![]() ![]() Recorriendo Extremadura. Mis rutas por Cáceres y Badajoz ✏️ Blogs de España
Recopilación de las diferentes rutas que hemos hecho (y haremos) por Extremadura, muchas de las cuales estaban recogidas en mi diario DE VIAJE POR ESPAÑA. Creo que esta tierra tan bella y sorprendente se merece un diario propio. De momento, la mayor parte corresponden a Cáceres, pero espero añadir pronto más etapas de Badajoz.Autor: Artemisa23 Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (11 Votos) Índice del Diario: Recorriendo Extremadura. Mis rutas por Cáceres y Badajoz
01: Las Hurdes (Cáceres). Extremadura en verde y agua.
02: La Vera (Cáceres). Ruta otoñal por sus pueblos y su espectacular naturaleza.
03: Cáceres capital y su centro histórico, Patrimonio de la Humanidad.
04: Cáceres capital. Recorrido de noche por el casco histórico iluminado.
05: Un paseo por Trujillo (Cáceres). Cultura, monumentos y gastronomía.
06: Fin de semana en las Villuercas y Guadalupe (Cáceres). 1ª parte: Las Villuercas.
07: Fin de semana en las Villuercas y Guadalupe (Cáceres). 2ª parte: Guadalupe.
08: Escapada cacereña (I). Plasencia, Ciudad Romana de Cáparra y Granadilla.
09: Escapada cacereña (II). Hervás, Chorrera y Castañar. Baños de Montemayor.
10: Mérida, Presa de Proserpina y Dolmen de Lácara. Rutas por Badajoz.
11: Sierra de Gata(Cáceres), 1ª parte. Robledillo de Gata y San Martín de Trevejo.
12: Sierra de Gata (Cáceres), 2ª parte. Trevejo, Hoyos y Gata.
13: Parque Nacional de Monfragüe (Cáceres).
14: Los Barruecos, Malpartida de Cáceres y Garrovillas de Alconetar (Cáceres).
15: Valle del Jerte (Cáceres) (1). Cabezuela del Valle y Ruta Tres Cascadas.
16: Valle del Jerte, Cáceres (2). Navaconcejo, Garganta de Nogaledas y Miradores.
17: Valle del Jerte, Cáceres. (3). Tornavacas, Ruta Garganta de Infiernos y Jerte.
18: Provincia de Cáceres: Puentes de Segura y Alcántara. Alcántara. Coria. Galisteo.
19: Recorriendo Medellín (Badajoz).
20: Recorriendo Zafra (Badajoz).
21: Recorriendo Llerena (Badajoz).
22: Provincia de Badajoz: su punto más alto, Monasterio de Tenturía y Calera de León
23: Ciudad Romana de Regina y Alcazaba de Reina (Badajoz). Alrededores de Llerena.
24: Mina de la Jayona y Ermita de la Virgen de Ara, Fuente del Arco (Badajoz).
25: La espectacular floración de los cerezos en el Valle del Jerte (Cáceres).
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Etapas 13 a 15, total 25
![]() Parque Nacional de Monfragüe (Cáceres).Después de muchos años, decidimos visitar nuevamente el Parque Nacional de Monfragüe en Cáceres. Acertamos plenamente con el momento, a principios de mayo, con sol y los montes de un verde brillante salpicado de jaras y flores. Por aquí, el río Tiétar va al encuentro del Tajo y forman un paraje inigualable, en cuyos roquedales anidan buitres, águilas, cigüeñas negras y otras muchas aves que se pueden contemplar a unas decenas de metros. Tiene varios miradores, senderos y hasta es posible visitar una cueva con pinturas rupestres. Todo un lujo. Además, visitamos el castillo de Mirabel. Extremadura y, en especial, la provincia de Cáceres atesora un gran número de lugares naturales de gran belleza y espectacularidad, por lo cual no resulta nada extraño que allí se encuentre uno de los quince Parques Nacionales de nuestro país, el de Monfragüe, declarado así el 2 de marzo de 2007. Situado en las confluencias de los ríos Tiétar y Tajo, su superficie alcanza las 18.396 hectáreas que se extienden por 7 municipios (Casas de Miravete, Jaraicejo, Malpartida de Plasencia, Serradilla, Serrejón, Toril y Torrejón el Rubio). Además, otros siete municipios cercanos cuentan con parajes declarados Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2003, lo supone una superficie protegida de 116.160 hectáreas.
![]() ¿Y qué tiene de especial este Parque? Pues mucho, valioso y digno de preservar, ya que se le considera la mayor y mejor conservada extensión de monte mediterráneo del mundo con roquedales, dehesas, extensos encinares, alcornoques, jaras, brezos, madroños y, también, una buena muestra de vegetación de ribera. La abundancia de agua que le proporcionan los ríos, arroyos y embalses favorece la existencia de numerosa y variada fauna, en especial aves como buitres, alimoches, águilas imperiales, cigüeñas negras, garzas reales, búhos reales... Todas estas especies, que gozan de un grado máximo de protección en Monfragüe, se pueden contemplar tranquilamente desde sus numerosos miradores.
![]() Situación del Parque Nacional de Monfragüe en el mapa peninsular.
![]() Habíamos estado en Monfragüe solamente una vez, en tiempos casi prehistóricos, cuando el lugar gozaba únicamente con el reconocimiento de Parque Natural. Apenas conservo dos o tres fotografías de entonces y, de pronto, con el gusto que le estamos cogiendo en los últimos tiempos a visitar Extremadura y, particularmente, la provincia de Cáceres (la tierra de mi padre, por cierto), decidimos aprovechar el puente del primero de mayo para hacer otra escapadita, animados también por la buena climatología prevista, lo que nos compensaría del agua que nos cayó encima durante la Semana Santa. Los lugares elegidos para los que, al final, resultaron seis días fueron: Parque Nacional de Monfragüe, Malpartida de Cáceres y los Barruecos, Garrovillas de Alconétar, Coria y el Valle del Jerte. En esta etapa contaré nuestro recorrido por Monfragüe.
Accesos. Dependiendo del lugar de procedencia, existen tres puntos principales de acceso: La Bazagona, el Puerto de la Serrana (hacia Villarreal de San Carlos) y Torrejón el Rubio.
Desde Madrid, la distancia es de unos 230 kilómetros, que se recorren en poco menos de dos horas y media. El viaje resulta muy cómodo ya que se va prácticamente todo el camino por autovía, tomando la A-5 hasta Navalmoral de la Mata y enlazando allí con la EXA1 hasta La Bazagona, donde se gira a la izquierda para tomar la EX389, que en pocos kilómetros nos dejará en la entrada del Parque, lo que nos permitirá comenzar el recorrido de los miradores, que resulta imprescindible para visitar el Parque en coche. Por este acceso, el Mirador de la Portilla del Tiétar será el primero con el que nos encontraremos.
Itinerario según GoogleMaps desde Madrid.
![]() Si se viene del oeste o del noroeste, se puede acceder por la A-66 (Autovía de la Plata) y la EXA1, a través del Puerto de la Serrana y Villarreal de San Carlos. Y si se llega desde el sur, el acceso principal es por Torrejón el Rubio.
Nuestro alojamiento. Reservamos una noche de estancia en la Hospedería de Monfragüe (uno de los ocho alojamientos que ofrece la de red de Hospederías de Extremadura) situada a unos nueve kilómetros del Mirador del Salto del Gitano y a unos cinco kilómetros de Torrejón el Rubio. Habíamos tenido dos experiencias anteriores muy buenas en las Hospederías de la Conventual de Alcántara y la de las Hurdes, así que decidimos repetir por triplicado en nuestro nuevo viaje a tierras cacereñas. En este caso se trata de un establecimiento reciente (renovado en 2015), de cuatro estrellas, y que cuenta con habitaciones muy confortables, piscina de verano y demás. Si hay suerte y se pilla una oferta (en nuestro caso por 70 euros con alojamiento y desayuno), resulta muy interesante consideración la relación calidad/precio. Además, todas estas hospederías ofrecen unos menús (tanto para almuerzo como para cena) de cocina tradicional renovada (¿se dice así?) utilizando como base productos locales por 15 euros. No se trata de hartarse, pero se come muy bien.
![]() ![]() ![]() Recorrido por el Parque Nacional de Monfragüe. El inicio de nuestro viaje coincidió con la salida masiva del Puente del 1 de Mayo, que en Madrid se extiende también al día 2 por la fiesta de la Comunidad y al que algunos tuvimos la suerte de añadir el viernes 3, enlazando así con el fin de semana. De camino hacia Monfragüe llamé por teléfono a la Hospedería (donde nos alojábamos esa noche) para reservar una mesa para comer, pero me dijeron que ya no disponían de ninguna libre, lo cual nos obligó a buscar un restaurante nada más llegar, ya que la oferta no es demasiado amplia y en un día como ése corríamos el riesgo de quedarnos sin almuerzo. La verdad es que había gente, pero tampoco se trataba de una afluencia masiva porque la gente se dispersa bastante, salvo en sitios muy concretos. El problema allí reside en que hay pocas poblaciones y, por lo tanto, tampoco abundan las “comideras” :D. Lo que sí hay son numerosos merenderos, por lo que, si se prefiere y hace buen tiempo, no estaría mal llevar un bocata y tomarlo tranquilamente a la sombra mientras se contempla un mar de flores.
