Ciudad del Cabo y Garden Route ✏️ Blogs de SudáfricaCiudad del Cabo, Tiburón Blanco, Cabo de las Agujas, Oudtshoorn, Knysna, Tsitsikamma, Addo Elephant National Park.Autor: Nachingo Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.6 (7 Votos) Índice del Diario: Ciudad del Cabo y Garden Route
01: Itinerario y presupuesto
02: 19-11-2018. Llegada a Ciudad del Cabo y primera visita.
03: 20-11-18. Primer día en Ciudad del Cabo.
04: 21-11-18. Península del Cabo.
05: 22-11-18. Segundo día en Ciudad del Cabo y camino a Hermanus.
06: 23-11-18. Tiburón blanco, Cabo de las Agujas y Robertson.
07: 24-11-18. Día de transición entre Robertson y Oudtshoorn.
08: 25-11-18. Suricatos en Oudtshoorn, Cango Caves y domir en Knysna.
09: 26-11-18. Guepardos en Tenikwa, Birds of Eden, Robberg Nature Reserve y Tsitsika
10: 27-11-18. Ruta por Tsitsikamma y llegada a Addo Elephant National Park.
11: 28-11-18. Addo Elephant National Park y llegada a Port Elizabeth.
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Etapas 4 a 6, total 11
Este día en principio no nos íbamos a mover de Ciudad del Cabo, pero por un lado esperando que mejorara el tiempo para volver a subir a Table Mountain (había amanecido cubierto) y por otro para no liarnos tanto con el coche al día siguiente, que teníamos que llegar a dormir a Hermanus, decidimos visitar la península del Cabo. El primer destino fue Muizemberg, y sus famosas casitas de colores en la playa. Hacía bastante viento (en realidad fue una constante los tres días que estuvimos en Ciudad del Cabo), así que tras sacar las fotos de rigor seguimos camino. La siguiente parada la hicimos en la colonia de pingüinos de Boulders, que nos encantó. Visitamos los dos miradores, y eso que curiosamente este día yo me había levantado con la rodilla totalmente bloqueada, y me dolía a cada paso que cada. Anduve cojo todo el día. Desde aquí nos acercamos a parque del Cabo de Buena Esperanza. A pesar de la cojera nos gustó bastante. Subimos hasta el faro en funicular. A la bajada aprovechamos para comer un trozo de pizza en la cafetería, y desde allí nos fuimos al verdadero cabo de Buena Esperanza, que no es donde está el faro, sino en una carretera que sale a la derecha según se sube (o a la izquierda según se baja). Carretera que por cierto estaban asfaltando y nos tocó parar un rato por las obras. Había un cartel donde la gente aguardaba cola en riguroso orden para hacerse la foto de rigor. No pudimos ser menos. Lo siguiente fue pasar por el pueblo de Kommetjie, pero no nos dijo mucho y ni siquiera paramos. Así que seguimos por la carretera de Chapman’s Peak Drive, una carretera escénica, que es de peaje, y que nos encantó, tanto las vistas (hay numerosos miradores a lo largo del camino) como la construcción de la misma. Esta carretera ya nos dejaba cerca de Ciudad del Cabo, así que como mi pierna no estaba muy católica decidimos regresar ya al hostal y descansar un rato hasta la hora de cenar, lo que hicimos en una hamburguesería que estaba en el mismo bloque del hostal. Etapas 4 a 6, total 11
Como el primer día no habíamos comprado ningún recuerdo, nos acercamos al Green Market, que era donde más habíamos visto y más nos habían gustado. Para ello atravesamos los jardines de la Compañía, que en su época estaban plantados de verduras que se vendían a los barcos que atracaban en Ciudad del Cabo. No nos entretuvimos mucho en los obligados regateos porque nos esperaban un montón de actividades. El día a primera hora estaba cubierto, pero de repente despejó, sin que en apariencia se volviera a cubrir, así que decidimos intentar quitarnos la espinita de Table Mountain, y para allá que fuimos a toda prisa, no fuera a ser que empeorase el tiempo. Lo que se nos ocurrió a nosotros también se les debió ocurrir a los otros 500.000 turistas de la ciudad, y en lo que quisimos llegar arriba había una cola del demonio, calculamos que un par de horas (a pesar de que preguntamos a tres trabajadores y nos dijeron que una hora, no nos lo creímos, el primer día habíamos tardado 20 minutos y había cuatro delante). Entre eso, que la entrada valía una pasta, y que aprovechando que había wifi pregunté a mi madre (que acababa de estar la semana antes) por whatsapp si realmente valía la pena y me dijo que iba a ver más o menos lo que se ve desde donde se coge el funicular, desistimos, y nos dirigimos al Victoria and Albert Waterfront, a verle de día. Nos lo pasamos pipa, había un montón de ambiente. Cómo se notaba que hacía bueno. Estaban las terrazas llenas. No nos pudimos entretener mucho tiempo. Nos marchamos rumbo a los jardines de Kirstenbosch. Lo tienen fenomenal montado. Nos pusimos en marcha para hacer una breve parada en Stony Point Nature Reserve. La puerta estaba cerrada, pero abierta, es decir, ya se había pasado la hora de cierre pero entornando el picaporte pudimos entrar. Estuvimos poco tiempo viendo los pingüinos, nos gustaron más los del día anterior. Desde aquí ya enfilamos a nuestro destino, Hermanus, donde llegamos cuando casi era de noche. Tras dejar las cosas en nuestro albergue, el Hermanus Backpackers, fuimos rápidamente a ver si veíamos alguna ballena. La verdad es que no tenía muchas esperanzas, pero había que intentarlo. Hacía bastante aire, y nos empezamos a quedar helados. Creímos que en algún momento pudiera ser que llegáramos a ver algo que quizás se pareciera a alguna ballena. Pero decidimos seguir por la ruta escénica, para por lo menos movernos. Como ya se había hecho de noche buscamos un lugar para cenar. Misión imposible. Hermanus, ciudad fantasma. No había nada de nada abierto. Es como esos pueblos de veraneo que cuando acaba la temporada quedan desiertos. La cuestión es que había un montón de sitios, pero todos cerrados. Acabamos llegando de milagro al Pick n Pay a comprar algo para cenar en el albergue. Etapas 4 a 6, total 11
