![]() ![]() Aciertos y errores en ROMA y alrededores ✏️ Blogs de Italia
7 días de Semana Santa en Roma para visitarla a fondo y hacer excursiones por los alrededores: Ostia Antica, Villas de Tivoli y Cerveteri. Con niños.Autor: Gemmita1 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.5 (17 Votos) Índice del Diario: Aciertos y errores en ROMA y alrededores
01: ¿Por qué Roma...otra vez?
02: Llegada y primer paseo: Piazza San Pietro, Castell Sant ´Angelo, Piazza Navona
03: Roma Barroca: entre Bernini y Borromini. Iglesias, Piazzas, Fontanas
04: La Roma papal: Vaticano y San Paolo fuori le Mura. Foro Boario.Trastevere
05: ¿Dinosaurios en la Antigua Roma?
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Etapas 4 a 6, total 9
Aunque tenemos entradas para los museos Vaticanos a las 11, a las 9 estamos en la plaza San Pedro para hacer la cola y aprovechar para ver la basílica, que hemos visto en internet que interesa hacerlo con dos horas de tiempo. Aunque hay una buena fila debido al control de acceso no sospechábamos que la mala ética de muchas personas que se metían por delante continuamente iba a hacer que esa fila hiciera que a las 10:35 tuviéramos que abandonarla a un metro del escáner porque de lo contrario no llegábamos a nuestra cita; además habían juntado dos accesos en uno para crear una cola alternativa a un grupo especial, y ahí nos encontramos todos en un embudo. Total que tras casi hora y media acumulada en los riñones nos fuimos. Y es que desconocíamos que la salida del museo nos iba a dejar ¡dentro de la Basílica! He aquí nuestro gran error junto con haber cogido la cita tan tarde estando tan cerca de nuestro alojamiento.
Al llevar la entrada de los museos vaticanos nos ahorramos la cola de los museos (acierto, aunque era mucho más corta que la de la basílica) y decidimos ir directamente a la Capilla Sixtina (error) pasando por las habitaciones de Rafael donde vimos la sala de la Signatura que enfrenta la razón con la fe: la magnífica “Academia de Atenas” en que Rafael representa muchas personalidades de la época en forma de pensadores clásicos, con el cuadro “La disputa del Sacramento”. Después por fin accedimos a la capilla Sixtina, colosal e impresionante obra de arte de Miguel Ángel llamada así porque la mandó reformar el papa Sixto IV. Por una lado en la bóveda pintó escenas del libro del Génesis, y en el altar unos años después, El Juicio Final. En las paredes de la Capilla a la derecha del altar veremos frescos sobre la vida de Jesús, y a la izquierda sobre la vida de Moisés realizados por diversos autores del Renacimiento, entre ellos Boticcelli o el Perugino. Éramos incapaces de bajar el cuello y dejar de mirar las escenas de la creación. Nuestra idea era a continuación buscar el Laocoonte y otras obras, pero como he adelantado antes, tras la Capilla te dirigen directamente a la salida a la Basílica sin posibilidad de volver a entrar. Pero como esas obras las tenemos de la vez anterior… Mi marido y los niños subieron a la Cúpula mientras yo les esperaba en las escaleras admirando la plaza a mis pies por no poder subir tantos escalones. Ya me pondrían los dientes largos a la salida con sus vistas de la ciudad. La subida a la cúpula se puede hacer en su totalidad andando (520 escalones, 8 euros) o parte en ascensor (unos 320 escalones y 10 euros), los niños gratis. Las vistas son auténticamente espectaculares. ![]() Cuando bajaron pasamos juntos al templo, la segunda basílica mayor en la que entramos, y justo a la derecha encontramos la cristalera tras la que se admira la Piedad, también de Miguel Ángel, una preciosidad que pese al momento desgarrador que representa sólo refleja serenidad y dulzura. Como esta obra la realizó con sólo 24 años se puso en duda su autoría lo que le llevó a firmarla. ![]() Tenemos cerrado el paso al transepto y solo podemos ver el baldaquino desde la barrera que han puesto. Bajamos a la cripta papal donde podemos contemplar la tumba de San Pedro, pero la salida de la cripta también nos saca de la basílica, aviso. La curiosidad de los niños fue, como no, para la Guardia suiza con sus uniformes. ![]() ![]() Nos dirigimos en 20 minutos a Campo di fiori donde aún están los puestos del mercadillo, y comemos en el restaurante Magnolia. Este día me decanté por unos rigatone carbonara. Salimos con lluvia hacia San Pietro in Montorio que nos marca el