![]() Como no era nuestro caso, aunque nos detuvimos en algunos miradores, fuimos casi directamente hasta Villarreal de San Carlos, único núcleo de población de la zona aparte de Torrejón el Rubio, que nos pillaba bastante más lejos, a unos 15 kilómetros. Villarreal dispone de dos aparcamientos públicos, uno a las afueras, que se utiliza para acceder al área de descanso del Arroyo de Malvecino y también comenzar la ruta de senderismo de color verde; y otro más cerca de las casas, al lado del Centro de Visitantes del Parque, el cual es muy conveniente visitar para conseguir información y un plano turístico que resulta muy útil para moverse por la zona y tener una referencia de dónde nos encontramos y lo que estamos viendo en cada momento.
Mapa turístico que entregan en Centro de Visitantes de Villarreal de San Carlos.
![]() Villarreal de San Carlos es muy pequeño y lo primero que hicimos fue buscar un sitio que pusiera “restaurante”. Y lo vimos entrando por la primera calle a la izquierda. Eran las dos menos veinte y les quedaban tres mesas libres; cinco minutos estaba todo lleno. Tomamos un menú del día por 13 euros. No me acuerdo qué comimos, pero sí que nos pareció correcto teniendo en cuenta el precio. Después de la comida y de pasar por el Centro de Visitantes, nos dispusimos a hacer la ruta de los miradores en el coche. Ésos no eran exactamente nuestros planes, pero el calor apretaba de lo lindo pues estábamos a casi treinta grados y con un sol de justicia. Menos mal que corría un airecito bastante agradable.
Ya que no tiene mucho sentido seguir el recorrido tal como lo hicimos nosotros por pura circunstancia, haré el relato con un orden más lógico y que será de más utilidad a quienes puedan leerme con la idea de visitar Monfragüe.
Ruta de los miradores del Parque Nacional de Monfragüe en coche. Naturalmente, la ruta se puede iniciar por cualquiera de los accesos, pero yo los iré citando desde el acceso de La Bazagona. Todos los miradores están bien indicados y, por lo general, cuentan con zona de aparcamiento, si bien en algún caso resulta insuficiente y hay que dejar el coche en donde se pueda. Decir que el día era precioso y con una luz espectacular, que presentaba los paisajes en todo su esplendor, especialmente bellos por la mañana.
Ruta de los miradores según Google Maps.
![]() Este recorrido suma unos veinte kilómetros, lo que supondría unos veinte minutos sin paradas, aunque, por supuesto, se dedica mucho tiempo a deleitarse con el paisaje, contemplar las aves, hacer fotografías, etc. La carretera tiene bastantes curvas como cabe esperar dado el terreno por donde discurre, pero está en perfecto estado.
Mirador de la Portilla del Tiétar. Nada más cruzar los límites del Parque nos llamó la atención el verde intenso del paisaje, embellecido por miles de flores que ponían su contrapunto de color. En especial, las jaras estaban florecidas y aparecían por todas partes. El agua que teníamos enfrente corresponde al Embalse Torrejón-Tiétar.
![]() Según reza el indicador, este mirador lleva el nombre de un cortado rocoso abierto por el río Tiétar que posee un gran valor faunístico, ya que es lugar de nidificación de buitres negros, buitres leonados, búhos reales, cigüeñas negras, etc. Y, ciertamente, pudimos ver una buena cantidad de ejemplares, unos volando y otros aposentados en el roquedal, cuyos intensos colores destacaban a la luz del sol. Es un lugar donde se pueden sacar buenas fotografías de estas aves, si bien se requiere paciencia, trípode y una cámara apropiada que mi espalda no se puede permitir. Por cierto, imprescindibles los prismáticos. Este mirador cuenta con caseta de observación de aves pero el sitio para aparcar no es muy amplio, así que en días de mucha afluencia cada uno se las tendrá que apañar porque merece la pena detenerse en él.
![]() Mirador de la Fresneda. No viene en GoogleMaps, pero es el siguiente después del de la Portilla del Tiétar. Creo recordar que dejamos el coche en el anterior y llegamos hasta él caminando. Son cuatro o cinco minutos. Presenta el mismo paisaje del anterior pero con una perspectiva diferente.
![]() Mirador de la Higuerilla. Muy fotogénico el paisaje porque nos presenta una pronunciada curva en el curso de las aguas, que se contemplan desde sendos lados. Sin embargo, se veían menos aves.
![]() Mirador de la Báscula. Este mirador nos resultó un poco extraño ya que desde la balconada de madera apenas se ve nada interesante. Hay que tomar una pista a la derecha, que luego se convierte en sendero, hasta llegar a unas vistas interesantes sobre el inmenso monte y la zona oriental del embalse de Torrejón, pero ya con las aguas del río Tajo. Prescindible si no disponéis de mucho tiempo y no os gusta caminar.
![]() Mirador de la Malavuelta. Como indica el cartel informativo, desde este mirador está prácticamente entre las presas del río Tiétar (de frente) y del río Tajo (a la izquierda). Aquí distinguimos una roca singular, llamada diabasa, cuyo color verdoso nos llamara la atención en otras muchas zonas del Parque. Resulta interesante leer las explicaciones geológicas que se nos ofrecen para complementar el bonito panorama.Hay una pista que lleva a la presa sobre el Tajo, pero está vallada y no se puede pasar.
![]() Mirador de la Tajadilla. Cruzamos la presa sobre el río Tiétar y llegamos a una amplia zona de merendero, que también sirve de mirador. Aquí los carteles informativos nos explican la historia de los Saltos Hidroeléctricos de Torrejón y su funcionamiento, al tiempo que nos aclaran que la Tajadilla es el nombre que recibe el farallón cuarcítico que podemos contemplar a un lado y que constituye una barrera natural entre los ríos Tiétar y Tajo. Es un buen lugar para observar a las grandes rapaces que anidan en el roquedal.
![]() Fuente de los Tres Caños. No figura como mirador, sino que se trata de un área de descanso con merendero y agua. Sin embargo, merece la pena detenerse porque el sitio tiene mucho arbolado, cuenta con sombra, hay una vista bonita hacia una curva en el embalse y, sobre todo, se agradece echar un trago en la rústica fuente, cuyo nombre resulta obvio al echarle un vistazo.
![]() ![]() Mirador del Pliegue. Es uno de los más extensos, está considerado como uno de los imprescindibles y se puede circundar mediante una estrecha pista de tierra que se asoma al agua y al monte mediante de una extensa balconada de madera.
![]() Después, siguiendo la carretera, llegamos a un cruce: a la derecha, se va hacia el Puerto de la Serrana y Plasencia y, a la izquierda, hacia Villarreal de San Carlos, lugar donde habíamos almorzado según he relatado antes. Desde este pequeño núcleo poblacional se pueden iniciar algunas pequeñas caminatas que comentaré más adelante, aunque primero voy a terminar con el asunto de los miradores, pese a que lo viene a continuación lo hicimos al día siguiente. Sin embargo, será mejor no enredar más, de momento.
Mirador del Puente del Cardenal. Este mirador tampoco viene en GoogleMaps, pero es interesante detenerse en él, sobre todo si el nivel del agua no cubre lo suficiente como para ocultar el Puente del Cardenal, cuya historia nos explica un panel informativo, según el cual fue mandado construir por el obispo de Plasencia en 1450 para facilitar el cruce de una orilla a otra poco después de que las aguas de los dos ríos ya corran juntas, paso que anteriormente se realizaba mediante barcazas. Hay una pista con una pronunciada pendiente que permite bajar a pie hasta el mismo puente.
![]() Fuente del Francés. Una vez cruzado el puente moderno sobre el Tajo, llegamos a una nueva área de recreo, donde también existe un parking. Desde la orilla se contemplan los dos puentes, el nuevo y el viejo (si no lo cubre el agua). Hay merendero, agua y arbolado. Muy agradable. No lo es tanto, sin embargo, la historia del nombre de la fuente, que rinde homenaje a un joven francés, llamado Maurice Jonson, que a mediados de los años setenta del pasado siglo visitaba Monfrague con un amigo y murió al intentar salvar a una rapaz que se estaba ahogando. En esta zona, el Tajo presenta peligrosos remolinos.
![]() ![]() Mirador del Salto del Gitano. Nada más cruzar el puente, siguiendo la carretera que llevamos (EX208) llegaremos al que sin duda es el mirador más espectacular del Parque: imprescindible sí o sí. A ser posible, hay que procurar visitarlo por la mañana, salvo que se pretenda ver la puesta del sol, que, según los días, también debe resultar bonita desde aquí.