Y llegó el gran día, quizá la actividad que más tiempo llevaba esperando y sin duda la que motivó en gran medida la elección del viaje. Luego hubo otras actividades que casi las disfrutamos más, pero en esta estaba el origen del destino. Nos tocó madrugar, para variar, ya que el centro de buceo (aunque no sea propiamente un centro de buceo, porque no se bucea, lo voy a llamar así) se encontraba a 40 km. del albergue, y nos dijeron que teníamos que estar a las 7:15. Apurando llegamos a las 7:17, y cuando aparecemos nos dicen que venga, que ya casi nos vamos sin vosotros. Todo el mundo estaba ya con el neopreno puesto, nos dieron unos sin mirar la talla, y me empecé a cabrear un poquito de tanta prisa. Oye, nos habéis dicho que a las 7:15, hemos llegado a la hora, qué culpa tengo yo… La chica, sí, lo siento, pero vamos. La cosa, según el capitán, es que si no salíamos en cinco minutos, la marea estaría demasiado baja como para que el barco pudiera salir. Según salía el barco del puerto me iba vistiendo como podía. Espera a que el barco esté parado, que se mueve menos, me decían… Sí, sí, a otro le vas a engañar con ese cuento. Que sí, que se mueve menos, pero sin cadencia, y te mareas más. A todo esto, nos habíamos tomado dos biodraminas cada uno, por lo que pudiera pasar, y lo cierto es que bien nos hicieron efecto, o bien el mar estaba tan tranquilo que no nos habían hecho falta. En la jaula entraban 5 personas, y éramos 18. Adela decidió no meterse, no por miedo al animal, sino porque el agua estaba a 12º. Y se lo pasó pipa viendo como preparaban la sopa-mejunje que servía para atraer al bicho, como lanzaban y recogían el cebo, y sobre todo, viendo a los animales, que como bien había leído en varios sitios, se ven mejor fuera del agua, que dentro. Así que me aguanté el ansia viva y me dediqué a hacer fotos desde la cubierta superior mientras dos turnos entraban en la jaula, pensando, con buen criterio, que una vez que estuviera mojado, ya no iba a querer tocar la réflex por miedo a dañarla. Y así se hizo la hora de entrar en la jaula. Nos habían dado un traje húmedo, y yo llevaba debajo un chaleco de calor. Aun así el agua estaba helada helada. Y la visibilidad no era muy allá. Así que cada vez que se acercaba un animal nos decían: Down, down!! Yo intentaba hacer fotos, pero entre lo lento que enfocaba la cámara y lo rápido que iban, fue tarea imposible, así que cambié al video. No salió demasiado, pero algo salió. Como fuimos el último turno nos dejaron repetir, así que estuve en el agua más tiempo que el resto. Hasta que un tiburón enorme se llevó el cebo entero y como ya la gente estaba cansada del frío enfilamos a puerto. Ahora viene el disgusto del viaje. Mientras me duchaba en el centro de buceo había dejado las gafas de sol graduadas en el lavabo. Y en los tres minutos que tardé en ducharme algún cabrón me las mangó. Estuve preguntando a todo el mundo y los del centro de buceo me decían, sí, sí, vamos a ver el vídeo que te vamos a intentar vender y luego las buscamos. Y yo, con un cabreo del 15, porque sabía que no las había olvidado por ahí, sino que me las habían chorizado, qué mierda de vídeo voy a ver sin las gafas. Vamos a buscarlas. Como quien oye llover, ni caso me hicieron, solamente estaban a vender el video. Con toda la mala leche del mundo teníamos que seguir, así que marchamos hacia el Cabo de las Agujas, el punto donde se juntan el océano Atlántico y el Índico. Nos hicimos la foto de rigor, tras esperar a que unos chinos se aburrieran de hacer posturas absurdas, y seguimos camino sin más. Ya solo nos quedaba llegar a Robertson, lo que hicimos a través de un bonito camino vadeado de unos árboles en flor preciosos, chulísimos. Resultaron ser jacarandas, y las pillamos en plena floración. Con estas vistas tan bonitas se me pasó un poco el cabreo. Estoy seguro que fue alguno que estuvo en el barco con nosotros, alguno que se pudo permitir pagar los 85€ que valía la actividad y que por lo tanto no las necesitaba para nada. Y graduadas, para que acabaran en la basura. El alojamiento fue De Oude Opstal B&B, prácticamente el alojamiento más caro del viaje (quitando los parques), y es que fue lo único que encontramos en los alrededores. Pero el sitio mereció la pena. El dueño era encantador, y nos dio un montón de consejos para el día siguiente y además teníamos una pequeña piscina y un jardín precioso. Acabamos el día cenando en una hamburguesería llamada Bourbon Street donde estaba todo riquísimo. Etapas 4 a 6, total 11
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.6 (7 Votos)
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