![]() ![]() UN FIN DE SEMANA EN GINEBRA ✏️ Blogs de Suiza
Escapada de dos noches a la ciudad suiza de Ginebra en el mes de Octubre, incluyendo excursión a Yvoire y Nyon. Queso, relojes, chocolate y banqueros a tutiplén.Autor: Magrat1976 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.7 (12 Votos) Índice del Diario: UN FIN DE SEMANA EN GINEBRA
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Etapas 4 a 5, total 5
![]() Día 2: Excursión a Yvoire y Nyon, y un poco más de GinebraExcursión a las cercanas localidades de Yvore y Nyon. Ya de regreso a Ginebra, visita a la zona internacional, jardín botánico, parque de la Perle du Lac y barrio de Paquis.
Planning del día: excursión a Yvoire y Nyon. Por la tarde regreso a Ginebra y visita a parte de la llamada Rive Droite: zona de la ONU, jardín botánico, parque de La Perle du Lac y barrio de Paquis.
El sábado nos levantamos bastante temprano, como es habitual en nuestros viajes, con la intención de aprovechar bien el día. Amaneció nublado, debo decir que tuvimos relativamente mala suerte con el tiempo, ya que durante toda la semana en Lausanne había hecho un sol de justicia todos los días (sin poder disfrutarlo porque me pasaba todo el día enclaustrada) y ahora nos encontrábamos con una buena capa de nubarrones ![]() El desayuno estaba incluido, hay un pequeño comedor en la misma zona de recepción del hotel que consiste en: varios tipos de pan, brioche, croissants, algo de embutido, quesos, mermelada y mantequilla, yogur y cereales, zumos, cafés o infusiones y fruta. Sencillo, pero completo y abundante. Ese día teníamos pensado hacer una excursión a dos pequeñas poblaciones cercanas: Yvoire y Nyon. Nyon se encuentra a 20 minutos en tren en la misma orilla del lago que Ginebra, dirección Lausanne, mientras que Yvoire se encuentra en el otro lado, ya en territorio francés, y si no se quiere dar toda la vuelta al lago en coche se llega en barco (bien desde Ginebra mismo o desde Nyon, que queda más o menos enfrente). Inicialmente no teníamos claro si visitaríamos ambos pueblecitos o únicamente Nyon, así que lo primero que hicimos fue acercarnos a la estación y tomar un tren hasta allí. Hay bastante frecuencia de trenes (cada 10-20 minutos), así que nada más llegar, sobre las 8:30, ya salía uno. Sacamos el ticket en la máquina (9 CHF por persona) y tomamos el tren, que en unos 20 minutos se plantó en Nyon. Nada más salir de la estación ya hay indicaciones que marcan donde está el centro y tras pasar una moderna zona comercial enseguida llegaréis a lo que es el casco histórico, no tiene pérdida. Os paso un poco de información sobre Nyon, con la colaboración de la web de turismo de Suiza (aunque ellos no lo sepan ![]() Aquí podéis ver el símbolo de la ciudad, la trucha o la perca, no sabría qué deciros ![]() ![]() Lo primero que encontramos en nuestra ruta es el castillo de Nyon. Al parecer los Condes de Saboya (ya sabéis lo que opino sobre las rimas fáciles) lo hicieron construir sobre ruinas romanas en el siglo XIII. Lo forman cinco impresionantes torres y en días despejados (que no fue el caso) debe de tener unas vistas impresionantes de los Alpes franceses en la orilla de enfrente. El castillo, por la cara A y por la cara B (este chiste tonto solo lo entenderán los que ya sean relativamente viejunos, como yo ![]() ![]() ![]() Y las vistas desde su terraza, una vez en el interior (acceso gratuito a ella). Podéis ver en el panel todas las montañas que en teoría deberían verse al otro lado del lago (entre ellas el Mont-Blanc) y compararlo con la cruda realidad: niebla