![]() ![]() Si es un día de mucha afluencia de público, éste será el lugar donde se concentre la mayor parte de la gente (junto con el castillo), así que habrá que dejar el coche donde no estorbe, siempre fuera de la carretera, y acercarse andando. Sin embargo, tampoco será preciso caminar demasiado y las vistas sobre la mole de cuarcita del Roquedo de Peña Falcón, cayendo en vertical sobre el Tajo, dejan sin aliento. El mirador, tanto por el paisaje como por la cantidad de aves que se llega a contemplar, es extraordinario. ![]() Cuenta con una amplia balconada de madera que recorre una parte del cortado y, asimismo, con casetas para observación de los buitres, que anidan en los imponentes roquedales que tenemos en frente, planeando sobre ellos y volando incluso por encima de nuestras cabezas. También es posible ver cigüeñas negras, alimoches, halcones peregrinos, águilas culebreras… Otra zona maravillosa para hacer fotografías, especialmente dedicada a los que contéis con equipo adecuado. Eso sí, los lugares para instalar el trípode se rifan, jajaja. Pero, bueno, realmente cualquiera puede sacar alguna foto curiosa para el recuerdo, incluso yo.
![]() ![]() En fin, impresionante. Te pasas minutos y minutos allí, observando el deambular de las aves y contemplando el precioso panorama.
![]() Todavía me falta explicar el nombre de este hermoso lugar, aunque las leyendas no se ponen muy de acuerdo y con frecuencia las fechas no cuadran, pero bueno… Desde su construcción en el siglo XV, el Puente del Cardenal, que he mencionado antes, se utilizaba habitualmente como zona de paso por comerciantes y viajeros que hacían la ruta entre Plasencia y Trujillo, por lo cual, dado lo escarpado del terreno, se convirtió también en reclamo para bandidos y delincuentes que asaltaban a muchos incautos que por allí pasaban. Se cuenta que en una ocasión (tuvo que ser ya en la segunda mitad del siglo XIX), la Guardia Civil estaba persiguiendo a un individuo con aspecto de gitano que había asaltado a unos comerciantes, quienes, según las versiones, huyeron o resultaron muertos. El caso es que al llegar al roquedal y encontrarse con el río Tajo, para evitar ser detenido, el gitano dio un tremendo salto sobre el río, desde lo alto de una gran roca a otra de la otra opuesta. De modo inconcebible, lo consiguió y ya desde el otro lado les hizo un gesto de burla a los guardias civiles, uno de los cuales se quedó petrificado ante lo que había visto. De ahí que una de las rocas adquiriese su forma, con tricornio y todo. Bueno, hay que echarle un poco de imaginación, pero aquí está la roca en cuestión. Seguro que existen opiniones para todos los gustos.
El salto que dio el gitano y la roca del guardia civil.
![]() ![]() Castillo y Ermita de Monfragüe. Aunque no se trata de un mirador como tal, lo cierto es que desde su ubicación, a 513 metros de altura, se obtiene una de las vistas más espectaculares del Parque Nacional, ya que se contempla todo alrededor, casi en 360 grados. En definitiva, resulta imprescindible su visita. Hay una pista asfaltada que deja en las inmediaciones del castillo, pero está cortada al tráfico privado, al menos los fines de semana, puentes, fiestas y días con mucha afluencia de gente. La razón es por el escaso sitio de aparcamiento disponible arriba. En su lugar, hay un autobús gratuito que sube a las personas que no desean hacer el recorrido a pie desde el gran aparcamiento que hay abajo. Cuando existe mucha demanda, el autobús sube y baja continuamente, en el resto de los días, tiene un horario establecido.
Allá arriba está el castillo.
![]() La subida a pie por la pista es bastante pendiente aunque no muy larga. Lleva unos quince minutos, más o menos. Sin embargo, si el autobús está disponible, se puede aprovechar y ahorrar ese tiempo para otras cosas. Nosotros hicimos esta visita al día siguiente de nuestra llegada, por la mañana, después de visitar el Mirador del Salto del Gitano. Íbamos con un poco de prisa, porque teníamos hora reservada para visitar las pinturas rupestres del Abrigo del Castillo, de las que después hablaré. Así que utilizamos ell autobús que salía en ese momento y que nos dejó frente a la entrada de la cueva, que está a medio camino, más o menos. Después de ver las pinturas, nos dirigimos al castillo a pie contemplando al mismo tiempo unas buenas vistas del Tajo.
![]() El autobús deja a la gente en el aparcamiento de arriba, con lo cual, desde allí hay que ir a pie necesariamente. Se puede seguir por la derecha (un sendero) o por la izquierda que sube directamente a la zona del castillo por una empinada escalera. Recomiendo ir hacia la derecha, tal como señala un indicador del camino. Esta ruta es más llana y, además, ofrece unas vistas fabulosas del Parque, tanto del bosque como del discurrir de las aguas del Tiétar y del Tajo y su encuentro. También nos encontramos con el Mirador de la Umbría (accesible solamente a pie), al que conduce el tramo del sendero rojo que sube desde la Fuente del Francés y del que luego hablaré.
![]() ![]() El castillo tiene su origen en el siglo IX y fue erigido por los musulmanes sobre fortificaciones más antiguas de origen celta y romano, siendo posteriormente reconstruido por los cristianos entre los siglos XII y XV. Actualmente es poco lo que se conserva: un trozo de muralla, una barbacana, un aljibe árabe y los dos torres cristianas, una de forma pentagonal y otra cilíndrica. Estas dos torres están habilitadas para la visita, cuyo principal interés es contemplar las extraordinarias vistas que se tienen del Parque.
![]() ![]() En este cerro, en lo que antes era el patio de armas del castillo, hay una ermita cuyo origen se remonta, al parecer, al siglo XIV, teniendo en cuenta los escudos que existen sobre su puerta principal. Sin embargo su aspecto actual data del siglo XVIII. En el interior se guarda una talla de madera del siglo XII de la Virgen de Monfragüe, que se cree procede de Jerusalén.
![]() En resumen, que entre unas cosas y otras, resulta imprescindible subir hasta el castillo. Rutas a pie en el Parque Nacional de Monfragüe. Además de otros senderos secundarios, para los que se precisa permiso, existen tres rutas senderistas para conocer el Parque y que figuran en los paneles informativos y en el mapa que entregan en el Centro de Visitantes. Estas rutas son las siguientes:
Ruta roja. Sale de Villarreal de San Carlos y llega hasta el Castillo de Monfragüe. Itinerario de ida y vuelta, de 16 kilómetros de distancia y unas seis horas de duración. Su grado de dificultad es bajo. Se puede acortar seis kilómetros, comenzando la ruta en la Fuente del Francés, con lo cual la duración sería de unas tres horas y media. En mi opinión, la ruta completa no aporta demasiado ya que va en buena parte paralela a la carretera. Resulta más interesante la subida desde la Fuente del Francés hasta el Castillo de Monfragüe, pasando por el Mirador de Umbría, sobre todo si se desea hacer este tramo a pie.
![]() Ruta verde. Sale de Villarreal de San Carlos y llega hasta el Cerro Gimio, a 372 metros de altura (se puede hacer también sin subir al cerro, lo cual acorta el itinerario unos 30 minutos). El recorrido de ida y vuelta lleva dos horas y media, tiene 7,7 kilómetros y el grado de dificultad es bajo. Se disfruta de la vegetación propia de ribera y de unas vistas imponentes desde el Cerro. Teníamos intención de hacer esta ruta hasta el cerro, pero nos desaconsejaron subir en el Centro de Visitantes porque a esas horas de la tarde hacía mucho calor y era mejor mantenerse en la zona de arbolado.
![]() Ruta amarilla. Sale de Villarreal de San Carlos y llega hasta el Mirador de la Tajadilla. El recorrido de ida y vuelta supone 9,1 kilómetros, tiene 3 horas de duración y su nivel de dificultad es bajo. Nos pareció que iba, igualmente, muy cerca de la carretera en varios tramos para llegar al Mirador de la Tajadilla. Con lo cual, lo que hicimos fue un pequeño recorrido, yendo desde Villarreal de San Carlos hasta el Mirador del Serrano, que nos pareció lo más interesante de la ruta. ![]() A un kilómetro, surcando el bosque, nos encontramos con el árbol singular llamado el Almez del Lugar Nuevo, en el Huerto del Hojaranzo, que con sus 150 años, 15 metros de altura, 5 de copa y 20 de diámetro máximo de copa, es uno de los de mayor talla de Extremadura. Además, el entorno, con olivos, higueras, madroños, tomillos, lavandas, etc., es muy fresco y atractivo.
