![]() ![]() 5 dias en Budapest con escapada a Bratislava ✏️ Blogs de Hungria
En invierno 2019Autor: Dovima Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (3 Votos) Índice del Diario: 5 dias en Budapest con escapada a Bratislava
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Etapas 4 a 6, total 6
Parlamento, Iglesia de San Esteban, Mercado Central y Ópera Nabucco (Día 3: viernes 4 de enero de 2019)
Desayunamos en Café Frei, la cafetería que tenemos al lado del apartamento. El chocolate está buenísimo, es como chocolate deshecho, espeso, no como el típico chocolate caliente. A mí me apetecía otro Kürtöskalacs así que he comprado uno de canela camino de San Esteban, donde lo vimos ayer, al inicio de la calle Andrassy, por 350 florines. Hoy teníamos reservada la visita al Parlamento, en castellano, a las 10.30h. Si la reservas por internet, te sale más barata. Fuimos bordeando el río, desde el Puente de las Cadenas hasta el parlamento, para ver el monumento a los zapatos, que no sabíamos exactamente a qué altura caía. Pasado el puente de las cadenas salen unas fotos preciosas, puesto que no hay ningún cable ni nada que las afee. El monumento a los zapatos está justo a la altura del Parlamento y es sobrecogedor, sobran las palabras. Se hizo en recuerdo a los judíos que murieron tras ser arrojados al río, por ahogamiento, puesto que eran atados en grupos con alambre de espino, o por congelación. Previamente, se les hacía quitar los zapatos. Tras esto nos dirigimos hacia la entrada, que está pasado el edificio del Parlamento, en una entrada que se ve allí al lado. Parlamento de Budapest Se puede ver en visitas guiadas en diferentes idiomas. La sesión en castellano es todos los días a las 10:30, 13:45, 14:45 y 16:00 horas. Actualmente la propia entidad vende las entradas a través de internet. www.jegymester.hu/ ...ment-visit. La duración es una hora escasa y está abierto casi todos los días del año para las visitas dirigidas. Precio: Adultos pertenecientes a la UE: 2.400Ft =7,5€; Estudiantes entre 6 y 24 años pertenecientes a la UE: 1.300Ft = 4€. Con la entrada impresa vas directamente a hacer cola a los tornos. En la pantalla de entrada se indicará el horario e idioma del siguiente tour. No hace falta ir con mucha anticipación. Luego está el control de seguridad. También tienes guardarropía para dejar las chaquetas, gratis. Es visitado por unas 700.000 personas al año. Construido entre 1884 y 1902, el Parlamento de Budapest fue la obra más grande de su época. Consta de 691 habitaciones y tiene unas dimensiones de 268 metros de longitud y 118 metros de anchura. Es el tercer parlamento más grande del mundo después del de Rumanía y el de Argentina. Su construcción demostró el poder económico de la Hungría de principios de siglo. Como el Parlamento es un edificio simétrico, la visita guiada sólo se realiza por la mitad del edificio, puesto que la otra mitad es igual. La visita al parlamento se compone de diversas estancias, las más importantes son: • Escalera principal: Nada más acceder al Parlamento, tras subir por la alfombra roja, ya quedas impresionado. • La gran escalera: que te conduce hasta el Salón de la Cúpula, impresionante con sus frescos adornando el techo y sus columnas de granito de 4 toneladas, únicas en el mundo, y las vidrieras decorativas. • El vestíbulo de la casa superior: con sus esculturas y la alfombra anudada a mano más grande de Europa. • Sala de la Cúpula: Es la sala más importante y el único espacio donde no está permitido hacer fotos. Uno del grupo hizo y se la hicieron borrar. Constantemente están vigilando. Este es el centro del Parlamento. En esta sala se puede apreciar el interior de la cúpula y se exponen diversas estatuas de los reyes de Hungría. Enfrente de la escalera principal se encuentra la de San Esteban, el primer rey de Hungría. Una vitrina acoge algunas de sus pertenencias, entre las que destaca su corona. Aquí está la Santa Corona húngara y la Insignia de la Coronación custodiados las 24 h del día por la Guardia Húngara. Sin duda esta sala es espectacular. • Antigua Cámara Alta: Actualmente utilizada sólo con fines turísticos, esta es la sala en la que todos pensamos al imaginarnos el