cojonera everywhere ![]() ![]() ![]() Hoy en día, este palacio acoge el museo de historia y porcelana (Musée Historique et des Porcelaines), en teoría con objetos valiosos de la antigua manufactura de porcelana de Nyon, pero nosotros no entramos... la verdad es que no somos demasiado forofos de la porcelana, ya que no podemos tener jarrones ni otros pongos de este material en casa porque los gatos los tiran (afortunadamente tienen mejor gusto que mucha gente ![]() Desde el castillo sale un pequeño sendero que desciende hacia la orilla del lago, zigzagueando entre viñedos y un pequeño huerto (me quedé con la incógnita de quién sería, había unas acelgas muy hermosas, pero ni vallas ni nada): ![]() ![]() Seguimos andando hacia la derecha (si nos situamos mirando al lago, hacia nuestra derecha) y llegamos al llamado Museo del Lago Lemán (Musée du Léman), aunque tampoco entramos. En él hay información sobre el nacimiento del lago, sobre la flora y la historia de la navegación en el lago (acuarios, modelos pequeños y grandes de barcos, así como una máquina restaurada de vapor). Pensamos que no valía la pena entrar, además, lo más curioso estaba fuera y era gratis verlo: un superpongo gigante que al parecer durante tiempo había sido una gran atracción para los bañistas del lago. Es como una bola metálica descomunal que estaba en el lago y los bañistas se subían y le daban traqueteos varios. Personalmente, no le veo mucho la gracia, pero parece que en su momento la gente se flipaba mucho con aquella bola, ya que destinaron incontables esfuerzos a localizarla después de que se hundiera en el fondo del lago y allí se quedase durante años… ![]() ![]() La apasionante historia de la bola del lago
![]() Seguimos nuestra rutilla y llegamos a un parque a orillas del lago. En una pequeña colina se encuentran tres columnas coríntias, vestigio de la época romana. Bueno, ellos dicen tres, para mí son como mucho cos y cuarto. Al parecer, después de que Julio César conquistase Galia, resolvió construir en el territorio actual de la ciudad de Nyon la colonia Iulia Equestris con el centro Noviodunum. Otros restos de la época se encuentran en museos varios, pero parte de estas columnas se han conservado y siguen aquí. Algunas fotos del parque y las columnas (la verdad es que aquí los jardineros se lo curran mucho ![]() ![]() ![]() Y repito chiste (no tengo mucho repertorio), ahora las columnas por la cara B en un ambiente muy otoñal de hojas rojizas: ![]() Luego ya volvimos hacia el interior del pueblo y dimos una vuelta más por sus bonitas (y vacías) calles, aunque tampoco vimos nada destacable: ![]() ![]() Había un mercado en una zona donde no se permitía el paso de vehículos. Este año se llevan las calabazas, algunas eran descomunales, aunque aquí no se ve: ![]() ![]() Tras visitar los restos de un anfiteatro romano (no pongo foto porque lo tenían todo tapado para protegerlo de los elementos y quedaba muy feo), volvimos a la zona del lago y decidimos cruzar en barco hasta la otra orilla. Tomamos un barquito que en unos 25 minutos nos dejó en Yvoire, ya en zona francesa. Se trata de un desplazamiento caro, 26 CHF por persona ida y vuelta Nyon-Yvoire, pero vale la pena la visita. Tenéis otra opción, que es comprar solo el billete de ida Nyon-Yvoire (13 CHF por persona) y luego ya volver desde Yvoire directamente a Ginebra en barco, pero salía todavía más caro y lo descartamos ![]() Panorámica de Nyon, mientras nos alejábamos: ![]() La ruta en barco Nyon-Yvoire es la llamada N3 de la compañía CGN (Compagnie Générale de Navigation). Hay diferentes