![]() Siguiendo el sendero otro kilómetro o kilómetro y medio, aparece ante nuestros ojos de nuevo el brazo de agua hasta que llegamos al Mirador del Serrano (accesible solamente a pie), desde el que se contempla una buena vista del río Tiétar y de su desembocadura en el Tajo. Desde aquí, deshicimos el trecho andado ya que, como he mencionado, no teníamos intención de llegar al Mirador de la Tajadilla, que ya habíamos visitado con el coche.
![]() Como resumen, señalar que, en mi opinión, antes de emprender una de estas rutas senderistas conviene mirar bien el mapa y ver qué tramos interesa hacer a pie y cuáles en coche.
Pinturas rupestres del Abrigo del Castillo. Existe un buen número de pinturas rupestres en la zona de Monfragüe, pero las únicas que están habilitadas para la visita, y desde hace solamente un año, son las del Abrigo del Castillo. Se encuentra en una cueva, en la carretera que sube al castillo, a medio camino del mismo. Existe un horario de visitas que es muy conveniente consultar en la página web del Ayuntamiento de Torrejón el Rubio puesto que no abre todos los días ni a las mismas horas. Cuesta tres euros (los niños, gratis). Si se quiere una hora concreta o se va en festivo, fines de semana y puentes, conviene reservar previamente enviando un email o llamando por teléfono a dicho ayuntamiento, ya que solo pueden entrar cinco personas con el guía en cada pase puesto que el espacio es muy reducido. Esto fue lo que nosotros hicimos el día 2 de mayo. Nos dieron plaza a las doce de la mañana, así que aprovechamos el autobús del castillo para llegar hasta la entrada de la cueva, como ya he dicho antes.
![]() No se trata de entrar en una cueva subterránea, con estalactitas y estalagmitas ni nada de eso. Las pinturas están a la entrada de una caverna poco profunda, a la que se accede por una escalera metálica y la zona de las pinturas está protegida por una puerta metálica. Una vez se sube la escalera, apenas se camina un par de metros hasta ver las pinturas. El guía nos explicó todo con mucho detalle utilizando láminas junto a los originales, con lo cual pudimos contemplar y entender los diferentes grupos de pinturas, realizadas en color rojo con un pigmento de óxido de hierro. Están bastante bien conservadas, se realizaron en diversos periodos históricos y hay figuras humanas y de animales, entre ellos un ciervo del Epipaleolítico (entre 8.000 y 7.000 años a.C.), difuminado entre un grupo de pinturas antropomorfas. Se aprecia también muy bien un conjunto de figuras humanas de trazo grueso del Neolítico. Asimismo, se puede ver una muestra de escritura tartesa de la Edad del Hierro. Está representada en color negro y su transcripción fonética sería KONKOLTIRU, pero se desconoce lo que significa.
![]() ![]() Y, sobre todo, impresiona un espectacular grupo de figuras humanas de trazo fino, que se supone corresponden a la Edad de Bronce, en las cuales se aprecia la jerarquía social pues los supuestos jefes están representados con un penacho en la cabeza.
![]() Una visita de una media hora francamente interesante, durante la que se puede hacer fotos sin flash. La recomiendo si os gustan las pinturas rupestres porque aquí se ven de verdad, no se adivinan como en otros sitios. Un verdadero acierto del Ayuntamiento de Torrejón proteger este lugar y habilitarlo para que se pueda visitar con todas las garantías para garantizar su preservación.
Otro lugar de interés: el castillo de Mirabel. La tarde de nuestra llegada, después de visitar los miradores y demás, teníamos pensado hacer la ruta verde de senderismo, pero apretaba mucho el calor y hacía un sol de justicia. Así que decidimos llegar con el coche hasta la localidad de Mirabel, para visitar su castillo.La verdad es que nos pareció que estaba más lejos de lo que suponíamos en un principio. Hicimos una ruta circular para no repetir trayecto, aunque más o menos se tarda lo mismo, en torno a cuarenta y cinco minutos. Fuimos hacia el norte por el Puerto de la Serrana y Palazuelo-Empalme y volvimos por el sur, pasando por Torrejón el Rubio.
Recorrido según GoogleMaps.
![]() El castillo se encuentra a un kilómetro del pueblo de Mirabel, en la Peña del Acero. Para visitarlo, hay que dejar el coche en un parking junto a la carretera CC-29.5. Hay un buen merendero, con numerosas mesas y arbolado.
![]() Según los paneles informativos, este lugar destaca geológicamente por los cristales de quiastolitas, que se aprecian en las pizarras de los taludes de la carretera. El paisaje alrededor lucía así de verde.
![]() Al castillo se accede a pie, por una estrecha pista y luego por un sendero con bastante pendiente, pero es un trecho no muy largo y en poco más de diez minutos se llega sin ningún problema. Poco se conserva del castillo árabe original del siglo XII, conquistado después por Alfonso VIII y destruido posteriormente por una incursión de los almohades. Francisco de Zúñiga lo reconstruyó y lo utilizó como residencia, pero fue abandonado en el siglo XVI .![]() Actualmente está habilitado para la visita mediante escaleras y pasarelas, que conducen por los restos de sus antiguas dependencias, con aljibes, estancias, saeteras y dos torres, a las que se puede acceder y que proporcionan unas vistas estupendas de todo del pueblo de Mirabel, con su iglesia de la Asunción, y de todo el entorno: Sierra de los Canchos (flanco norte de Monfragüe) y la Sierra de Santa Catalina hacia el sur.
![]() La entrada es gratuita (al menos de momento) y resulta una excursión interesante desde Monfragüe, aunque no pilla demasiado cerca, la verdad.
![]() Como resumen, decir que después de tantos años nos encantó el redescubrimiento de Monfragüe, ya catalogado como Parque Nacional. ![]() ![]() ![]() Etapas 13 a 15, total 25
![]() Los Barruecos, Malpartida de Cáceres y Garrovillas de Alconetar (Cáceres).Relato de nuestra nueva visita a la provincia de Cáceres, esta vez al Monumento Natural de Los Barruecos, con sus rocas y charcas, elegido por su espectacular paisaje para rodar dos episodios de la séptima temporada de Juego de Tronos. Además, "los paraguas" de Malpartida de Cáceres y un alojamiento sorpresa en Garrovillas de Alconetar. Concluida nuestra ruta por el Parque Nacional de Monfragüe, cuyo relato figura en la etapa anterior de este diario (
![]() Panel informativo, con una de las fotos más conocidas abajo, a la derecha.
![]() Luego, la realidad no coincidió del todo con la estampa que llevaba en la mente, aunque mereció la pena igualmente, si bien me queda un recuerdo mucho mejor de la experiencia en vivo que lo que veo ahora en las fotos que hice. ![]() El Monumento Natural de Los Barruecos se encuentra a 14 kilómetros de la capital cacereña, en el término municipal de Malpartida de Cáceres, de cuyo núcleo urbano dista unos seis kilómetros.
Situación de Los Barruecos en el mapa peninsular.
![]() Como mera referencia, señalar que la distancia desde Madrid es de 324 kilómetros, trayecto que se hace en unas tres horas y cuarto (según GoogleMaps), circulando primero por la A-5 hasta Navalmoral de la Mata, donde se toma la EXA1 hasta Malpartida de Plasencia y allí la A-66 hasta las inmediaciones de Malpartida de Cáceres, población a la que se llega por la N-521. En esta localidad, no hay más que seguir los indicadores.
Itinerario desde Madrid según GoogleMaps
![]() MALPARTIDA DE CÁCERES. En un principio no teníamos previsto detenernos en Malpartida de Cáceres, pero buscando información de la zona vi en internet una foto que me llamó la atención. En la noticia que ilustraba se informaba de que esta localidad lleva desde 2014 repitiendo una iniciativa que tiene como objetivo atraer al turismo y, al mismo tiempo, proporcionar una nota de color y de frescor al pueblo, que cuenta actualmente con un censo algo superior a los 4.000 habitantes. A primeros del mes de mayo se instalan más de mil paraguas de colores en la Plaza Mayor (ahora conocida también como la Plaza de los Paraguas), creando un atractivo toldo multicolor, que invita inevitablemente a hacer la foto. Como era dos de mayo, ignorábamos si los paraguas estaban colocados ya o no, así que decidimos comprobarlo.
![]() Aparcamos en una plaza en la que nos topamos con otro de los alicientes de esta localidad: sus cigüeñas. En 1997 Malpartida fue elegida como representante de España dentro los quince municipios designados “Pueblos Europeos de las Cigüeñas”. Y con toda justicia porque, además de su presencia masiva en los Barruecos, se las ve por todas partes en el mismísimo núcleo urbano. Al estar en época de cría, era una delicia verlas atendiendo solícitas a sus cigüeñinos. Había un montón de nidos con dos y hasta tres pollos.
![]() ![]() ![]() ![]() Caminamos unos metros hasta encontrarnos con la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI, de una sola nave y en la que se distinguen varios estilos: de construcción predominantemente gótica, portada renacentista y retablo rococó del siglo XVIII. Estaba abierta y entramos a verla.