parlamento. En el ala sur se encuentra su gemela: la sala del Consejo de los Diputados. Actualmente sólo se dedica a conferencias y reuniones. Hasta el más mínimo detalle, como puede ser la rejilla de la calefacción, está cuidado al máximo para no desentonar. Sin duda merece la pena visitar el Parlamento por dentro, además de que su precio es muy razonable. Basílica de San Esteban El siguiente destino es la Basílica de San Esteban, por la que hemos pasado varias veces, pero que teníamos pendiente de visitar. Horario: de 9 a 17h. Horario cúpula de invierno: de 10 a 16.30 h Precio: En teoría es gratis, pero nada más entrar tienes un cartelito que pone 200 florines, y un señor que controla que todos echen algo en el cepillo, en teoría, la voluntad. Yo no encontraba los florines así que echamos unos céntimos de euros, para no hacer crecer más la cola que se estaba acumulando. No te controlan qué echas, sino simplemente que eches algo. Precio cúpula: 600 florines adultos = 1,85€. Estudiantes 400 florines = 1,24€ La Basílica de San Esteban de Budapest (Szent István-bazilika) es el edificio religioso más grande de Hungría. Se dice que la basílica puede albergar en su interior a más de 8.500 personas. El nombre de la basílica hace honor al primer rey de Hungría, Esteban I (975–1038). En el interior hay una de las reliquias sagradas más importantes del país: su mano derecha. Está entrando dentro de una urna. También hay personajes famosos enterrados aquí. La altura de la cúpula son 96 metros, convirtiéndose en el punto más alto de Budapest junto al edificio del Parlamento, que tiene la misma altura. Su construcción finalizó en 1905 después de más medio siglo de obras. Parte de este largo periodo se debió al derrumbe de la cúpula. Merece mucho la pena subir a la cúpula. Realmente las vistas son buenísimas, de todo el lado de Pest. Además, hacía solecito y a pesar del frío abajo, no hacía más frio arriba, así que genial. Hay más de 300 escaleras. Lo que no sabía es que puedes subir hasta arriba en ascensor, y es gratis. Yo había leído que sólo el último tramo se podía hacer en ascensor. Donde se compra la entrada tienes las escaleras de acceso, más de 300, ya las verás. Pero si sales de la taquilla y vas hacia la derecha, al final de todo, antes de entrar en la iglesia hay un ascensor que te deja casi arriba. Hay una señora que coordina la cola. Cuando sales de este ascensor tienes una exposición de fotografías en toda la planta, y te quedará el tramo final, unas 100 escaleras más, que podrás hacer andando, o en otro ascensor. Nosotros lo hicimos todo en ascensor, casi no había cola. Y para bajar, el primer tramo andando, y el segundo en ascensor. Estuvimos una hora larga para hacer la visita. Nuestro siguiente destino era el Mercado Central. Pasando por la plaza de la noria nos paramos en un mercadillo callejero. Aquí compramos los primeros suvenires: imanes y bolas de nieve pequeñas. Aquí ya comparamos los precios y estaban mejor de precio que lo que habíamos visto hasta ahora. Primero decidimos parar a comer, puesto que ya eran más de las 13h, en Pasta Bella, un restaurante italiano, que no pizzería, que nos iba de paso, frente a la Sinagoga y que llevaba apuntado. El camarero hablaba castellano perfectamente. Dos fruti di mare y tagliatelle con jamón y mascarpone con 2 cervezas y 2 aguas por 10.000 florines. Eso sí, hay que pagar en efectivo. Mercado Central Y, para terminar, nos fuimos hacia el Mercado Central. Tenemos ópera a las 19h, así que hoy hay que acabar pronto. Para llegar no había más que ir siguiendo la línea del tranvía. Horario: De martes a viernes: de 6:00 a 18:00 horas. Lunes: de 6:00 a 17:00 horas. Sábados: de 6:00 a 15:00 horas. Domingo cerrado. Inaugurado a finales del siglo XIX, el Mercado Central de Budapest es el mercado cubierto más grande de la ciudad. Nos ha gustado mucho, tanto el exterior como el interior. Merece mucho la pena por verlo, pero también para comprar suvenires. Aquí ha sido donde hemos comprado la mayoría de suvenires por tener los mejores precios. A finales del siglo XIX se construyeron en Budapest cinco mercados para controlar la calidad de los alimentos y mejorar el estado de conservación de éstos ya