horarios según sea invierno, primavera/otoño o verano, os dejaré más información en el apartado de información práctica del día. Nosotros pillamos horario de otoño y cruzamos en el barco de las 11:35, que llegaba a Yvoire a las 11:57. El último barco de vuelta a Nyon en fin de semana en esta época sale a las 18:10, hay que tenerlo en cuenta. Yvoire es un bonito pueblo medieval amurallado, situado a unos 27 km noreste de Ginebra, en la orilla sur del lago. Posee un pequeño puerto pesquero, un castillo (visita cerrada al público), pintorescas calles peatonales empedradas, muchas flores por todos lados y una huerta medieval restaurada el Jardin des Cinq Sens (en la época que fuimos ya estaba cerrado, hay unos meses durante los cuales se puede visitar). Desembarcamos y los nubarrones seguían ahí, así que hacía bastante frío… Dimos una vuelta por el pueblo: ![]() ![]() Está todo muy enfocado al turismo, por supuesto, pero no deja de tener su encanto: ![]() ![]() Aquí mirando el menú del día en un restaurante, aunque estemos en Francia los precios son categoría sacacuartos-turista (¡sorpresa!... era muy caro ![]() ![]() Conocido como una modesta localidad pescadora a principios del siglo XX, actualmente Yvoire es miembro de la Associación de los Pueblos Más Bonitos de Francia (y es internacionalmente conocido por sus decoraciones florales). La ciudad medieval celebró sus 700 años en 2006. ![]() Además de lo pintoresco de sus calles y casas, el pueblo se encuentra en una situación privilegiada: desde tiempos antiguos el valle del Rhône y el Lago Leman han formado una ruta comercial entre Italia y Francia, atravesando los Alpes. El mismo lago facilita el transporte de mercancías en barco. ![]() Después de una vueltecita buscando un sitio con precios baratitos infructuosamente, comimos en el restaurante Le Bateau Ivre, muy recomendable. Por 19 euros había un menú de dos platos y postre que estaba muy bien, o por 17 euros una fondue para uno (aquí no era necesario el mínimo de dos personas que exigen en otros restaurantes). El olor a queso dentro del local era soportable, no tumbaba de espaldas como en otro sitio donde fui a comer fondue en Lausanne (dónde era recomendable entrar con mascarilla antigás ![]() ![]() ![]() Comimos como reyes, a un precio elevado, pero no tanto como en Ginebra, y al salir de nuevo a la calle… sorpresa! Brillaba un sol espléndido. Aprovechamos para hacer unas cuantas fotos más, con sol. El castillo: ![]() ![]() Los sábados al sol: ![]() Se trata de un pueblo muy pequeñito, son cuatro calles contadas, así que enseguida se tiene visto. Regresamos en el barco de las 14:30, esta vez las vistas desde el navío bien merecían una buena sesión de fotos (el castillo visto por la cara B, sigo tirando de broma chorra ![]() ![]() ![]() Vistas de la costa suiza, antes de llegar a puerto: ![]() ![]() Y el puerto y nuestro barco: ![]() ![]() De vuelta a Nyon, aprovechamos para hacer unas cuantas fotos con sol a lo que por la mañana habíamos visto tan apagado: ![]() ![]() ![]() Tras un breve paseo, decidimos subir de nuevo hacia el castillo y regresar ya al centro para tomar el tren de vuelta a Ginebra. Las vistas desde la terraza del castillo, esta vez con sol: ![]() ![]() Llegamos a Ginebra y frente a la estación de tren mismo, en la plaza Cornavin, hay una parada de tranvías. Tomamos el tranvía número 15, que llega hasta la parada “Nations”, que como su nombre indica es la zona donde se encuentra el Palacio de las Naciones y los edificios de la ONU, entre otros. Esta vez sí, tranvía gratis incluido en el