Una semana recorriendo Transilvania, Rumania ✏️ Blogs de Rumania

Aunque el castillo de Bran, estaba a solamente 35 km de Brasov, quisimos salir con tiempo.
La ruta nos marcaba 45 minutos. Tardamos más que eso, yo creo…Carretera en pésimas condiciones, muchos tramos cortados por obras y un solo carril, alternando sentidos con unos semáforos…así que paciencia.

Llegamos a las 11 de la mañana, pero como era lunes, el castillo abría a las 12.
Nos fuimos a desayunar algo a un bar cercano hasta las 11:45 que fuimos a ponernos a la ya numerosa cola.
Creo que fue de los pocos sitios donde vimos españoles…

40 lei por cabeza y para adentro. El castillo no tiene mucho que visitar (decepcionante si has visto primero el de Peles) algunas estancias y un patio interior muy bonito, pero poco más.



Una visita bastante cara para lo que es.
1h después, estábamos fuera. Fuimos a por el coche y siguiendo la carretera, como a 500mts hay una explanada desde la cual se tiene la típica vista del castillo.


Unas fotos y nos fuimos a comer. Elegimos el restaurante Conacul Bratescu.
El sitio está genial, con unas buenas vistas y la comida riquísima, barato… peeeero…. Nos tardaron una hora en servir la comida desde que nos tomaron nota… Tenedlo en cuenta por si acaso.

Cuando terminamos de comer, cogimos el coche y nos fuimos a la fortaleza de Rasnov.
Subimos con el coche hasta un parking habilitado y ahí cogimos un trenecito que te dejaba casi arriba en la fortaleza. El precio del tren era 5 Lei ida y vuelta, y bueno, aunque no era mucho la subida, lo hicimos en el trenecito.

Cuando te bajas del tren, subes unos 100 mts y te encuentras un caseto donde sacar las entradas. Pagamos 10 Lei al contado ya que no permiten tarjetas y para adentro.
Nada más entrar, pasas por debajo de una torre. Subimos a dicha torre y se contemplan unas buenas vistas.


Después continuamos subiendo por un caminito hasta pasar por debajo de la barbacana y ya si, accedes a la ciudadela (o lo que queda de ella).
Merece la pena dar un paseo por allí, aunque no haya mucho que ver. Me gusta pasear por ciudadelas amuralladas, no sé, me gusta todo lo relacionado con el medievo.

Subimos a lo más alto y se divisa unas vistas muy bonitas.
Tras las fotos de rigor, deshicimos nuestro camino hasta el trenecito y luego hasta el coche.
Antes de continuar a Brasov, paramos en Rasnov pueblo a hacer la típica foto.


A nuestra llegada a Brasov, aparcamos mediante SMS como el día anterior y para nuestro apartamento.


Hoy habíamos planeado cenar en la Pizzería della Nonna. Está un poco alejado del centro, y por la zona es difícil encontrar algún bar para tomar unas cervezas. Finalmente encontramos un Pub Ingles no muy lejos, tomamos unas cañas haciendo un poco de tiempo hasta la hora de la cena.

La pizzería esta genial. Pizzas muy grandes, masa artesana, buenos ingredientes, son muy rápidos, la pizza riquísima y súper barato. Totalmente recomendable.
Menos mal que teníamos que dar un paseo si o si hasta el centro, porque habíamos comido por encima de nuestras posibilidades…

Esta vez, en vez de entrar al TIMES, decidimos ir a un bar un poco más adelante en la misma calle. Hay que bajar unas escaleras. Esa noche había karaoke, así que nos pedimos unas cervezas y allí estuvimos un buen rato escuchando cantar a la gente, la verdad que había 2 chicas que lo hacían fenomenal!

No quisimos liarnos mucho y nos fuimos pronto a dormir.

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Aprovechando el día, madrugamos mucho con la intención de llegar pronto a Sighisoara.
Nos separaban solamente 117 km, pero tardamos casi 2h. Por lo que llegamos sobre las 11 de la mañana.
Teníamos el apartamento alquilado en Gasthaus Altepost. Un sitio genial para alojarse y para comer.

Aparcamos justamente al lado, pusimos el ticket del parquímetro valido para todo el día, creo que eran 5 Lei. Dejamos las maletas en el coche puesto que hasta las 15h no teníamos el check in, y nos fuimos dando un paseo hasta entrar en la ciudadela de Sighisoara.


La verdad es que es un sitio muy bonito. Es pequeño y se pasea a gusto.


Así pasamos la mañana, entre paseos y cervezas hasta la hora de comer.