![]() ![]() ![]() La arquitectura popular de Malpartida se caracteriza por las alpoyatas y las grandes chimenéas, ejemplo de lo cual es la Casona de la Inquisición o la Casona, en cuya fachada exhibe su escudo aunque sin la espada. Por supuesto, la imagen estaba presidida por varias cigüeñas y sus nidos.
![]() Como no veíamos los paraguas por ningún sitio, preguntamos a un vecino, que nos indicó muy amablemente la forma de llegar a la Plaza Mayor, donde se estaban instalando los paraguas. Había una grúa en plena tarea, pero ya estaban puestos la mayoría y la verdad es que la estampa, aún sin completar, resultaba de lo más llamativa.
![]() ![]() Una curiosa iniciativa turística, que también resulta muy útil por la sombra que proporciona este toldo multicolor, que se apreciará en todo su valor durante los meses de verano, cuando el sol calienta con intensidad estas tierras extremeñas. Por cierto que, según nos comentaron, en Navidad también ponen los paraguas con sus lucecitas. A ver si alguna vez nos coincide y los vemos.
![]() MONUMENTO NATURAL DE LOS BARRUECOS. A continuación continuamos hasta el Monumento Natural de Los Barruecos, que se encuentra a unos cinco kilómetros de Malpartida de Cáceres. Existen varios aparcamientos y se pueden realizar diversos recorridos a pie. En mi opinión, lo mejor es dirigirse primero al Centro de Interpretación del Monumento Natural, donde proporcionan todo tipo de información y un plano turístico muy útil con las rutas que se pueden hacer. Contar con este mapa me parece fundamental para planificar los recorridos puesto que en vez de completar uno o varios itinerarios puede interesar acortarlos, unirlos o combinarlos. Otros puntos de información están en el Centro de Interpretación El Agua-El Molinillo y en el Centro de Visitantes.
Plano turístico que proporcionan en los Centros de Visitantes.
![]() De camino hacia el aparcamiento, pasamos de largo (volveríamos después) el indicador que señala el lugar de rodaje de Juego de Tronos y nos dirigimos hacia el Centro de Interpretación, dejando a nuestra derecha la Charca de las Cigüeñas. Esta zona está vallada y no se puede visitar en época de nidificación, excepto con un permiso especial. Sin embargo, se contempla bastante bien desde la carretera.
![]() Además de facilitar información, el Centro de Interpretación, situado frente a la charca del Molinillo, ofrece una pequeña exposición con interesantes explicaciones sobre lo que representa el lugar y lo que vamos a encontrar en él.
Charca del Molinillo.
![]() Este singular paraje fue declarado Monumento Natural en 1996 para facilitar la protección de su entorno, de alto valor geológico y muy importante también por su flora, su fauna y sus restos arqueológicos y de pinturas rupestres. El terreno es predominantemente plano, sin altas elevaciones, en el cual proliferan, sin embargo, grandes “bolos” graníticos, denominados “berruecos”. De ahí proviene su nombre. Cada berrueco es una gran roca aislada y a la zona donde se acumulan muchos berruecos se le llama berrocal. Este es el caso que nos ocupa.
![]() Aparte de la forma llamativa de algunas de las rocas, que forman un paisaje todavía más singular al verlas en conjunto, la belleza de este sitio se ve resaltada por una serie de charcas, originadas por varios arroyos de la cuenca del río Salor, que desemboca más al sur. Algunas de estas charcas son naturales y se alimentan del agua de las lluvias de primavera y otoño, mientras que otras se deben a represas, como la del Barrueco de Abajo, la mayor de todas ellas, situada en la parte occidental, cuya represa del antiguo Lavadero de Lanas retiene las aguas del Arroyo del Tocón. Más al este, se encuentra otra charca de buen tamaño, llamada del Barrueco de Arriba.
![]() El agua y el roquedal proporcionan un hábitat que favorece fundamentalmente a las aves acuáticas y a las pequeñas rapaces como ánades reales, garzas, garcillas, águilas, milanos, etc. En las aguas también viven nutrias, tritones y peces como la tenca. Sin embargo, la gran reina de la zona es, sin duda, la cigüeña común, cuya presencia y sus nidos se puede ver por todas partes.
![]() Ya con el plano en la mano y unos cuantos consejos en la mente iniciamos el recorrido, si bien enseguida nos dimos cuenta que no era ni la hora ni el día apropiado para contemplar la estampa de la famosa foto, con las rocas reflejadas en la charca ya que la luz era intensa y el viento agitaba las aguas, lo cual no menoscababa en absoluto la belleza del panorama que se nos ofrecía a la vista.
![]() Las rutas propuestas a pie para visitar Los Barruecos son seis, que se distinguen por colores y están perfectamente indicadas. No tienen pérdida posible, aunque conviene llevar el mapa a mano para orientarse mejor y saber dónde se encuentran los aparcamientos que permiten optimizar los recorridos y, en el caso de seguir a ruta azul, proporciona la ubicación de las rocas de formas más curiosas con su nombre y una foto. Con datos sacados del propio plano turístico, resumo las rutas mencionadas.
- Peñas del Tesoro. Color Amarillo. 1,5 kilómetros. Treinta minutos (ida). Se llama así por la forma característica de dos de las rocas más fotogénicas, sobre las cuales anidan las cigüeñas.
![]() - Las Charcas. Color verde. 7 kilómetros. Tres horas. Dificultada media. La primera parte coincide con la ruta amarilla. Hace un recorrido circular alrededor de las dos charcas principales, la del Barruecos de Abajo y la del Barrueco de Arriba. Es la que proporciona una visión más amplia y general de la zona, aunque no tiene necesariamente que ser el recorrido más interesante.
![]() - Barrueco de Arriba. Color rojo. 2,5 kilómetros. 1 hora (circular). Hace un recorrido circular por la charca de Arriba.
![]() - Patrimonio Geológico y Arqueológico. Color azul oscuro. 4 kilómetros. 2 horas. Recorrido circular por una zona donde se pueden contemplar enormes rocas con formas curiosas, tumbas antropomorfas, grabados rupestres, restos arqueológicos de una villa romana, etc.
- Los Molinos. Color morado. 7 kilómetros. 3 horas (circular). Recorre los cuatro molinos del paraje: el del Barrueco de Arriba, el de Frasco Díez, el Molinillo y el del Lavadero de Lanas. - Los Sentidos. Color azul claro. 1,6 kilómetros. 20 minutos (ida). Adaptado a niños pequeños y personas con movilidad reducida. ![]() En mi opinión, no es necesario patear todo el paraje salvo que se desee pasar allí la jornada completa. El plano nos explica lo que podemos encontrar en cada uno de los itinerarios y la manera de combinarlos para adaptar la caminata a nuestros gustos y al tiempo disponible. En nuestro caso, hicimos las rutas amarilla y azul claro y oscuro al completo, un tramo de la verde y otro de la morada. A la charca del Barrueco de Arriba fuimos después con el coche para hacer un tramo de la ruta roja. Pienso que con este recorrido nos llevamos una impresión general del lugar bastante aceptable y la verdad es que lo disfrutamos mucho. ![]() Comenzamos siguiendo los indicadores de la ruta azul oscuro por un sendero muy cómodo, el principio del cual transcurre por una zona perimetral del paraje, no demasiado interesante en su primer kilómetro y medio (incluso hay un aparcamiento en medio) hasta llegar a los restos de un antiguo asentamiento romano. A partir de aquí, el camino y el panorama se hacieron más interesantes, con numerosas rocas de formas muy llamativas, una especie de ciudad pétrea encantada cacereña.
Las rocas tienen un gran tamaño y formas curiosas.
![]() ![]() ![]() Tumbas, grabados y pinturas rupestres salpican el camino. ![]() Todo estaba perfectamente señalizado y se iban alternando tumbas antropomorfas, grabados y abrigos de pinturas rupestres, aunque el plato fuerte eran las rocas, algunas de nombre tan sugerente como la Peña de la Tortuga, la de la Seta o la del Caracol.
![]() ![]() Y, más adelante, otras como Peña Caballera, la de la Horca, la del Tiburón, la de la Bomba o la del Bolo. Por separado resultan curiosas, pero al unirse en el paisaje adquieren un aspecto todavía más llamativo. Una bonita imagen de moles grisáceas con el contrapunto del intenso verde del campo primaveral y el azul cielo.
![]() Después de pasar los restos de un antiguo poblado neolítico, iniciamos el descenso hacia la charca del Barrueco de Abajo. Al llegar a un cruce, en vez de continuar a la izquierda, por la ruta del sendero azul oscuro, giramos a la derecha para hacer un tramo del sendero verde, que nos llevó a una zona muy bonita, con un grupo de rocas reflejadas en el agua. Sin embargo, la luz del sol era muy intensa y molestaba bastante al hacer las fotos.
