París Express ✏️ Blogs de Francia

Para poneros un poco en situación, al viaje express fuimos tan solo mi madre y yo. Ella tenía que trabajar un par de días en Amiens, unos kilómetros al norte de París. Yo, no pudiendo volar el mismo día que ella por temas laborales, volé antes de que ella quedase libre de sus obligaciones y aproveché para darle una probadita a Disney.

Este viaje empezó el 25 de noviembre (26 en mi caso) y terminó el 29 de noviembre. 4 días, 3 noches... ¿Imposible? Eso no está en nuestro vocabulario.

El domingo 25, mi madre coge un avión Barcelona-Charles de Gaulle y se va para Amiens a trabajar. El lunes 26 empiezo la ruta con la primera parada: la casa de mi padre, guardería provisional para mi querida orejotas. Menuda tortura, pobrecita... ¡mi padre tiene dos perritas que son demonios con orejas!


No me sale a cuenta conducir hasta el aeropuerto y pagar luego el parking allí, sobretodo porque a la vuelta mi madre tiene pagado coche de alquiler con la empresa, así que cojo un autobús dirección Barcelona. (Ojito con esto, nos hemos acostumbrado a comprar/reservar todo por internet... el billete en internet me costaba 12.40€ y en la máquina de la estación pago 8.80€... ¡un 50% del precio en comisión!)

Una vez en Barcelona, el autobús me deja en la estación de Sants, así que mas que perfecto. La mejor opción aquí es coger el cercanías R2 (entre 4 y 5€) hasta el aeropuerto. Pasan aproximadamente cada media hora y el trayecto son apenas 5 minutos. Te deja en la T2, pero el aeropuerto de El prat tiene un transfer gratuito hasta la T1 que pasa con bastante frecuencia. Como viajo con vueling, la T1 es mi destino. Aún con todo ese lío de bus-tren-transfer llego a mi terminal con un par de horas de antelación y como no tengo que facturar, aprovecho para pegar un bocado.

Por primera vez en mi vida, Vueling funciona bien y el vuelo va según lo previsto, aterrizando en Orly a las 19.20 de la tarde. Había contratado previamente un traslado privado hasta mi hotel, pues no confiaba en los horarios del magic shuttle (el último es a las 8 del a tarde y al llegar tan tarde, si había algún retraso me quedaría ahí tirada, y viajando sola no me hacía ninguna gracia tener ese riesgo). Tras mirar varias opciones encontré que los traslados contratados a través de CDR me dejaban en mi hotel por 23€. Cabía la opción de tener que esperar a otros pasajeros, pero el tiempo máximo que prometían era una hora en el aeropuerto... y ya que había perdido el día entero en traslados, ¿qué me importaba una hora mas? Pues nada de nada.

Al llegar allí, un hombre que no suelta prenda me espera con una tablet con mi nombre... asiente cuando me planto frente a él, coge mi maleta y echa a andar... así que yo detrás cual patito. Al no ver a nadie mas pienso "o voy sola, o me va a tocar comerme la hora de espera..." pero con la hora que era...¿quién mas iba a planificar un viaje tan desordenado para llegar a Disney a esas horas? Y efectivamente, nada mas abrocharme el cinturón me tiende un móvil con la dirección de mi hotel y tras mi respuesta afirmativa, emprende la marcha.

Aprovecho los 40 minutos de camino para llamar a mi operadora de móvil. Los datos no funcionan y va a ser un problema no tenerlos, porque tengo que contactar al día siguiente con mi madre para localizarnos mutuamente. Somos así de salvajes y sólo dijimos "ya nos encontraremos en París". Un chico super amable me indica remotamente como configurar mi móvil y a los cinco minutos ya tenía conexión. ¡Bien! (Problemas de trabajar con operadoras pequeñas y móviles chinos...)

Mensajito a mamá con un "aterrizado, estoy viva" y los ojos empiezan a hacerme chiribitas cuando veo "Disneyland París" en los carteles de la carretera. No voy a pisarlo hasta mañana, pero la emoción ya esta ahí.

El transfer me deja en el B&B Disneyland Paris apenas 35 minutos después de aterrizar. No hay casi nadie en recepción así que directamente me acerco al mostrador y una chica me atiende en español. Se me debe notar en la cara. Le enseño mi reserva y en apenas un par de minutos tengo la clave de mi cuarto. Aquí ni tarjeta, ni llave, nada de nada. Un código que pones en la puerta y ya está.

