día con el desayuno, o mejor dicho comencé, ya que Itxi se negaba a comer la dosa y acompañamientos. Sólo bebió el chai y en el camino galletitas . El tan ansiado desayuno era el típico de los tamiles, la dosa con varios potecitos y chai (el té indio con leche y especies, a mi me encanta) . Mi hija miró la bandeja con decepción. No probaba los guisados y desconfiaba en general de todo por miedo a pescar un desarreglo intestinal . Así fue que volvió con varios kilos menos dando la impresión que su madre no la había cuidado… Yo me atreví a todo, por el hambre y menos exigencias para comer. Me gusta la comida india y el picantito .

Respecto al chai nos llevó varios días entender el por qué lo sirven en jarrito y parte en el platito que lo sostiene. Es para mezclarlo y que no resulte tan caliente. Pensábamos que siempre lo traían volcado .

El driver nos estaba esperando y había cumplido el pedido de mi hija, que apareciesen los cinturones de seguridad para nosotras en el asiento de atrás . Comenzamos el recorrido a Madurai.
En ese viaje comenzamos a conocer (y odiar) a nuestro driver Karthik. Durante los 160 km nos torturó con la bocina y música india, ambos insoportables para oir todo el tiempo . Sé que en India tienen amor por la bocina, pero nunca había viajado tanto tiempo con alguien que no pasa dos minutos sin tocarla.
Los parlantes estaban en la luneta trasera, por ende, los teníamos pegados a nuestros oídos y esa voz chillona femenina taladraba los tímpanos . Como agregado, nuestro driver tarareaba las canciones .
El inglés de Karthik era inentendible, pero él estaba convencido que hablaba bien e insistía en conversar, Itxi lograba entenderle algo , yo desistí.
Hacía calor y el aire acondicionado brillaba por su ausencia, así los aromas se hacían más densos . Cada tanto paraba el auto, reconozco que pedía permiso, se fumaba un cigarrillo y se iba tras un árbol a vaciar su vejiga. Subía al coche con un insoportable olor a cigarrillo . No amagó fumar dentro del auto, ni se lo hubiese permitido. En esas paradas aprovechábamos a bajar el volumen de la música , no nos daba descanso ni cuando bajaba. Pero al rato él iba subiendo el volumen .
Interior del coche y sus “conexiones”

Luego de muchos kms tomamos coraje y le dijimos si podía apagar la radio . También debíamos recordarle a cada rato “slow please” ya que le gustaba apretar el acelerador, y el auto, distaba de resistir mucho. Los llamados al celular eran contínuos , como imaginan, hablaba mientras manejaba. Tenía un sonido de llamada que despertaba a un batallón de ejército y por ende nos alteraba. No nos explicábamos quién o quienes lo llamaban tan seguido.
Entre esos llamados estaba el de Prabhu para ver cómo iba todo . Nos veíamos en el dilema de decirle la verdad ó, como hicimos, decirle que “ todo OK”. Ya estábamos en medio del camino, Prabhu muy lejos en Jaipur, qué solución nos podía da r?
Los cinturones de seguridad nuestros aparecieron porque Itxi le insistió en Trichy, de entrada no tenía.

El coche del primer tramo había sido diez puntos , fue el que vio Prabhu, pero éste nada que ver. En mi viaje del 2013 también había tenido un coche muy bueno, limpio, chofer excelente. Eso me permitía comparar y saber cómo debía ser el servicio.
Yo aprovechaba los trayectos para buscar alojamientos y ver qué podíamos ver, pero con esa música constante era imposible concentrarme . Karthik insistía en saber dónde nos alojaríamos, a dónde iríamos, pero yo lo iba definiendo en el camino. Me irritaba su insistencia, creo que se daba cuenta porque al hablar se dirigía a Itxi y no a mí .
Al llegar a las ciudades o poblaciones le íbamos indicando en base al MapsMe dónde estaba el hotel o por dónde había que ir y él repetía continuamente “right or left” en lugar de bajar la velocidad o parar el auto mientras nos orientábamos.
Finalmente llegamos a nuestro nuevo destino, Madurai .