![]() ![]() De vuelta a la ruta azul oscuro (fundida ya con la morada y la amarilla), caminamos en paraledo a la charca, si bien a diferente altura, contemplando de cerca las Peñas del Tesoro coronadas por nidos de cigüeñas, quizás sean las rocas más características de los Berruecos. En las proximidades, vimos una de las esculturas al aire libre del Museo Vostell.
Escultura de Vostell al aire libre. Detrás, a la derecha, las Peñas del Tesoro.
![]() ![]() El recorrido nos llevó a la orilla del agua y a la sombra, con la hierba fresca que brindaba un acomodo estupendo para descansar un rato, contemplando el panorama. No había reflejo en el agua de las rocas más conocidas del paraje, pero en cualquier caso la imagen resultaba idílica. Muy cerca vimos una caseta para la observación de aves, aunque no había demasiadas a esa hora de la tarde.
![]() ![]() ![]() ![]() Continuamos el recorrido hasta el Centro de Interpretación de las Vías Pecuarias y del Lavadero de Lanas, desde donde se tiene una buena vista del conjunto más famoso del berrocal, aunque un poco lejano y sin reflejo esta vez. Muy cerca se encuentra también el Museo Vostell, que contiene obras del artista hispano-alemán Wolf Vostell, pionero del Vídeoarte y de la técnica Dé-coll/age y cofundador del movimiento artístico Fluxus. Esto lo he copiado de Wikipedia porque no entiendo demasiado del tema y no quiero meter la pata. Se puede visitar en horarios de mañana y tarde que varían dependiendo de la época del año. El precio de la entrada normal es de 2,5 euros por persona. En las inmediaciones también hay un restaurante. Si se quiere comer allí en fines de semana, es mejor reservar con antelación porque, según nos dijeron, suele estar muy concurrido.
![]() Entre unas cosas y otras, se nos fueron casi cuatro horas. Luego cogimos el coche para dirigirnos al lugar donde se rodaron escenas de dos episodios de la séptima temporada de Juego de Tronos. Hay indicadores que conducen hacia una pista de tierra, pero nos despistamos sin saber cómo y perdimos algunos minutos dando vueltas alrededor de ninguna parte. Pero, al final, llegamos al sitio concreto, en el cual hay dos aparcamientos.
![]() La ruta de Juegos de Tronos en Los Barruecos transcurre por la Charca del Barrueco de Arriba (por eso no habíamos hecho antes el trecho a pie). En este itinerario nos encontramos con diversos paneles informativos sobre los guiones, los lugares de rodaje y cómo se hicieron los capítulos. Una vez allí, sólo queda echarle imaginación para ver a los dragones sobrevolando el paisaje. Esta visita resulta interesante tanto para los seguidores de la serie como para contemplar la charca superior, con otra perspectiva del paisaje. Sin embargo, me gustó más la otra zona.
![]() ![]() GARROVILLAS DE ALCONETAR. Terminada nuestra visita a Los Barruecos, nos dirigimos hacia el norte, de camino a nuevas etapas en nuestro viaje por la provincia de Cáceres que nos llevaría a visitar Coria y a pasar tres días en el Valle del Jerte. Habíamos reservado habitación en la Hospedería de Garrovillas de Alconetar, lugar que nos venía perfecto por su ubicación, a 45 kilómetros de Los Barruecos. Desde Cáceres dista 37 kilómetros, que se hacen poco más de media hora. Tiene también una buena situación por si se quiere hacer la ruta del Tajo Internacional.
Mapa de nuestro recorrido y de situación de Garrovillas de Alconetar.
![]() Además, aprovechamos una oferta por 70 euros la noche con desayuno, lo que no estaba nada mal teniendo en cuenta la calidad de estos establecimientos pues previamente habíamos tenido muy buenas experiencias en la Conventual de Álcántara, la de la Hurdes y la de Monfragüe. También ofrecen menús completos (comida o cena) por 15 euros que están realmente bien.
![]() Como aliciente adicional, esta Hospedería ocupa el antiguo Palacio de los Condes de Alba de Liste, que data del siglo XV. Fue fundado por Don Enríquez y en su construcción predomina el estilo renacentista con influencias mudéjares. El edificio rehabilitado es realmente magnífico, tanto para contemplar su arquitectura desde el exterior como para alojarse en él. En este caso, merece la pena pedir habitación en la zona antigua, ya que la construcción moderna que está adosada no posee ni mucho menos el encanto del palacio, entre cuyos viejos muros da gusto moverse, subir su escalera, visitar sus salones o asomarse a su precioso balcón corrido.
![]() Desde nuestra habitación teníamos una sugerente vista, con la torre de la iglesia y, como no, con las cigüeñas.
![]() El palacio forma parte y engrandece a su vez la Plaza Mayor de Garrovillas, que realmente merece la pena visitar. Es sumamente peculiar y, además, está declarada Monumento Historíco-Artístico Nacional. Es de grandes dimensiones, tiene forma irregular y data de los siglos XV y XVI, cuenta con arcadas góticas, fachadas encaladas de estilo clasicista y algunas casas blasonadas, con robustas puertas y contundentes maderas en los techos de los soportales. . ![]() ![]() ![]() ![]() Algunas de las calles que confluyen a la plaza cuentan con arcos a modo de puertas, que forman un conjunto de corte medieval muy atractivo.
![]() Desde el interior del palacio (Hospedería), la perspectiva de la Plaza Mayor es realmente estupenda. Sobran los coches allí aparcados, pero ya sabemos que la perfección no existe.
![]() Esta localidad, que hasta el año 2001 se llamaba solo Garrovillas, hoy cuenta con poco más de 2.000 habitantes, pero fue importante en tiempos pues Alfonso X el Sabio le concedió el título de villa y llegó a tener más de 7.000 habitantes en el siglo XVI. Esta zona, igual que otras del norte de Cáceres, estuvieron pobladas desde tiempos prehistóricos y abundan los dólmenes y otros monumentos funerarios de diversas épocas, que no tuvimos tiempo de visitar en esta ocasión; también se han encontrado herramientas, armas y objetos de la Edad de los Metales. En las proximidades del pueblo se encuentran los restos de un puente (Mantible) que construyeron los romanos para cruzar el Tajo, formando parte de la Vía de la Plata. La villa cuenta también con barrio judío, un rollo jurisdiccional, un Corral de Comedias típico del Siglo de Oro español, la Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación, de finales del siglo XV, la Iglesia de San Pedro Apóstol, gótica del siglo XV, con escudos en la fachada y una gran torre a modo de fortaleza.
![]() ![]() Además, los Conventos de Nuestra Señora de la Salud o de las Monjas Jerónimas y el de San Antonio de Padua, que se encuentra en ruinas, a las afueras del pueblo. Frente al Convento de las Monjas Jerónimas está la llamada Casa de los Templarios, renacentista del siglo XV, en la que destaca un balcón de esquina, cuyo origen se remonta al 1500, y una monumental chimenea de mediados del siglo XVI con columnas y capiteles corintios rematados con bolas. Y sobre todo el conjunto, un gran nido de cigüeñas. Un edificio llamativo y singular.
![]() ![]() Me resultó muy agradable dar un paseo por la noche. La tenue iluminación conferían un encanto muy especial a las casas blancas de sus calles desiertas.
![]() ![]() ![]() ![]() En resumen, una población bastante interesante, de la que no conocíamos nada y donde nos alojamos por pura casualidad y que nos sorprendió muy gratamente.
![]() Etapas 13 a 15, total 25
![]() Valle del Jerte (Cáceres) (1). Cabezuela del Valle y Ruta Tres Cascadas.Primera parte del relato de nuestra escapada al Valle del Jerte (Cáceres) durante el Puente del 1º de mayo. En esta etapa contaré nuestra visita a Cabezuela del Valle y la excursión que suele conocerse como la Ruta de las Tres Cascadas: Garganta de Marta, del Caozo y Calderón. Para terminar nuestro periplo de seis días durante el puente del 1º de mayo por tierras cacereñas, elegimos el Valle del Jerte, que ya habíamos visitado en alguna ocasión anterior hace años, incluso una vez en la época de floración de los cerezos. Sin embargo, fueron visitas rápidas, casi de recorrido exclusivo por carretera, por lo cual, en esta ocasión, quisimos dedicarle más tiempo para así poder conocer sus pueblos y hacer alguna ruta de senderismo, en especial dos de las más conocidas: la de las cascadas de la Garganta de las Nogaledas y la de la Garganta de los Infiernos.
El Valle del Jerte en el mapa peninsular.
![]() Se conoce como Valle del Jerte a una comarca natural situada al noroeste de Extremadura, que limita al norte con la provincia de Ávila, al sur con la ciudad de Plasencia, al este con las sierras de la comarca de la Vera y al oeste con las del Valle de Ambroz. Para visitarla, hay que circular por la carretera N-110, que la recorre longitudinalmente de norte a sur a lo largo de unos sesenta kilómetros, desde el Puerto de Tornavacas hasta el Embalse de Plasencia.