Google 20 minutos y cuando llegamos está cerrado. Retrocedemos una parte y en un local de prensa compramos tiquets sencillos de autobús, que nos salen más a cuenta que comprar la tarjeta de uno o dos días. Cogemos el bus 23 para llegar a San Pablo extramuros o San Paolo fuori le Mura, que tengo pendiente otro Papa más por ver su medallón desde la última vez: el actual Francisco I, iluminado. Y va la tercera basílica mayor. También de tres naves y planta basilical, junto con la de Santa Cecilia es la que mejor conserva la planta de las antiguas basílicas paleocristianas. Entre las anécdotas contar que están expuestas las cadenas con las que ataron a San Pablo y que supuestamente se aprecia parte de su tumba. El claustro con columnas pareadas y fustes helicoidales son una delicia. ![]() ![]() Como los billetes de autobús sencillos son válidos durante 100 minutos nos valen para la vuelta y bajamos del 23 al lado de la Boca della Verita pero ya ha cerrado, así que vemos el Foro Boario que se compone del templo circular de Hércules Victorioso, el de la Fortuna Viril y el Arco de Jano. ![]() ![]() Paseamos hacia la Isla Tiberina donde atravesamos el puente para acceder a ella y compramos allí mismo unos helados mientras paseamos por la ribera del río de la isla hasta la punta para ver los dos puentes a la vez. ![]() ![]() ![]() Esta isla es, según la arqueología, la parte de la ciudad más antiguamente habitada, y fue la causa de la riqueza y base del poder de Roma, ya que la isla hacía vadeable el Tíber e hizo que el comercio norte-sur de la Península Italiana en la Edad del Hierro pasara por aquí. Al cruzar recorremos el encantador barrio del Trastevere de camino a Santa Cecilia. Como están cantando con el coro no podemos acercarnos a ver la preciosa escultura de la mártir. ![]() ![]() ![]() Con los paseos por el barrio va anocheciendo dando por terminada la jornada camino al apartamento. ![]() ![]() ![]() ![]() Etapas 4 a 6, total 9
![]() ¿Dinosaurios en la Antigua Roma?Itinerario por la antigua Roma: Foros republicanos, Coliseo, Foros Imperiales, Catacumbas de San Calisto, Termas de Caracalla. Basílica de San Juan de Letrán, Santa Croce in Gerusalemne, Coliseo anocheciendo
- ¡Chicos, arriba, que ponemos en marcha la máquina de tiempo!
- Nooo, máquina no, el giratiempo - dice mi hija (estamos en el año de Harry Potter). Ups, nos hemos debido pasar y... ¡se nos ha colado un dinosaurio! Pues nada, nos lo llevamos a nuestro paseo por la Antigua Roma. El bus 916 de la calle delante de la nuestra nos deja en la Piazza Venezia y a las 9:15 ya estamos solos ante la taquilla del Foro para sacar la entrada conjunta: Foro-Palatino-Coliseo Y es que como bien aconsejan en el foro de la web merece la pena sacarla aquí antes y evitar las largas colas del Coliseo. ¡Acierto! Nos hacen reducción por docentes y las entradas nos sale a 7,5 euros los cuatro (la entrada normal son 12 euros por persona). Dudamos entre visitar primero el Coliseo que aún es pronto y habrá poca gente, o bien el foro y esperar a las 10:30 para hacer la visita guiada del Coliseo. Al final escogemos esta opción. Muy brevemente, antes de comenzar esta ruta, enumeraré los emperadores romanos desde el primero del que veremos restos: Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio, Nerón, Vespasiano, Tito, Domiciano, Nerva, Trajano y Adriano. Y aprovecho para recomendar muy especialmente la trilogía de Trajano de Santiago Posteguillo. El primer volúmen “Los asesinos del emperador” arranca desde los últimos días de Vespasiano, y los gobiernos de Tito y más extensamente de Domiciano. En “Circo máximo” y “La Legión Perdida” veremos el gobierno de Trajano y se retrata a la perfección la vida y costumbres del Imperio, con un lenguaje asequible y de forma novelada. Son libros increíbles como también lo es la trilogía de Escipión. Entramos al Foro Republicano a través del Arco de Tito, de un solo vano (hueco) con dos enormes pilares que en su interior acogen dos relieves, uno con Tito y el Emperador Vespasiano entrando victoriosos en carro, y otro en frente con el botín obtenido de la conquista de Jerusalem. ![]() A la derecha del Arco de Tito dejamos el templo de Venus y Roma del que solo quedan algunas columnas. Más adelante también a la izquierda está la Basílica de Majencio (ya de época imperial) y allí está la salida de los Foros. Volviendo