Decidimos ir a donde estábamos alojados. Nos bajaron a una bodega donde está el comedor y nos atendieron en castellano! Pedimos goulash de ciervo, costillas, etc. Todo buenísimo y genial de precio nuevamente.
En cuanto terminamos de comer, fuimos a por las maletas y las dejamos en el apartamento.
Todo perfecto!

Una vez ya todo colocado, nos fuimos a dar otra vuelta. Esta vez por la zona de fuera de la ciudadela, cruzamos el rio hasta una iglesia y luego tomamos una cerveza por allí.


Cuando ya oscurecía, subimos de nuevo a la ciudadela, esta vez por unas escaleras.

Paseamos y bebimos cervezas…jejejeje. Fuimos a la casa donde nació Blad Tepes.


Sin más. Tomamos una cerveza allí y como ya iba siendo hora, nos fuimos a cenar a Casa Georgius Krauss. Que puedo decir: Tanto el sitio como la atención fueron magníficos. No vayáis muy tarde puesto que la cocina cierra a las 22:30h creo que nos dijeron.
La comida estaba espectacular. Pedimos solomillo y pato y buff, muy muy bueno.

Seguramente el mejor restaurante de todo el viaje. Algo más caro que lo que veníamos gastando, pero salimos a unos 20 €. (siempre pedimos lo mismo por persona:2 cervezas, un plato principal y café)

Después de cenar, nos fuimos a dar un paseo y a tomar unas cervezas por ahí.



La verdad es que no hay casi nada de ambiente nocturno…pero bueno.

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Con la reserva del apartamento, teníamos desayuno incluido, así que nos aprovechamos.

Decir que el alojamiento muy muy bien, el desayuno, tipo buffet, muy completo y muy bueno todo. Totalmente recomendable este sitio.

La noche anterior, estuvimos valorando la opción de ver la Salina Turda, ya que pillaba de camino y puesto que madrugamos y no teníamos el check in del siguiente apartamento hasta la hora de comer, decidimos entrar a verlo.
Después de 1h y algo de viaje, llegamos a Turda. Con google Maps no fue difícil llegar a la salina, no obstante tienen indicaciones en el pueblo.

La visita no es barata para lo que ofrecen, la entrada son 30 lei, y luego dentro vas visitando la mina de sal. Hay ascensor para bajar a los pisos inferiores, o bien por escaleras.


En el piso de abajo hay una noria y luego actividades como ping pong, bolos, mini golf…y un anfiteatro donde proyectan una película. Todas estas actividades son de pago.


Debajo de este piso, hay un pequeño lago, con un embarcadero en el cual puedes alquilar unos botes y navegar por allí. También de pago.


El sitio la verdad es que es espectacular, todo picado por el hombre…

Nuestra visita duró aproximadamente 1h, tras la cual, reanudamos la marcha hasta Cluj, puesto que nos quedaba algo más de media hora de trayecto.

Al llegar, estuvimos esperando un poco por las llaves, dejamos las cosas en el piso y nos fuimos caminando hacia el centro para buscar algún sitio donde comer.

Estábamos un poco alejados del centro, como a 15 minutos caminando.

Llegamos a la plaza Uniri, centro de la ciudad.


La idea era ir a un sitio que tenía apuntado, pero se ve que estaba cerrado por obras, así que nos arreglamos en un irlandés que hay al lado. Nada del otro mundo, pero bueno.

Después de recuperar fuerzas, fuimos a dar una vuelta un poco a nuestro aire, hasta cruzar el rio


Luego hasta un parquecito que hay cerca

Para terminar de nuevo en la plaza Uniri


junto a la cual esta este monumento


Y de ahí, camino a casa a cambiarnos, previa parada en la opera.


Justo en frente, hay este monumento que no recuerdo en honor a quien era, y detrás, la catedral ortodoxa.


Una vez duchados y cambiados, nos volvimos al centro para ir a cenar a un restaurante que nos había recomendado una amiga que estuvo aquí de erasmus.
Nos pusieron unos chupitos de una especie de aguardiente que se bebe antes de empezar a comer.


Yo me pedí unos Sarmale, que era parecido a los rollitos de primavera rellenos de arroz y carne picada, con una salsa. La verdad es que estaba muy rico


Aprovechamos también y probamos por primera vez el típico postre, el papanasi. Estaba bueno, pero llena muchísimo.


El sitio es totalmente recomendable, es barato y todo muy rico, quizás algo complicado de encontrar.

Después de cenar, nos fuimos a tomar unas cervezas por ahí, ya que había bastante ambientillo.
Como estábamos muy cansados y al día siguiente no queríamos levantarnos tarde, decidimos no liarnos mucho y marchar para casa.

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