![]() Desde el norte, se accede por el Puerto de Tornavacas, paso fronterizo entre las provincias de Ávila y Cáceres, a 1.275 metros de altitud sobre el nivel mar y en cuya sierra nace el río Jerte, que le da nombre al valle. Desde allí, un rápido descenso conduce primero al pueblo de Tornavacas (871 metros de altitud) y después, sucesivamente, a las localidades más importantes de la comarca: Jerte, Cabezuela del Valle y Navaconcejo (ya a 455 metros de altitud). Siguiendo la N-110, a ambos lados nos encontramos con carreteras más pequeñas que se retuercen en las sierras, ascendiendo una buena cantidad de metros en pequeñas distancias hacia pueblecitos que parecen hallarse colgados sobre los montes ante nuestros ojos, como Rebollar, el Torno o Valdastillas, sus casas salpicando la vegetación y rodeados de miles de cerezos (puntal básico de la economía de la comarca y también de su fama), entre gargantas y arroyos, con cascadas visibles incluso de las pistas asfaltadas cuando las lluvias han sido generosas, sobre todo en primavera y otoño. De ahí que a esta comarca se la conozca también como Valle del Agua o Valle de la Cereza. A esta mancomunidad pertenecen 11 municipios y su población actual está en torno a los 11.000 habitantes. Río Jerte.
![]() Nuestro itinerario: - Tarde del viernes: ruta de las tres cascadas desde Valdastillas (Garganta de Marta, del Caozo y del Calderón). Alojamiento en Cabezuela del Valle.
- Sábado: ruta de las cascadas de la Garganta de las Nogaledas, comida en Navaconcejo visitando el pueblo, pequeño paseo por la Garganta de la Puria y recorrido en coche por los miradores y las localidades altas del Valle, como el Torno y Rebollar. Alojamiento en Cabezuela del Valle. - Domingo: paseo por Cabezuela del Valle y recorrido por el puerto de Tornavacas y sus miradores. Nos acercamos también hasta el Barco de Ávila, donde comimos, pero esto me lo saltaré porque no pertenece al Valle del Jerte. Por la tarde, hicimos la ruta senderista del Puente de los Papúos. Alojamiento en Jerte. - Lunes: ruta senderista de los Pilones y la Garganta de los Infiernos, recorrido hasta Puente Nuevo. El resumen del recorrido según GoogleMaps es el siguiente más o menos, dejando aparte las rutas senderistas.
![]() Llegamos a Cabezuela del Valle sobre las seis de la tarde, procedentes de Coria, ciudad que habíamos visitado por la mañana, de modo que accedimos desde el sur, pasando por Plasencia. Habíamos reservado alojamiento en el Hotel Judería Valle del Jerte, de una estrella y que ocupa una de las casas de arquitectura tradicional del pueblo, con sus balcones y aleros típicos, paredes de piedra y techos de madera. No tiene ascensor, ni lujos excesivos, pero estuvimos cómodos y las vistas desde la habitación hacia la montaña eran bonitas. El personal, que también atiende el bar/restaurante anexo, fue muy amable y nos ofreció información y un mapa de la zona. Además, teniendo en cuenta que estábamos en pleno puente de mayo y que no abundaban los alojamientos libres, el precio de 120 euros por dos noches con desayuno no nos pareció excesivo. Lo peor fue que tuvimos que dejar el coche un poco lejos, en los aparcamientos de la carretera, ya que en las proximidades del hotel fue imposible encontrar hueco, lo cual no tiene nada de extraño al ser fin de semana y alojarnos en pleno casco antiguo, junto a la Iglesia de San Miguel Arcángel. De todas formas, esto nos ocasionó más inconveniente que las empinadas cuestas que había que subir para llegar al hotel al final de la jornada.
Fachada del hotel, instalado en casa tradicional y vistas desde la habitación
![]() ![]() En principio, teníamos previsto marcharnos el domingo, pero enseguida nos dimos cuenta de que no era buena idea porque, al ser regreso de un puente largo en Madrid, salvo que regresásemos a primera hora de la mañana (perdiendo toda la jornada) o a última hora de la tarde (con el consiguiente viaje de noche), nos iba a tocar aguantar una buena caravana de tráfico. Así que, como teníamos esa posibilidad, decidimos alargar nuestra estancia hasta el lunes, lo cual nos permitiría realizar nuestra ruta de senderismo estrella, la de los Pilones y la Garganta de los Infiernos, tranquilamente y con poca gente en el camino, lo cual hubiera sido impensable de haberla hecho en domingo. Así que reservé sobre la marcha alojamiento para esa noche adicional en otro establecimiento de la Red de Hospederías de Extremadura, esta vez la del pueblo de Jerte, magníficamente situada junto al río. De este modo pudimos disfrutar de tres días casi completos en el Valle del Jerte, durante los cuales nos hizo un tiempo estupendo. De día hacía sol y casi calor, aunque por la noche refrescaba bastante.
Plano turístico que nos dieron en el hotel.
![]() CABEZUELA DEL VALLE. Aunque lo visitamos en momentos diferentes durante el tiempo que estuvimos alojados allí, prefiero hacer este relato ahora y de una vez para encajarlo mejor en el conjunto de nuestro itinerario. Situada casi en el centro del valle, se trata de la localidad más poblada de la comarca, con unos 2.200 habitantes, y, en mi opinión, es la más bonita junto con Navaconcejo, si bien su verdadero atractivo no se aprecia desde la carretera, que la recorre en forma de avenida paralela al río, pues la mayor parte de las edificaciones en esa zona son relativamente modernas y no tienen demasiado interés.
Cabezuela del Valle desde el Mirador de San Felipe.
![]() El casco antiguo (declarado Conjunto Histórico-Artístico) está formado por calles empinadas y estrechas, algunas laberínticas y que a menudo no conducen a ninguna parte, por lo cual conviene aparcar el coche en la parte baja y recorrer el pueblo a pie, sin dejarnos desanimar por las empinadas cuestas que aparecen de inmediato ya que el pequeño esfuerzo merece la pena. Cabezuela tuvo más suerte que otros pueblos del Valle y, aunque fue saqueado, sus casas se libraron de ser incendiadas por las tropas francesas como ocurrió en El Tormo o Jerte y por eso conserva una excelente muestra de arquitectura tradicional.
![]() La estructura de la zona histórica no es lineal o de calle, como los de Navaconcejo o Jerte, sino triangular. La Calle del Hondón, con un artístico crucero la parte baja, nos pareció un buen sitio para comenzar nuestro paseo por el pueblo.
![]() A ambos lados vimos casas de arquitectura tradicional de la comarca, con fachadas de sillares, algunas con escudos, símbolos y anagramas. En el lado derecho de la calle, según se sube, hay soportales, la mayoría sustentados sobre vigas de madera. Y aquí también se encuentra la antigua Casa Consistorial.
![]() ![]() ![]() La del Hondón es el primer tramo de los tres en que se divide la que está considerada como la calle principal del pueblo. Llega hasta la Plaza de Extremadura y continúa por la calle del Puente, que sale al río, al que no hay que dejar de asomarse para ver unas bonitas vistas desde las dos orillas del Jerte. Nos fijamos también en una amplia zona de piscinas naturales con sus correspondientes instalaciones, que deben estar muy concurridas en verano a juzgar por su tamaño.
![]() ![]() Nuevamente en el centro, por la calle Federico Bajo, llegamos a la Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel, que ocupa el lugar donde estuvo la antigua sinagoga, ya que aquí existió una importante comunidad judía a finales del siglo XV.
![]() Las calles próximas a la antigua judería nos parecieron muy pintorescas, estrechas y laberínticas, muchas de ellas con entramado y balcones de madera, adornados con macetas y flores. Nos gustaron especialmente la calleja de la Cárcel y la del Portal Viejo.
![]() ![]() ![]() También nos acercamos al Mirador de San Felipe, en el que se encuentra la Ermita de San Felipe y Santiago, de construcción moderna,, y desde donde pudimos contemplar un panorama estupendo en 360 grados de la parte de valle en torno a Cabezuela. Hay un merendero y aparcamiento, con lo cual se puede llegar en coche, pero a quien no le importe caminar y subir alguna cuesta, agradecerá ir a pie, como hicimos nosotros, siguiendo la calle de San Felipe hasta el final.
![]() Resumiendo: merece la pena dar un paseo tranquilo por el casco histórico, en el cual, como en casi todos estos pueblos, hay bastantes casas antiguas a la venta, algunas bien conservadas y otras en estado penoso, a la espera de una rehabilitación que las salve del olvido y de convertirse en ruinas a no mucho tardar.