a la ruta central de los foros a la izquierda encontraremos un templo circular (Templo de Vesta) y al lado la casa de las vestales, las sacerdotisas que vigilaban el fuego de Vesta, es un patio con peristilo y desde él se abren las habitaciones de las sacerdotisas. ![]() Justo detrás del Templo de Vesta está el de los Dioscuros del que quedan algunas columnas, y al lado el templo al Divino César. A continuación nos encontramos con la Basílica Iulia, mandada construir por César, de ahí su nombre, solo nos quedan los cimientos y alguna columna. También vemos una serie de columnas conmemorativas y al otro lado, cerca de la entrada a los foros, la Basílica Emilia de la que solo queda alguna columna. La Curia era uno de los lugares donde se reunía el Senado romano y pegado a ella el Arco de Septimio Severo de tres vanos. Detrás del arco se pueden ver los restos del templo de la Concordia y del Tabularium (archivos administrativos de Roma). Al lado del arco de Septimio Severo tenemos el Miliarium Aureum, mandado construir por Augusto para marcar las distancias de las calzadas del Imperio y que constituía el cruce de tres vías importantes. ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Y subiendo, el templo de Vespasiano, construído por sus hijos Tito y Domiciano en honor de su padre del que sólo sobreviven tres columnas. ![]() Sobre una colina a la derecha del Foro Republicano se encuentra El Palatino, palacio imperial de Augusto, lo más destacado de lo que queda del palacio es una terraza desde la que se divisa el Circo Máximo, y un estadio de época de Domiciano. ![]() ![]() Cerca del Palatino está la llamada Casa di Livia (esposa de Augusto), pero estaba cerrada y no pudimos visitarla. Salimos tras más de hora y media de paseo con nuestro dinosaurio inmersos en la vida romana. Vamos al Anfiteatro Flavio pensando en hacer la visita guiada de las 11:30 donde buscamos la entrada para los que ya tenemos el ticket adquirido, y cual es nuestra sorpresa cuando nos encontramos ante una larga cola (imaginad la fila para los que no tienen). Durante la misma nos abordan personas de empresas de tours ofreciendo saltarse la cola contratando con ellos el tour por el Coliseo. Al final la espera resulta ser de 30 minutos y perdemos también la oportunidad de hacer la visita guiada de las 11:30. Quizá hubiese sido mejor haber empezado por aquí en vez de por el foro, aunque es verdad que los foros los vimos apenas con gente. (¿Acierto o error?). El Anfiteatro Flavio es el Anfiteatro más grande del Imperio Romano con capacidad para 55.000 espectadores. Es una construcción mandada edificar por Vespasiano. Como anécdota decir que es llamado Coliseo porque donde hoy se levanta al Anfiteatro mandó colocar Nerón una estatua con su imagen de unos cuatro metros a la que los romanos llamaron el Coliseo. Cuando Nerón murió y fue sustituido por Vespasiano este mandó tirar la estatua y edificar el Anfiteatro al que los romanos acabaron apodando como a la estatua. Es un edificio que desde fuera tiene cuatro alturas y va a marcar una moda para el resto de edificios con varias alturas en el Imperio: la baja será de orden toscano, la siguiente jónica, la siguiente corintia y la última de pilastras de orden compuesto. Los teatros de Marcelo tienen el mismo orden. En el interior es un gran óvalo con tres partes: la cavea con un ingenioso sistema de vomitorios o pasillos para facilitar el acceso de los espectadores, la arena donde se celebraban los juegos, y la fosa bestiaria donde animales y gladiadores esperaban su turno para participar en los juegos. A los romanos las luchas que más les gustaban eran entre animales o animales contra gladiadores. Las luchas entre gladiadores eran menos habituales en contra de lo que las películas nos hacen creer. Otra anécdota de este Anfiteatro es que en él podían realizarse naumaquias, o batallas navales llenando la arena de agua. ![]() ![]() ![]() Cuando bajamos nos recreamos haciendo fotos de la magnificencia del monumento y el Arco de Constantino, que logró impresionar hasta a nuestro dino acompañante. ![]() ![]() ![]() ![]() Pensamos ya en comer, pero algo rápido porque aún nos queda mucha Roma Antigua por delante y aceptamos la sugerencia de la repartidora de propaganda de Lasagnam, un local de comida rápida a la vuelta de la oficina de turismo pasado el arco. Cuando terminamos vemos por