que, durante esa época, la población estaba sufriendo muchos problemas sanitarios. Desde sus inicios fue una continua fuente de protestas. Los ciudadanos criticaban que desde su creación los precios se habían incrementado, hecho que se maximizó con la llegada de la Primera Guerra Mundial. En la Segunda Guerra Mundial la estructura del mercado quedó gravemente dañada y en los años venideros comenzó a perder su estatus. En 1991, el Mercado Central se declaró en ruinas y fue cerrado al público. Tres años más tarde el edificio fue restaurado y hoy es uno de los edificios más significativos de Budapest. En la zona superior hay restaurante y también tiendas de suvenires. El trayecto de vuelta al apartamento lo hicimos por Vaci Utca, que es la callecilla que tienes justo en frente del Mercado. En este tramo de la calle Utca los suvenires no son tan caros como en el otro extremo. Aquí también compramos alguna cosa. De vuelta teníamos que parar en la Biblioteca Ervin Szabo Library, cerca de la Sinagoga, cuyo horario es de 10 a 20h, pero no nos acordamos y ya no tuvimos ocasión de volver porque el domingo está cerrada. Si mal no recuerdo valía 1 o 2 euros y en la 4ª planta está la parte del edificio que no te puedes perder. Es una biblioteca clásica, tipo Harry Potter, y tenía muy buena pinta. Puedes ver fotos en internet, para decidir si lo incluyes en tu visita. Teníamos una horita para descansar en el apartamento, ducha, etc. Cerca del teatro hay la estación de Keleti, donde teníamos pensado comprar los billetes de tren a Bratislava. La teníamos a media hora andando, así que decidimos ir en metro. Compramos un bono de 10 viajes, puesto seguro que haremos algún otro trayecto en metro, viendo lo que nos queda por hacer… y el frío, y así sale más económico. Está muy claro en las máquinas expendedoras. El metro nos deja directamente en la estación de tren de Keleti. Para comprar los billetes internacionales tienes que subir hasta arriba del todo. Nosotros preguntamos en 2 taquillas y tuvimos que seguir subiendo escaleras. Nos costó 17€ i/v por persona. Y con los billetes comprados, corriendo casi literalmente hasta el teatro, pues no nos sobraba mucho tiempo. Estaba a 10’ escasos andando. Los taxistas de la puerta no quisieron llevarnos, supongo que demasiado cerca. Pero guiados por el Maps.Me y con las entradas ya impresas, llegamos a tiempo. Opera en Budapest Ir a la ópera en Budapest es uno de sus grandes atractivos, que además puedes hacer a un precio asequible. Lo ideal es verla en el precioso edificio de La Ópera, situada en la calle Andrassy, que es uno de los edificios neo renacentistas más importantes de Hungría. La construcción del edificio fue financiada por Francisco José I, emperador de Austria, con la condición de que ésta no fuera más grande que la Ópera de Viena. La Ópera de Budapest tiene 1.261 asientos. Pero cuando fuimos estaba de obras. Estará cerrada hasta el 2020, así que no había funciones y cuando entras en su web la alternativa que te ofrece es el Teatro Erkel. Miré que posibilidades había para nuestras fechas y casualmente el 4 de enero teníamos Nabucco, uno de los clásicos de la ópera, y que no habíamos visto. No había funciones todos los días. El exterior del edificio de la Ópera parece que está decorado con esculturas de famosos músicos y compositores. No lo sabía, pero el exterior también está en obras. Está totalmente cubierto por un andamio, así que no le hice ni fotos. Asegúrate cuando vayas porque, tal como está ahora, no merece la pena ni acercarse. Otra manera de visitar la Ópera es en una visita guiada, que dura una hora y en ella se recorre desde el gallinero hasta los palcos. Se hacen visitas guiadas en varios idiomas, también en castellano, a las 15h y a las 16h. Pero parece que durante el periodo de obras el auditorio principal tampoco se puede visitar, así que dudo si vale la pena la visita en estas circunstancias. Precio de la visita guiada: Adultos: 2.990Ft = 9,27€. Estudiantes: 1.990Ft = 6,17€ Dudamos si comprar las entradas o no, ya que el espectáculo tenía lugar en el teatro Erkel, pero decidimos que Nabucco lo merecía. Éste es un teatro moderno, que no tiene ni mucho menos el encanto del edificio