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Madurai es otra ciudad caótica del sur con calles estrechas, mucha gente, negocios, motos.
Karthik nos dejó en el hotel y nos despedimos de él …hasta el día siguiente. Qué felicidad no contar con su presencia y poder movernos a nuestro aire!
Elegí el H Padman(USD 21), esta vez con aire acondicionado y agua caliente , eso creíamos . Un motivo importante era su ubicación céntrica que nos permitía no depender del auto y chofer . El templo Meenakshi nos quedaba cerca y podíamos ir caminando. Tenía ansiedad por conocerlo ya que es uno de los más bonitos del sur de India, por eso pensamos en darnos una ducha e ir a verlo.
Como imaginaréis la primera en ducharse fue mi hija , gran decepción cuando salió y me dijo “ amá, sólo hay agua fría” . Otra vez sopa! También me hizo notar que la sábana tenía agujeros. Pero se la veía limpia . Desde la ventana se observaba el movimiento de la ciudad y bocinazos incluso durante la noche.
Vista desde la habitación del H Padman (Madurai)
Al bajar le reclamé al señor de recepción que el agua salía fría, me respondió que caliente sólo sale de 6 a 10 hs . Caminamos hacia el templo disfrutando el movimiento y gente que veíamos. Compramos papel higiénico . De lejos se ve la enorme torre o gopuram del Meenakshi, realmente una belleza de colores y pequeñas esculturas. A esa hora estaba cerrado y tuvimos que regresar más tarde. Caminamos a su alrededor y miramos dónde tomar y comer algo para hacer tiempo y no volver al hotel..
Meenakshi Temple (Madurai)
En los sitios de comidas leer la carta del menú es un poco inútil ya que si bien da una vaga idea de los ingredientes de los platos, el resultado final suele ser muy distinto al imaginado . Todo el proceso no deja de ser una sorpresa . Nos sentamos en un sitio que tenía buen aspecto. Al lado había una mesa de turistas que estaban comiendo y nos recomendaron algo de lo que ellas habían probado. Lo acompañamos con unos lassies .
No deja de ser curiosa la forma de comer en el sur, sobre grandes hojas de plátano que sirven de plato se coloca gran cantidad de arroz y los diferentes guisos que ofrece el mozo en tarros que lleva de mesa en mesa. Esto lo comen con gran habilidad con las manos, que se lavan antes y después de comer en grandes piletones .
Almuerzo en Madurai
Ya era hora de visitar el templo, dejamos calzado y mochilas en la consigna de la entrada (INR100). Había muchos visitantes, pero es un predio muy grande y se circulaba bien. Como otros templos tiene zonas de ingreso exclusivo para hinduistas. No fuimos con guía, nos conformamos con ver la arquitectura y movimiento de peregrinos. Sus torres son realmente magníficas, vale la pena conocerlo .
Meenakshi Temple (Madurai)
En el centro hay un estanque, con escalinatas donde se puede disfrutar la tranquilidad del lugar. En la entrada largas filas de escolares como en otras visitas a templos. Es llamativo la pulcritud de los niños. Las niñas con el pelo perfectamente atado, brillante y con moños impecables. Se ven pocas docentes para un grupo tan grande de estudiantes pero se manejan en perfecto orden. Infaltable la curiosidad, sonrisa y pregunta “where are you from?” . No se cansan de mirarnos y les encanta que les saquemos fotos.
Escolares visitando el templo
Luego de recorrerlo, dimos dos vueltas al templo buscando nuestra salida , es que al ser simétrico y tener 4 entradas/salidas, no acertábamos con la nuestra. Retiramos las mochilas y caminamos por los alrededores hasta que decidimos regresar al hotel .
Por la mañana entré a la cagaducha con intención de un baño con agua caliente ya que estábamos en horario, pero la caliente sólo salía por la canilla baja . Ya me iba convenciendo con que el agua fría era mejor porque estimula la circulación!
La incógnita del día era el desayuno, cómo sería? Nos dijeron que se servía en la terraza, tres pisos arriba. Como había ascensor subimos. De pronto éste se paró, abrimos la puerta y estaba a medio camino , Itxi se asustó y decidimos saltar al piso inmediato. Obviamente, subimos por la escalera! Por suerte el desayuno era tipo continental, o sea, jugo , pan y chai; además la terraza tenía buena vista . Nos despedimos de Madurai bajando por la escalera y dándole los buenos días a Karthik que nos llevaría a Munnar.