(Con la emoción no hice foto a la habitación, pero es exactamente esta)

Pagué 49€ por una noche con desayuno incluido. Me dan una habitación cuádruple, imagino que con el tipo de visitantes que tienen, no les conviene tener nada mas pequeño que una habitación familiar. Limpia, amplia, si hubo ruido yo no lo escucho en toda la estancia.

Dejo la maleta y todos los bártulos que no necesito y tras cargar con el monedero y la cámara salgo del hotel. Pretendo acercarme al parque, visitar el Village y ubicarme para el gran día: localizar las taquillas para la maleta, la entrada al parque, la estación, ver como funciona el autobús del hotel...

Tengo suerte y nada mas salir por la puerta llega el autobús. Sólo va un chico dentro, pero no creo que ningún otro autobús pase por dentro del hotel así que tiene que ser este, así que me subo. De perdidos al río. Tras apenas cinco minutos, parece que pasa algo porque tanto el conductor como el chico miran mucho hacia los lados, incluso se ponen de pie. Resulta que hay unos chalecos amarillos cortando la carretera, así que no podemos llegar a la parada de Disney. El chico y el conductor hablan algo en francés y entiendo que este es el punto al que mas nos puede acercar. Veo gente en nuestra dirección con bolsas del parque y muchos niños así que asumo que no estamos demasiado lejos y me bajo del bus. Camino unos cientos de metros en contra de la marea de gente, bolsos, bolsas, niños, bufandas... y finalmente llego a ver las marquesinas de las paradas.

Ubico la estación, las taquillas dentro de la estación, la entrada al parque... la emoción fluyendo por las venas... veo el village desde lejos, empiezo a hacer fotos, las envío al grupo de whatsapp de mi planificación para WDW (a dar un poquito de envidia y a compartir la emoción, que jopé... es mucha para no tener a nadie al lado para achuchar) y finalmente tras seguir las vallas unos metros, encuentro la entrada y me meto a maravillarme.

Decidí antes del viaje que teniendo una vistazo previo en el village, teniendo la World of Disney allí... pues que prefería hacer las "compras obligadas" esa noche, dejarlo ya todo en la maleta y no cargar con bolsas ni perder el tiempo en compras el día que tengo para ver el parque. Así que teniendo la tienda delante, es lo primero que hago, quitarme eso de encima. Que pecado, ¡me la llevaría entera! Y con su rinconcito navideño... a mi hermana le falta mandarme a paseo de la de fotos que le envío... total, para que después no le llevase nada.

Como coleccionista de pins Disney, me prometí a mi misma no descontrolarme y comprar sólo uno, así que eso es lo que hice. Supe contenerme y sólo me llevé un pin y una bola de navidad, en teoría para el árbol de mi abuela pero... en casa se ha quedado

Doy una vuelta por el village, alucinando con todo, foto aquí, foto allá, no se donde poner los ojos.


Al final, como pecadora que soy, entre el frío, los nervios, el desconocimiento... y que he perdido dos horas maravillada en las tiendas... acabo cogiendo algo para llevar en McDonalds y volviéndome al hotel a recuperar algo de calor. Localizo la marquesina de mi hotel (la de los asociados ahora está al final del todo, la mas próxima a la carretera, tengo entendido que antes no era así) y cuando veo que van pasando autobuses me quito un peso de encima, pues pensaba que tendría que recorrer el camino de vuelta hasta la rotonda que vete a saber donde está. Mi autobús pasa pero... fuera de servicio. ¿Perdona? Esto lo digo yo, y lo dicen las treinta personas que, como yo, estamos todas apelotonadas en la misma marquesina. Tarda como veinte minutos en aparecer de nuevo. No es mucho, pero no me quiero imaginar después de todo un día de parques. A mi se me hace largo sólo por lo helada que estoy.

El paseo hasta el hotel son apenas cinco minutos y eso es un punto a favor para este hotel. Me pongo mi pijama de Mickey patrocinado por Primark, veo terminar Iron Man en francés... veo terminar Jurassic World en francés... y decido que el doblaje en español no es tan malo como opinaba hasta este momento. El francés es aún peor

¡Mañana toca Disney!