de La Ópera. Había 4 precios de entradas: 7200, 5800, 3500 y 1500 florines. Yo las compré en esta web www.jegy.hu. Las vendían en otras webs con una gran comisión. Aquí sólo me cobraron 250 florines extra por entrada por la gestión. Con la entrada que imprimes te presentas directamente en la puerta. No necesitas nada más. La verdad es que nos gustó mucho, la puesta en escena, y la acústica sobre todo del primer acto, nos puso la piel de gallina. Por su puesto también el coro de los esclavos que todos conocemos, que al final repitieron a petición de los aplausos del público. Y lo reservé con tiempo, así que teníamos un muy buen sitio. Hicieron un par de pausas y acabamos a las 22h. Y que mejor guinda final que al salir… estaba nevando!!! Había previsiones de nieve para mañana, pero se había adelantado. Como no estamos acostumbrado, cada vez que pillamos nieve nos hace mucha ilusión. Habíamos decidido ir a tomar un mojito al Café de New York, que nos va de paso hacia el apartamento. Pasamos por delante y había cola. Nos dio palo esperar, así que lo pospusimos para otro momento. Llevaba apuntado el restaurante Fuego, una rosticería donde básicamente hacen pollo y patatas, y donde la mayoría de camareros son españoles. También lo teníamos de camino al apartamento, así que hacia allí fuimos. El restaurante estaba a tope, pero entramos a preguntar y nos dijeron que en 3’ teníamos mesa. Es muy grande, al fondo había otra zona que no habíamos visto. No teníamos mucha hambre así que nos pedimos un pollo para los 3, unas patatas al estilo de la casa y unas croquetas. Estaba todo buenísimo y muy bien de precio. Los camareros todos muy amables, y nos sirvieron muy rápido. Recomendable. Unos metros más adelante está el bar de ruina Szimpla. Pero mañana madrugamos para ir a Bratislava, y seguía nevando así que, ya cansados, nos fuimos de retirada. Otros gastos del día: Desayuno en Café Frei (2 chocolates, 1 café con leche y 1 croissant): 2030 Ft Bolsa de 2 paprikas mediana con cuchara y dispensador: 600 Ft Tableta chocolate mediana artesana: 1500 Ft Jarrita chupito: 1000 Ft Bola de nieve pequeña: 1200 Ft Imán: 600 Ft Cena en el restaurante Fuego: 8100 Ft Placa metálica de Budapest: 1000 Ft Metro billete sencillo: 350 Ft x 3 Etapas 4 a 6, total 6
Bratislava (Día 4: sábado 5 de enero de 2019)
El billete de tren lo puedes comprar por internet, pero hay que imprimirlo antes en las máquinas de las estaciones, así que decidí que no valía la pena. Quizás en verano haya más aglomeración, pero ahora no era el caso. También había leído que el precio del tren era 9€ por trayecto + 3€ de elegir asiento, eso sí, si lo compras de un día para otro. Comprados el mismo día valen 14,5€. Por eso fuimos a comprarlo el día anterior. No reservamos asiento, tampoco nos lo ofrecieron. Si no tienes billete reservado, hay que fijarse en los asientos que están reservados. Se pueden identificar porque donde está el número de plaza, arriba en el espacio para equipaje, hay un papelito (amarillo) que indica el trayecto reservado. Si no hay ningún papelito, te puedes sentar. El tren sale desde la estación de Nyugati, el trayecto dura 2 h 26’ y hace un par de paradas por el camino. Sale uno cada hora. Puedes encontrar los horarios por internet aquí www.slovakrail.sk/en.html. Los billetes son abiertos, así que puedes coger el tren que quieras. Teníamos que decidir qué tren cogíamos. Los primeros de la mañana eran a las 7.41h o a las 8.41 h. Para hoy había previsión de nieve, tanto aquí, como allí, así que decidimos no madrugar tanto, ir en metro a la estación, y coger el tren de las 8.41h, que nos deja en Bratislava a las 11h. Había que coger la línea de metro azul, y resulta que estaba cerrada. Bufff, andando teníamos unos 25’ y no íbamos muy sobrados. Pero nos indican que hay un autobús lanzadera, que se coge saliendo por la salida B, en nuestro caso para ir a Nyugati, justo al salir a la calle. Efectivamente, el bus M3 estaba llegando. Como eran 2 paradas de metro, dedujimos que serían 2 paradas de autobús, y efectivamente nos dejó a la salida del metro de Nyugati. Tenía pinta de estar la línea en obras y la suplían con el autobús Hay que decir que funcionó muy bien y llegamos