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El trayecto es largo, pero el paisaje es hermoso . Son 165 km que para nosotras representan hora y media, pero no es Argentina sino India y el tiempo de recorrido no es igual. Fueron unas 5 horas de Madurai a Munnar por ruta bastante aceptable para lo que hay en India. El paisaje va cambiando lentamente y se pasa de valles a montañas de altura importante, son los Gaths del Sur, un cordón montañoso que recorre el oeste de India de norte a sur. A causa del relieve no se puede acceder por tren a Munnar. Sólo en bus o coche, pero hay buena comunicación por éstos medios.

A medida que nos acercamos a Munnar la vegetación es espectacular! Lo recomiendo . Algo nos impedía disfrutar a pleno del paisaje y era….Karthik . Música, llamadas de teléfono y velocidad que no aminoraba a pesar de lo sinuoso del camino. De un lado montaña y del otro varios precipicios que no le hacían aflojar el acelerador. Repetidos “go slowly” de nuestra parte, pero el efecto duraba poco tiempo .

Había leído que Munnar era muy lindo, pero como también íbamos a Tekkady no encontraba información si valía la pena visitar los dos o era más de lo mismo. En realidad la mayoría de los recorridos son por Tekkady por su lago y con suerte ver tigres. En buena hora que fuimos ya que no nos defraudó, nos encantó ! Las plantaciones de té, de cardamomo y muchas otras especies son inolvidables. Uno se da cuenta de la inmensidad y variedad de paisajes de éste país. Diría que no es India si no fuera por los sarees de las mujeres . El clima es seco, de noche hace frío, esta es otra India. La impresión al llegar superó nuestras expectativas, pensamos lo bien que habíamos hecho de cancelar Kumbakonam y tener un día más para disfrutar de éste paraíso .
Munnar es una ciudad pequeña y bonita para mi gusto, tiene una mezquita, una iglesia y un templo hindú, además del mercado, tiendas, restaurantes, un parque muy bien diseñado, el río que cruza, todo se ve cuidado y lindo.
Pasamos por la Oficina de Turismo y nos dieron un plano e información de excursiones: Green View (a1,5 km del centro), organizan 3 excursiones de día completo donde puedes ir por ejemplo al parque nacional de Eravikulam

*** Imagen borrada de Tinypic ***
Oficina de turismo- Tours ofrecidos El coche de Karthik siempre vigilando

Nos alojamos en JJ Cottage (INR 1000), habitación amplia, agua caliente y baño privado. Pregunté si no tenía aire acondicionado y me dijo el dueño que no era necesario , lo cual me sorprendió . Al ver sobre las camas unas frazadas como no habíamos visto antes, también nos extrañó . Al día siguiente nos explicamos el por qué de las frazadas y sin AC, es que a la noche baja la temperatura y mucho! Bien a gusto nos tapamos con las mantas gruesas;s)! También escuchamos que Karthik prendía el motor del auto por la calefacción. Pobre, nos dio pena y todo, debía ser duro dormir en el auto con ese frío . Estacionó el auto frente al hotel, ya que no había lugar cubierto. Esto me aclaró un poco su curiosidad por saber a qué hotel íbamos, ya que los de categoría tienen buenos lugares para los choferes, pero no a los que íbamos nosotras .

La cagaducha se veía muy nueva , con los típicos baldes, aquí a tono con los azulejos. El calefón era eléctrico pero…..el agua caliente brillaba por su ausencia. Le reclamamos al dueño y vino a ver, nos dijo que calentaba, pero la prueba fue con la canilla baja. Conclusión, imposible ducharme con agua caliente. Con esas temperaturas no era broma !