pase de transporte por Ginebra. Enfrente del Palacio de las Naciones se encuentra esta escultura llamada “Broken Chair”, una silla con una pata rota, que representa el rechazo de la violencia armada contra la población civil. Según la información que puede leerse allí mismo, Broken Chair encarna la fragilidad y al mismo tiempo la fuerza, el desequilibrio y la estabilidad, la brutalidad y la dignidad. Yo, ilusa de mí, pensaba que era una silla gigante que algún desaprensivo había destrozado, hay mucho vándalo suelto… ![]() ![]() Cito textualmente: “La escultura Broken Chair, concebida para convencer a la comunidad internacional de la necesidad de prohibir las minas antipersona (1997), y, después, las bombas de racimo con submuniciones (2008), representa desde entonces el grito desesperado de las poblaciones devastadas por la guerra. Broken Chair recuerda a todos los estados su obligación de proteger y socorrer a la población civil. Nos invita a todos a rechazar lo inaceptable y a actuar para que se respete el derecho de las personas y las comunidades a recibir un justo resarcimiento.” Pues bien, parece ser que Broken Chair ha tenido el mismo poder de convicción en el mundo que su vecina, la ONU: ninguno. Bonita idea, pero no veo que haya triunfado, es más bien como predicar en el desierto, por desgracia ![]() Enfrente de la silla gigante se encuentra el Palacio de las Naciones, un complejo de edificios construidos entre 1929 y 1937 en el seno del Parque Ariana. Sirvió de sede a la Sociedad de Naciones (SDN) hasta 1946 y más tarde pasó a albergar la Organización de Naciones Unidas. En 1966, el palacio se convirtió en la sede europea de la ONU (Oficina de la ONU en Ginebra u ONUG, lo que decía de los nombres, trabajárselos no se los trabajan mucho). Es la segunda sede más importante de dicha organización después de la de Nueva York, ya se sabe que los yanquis son siempre lo más ![]() ![]() Hablemos de cifras que probablemente no os importen un pimiento, pero por si acaso: cada año, este recinto acoge alrededor de 8000 reuniones entre las que hay cerca de 600 importantes conferencias. Algunas zonas del palacio son accesibles para las 100.000 personas que aproximadamente lo visitan cada año, pero nosotros no hicimos esa visita (más información en el apartado inferior). El mismo Parque Ariana donde se encuentra el Palacio de Naciones también alberga el vecino Jardín Botánico de Ginebra, de entrada gratuita, así que allá que nos dirigimos (están situados uno junto al otro, no tiene pérdida). El jardín botánico está abierto al público de marzo a octubre, de 9:30 a 17:00 h. Situado cerca del Lago Leman, consta de 28 hectáreas de plantas, árboles, flores, cursos de agua y cascadas, con miles de rosas, tulipanes, dalias y lirios (alberga una colección de 16,000 especies de plantas procedentes de todo el mundo). ![]() ![]() ![]() También cuenta con una abundante población de ranas, que sufrieron el acoso de los insistentes paparazzis que no las dejaban tomar el sol en paz: ![]() ![]() ![]() Tras el agradable paseo bajo el sol, decidimos regresar hacia el centro bordeando el lago, y así lo hicimos: pasamos primero por el parque de La Perle du Lac y luego fuimos bajando el Quai du Mont-Blanc. Es un paseo con flores, estatuas y exposiciones de arte al aire libre que pasa por los llamados Bains des Paquis (unos baños públicos que llevan en funcionamiento desde 1872). ![]() Los Bains des Paquis están situados en una especie de espigón sobre el lago, y es una zona muy animada (por lo menos, el sábado por la tarde). Cuenta con un bar que