muy rápido. Cuando llegamos a la estación de Nyugati preguntamos a los señores con chaleco amarillo para ir a Bratislava y nos indicaron el tren que estaba en la vía. Nos pareció supercómodo y sólo había otro chico y nosotros en todo el vagón. Enseguida pasó el revisor y resultó que estábamos en primera clase. Nos movimos dos vagones más para atrás, pero nos siguió pareciendo muy cómo y moderno, aunque en esta zona sí que había más gente. Cuando cruzamos la frontera, cosa que notamos al mirar Google Maps, nos pasó otro revisor a controlar. El trayecto se hace muy agradable, para nada se hace pesado. Y menos teniendo en cuenta que nos nevó todo el camino y que había zonas que estaban muy blancas por la nieve. Nos gustó mucho ir viendo el paisaje. Algunos tramos de carretera no se veían muy transitables, así que mucho mejor el tren que haber ido en autobús Nos habíamos hecho bocadillos para aprovechar el tiempo y llegar desayunados. El tren no acaba en Bratislava, así que hay que estar atento porque la parada es corta. Otro detalle a tener en cuenta es que aquí se utiliza el euro, así que no hace falta cambiar. Intentamos hacer un Free Walking Tour, pero sólo había en inglés, así que decidimos visitar la ciudad por nuestra cuenta. Si te interesa hacerlo, aquí tienes la información. freetourbratislava.com/ Seguía nevando. Decidimos ir andando hasta el centro, que estaba a unos 20’ andando. Hay unos porches, que es donde paran los autobuses, y hay que seguir esta calle recta hacia el final. A mitad de camino pasamos por el Palacio Grassalkovich y sus jardines. Es la residencia del Presidente de Eslovaquia, que no está abierto al público, pero se pueden ver sus jardines. Estaba todo nevado y una chica se pegó un culetazo allí mismo, así que no entramos. Seguimos hacia el centro, con mucho cuidado. A continuación, pasamos por la Iglesia de la Santa Trinidad, pero estaba cerrada. Así que ya nos dirigimos hacia la Puerta de San Miguel, una de las imágenes más representativas de la ciudad. St. Michael’s Gate es la única superviviente de las 4 puertas con las que contaba la Bratislava Medieval. Es un museo. Llevábamos rato andando y seguía nevando. Empezábamos a tener frío y no estábamos seguros si íbamos mojados, así que entramos un rato en una cafetería a entrar en calor. Nos tomamos unos chocolates calientes, descansamos un rato, confirmamos que aún íbamos secos y seguimos hacia la plaza principal, la Plaza Hlavne Namestie, otro de los puntos imprescindibles que tienes que ver en Bratislava. El Ayuntamiento Antiguo encabeza la Plaza con su Torre del Reloj. Del S. XV, es uno de los edificios más antiguos del país, y actualmente tiene un museo. Por detrás del ayuntamiento está la Iglesia de los Franciscanos, pero no fuimos. Todo el suelo empezaba a ser una balsa de agua y costaba andar. La fuente estaba cubierta por una especie de casetas, supongo que navideñas, porque estaba todo cerrado. Aquí también vimos el Soldado en la caseta, una de las estatuas de bronce que hay repartidas por el centro. Y un poco más adelante la más famosa, el Sr. Cumil, un obrero que sale de una alcantarilla, casi cubierto por la nieve. Íbamos a ir a la Iglesia Azul, pero quedaba a desmano y la nieve iba siendo lluvia, así que nos dirigimos hacia el castillo, el otro punto fuerte de la visita. Uno de los encantos de Bratislava es pasear por sus callejuelas, pero el tiempo no acompañaba nada, y eso que llevábamos calzado adecuado. Andando por la avenida Hviezdoslav llegamos hasta la Catedral de San Martín, escenario de la coronación de 11 reyes húngaros entre los s. XVI y XIX. No es una catedral muy espectacular, pero su visita es gratuita y nos sirvió para resguardarnos un rato de la lluvia. Y decidimos ir a ver el castillo, que está justo al otro lado de la carretera, y con esto terminar la visita a Bratislava, puesto que el tiempo no tenía previsiones de mejorar. Hay un cartel que indica el acceso al castillo. Subimos unas pocas escaleras y llegas a un mirador desde donde hay unas magníficas vistas del río y del UFO. El UFO es un mirador que vale 7,40€ su acceso y que también tiene un restaurante, que te ahorra el pagar la entrada si comes allí. Decían que no merece