fuera los Foros Imperiales: el Foro de Nerva también llamado Foro Transitorio, el Foro de Augusto que incluye el templo de Marte erigido para agradecer la victoria sobre los asesinos de César. ![]() Y el foro de Trajano con la Basílica Ulpia, el mercado y la Columna Trajana, que en su fuste helicoidal están narradas las dos guerras victoriosas de Trajano contra los Dacios y en cuya base se colocaron sus cenizas tras su muerte. Es una columna hueca por dentro con una escalera que permitía subir hasta su cumbre. ![]() ![]() ![]() ![]() A lo largo de la calle tenemos las estatuas de Julio César, Nerva y Trajano. ![]() ![]() Como es pronto y tengo estudiados los horarios de nuestras siguientes visitas tomamos la decisión de ir primero al lugar más alejado y que además cierra antes que los demás: las catacumbas de San Calisto (acierto). Por lo que cogemos el bus 118 en la Piazza Venezia dirección Vía Appia a las afueras porque las necrópolis romanas estaban a las afueras de las ciudades a lo largo de las calzadas. Llegamos con quince minutos de antelación para la visita guiada en español de las 15:30 en el que llegamos a ser un grupo de 8 personas. La entrada nos cuesta 26 euros en total (8 adultos, 5 niños, sin reducciones). No se permite hacer fotos ni videos. Las catacumbas de San Calisto, también llamadas catacumbas de los Papas, son las catacumbas más importantes y ocupan 20 kilómetros totales de los que recorremos una pequeñísima parte. Son lugares de enterramiento de los primeros cristianos (hay que recordar que los romanos paganos se incineraban) y corresponden al siglo III, el periodo de las persecuciones más duras contra los cristianos. Se enterraban fuera de la ciudad en estos lugares donde en primer lugar se excavaba un agujero o chimenea por donde en primer lugar se sacaba el material y que después servía de respiradero y ventilación. El material era la “toba”, material blando de origen volcánico fácil para excavar pero que en contacto con el aire se pone duro como piedra. Cuando la toba de un primer nivel no aguantaba más se hacían escaleras para bajar niveles y seguir excavando, de forma que cuanto más abajo más modernas son las tumbas. En el siglo IX las catacumbas se olvidan, y no se volverá a saber de ellas hasta el s. XIX. Tras la charla introductoria bajamos la escalera de acceso y entramos en la Cripta de los Papas con los nombres en griego ya que era la lengua oficial de la iglesia en el s. III. Nos encontramos con la tumba de Sixto II, mártir principal de la catacumba, y con la de Santa Cecilia donde reposó antes de ser trasladada a la Iglesia de su nombre en el Trastevere. En recuerdo de su presencia hay una reproducción de su escultura, con la marca en el cuello en señal de que fue decapitada y los dedos de las manos señalando los número 1 y 3: un sólo Dios, y el misterio de la Trinidad. Allí mismo se aprecian frescos originales de la primera mitad del siglo III, en concreto un Pantocrátor y la propia Santa Cecilia. Las sepulturas eran excavadas en el mismo momento del enterramiento con las medidas del cuerpo, por ello la irregularidad de las filas y algunas de pequeño tamaño, tanto porque la talla media era menor que la actual y por la alta mortandad infantil (un 40 % son de niños). Por higiene se cubrían con cal viva y después se sellaba con la lápida grabada con los datos de la persona y un espacio para la lamparita, simbolizando la luz eterna. De hecho pudimos ver una vitrina con restos de lamparitas. Los signos que se grababan eran los clásicos cristianos: un pez, paloma de la paz y el crismón. Ahora las sepulturas se encuentran abiertas y vacías ya que los restos están guardados en los osarios. Después pudimos recorrer algunas criptas o panteones de ricos, pequeñas habitaciones en la que vimos un techo abovedado con un fresco del buen pastor. Al contrario de lo que se dice no eran lugares ocultos, se conocían pero se respetaban por los muertos, sin embargo si eran lugares de reuniones. Actualmente se permite celebrar misas tras pedir reserva. Mantiene una temperatura constante de 15 grados todo el año. Cuarenta minutos después y tras subir los 53 escalones de salida se da por terminada la visita. Como aún estamos dentro de los 100 minutos nos valen los mismos billetes de autobús para hacer el trayecto de vuelta y bajamos para ver la Pirámide de Cayo Cestio, pero descubrimos