estaba a tope de gente, y donde vimos buenos precios. La gente iba a buscar la comida y bebida a la barra y luego se lo tomaban en las mesas cercanas, o bien sentados en algún rincón del espigón, contemplando el lago. Pese a estar a finales de Octubre, había gente bañándose en el lago, hay que tener valor… ![]() Nos gustó mucho esa zona, tenía bastante vidilla comparado con lo sosaina que hasta el momento nos había resultado la ciudad. Según la web de turismo de Suiza, en plena Rade – bahía de Ginebra – los Bains des Paquis atraen los habitantes de Ginebra durante todo el año. Mientras disfrutan del sol en verano y de los platos frescos de la taberna, acuden en invierno a la sauna, que así mismo ofrece unas vistas espectaculares. Además de tener los baños, el lugar es un punto de encuentro cultural que ofrece actividades muy diversas. Si visitáis Ginebra, os recomiendo sin duda pasaros por este lugar. ![]() Atardecer desde Bains des Pasquis: ![]() ![]() Después de caer el sol, y tras unas últimas fotos, emprendimos el regreso hacia la zona del hotel. Ese día pasamos de restaurantes y compramos comida para llevar en el súper, que nos comimos tranquilamente en nuestra amplia habitación de hotel (teníamos nevera, no había peligro de que las cervezas se calentaran). ![]() Y aquí finalizaba nuestro sábado en Ginebra y sus alrededores, para el día siguiente nos quedaba pendiente la “rive gauche” del río, donde se encuentra el agradable casco antiguo de la ciudad. Información práctica del día: - Horarios de trenes a Nyon: no hay más que introducir en la web la fecha y hora aproximada a la que se quiere viajar, así como las estaciones de origen y destino, y os darán los horarios disponibles. Frecuencias elevadas, cada 10-20 minutos hay tren con destino a Nyon. Página web: www.sbb.ch/fr/horaire.html - Qué ver en Nyon: *Casco antiguo: arcadas según el modelo bernés y un castillo que data, en partes, del siglo XIII, con cinco torres redondas. *Museo del Lago Lemán (Musée du Léman): información sobre el nacimiento del lago, sobre la flora y la historia de la navegación en el lago y la pesa, etc. Con atelier para niños. *Palacio de Prangins : a sólo pocos kilómetros de Nyon se halla una sucursal del Museo Nacional Suizo. Dentro de un marco atractivo se facilita información, bajo el título "El camino a la actualidad", sobre la historia de Suiza en el siglo XVIII y XIX. *La Dôle (1677m): impresionante cúpula rocosa encima de Nyon de vegetación casi alpina y vista panorámica al Lago Lemán y a los Alpes del Valais hasta el Mont-Blanc. - Transporte en barco Nyon-Yvore: Línea N3 de barco Nyon-Yvoire - Información sobre Yvoire: www.france-voyage.com/ ...re-469.htm www.yvoiretourism.com/ ![]() - Visita al Palacio de las Naciones: visitas guiadas de lunes a viernes (precio: 12 CHF adultos, niños gratis). Horario: de 10:00 a 12:00 y de 14:00 a 16:00. Más información: www.geneve.com/ ...-naciones/ - Bains des Paquis: www.bains-des-paquis.ch/ Etapas 4 a 5, total 5
![]() Día 3: Ginebra, barrio de Les Grottes y casco antiguo. Vuelta a casa.Visita al barrio de Grottes y a la "rive gauche" (orilla izquierda) de Ginebra: casco antiguo, catedral de Saint Pierre, Parc des Bastions, Museo de Arte y de Historia... Por la tarde, vuelo de regreso a casa.
Pues llegaba nuestro último día en Ginebra y nos levantamos con la intención de visitar el casco histórico de la ciudad y lo que nos diera tiempo de la zona de la llamada “rive gauche” u orilla izquierda del río. De nuevo el tiempo nos jugaba una mala pasada: nubarrones amenazadores por todos lados.