*** Imagen borrada de Tinypic ***
Hotel JJ Cottage (Munnar)

Preguntamos al dueño por excursiones y nos señaló el hotel de al lado como organizadores. Allí fuimos a preguntar por los senderismos o trekking y arreglamos para el día siguiente, ya que salen todos los días con diferentes recorridos.
Nos reunimos muy temprano, tipo 7 hs en el hotel vecino. Toda la ropa de abrigo que teníamos nos la pusimos, que desgraciadamente no era mucha . Tomamos chai caliente con galletas mientras llegaba el resto del grupo, muchos de ellos se alojaban en ese mismo hotel que se veía muy bien y el encargado era más amable que el nuestro.

Fue un trekking espectacular, quedamos encantadas . Inicialmente dudé en hacer ese tipo de actividad pues dudaba de aguantar tanta caminata, si estaba sola no la hacía. Pero no quería decepcionar a Itxi que estaba muy entusiasmada. Esa es la ventaja de viajar madre e hija, ella me animaba. El guía era un encanto de muchacho, educado, flaquito, jovencito. Me contaba que salía todos los días con grupos y se alternan con el dueño para hacer el recorrido largo o corto. Uno termina después de medio día y el otro al atardecer. Lo bueno es que se puede salir con idea de hacer el largo pero si no llegas terminas antes, o viceversa.


Como yo era la “anciana” del grupo , me cuidaba en subidas y bajadas con pendiente dándome la mano y buscando los mejores senderos . Tuve algunas patinadas pero todo bien, no hubiera creído que iba a caminar a la par de los jóvenes hasta esas alturas . El camino maravilloso! En la mañana se levantaba la bruma del río, vas subiendo por los campos de té, senderos estrechos, un cielo azul y soleado. Nos fuimos quitando ropa por el ejercicio y porque al avanzar la mañana la temperatura sube y se hace muy agradable. La frutilla del postre es llegar a la cima para disfrutar una vista espectacular y un almuerzo riquísimo compuesto por sándwiches y frutas. Todo prolijamente envasado en tuppers que trae otro muchacho que nos alcanza aquí por un camino más directo.
Qué manera de disfrutar ese almuerzo a esa altura con un grupo de jóvenes de diferentes nacionalidades con los que compartimos historias de vida y rutas .

Almuerzo en las alturas y vistas durante el trekking

Iniciamos el descenso y algunos se acoplaban al grupo que seguía con el recorrido largo, para nosotras era suficiente, aún quedaba bastante por recorrer.
Para el siguiente día planeamos ir al Museo del té. MapsMe en manos comenzamos la caminata que es un precioso paseo. Podíamos haberle dicho a Karthik que nos llevase pero, como se trataba de disfrutar, por eso no le dijimos :secret:. En el Museo se paga entrada, pasan un video de la historia que relata cómo un inglés tuvo la iniciativa de plantar té, sorteó dificultades para instalar un ferrocarril, etc. Todo muy interesante. De allí se pasa al sector de manufactura del té. Finalmente se puede degustar variedades (pagando) y comprar. Había mucha gente.

Museo del té (Munnar)

Al regreso pasamos por el mercado de Munnar que es muy pintoresco y variado. Comimos unas samosas con chai en un barcito y seguimos disfrutando con caminatas, comidas, visitas al pueblo. Todo era ideal y nos daba pereza partir de allí, por eso recalculamos nuestra ruta y alargamos un día más en Munnar quitando uno a Kochi. Itxi estaba fascinada con el paisaje, clima, gente y nada de agobio respecto a días anteriores. Esto no parece India .

A quien no agradó nuestra decisión fue a Karthik , ya que tenía una noche más de frío. Para estos días había sacado a relucir su dotti, esa vestimenta que usan mucho en el sur de India los hombres en reemplazo del pantalón. Personalmente creo que parecen estar en pañales . Entiendo que es lo típico, pero me chocaba un poco en nuestro driver ya que los profesionales suelen respetar el atuendo correcto.
Llegó el momento de dejar ese paraíso y enfilar hacia Thakkady .

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