que solo se visita el primer y tercer sábado de cada mes por lo que vamos ya a las Termas de Caracalla a las 16.45. Las entradas reducidas nos cuestan 8 euros en total (son 8 euros por persona la entrada normal). Fueron las termas más monumentales junto a las de Diocleciano. ![]() Consistían en una superficie cuadrada enmarcada con un gran patio. Desde el patio se accedía a los edificios a través de dos palestras y desde ellas a dos vestuarios, ![]() ![]() desde ellos se llegaba a una enorme natatio o piscina con unas medidas similares a una piscina olímpica, todo el vaso rodeado de mosaicos en los suelos, ![]() ![]() ![]() ![]() y cerca de la zona de baño unas tabernae para tomar un refrigerio. También desde los vestuarios se podía acceder al frigidarium o zona con agua fría donde había dos grandes fuentes y cuatro bañeras con el agua fría, hoy día repartidas por algunas plazas de Roma como vasos de las fuentes - Piazza Farnese-. Desde el frigidarium se accedía al Tepidarium y Caldarium. A ambos lados del Caldarium y aprovechando el sistema de calefacción había dos zonas de sauna. Con esta visita hemos terminado nuestro recorrido por la Antigua Roma, pero aún tenemos tiempo de algo más. Paseamos 20 minutos a pie hasta llegar a San Juan de Letrán, la cuarta basílica mayor que nos quedaba por visitar, verdadera catedral de Roma, sede del obispado de Roma donde el Papa oficia dos misas al año: el jueves santo y el Corpus Christi. Dentro está la silla donde solo se sienta el papa, y la tradición dice que en la figuras sobre el altar se encuentran las cabeza originales de San Pedro y San Pablo. A lo largo de la nave central están los 12 apóstoles. ![]() Cruzando la calle entramos en la Scala Santa, actualmente en reforma, que te concede la indulgencia plenaria si la subes de rodillas. Nos comemos unos helados de camino a Santa Croce in Gerusalemme, erigida en el antiguo Palacio Imperial de Constantino. Santa Helena era la madre de Constantino, el Emperador que legalizó el culto cristiano. Ella era una devota cristiana y tuvo noticia de que un judío llamado Judas sabía donde estaba enterrada la cruz de Jesús, y tras ser torturado reveló a Helena el lugar. Pero al desenterrar la cruz con ella estaban la de los ladrones, ¿cómo saber cuál era la de Cristo? Justo en ese momento pasó un cortejo fúnebre, tocaron al difunto con las cruces y al tocar la de Cristo resucitó, así se supo cuál era la verdadera. Esta historia está narrada en la pintura del ábside de la iglesia. En ella se pueden visitar una serie de reliquias: un trozo de la vera cruz, uno de los clavos con los que fue crucificado Jesús y dos de las espinas de la corona de espinas. ![]() Saliendo a la derecha llegamos hasta…¡la tumba del panadero! Marco Virgilio Eurysaces, al lado de la Puerta Maggiore. Y pensar que en aquel viaje estuvimos en la iglesia y llegamos a estar a un paso… Los romanos paganos se incineraban y la plebe se enterraba en columbarios, monumentos funerarios familiares que tenían estanterías que recogían las vasijas con las cenizas. Pero la gente con un poco de dinero podía mandar construir mausoleos más originales, como el caso de Eurysaces que mandó que su monumento funerario fuera un horno de pan. ![]() Como ya hemos terminado toda nuestra programación pero aún es de día ¿qué hacemos? pues vamos a ver anochecer sobre el Coliseo, en tranvía, que tenemos 100 minutos para ver iluminado el anfiteatro, los foros y volver a coger el autobús en la Piazza Venezia para devolver al dinosaurio a su tiempo. Y con estas maravillosas imágenes en la retina termina la etapa reina de este viaje. ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Etapas 4 a 6, total 9
Por fin la ansiada excursión de mi hija a Ostia Antica. Pongo en antecedentes: hay una colección de libros de literatura juvenil llamada “Misterios Romanos” de Caroline Lawrence editados por Salamandra y protagonizados por Flavia Gémina, una niña cuyo padre es marino romano por lo que viven en Ostia Antica, que fue el puerto de Roma. En los libros a través de las aventuras de los personajes se describe la vida en el Imperio romano, y en concreto en el primer libro se describe muy bien Ostia; en otros conocerán Pompeya y el Vesubio, las carreras de cuádrigas, Rodas,... De modo que vamos a ver si logramos encontrar la casa de Flavia con el mapa del primer libro en la mano.