Desayunamos e hicimos el check out, nos guardaron las maletas hasta cuando pasáramos a recogerlas por la tarde y salimos al frío de la mañana con un primer destino en mente: el cercano barrio de Les Grottes, situado al norte de la estación de Cornavin. Les Grottes es el barrio bohemio de la ciudad, donde parece ser que los alquileres todavía son razonables (para ser Ginebra) teniendo en cuenta su ubicación central y bien comunicada. Aquí, en Les Grottes, aplica perfectamente el término francés “bobo”: bourgeois-bohemian, o sea, burgués-bohemio (o hippijo, dicho de otra manera). En este barrio viven el 10% del total de habitantes de Ginebra. ![]() Nosotros lo visitamos un domingo por la mañana y, lógicamente, en las calles no había ni Dios y los locales estaban todos cerrados, pero os recomendaría acercaros por la tarde-noche, ya que había algunos bares y restaurantes con muy buena pinta, y seguro que a esa hora está muy animado. ![]() El emblema del barrio son los llamados Schtrumpfs Buildings (Schtrumpfs se traduce como Pitufos, pues sería algo así como Edificios de los Pitufos), probablemente la atracción turística menos convencional de Ginebra. Se trata de un complejo de edificios construidos en un estilo moderno raruno y que recuerdan al mundo de los Pitufos, según la web de información turística de la ciudad. No sé si recuerda a los Pitufos, pero lo que está claro es que el arquitecto debió de ser un gnomo fumado (o un grupo de ellos), como bien podéis apreciar ![]() ![]() Aparte del bloque de casas de los pitufos, que vaya tela lo hortera que es, el área no cuenta con ningún otro monumento digno de mención, pero sin embargo encontraréis aquí gran cantidad de tiendas de segunda mano, teatros, cines y escuelas de danza. Parece ser un importante barrio cultural y de ocio, con una vibrante vida nocturna (en la web recomiendan los cafés de estilo parisio Café Gavroche, Café Gervaise o Café des Arts et Métiers). Tras la visita a Les Grottes, nos dirigimos hacia el lago pasando de camino frente a la Basílica de Notre-Dame, que no hay manera de sacarla en una foto sin todos esos cables feotes (está frente a la calle principal por donde circulan los tranvías de la ciudad): ![]() Seguimos bajando ya hasta la zona del río, pero esta vez en lugar de cruzar por el Pont du Mont-Blanc pasamos por el vecino Pont des Bergues, del cual sale una pequeña islita llamada Ile Rousseau, donde se puede ver una estatua dedicada al susodicho. La estatua en homenaje a Rousseau: ![]() Las vistas del otro lado del río, ensombrecidas por el día gris: ![]() Seguimos paseando por la zona del río, en dirección contraria a la desembocadura. Al ser domingo por la mañana no había prácticamente nadie en los barrios comerciales adyacentes al río, ya que las tiendas estaban cerradas. Esto nos vino bien, porque igualmente no eran tiendas donde nosotros, humildes currantes, nos pudiéramos permitir hacer compra alguna, y de paso nos evitábamos la posibilidad de tener encontronazos indeseados con banqueros ![]() Algunas fotos de esa zona central del río, uno de los muchos relojes de la ciudad y una estatua en honor a un mártir de la patria: ![]() ![]() Luego ya cruzamos hacia lo que sería la “rive gauche” y nos dirigimos al Parc des Bastions (Parque de los Bastiones), en el barrio de Plainpalais. Plainpalais es la zona limitada por los ríos Ródano y Arve, y alberga la Universidad y varios museos, entre otras cosas. El Parc des Bastions, que linda con la Place de Neuve, es otro pulmón verde en pleno centro de la ciudad. Cuenta con largas avenidas flanqueadas de alamedas y en él se encuentra alguno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Nada más entrar nos encontramos con estos tableros de ajedrez gigantes, se ve que aquí todo es descomunal (o eso parece, todo, todo no lo he comprobado empíricamente ![]() ![]() El Parc des Bastions se halla situado al pie del casco histórico, y antiguamente albergó el primer jardín botánico de la ciudad. Tiene un restaurante, lavabos