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Pese a haber programado la alarma, este día no necesito despertador. Va a ser una visita breve, mucho mas breve de lo que me gustaría, pero espero poder exprimirla al máximo. Como sólo dispongo de un día prefiero ver "bien" un sólo parque que correr demasiado para intentar ver los dos y no disfrutar ninguno.

El Disneyland abre a las 10.00, contando con que antes debo pasar por la consigna de la estación de tren para dejar la maleta, a las 9 dejo todo recogido y bajo a desayunar.


No soy muy de desayunar abundante así que una tostada y un vaso de leche con cacao es mas que suficiente para mi. Aprovecho a tomarlo todo bien caliente, el día pinta frío y voy a estar mucho tiempo en la calle.

Subo a la habitación para recoger mi maleta, reviso no dejarme nada y una vez mas, cuando salgo por la puerta el autobús está ahí listo para empezar el viaje. Va lo suficientemente vacío como para poder sentarme y tener hueco de sobra para la maleta.

Una vez en la estación, localizo rápido la consigna, está muy bien indicada. En el piso superior, en la misma dirección que los lavabos. Hay que pasar arco de seguridad y una vez dentro va todo de forma electrónica. Es como un cajero, tu decides que tamaño y número de consigna quieres (hay pequeña, mediana y grande) cierras la puerta, pagas y luego sólo tienes que poner el número de la taquilla en la máquina, te pide el código del ticket y se abre la puerta. La consigna está vigilada siempre por un guardia de seguridad y esta operativa de 7 de la mañana a 10 de la noche. Los precios varían desde 5.50€ a 9.50€ dependiendo del tamaño.

Voy directa a coger la mediana porque las pequeñas parecen para mochilas y el propio vigilante es el que me abre una de las pequeñas al verme las intenciones. Alzo una ceja mirándole como "tu estás loco" pero me hace gestos para que me asome. Cabría mi maleta y probablemente dos mas. Son suuuuper profundas. Asi que nada, con la pequeña que me quedo. Ahora viene la siguiente odisea, sólo acepta efectivo. Y yo estoy super mal acostumbrada a pagarlo todo con tarjeta... lista de mi que siempre soy precavida con el efectivo, esta vez no llevaba mas de veinte euros para todo el viaje. Pero mira, una cosa mas de la que os puedo informar. En la propia consigna hay maquina de cambio, así que cambio mi billete por algunas monedas y ahí me despido de mi maleta hasta el final del día.


Como todavía tengo tiempo hasta que abra el parque voy sin prisas, dejandome envolver por la magia. Apenas hay gente, así que puedo entretenerme mirandolo todo y haciendo fotos. Consigo un programa y un par de mapas, uno para destrozar otro para guardar. Decidme que no soy la única que hace esto.

Cuando al fin abren las puertas me quedo un poco embelesada porque es que...¡al fin estoy aquí! Y todo es tan...tan... que no se para donde mirar o para donde ir. Disparo un par de fotos y consigo volver en mi.


Avanzo por Main Street observando y disparando entre la gente que parece mucho mas decidida que yo hasta que me planto frente al castillo. El frío incluso acompaña a toda la tematización navideña, lo hace mas mágico, aunque parezca mentira.


Atravieso el castillo para llegar a Fantasyland casi por inercia. La primera vez no veo ni Excalibur, de la cantidad de información que me llega de golpe. Las casas sacadas de cuento, los detalles en los balcones, en las esquinas, en las fuentes, a través de las ventanas... todo tiene un recuerdo para cualquiera que haya crecido con películas Disney. Personalmente son los detalles las cosas que mas disfruto. ¿He dicho ya que Tick Tock es uno de mis personajes favoritos?


Como parece que todavía está todo muy parado decido que es buen momento para hacer la cola del jefe. Si no la hago ahora, no la haré mas tarde y pienso que la foto con Mickey es un imprescindible en Disney. Además, el rato de espera hasta la apertura ha conseguido que se me enfríe el cuerpo, así que estar a cubierto un ratito para recuperarme no será malo. Marca 65 minutos cuando entro.

Me llevo una sorpresa cuando veo que pasan cortos dentro del teatro. Pienso que con la gente que hay delante, no serán 65 minutos... pues si, lo tienen bastante bien contado porque los 55 minutos si que los paso en la cola. De todas formas entre hiperventilar via whatsapp explicándole a mi hermana todo lo que mi cerebro ha asimilado en media hora de parque y los cortos antiguos, se me pasa rápido.