Para llegar cogimos el tren en la estación de San Pietro al lado del apartamento hasta San Paolo donde hacemos trasbordo al andén Lido dirección Ostia-Colombo (el billete del metro que cogimos es válido para el tren en este caso y cómo estamos dentro de los 100 minutos no hace falta sacar más). Tras 20’ de tren llegamos a las 10:45. Sacamos las entradas a 7€ cada uno con reducción, niños gratis, aviso que hay que comprar el mapa para ubicarte dentro del recinto por 2€, y durante las dos próximas horas y media nos sumergimos en los restos de la antigua ciudad romana. Situada en la desembocadura del río Tíber (actualmente el mar está más retirado) Ostia alcanzó el tamaño de una ciudad importante. Comienza la visita por la necrópolis ![]() ![]() y una vez atravesada la Porta Romana recorriendo el Decúmano podemos apreciar la vía comercial de la antigua ciudad portuaria; no hay que olvidar que al ser el puerto romano debía tener almacenes y era zona de muchos locales comerciales, de ahí la cantidad de tabernae, que debieron ser porticadas para favorecer el comercio ante las inclemencias del tiempo, así como lavanderías, tintorerías, thermopolium o casas de comida y los almacenes. ![]() ![]() ![]() ![]() Otro de los itinerarios es el paseo por el centro de la ciudad alrededor del foro y el Cardo Máximo. Como en toda ciudad romana no pueden faltar las termas, sus edificios religiosos, las Basílicas (para los romanos lugar de celebración de los juicios), templos e incluso la basílica cristiana. ![]() ![]() ![]() Destaca su teatro donde se aprecian perfectamente la cavea, la orchestra y parte del escenario, y justo detrás un patio porticado rodeado de un peristilo previo al paso a un templo pagado por los mercaderes de la ciudad. ![]() ![]() También encontraramos las domus o casas, tanto nobiliares como más populares llamadas insulae. ![]() ![]() ![]() En fin, un paseo de dos horas y media que nos recordó nuestra visita a Pompeya, aunque los niños echaron de menos los “pasos de cebra” de ésta última. Comemos a la salida de las excavaciones en el primer restaurante que hay. No nos gustó. Cogemos el tren, vamos a la Villa Borghese y cuando llegamos hasta la Galleria nos enteramos de que no es posible el acceso sin cita previa y está completo para los próximos dos días, de modo que la ilusión de mi marido de ver las obras de maestras como Apolo y Dafne de Bernini, se ven frustradas. Así que vamos paseando por el inmenso parque de Roma junto a las bicicletas y dejamos al peque jugar un poco en los columpios. De salida pasamos a propósito por delante del palacio Medici pero no se puede ver nada y de vuelta volvemos a pasar por la Piazza Spagna donde por fin pillamos abierta la Iglesia Trinita dei Monti, el Panteón donde nos sentamos un rato a descansar en los escalones de la fuente escuchando al guitarrista, la Piazza Navona, el Castell Sant´ Angelo, San Pedro y vamos a la pizzería Goose bajo el puente que nos recomendó nuestro casero para coger una pizzas para llevar y cenar (13€ las dos pizzas). Etapas 4 a 6, total 9
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