públicos y un parque infantil. En este mismo parque también se encuentra el Palais Eynard, que alberga actualmente la Biblioteca de Ginebra. En invierno, además, montan una pista gratuita de patinaje sobre hielo. ![]() Se puede ver aquí el famoso Monumento a la Reforma, erigido para conmemorar a las personalidades más importantes de dicho movimiento. En el bloque central del conjunto, con una altura de hasta 5 metros, se agrupan las efigies de las cuatro figuras más destacadas de la Reforma presentes en Ginebra en 1559: Guillaume Farel, Juan Calvino, Teodoro de Beza y John Knox. Los cuatro van vestidos con la tradicional toga de Ginebra, no os penséis que van en camisón ![]() ![]() El monumento global tiene unas dimensiones aproximadas de 99 metros de largo y nueve de alto, y se adosa a parte de las antiguas murallas del siglo XVI (que rodearon la ciudad hasta mediados del siglo XIX). Fue construido entre 1909 y 19171 con ocasión del cuarto centenario del nacimiento de Calvino y el 350.º aniversario de la fundación por el propio reformador de la Academia de Ginebra —hoy convertida en Universidad— en 1559 (costeado principalmente por fieles protestantes de varios países europeos y americanos). Desde la salida del parque que da a la Rue de la Croix nos dirigimos ya hacia la Vielle Ville o ciudad antigua, con sus bonitas plazas empedradas: ![]() ![]() Algunos detalles más del centro histórico, incluyendo la iglesia de la Madeleine: ![]() ![]() ![]() Las vistas desde una plaza cercana a la catedral: ![]() Y ya nos dirigimos hacia el punto estrella del centro, la catedral de Saint Pierre. La entrada a la catedral es gratuita, únicamente se paga por subir a las torres. Empezada en el siglo XI, es una catedral sobre todo gótica, con fachada neoclásica del siglo XVIII. Aquí la fachada (imposible conseguir una foto sin nadie mirando el móvil o haciéndose un selfie): ![]() Y los laterales y parte trasera: ![]() ![]() ![]() Entre 1536 y 1564 el protestante Juan Calvino dio la brasa… estooo, predicó aquí. Otra cosa curiosa es que en verano se organizan conciertos gratis de carrillón y de órgano. ![]() En el sótano de la catedral está el Site Archeologique, un yacimiento arqueológico, también de pago, que incluye algunos mosaicos del siglo IV y la tumba de un jefe alóbroge. Nosotros no entramos, no nos motivaba lo suficiente, pero el precio de la entrada era de 8 CHF por adulto. Existe una entrada combinada que incluye la visita al yacimiento arqueológico, las torres de la catedral y al Museo Internacional de la Reforma por la módica suma de 18 CHF por adulto ![]() Nosotros pasamos de pagar nada porque lo único que nos llamaba un poco la atención eran las vistas de la ciudad desde las torres, pero con aquél día tan horrible pensamos que tampoco nos valía la pena, así que seguimos callejeando por los curiosos rincones de esta zona de la ciudad: ![]() Desde el casco antiguo seguimos paseando en dirección contraria al río hasta llegar al paseo de l’Observatoire, que por un lado da al Museo de Arte y de Historia de la ciudad y por otro lado tiene estas vistas del lago y el superchorro descomunal: ![]() El Museo de Arte y de Historia es otro edificio emblemático de Ginebra, fue construido entre 1903 y 1910. Actualmente se encuentra cerrado por obras teóricamente hasta el 2022, debido a reformas dirigidas por el arquitecto Jean Nouvel (luego ya se sabe, estas cosas siempre se alargan…). ![]() Siguiendo un poco más allá del museo por la Rue Charles Galland, encontramos a nuestra izquierda la iglesia ortodoxa rusa, que tiene página web y todo (en ruso y en francés), pero no os la pongo porque da un poco de miedito… ![]() Desde aquí ya regresamos hacia el lago, callejeando por el centro hasta el Jardin Anglais. Y tras buscar infructuosamente un sitio donde comer decentemente por un precio asequible, acabamos de nuevo en el barrio de la estación, en un restaurante libanés pequeñito pero con comida buena y relativamente económica. Teníamos previsto tomar un tren hacia el