![]() Naturalmente, no nos fuimos sin comprar una caja de cerezas recién cogidas y otras delicatessen de la comarca, como el paté ibérico con mermelada de cereza o el chocolate con cerezas. En fin, aquí casi todo gira en torno a su producto estrella y, quien esté interesado, también puede visitar el Museo... de la Cereza, claro.
![]() Viernes 3 de mayo. Tarde. En cuanto nos registramos en el hotel, volvimos a coger el coche para emprender la primera de las excursiones que teníamos previstas ya que queríamos aprovechar el tiempo al máximo.
RUTA DE LAS TRES CASCADAS: GARGANTA DE MARTA, CASCADA DEL CAOZO Y CASCADA DE CALDERÓN. Lugar de referencia: Valdastillas. Son cascadas situadas en sitios distintos y se pueden visitar por separado, pero si se dispone de un par de horas, resulta muy recomendable combinarlas en un único recorrido pues se encuentran relativamente cerca, sobre todo la de Marta y la del Caozo, a las que se accede en coche, salvo un corto tramo a pie en cada una de ellas de unos pocos minutos.
La ruta de las tres cascadas en GoogleMaps.
![]() ![]() Cascada de la Garganta de Marta. Circulando por la N-110 hacia el sur, pasado Navaconcejo, tomamos la carretera CC-17.5, en dirección hacia Valdastillas. Ya en el pueblo, a la derecha nos encontramos el cartel que señala hacia la cascada de Marta. Algo más adelante nos detuvimos en el Mirador de la Ermita del Cristo, que ofrecía buenas vistas de la zona occidental del valle, la solana, con las poblaciones de El Torno y Rebollar, aunque a esa hora el sol daba de frente y molestaba bastante.
Valdastillas desde el Mirador de la Ermita del Cristo.
![]() Además, vimos un árbol con una historia muy singular. Según se cuenta, aquí había un roble milenario, al que llamaban Tempranero porque se cubría de hojas en pleno invierno, muchas semanas antes que cualquier otro roble en el Valle. Tanto era la admiración que despertaba, que los lugareños le dedicaron poemas e incluso le atribuían propiedades mágicas, conservando sus primeros brotes como amuletos. Por desgracia, un vendaval derribó el árbol en 1990, dejando consternados a los vecinos de Valdastillas. Sin embargo, de sus raíces nació un retoño, un nuevo roble con la misma y sorprendente precocidad de sus hojas. Se le puso de nombre Tempranillo y es el que hoy podemos contemplar en este curioso sitio.
![]() Un par de kilómetros después, llegamos a un aparcamiento, junto al cual un cartel señalaba la dirección de la cascada de Marta. A partir de este punto hay que ir a pie. Entre una espesa vegetación, el río corría alegre, formando una sucesión de saltos de agua, pequeños pero muy resultones. El paisaje era muy bonito aunque el sol incidía bastante sobre el agua y estropeaba un poco las fotos.
![]() ![]() ![]() ![]() Un camino ancho de tierra en descenso nos condujo hasta el antiguo Lagar del Tío Alicio, que, como muchos otros desde tiempos medievales, aprovechaba la fuerza motriz de la Garganta de Marta para producir aceite y estuvo en funcionamiento desde 1900 hasta 1981. En 1992, el edificio fue adquirido por el Ayuntamiento de Valdastillas, que lo rehabilitó para conservar su valor histórico y etnográfico. Cuando llegamos, el interior ya estaba cerrado, pero tiene horario de visitas. De todas formas, resultó interesante leer los correspondientes paneles informativos y echarle un vistazo incluso desde el exterior.
![]() ![]() A partir de aquí, el sendero se hizo más estrecho, pero no tardamos más de tres minutos en vislumbrar el artilugio metálico, en forma de puente suspendido, que sirve de mirador sobre la cascada de Marta y el valle. Hay quien afirma que le da vértigo, sobre todo porque se mueve un poco al pisarlo y el suelo, también de barras metálicas, permite ver el agua corriendo bajo los pies a una altura considerable. A mí no me pareció para tanto, pero estas sensaciones son muy subjetivas. Por supuesto, se debe tener cuidado para no meter el pie entre las barras, así que nada de chanclas o tacones en este recorrido.
![]() La cascada no se tiene de frente, sino a un lado y por debajo, con lo que, en mi opinión, pierde bastante perspectiva al contemplarla desde el mirador. No voy a decir que me decepcionó, pero, por los comentarios que había oído, me esperaba algo más impactante.
![]() Cascada del Caozo. Deshicimos el camino hasta el coche (poco más de un cuarto de hora entre ida y vuelta) y regresamos a Valdastillas, saliendo de nuevo al cruce con la carretera que va a Piornal. Unos metros más allá, nos encontramos con el indicador de la Cascada del Caozo, una de las más conocidas y fotografiadas del Valle del Jerte. No recuerdo la distancia, quizás unos seis kilómetros, no más. De todas formas, no tiene pérdida, solamente hay que seguir los indicadores hasta que se llega a un pequeño aparcamiento. Es un lugar concurrido y no hay mucho sitio, así que mejor evitar las horas de mayor afluencia. Junto a la carretera ya vimos un bonito salto de agua. El panel informativo cuenta que estamos en la Garganta Bonal, entre Piornal y Valdastillas, desde donde, si se prefiere, se puede llegar a la cascada del Caozo caminando por el sendero SL-CC-32. Su caudal depende de las lluvias y en verano la cascada puede verse reducida apenas a un hilo. Nosotros tuvimos suerte, pues había llovido bastante una semana antes y presentaba muy buen aspecto.
Junto a la carretera nos encontramos una cascada, un puente metálico y un camino ladera arriba.
![]() Sin embargo, no hay que confundirse porque la cascada de la carretera no es el salto del Caozo. Para llegar a él, tuvimos que pasar por otro artilugio metálico a modo de puente y tomar un sendero, que ascendía por la ladera mediante escalones, paralelo al río, que formaba nuevas cascadas al resbalar por las piedras.
![]() En unos pocos minutos divisamos un gran salto de agua y otra horrible pasarela metálica a modo de mirador que se asomaba de frente a la cascada, proporcionando unas vistas magníficas y alguna que otra salpicadura. A esa hora de la tarde solo nos cruzamos con otra pareja pese a estar en el puente de mayo, con lo cual pudimos disfrutarla tranquilamente. Un lujo para los aficionados a las fotos.
![]() ![]() Nos gustó mucho esta cascada y respondió a nuestras las expectativas, al menos en esta época del año. También hay que evitar los momentos de mayor afluencia turística, en los cuales, según nos han comentado, incluso se forman colas para asomarse al mirador.
![]() ![]() ![]() Cascada de Calderón. Por lo que hemos leído, hay un sendero que conduce desde la cascada del Caozo a la de Calderón, con lo cual pueden verse las dos en una misma ruta a pie. Sin embargo, no vimos ningún indicador y como tampoco faltaba mucho para que empezase a oscurecer, no quisimos arriesgar y decidimos utilizar el coche. Retrocedimos hasta el cruce con la carretera CC-17.5 y seguimos en dirección a Piornal. Entre los kilómetros 9 y 10, en una curva muy cerrada, a la izquierda sale una pista de tierra y cuenta con un indicador. Hay que ir atentos porque el desvío aparece de improviso y no queda demasiado sitio para aparcar. El lugar exacto está indicado en GoogleMaps.
El camino por la pista fue muy agradable.
![]() A esa hora de la tarde, no había nadie más y pudimos estacionar al comienzo de la pista sin estorbar. El indicador creo que señalaba 1,5 kilómetros hasta la cascada. En cuanto a continuar por la pista con un turismo, yo no me arriesgaría porque nos encontramos varios agujeros profundos en el camino provocados por la lluvia de la semana anterior. En caso de tiempo muy seco, no sabría qué decir. De todas formas, me parece mejor opción ir caminando: la pista es amplia, se baja de ida y se sube de vuelta, pero la pendiente no es de las que matan. Se trata de un trayecto corto, de entre media hora y cuarenta minutos en total, con lo cual se mueven un rato las piernas, el paisaje es bonito y, de paso, la naturaleza descansa de la invasión de los vehículos a motor.
Hasta encontramos una fuente.
![]() Esta cascada resulta más difícil de encontrar y, por eso, está menos concurrida, aunque también es muy bonita. De hecho, a esas horas de la tarde la tuvimos para nosotros solos con este buen aspecto pese a que casi apenas se veía ya.
![]() Ya de noche, volvimos a Cabezuela y cenamos en el hotel: cervezas, croquetas, ensalada de ahumados y secreto ibérico. Nos cobraron 28 euros, pero nos pusieron tal cantidad de comida que nos sobró por todos lados. Sin más, nos fuimos a dormir. El día había sido largo y estábamos cansados. EL RELATO DEL VIAJE CONTINUARÁ EN LA ETAPA SIGUIENTE. Etapas 13 a 15, total 25
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