No se si es cosa del propio Mickey, de la CM... pero no salgo con buen sabor de boca. Me parece todo muy frío, como que al no haber niños presentes ya no hay que hacer el trabajo. Encima cuando le paso mi cámara a la CM parece que tira la foto un poco así al tun tun.. menos mal que le dejo mi móvil también y ahí sale un poco mejor... me da un bajón momentaneo al pensar que puede ser así con todos los personajes... menos mal que no.

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Doy un paseo tranquilo por el laberinto de Alicia y sigo maravillandome con los detalles del parque, desde el conejo a los ratoncillos, las partes del decorado que a lo que te das cuenta son diferentes porque...¡se mueven! xD


Esquivo las tazas para avanzar por el land cuando mi ojo detecta a la reina roja. ¡Que me corten la cabeza!¿Cómo voy a dejarla escapar? Un héroe vale... una princesa bueno...¿Pero una villana?¡Una villana no se deja escapar!

Me pongo a la cola, esperando pacientemente... y cuando me toca el turno algo me ve en la cara, en mis andares, en mi mirada desafiante... y decide que mejor se va xD

Las niñas gritando, los CM instándola a volver... y nada, que ella se va. Que aqui no hay sitio para dos reinas... le digo que la reina es ella, que no tengo intención de quitarle el puesto y parece conformarse. Vuelve y posa para la foto, pero sigue enfadada conmigo y no me quita ojo. Pero vamos, que yo no agacho la cabeza tampoco xD


Tras una mejor impresión con el tema de personajes y CM voy directa a Adventureland, parando un segundo para sacar un Fast Pass para Peter pan's flight. Marca ya 45 minutos.

Es cruzar la puerta que divide ambos lands y se me ponen los pelos de punta cuando la banda sonora de Piratas del Caribe llega a mis oídos. El asalto a Port Royal... no podría confundirla nunca. Como si conociese el camino de toda la vida, me planto frente a la atracción y sin plantearmelo siquiera, me meto dentro. Mentiría si dijera que se cuanto marca de cola porque ni lo he mirado, pero no pasan ni diez minutos hasta que estoy montada. Se nota que hay poca gente porque ni siquiera llenan las barcas y me queda todo un asiento para mi sola.


Al salir parece que el frío da un descanso y aprovecho para deshacerme de los guantes, actualizar a mi hermana y al grupo de WDW vía whatsapp y sacar algunas fotos de la zona. Es entonces cuando me percato de una discreta cola en un rincón... ¿¡Qué ven mis ojos!?¡Pero si es Aladdin! xD

Me pongo a la cola sin pensarlo. Allí me encuentro con una pareja de Canarias, otra de Asturias y el CM de turno, de Madrid. Justo Aladdin se toma un descanso entonces, pero vamos, como que nos importa, con lo a gusto que estamos los seis ahí de cháchara. La mujer de canarias nos cuenta que en seis años, es la primera vez que logra dar con Aladdin, que es su personaje favorito y que no ha conseguido nunca foto con él. Está tan emocionada que hasta me contagia y creo que se ve en las fotos. (Cof cof, admitiré que Aladdin es de mis príncipes favoritos, aunque no sea un príncipe como tal)


Ya inmersa en una de mis películas favoritas, me meto directa en el pasaje de Aladdin. Puede que sea una chorrada para muchos, pero yo que me conozco la película de memoria disfruto un montón con el paseo. (Y evitar el frío unos minutos también ayuda, para que negarlo)

De ahí cruzo hacia Frontierland, donde me recibe la Big Thunder Mountain... pero los 45 minutos de cola que marca me echan un poco para atrás. Como sólo tengo un día (y uno de invierno, ¡9 horas de parque!) invertir casi una hora en una sola atracción es perderme muchos detalles...¡y soy la loca de los detalles!


Veo atracar y zarpar el riverboat y me desvío mas hacia la izquierda, a una zona que está poco transitada (¿poco?¡esto no lo pisa nadie!) para echar un ojo a la Phantom manor, que aunque esta cerrada y lo sabía de antemano, no quita que me haga ilusión.


Tras entretenerme con las tumbas me encamino de vuelta al centro del parque para ir hacia Discoveryland y oigo jaleo a lo lejos, miro el reloj...¡la parade navideña! A base de algún disimulado empujón consigo hacerme un hueco en segunda fila, suficiente para poder disfrutarla.

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