aeropuerto a las 4 de la tarde, así que después de comer nos dirigimos de nuevo al lago. Al igual que el día anterior, hacia mediodía había vuelto a salir el sol y la temperatura era ideal para dar una vueltecita por la zona. No quisimos despedirnos de la ciudad sin disfrutar de uno de los trayectos en “mouette” (los barquitos urbanos amarillos) incluido en el pase de transporte. Nosotros salimos de la parada “Paquis” y tomamos la línea M2 hasta la parada de Eaux Vives (la frecuencia de salida de barcos era cada 10 minutos y en Paquis tenéis M1, M2 y M3, podéis ver los trayectos en el mapa de transportes que dejé en la etapa del primer día). ![]() Os recomiendo mucho hacer este trayecto porque se pasa muy cerquita del superchorro descomunal y podréis hacer buenas fotos con los arco iris que se forman sobre todo por la tarde: ![]() ![]() Desde Eaux-Vives regresamos paseando por el borde del lago, he perdido la cuenta de las veces que llegamos a hacer ese trayecto en tan solo dos días, pero era muy apetecible. Luego nos sentamos un rato a tomar el sol junto al lago, y hacia las 3 regresamos a la zona de la estación a hacer unas compras de última hora en Marchis antes de ir al aeropuerto. Podéis imaginar qué compramos, ¿no? Efectivamente, chocolaateee… Finalmente tomamos el tren sobre las 4 de la tarde, como teníamos previsto, y en 10 minutos nos plantamos en el aeropuerto. Hay mucha frecuencia de trenes y están incluidos en el pase de transporte gratuito, así que no es necesario sacar ningún billete. El control de seguridad fue rápido y el vuelo tan solo despegó con 15 insignificantes minutos de retraso (insignificante teniendo en cuenta que hablamos de Vueling), con lo cual la vuelta a casa fue todo un éxito. No nos requisaron el chocolate en el control, éxito total. Y éste ha sido el resumen de nuestro fin de semana en Ginebra, con las siguientes conclusiones: - Ginebra es una ciudad muy bonita y agradable, limpia, ordenada y llena de relojes. Lo único malo es que también hay banqueros, pero sabiendo lo que hay y yendo preparados psicológicamente no tiene porqué suponer ningún problema ![]() - Si no se entra a museos, no se va al CERN ni al famoso mirador del Mont Salève (nosotros no fuimos porque con el mal tiempo que hacía pensamos que no veríamos un pijo), Ginebra puede visitarse en un solo día y alguna tarde adicional. Es recomendable, pues, combinar su visita con alguna excursión de un día a las afueras, como puede ser a los pueblecitos de Yvoire y Nyon, que valen mucho la pena. Otra visita cercana es Gruyeres, sobre una hora en autobús, pero la verdad es que Nyon viene muy bien porque queda a tan solo 20 minutos en tren. - Aunque no se trate de una ciudad top europea, Ginebra está bien como punto de partida de alguna ruta en coche por Suiza y no está de más dedicarle algún día. Lo más bonito de Suiza son sus paisajes y montañas, así que si algún día regreso será para hacer ruta por pueblecitos y algo de senderismo. - Como os he dicho, se trata de una ciudad muy cara, así que id preparados para los precios de infarto que os vais a encontrar ![]() Y aquí finaliza mi primer diario dedicado íntegramente a una ciudad, espero no haberos dado demasiado el tostón y resultar de alguna ayuda a futuros viajeros. ¡Hasta la próxima aventura, compañeros! ![]() Información práctica del día: - Barrio de Les Grottes: www.geneva.info/grottes/ - Parc des Bastions: www.geneva.info/parc-des-bastions/ - Catedral de Saint Pierre: www.geneve.com/ ...nt-pierre/ - Site Archeologique de la Catedral de St Pierre: www.site-archeologique.ch/ - Horarios, itinerarios y líneas de las “mouettes” (barquitos amarillos):http://www.mouettesgenevoises.ch/pw/en/ - Desplazamiento Ginebra-Aeropuerto: hay autobuses o trenes que pasan con elevada frecuencia, y el importe está incluido en el pase gratis de transportes que os proporcionará vuestro hotel. Para buscar horarios de tren: www.sbb.ch/fr/horaire.html Etapas 4 a 5, total 5
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