la pena pagar por estas vistas y, desde este mirador yendo al castillo, las vistas son espectaculares. Un grupito de turistas que bajaba de vuelta nos dijo que el castillo estaba cerrado, que no merecía la pena ir hasta allí, y les hicimos caso, a pesar de que teníamos apuntado el horario de invierno de 7 a 16h. Se recomienda dejarlo para el final para poderlo ver al atardecer. En fin, aquí acababa nuestro raro día de nieve en Bratislava. Habíamos leído que Bratislava se puede ver en una mañana y nos apeteció hacer la excursión de ida y vuelta en un día. Es una de las capitales más flojitas que hemos visto, a pesar que nos lo pasamos muy bien con la aventura de tener un día de nieve. Nosotros lo hicimos por ver otra capital, así que nos compensó. También nos pareció cara, a pesar de que al final compramos y comimos a buen precio. Miramos los horarios de los trenes para no tener que esperar 1 hora en la estación. Pasaban todas las horas a y 57’, pero no nos dimos cuenta que el de las 14.57 h no existía. Cuando llegamos a la estación, ya lo supusimos por las pantallas, pero en información nos lo confirmaron. Así que finalmente tenemos una hora muerta esperando el tren. Compramos un imán y un suvenir de Bratislava en la misma estación y aprovechamos para comer. Allí mismo había una pizzería y, como no teníamos mucha hambre, pedimos dos pizzas y unas patatas fritas para compartir. Qué pizzas tan buenas, y eso que son de masa gorda, que a nosotros no nos entusiasman mucho. Nos atendieron muy rápido, estuvimos calentitos con la calefacción dentro y nos sobró pizza que nos llevamos. Las pizzas valían 6-9€ y la cerveza grande 1,5€. Muy bien para los precios de restaurantes que habíamos visto por el centro de Bratislava, donde la mayoría de platos rondaban los 20€. Tuvimos tiempo de sobra de comer y entrar un poco en calor. En las pantallas anunciaban que nuestro tren tenía 15’ de retraso. Si tienes que esperar mucho, en el piso de arriba hay una sala de espera donde se estaba calentito. Pero en Bratislava el tren sólo hace una parada corta así que, localizada la vía, había que estar pendiente… A la vuelta el tren finaliza el trayecto en Budapest, así que aquí te puedes endormiscar sin problema. Llegamos sobre las 18.30h, misma operación para volver al apartamento. Entramos en el metro y allí nos dijeron des de que salida coger el bus de vuelta. Las chaquetas, guantes y gorros estaban empapados y las botas también habían calado por dentro. Pusimos toda la ropa a secar en las estufas, para poder salir por la noche, porque chaqueta no traíamos de recambio. Por suerte, por dentro no habían calado. Salimos a cenar y dimos una vuelta por la zona de la calle Kiraly, donde hay mucho ambiente y muchos bares y restaurantes para todos los gustos. Y como no teníamos mucha hambre, decidimos repetir en el restaurante Fuego. De nuevo pedimos un pollo con patatas y cambiamos las croquetas por calamares, también deliciosos. Al salir fuimos a dar una vuelta al bar de ruina Szimpla, muy curioso, mucho más grande de lo que me esperaba, con diferentes zonas donde tomar algo, comer, e incluso había música en directo. Nosotros pillamos un grupo de Heavy que estuvo francamente bien. Y aquí acaba nuestra última noche en Budapest. Nos hubiera gustado ver algún otro bar de ruina, pero con este frío no es tan agradable. Hay que decir que, a pesar del tiempo, es de las ciudades que por la noche hay ambiente, así que en primavera y verano tiene que ser una pasada. Otros gastos del día: Chocolates calientes y café con leche en Bratislava: 8,5€ Comida en pizzería en la estación de Bratislava: 18,5€ Imán de Bratislava: 3€ Suvenir de Bratislava: 5€ Cena en restaurante Fuego: 8850 Ft 10 tiquets de metro: 3000 Ft Paquete de Winston: 1160 Ft Etapas 4 a 6, total 6
Plaza de los Héroes, Café New York (Día 5: domingo 6 de enero de 2019)
Desayunamos de nuevo en Café Frei. El vuelo no sale hasta la noche, así que tenemos todo el día por delante. Dejamos el equipaje recogido para que puedan limpiar el apartamento, pero nos permiten ir a buscarlo hacia las 18h, antes de ir al aeropuerto. La alternativa para guardar el equipaje es la estación de metro que tenemos al lado, Deak Ference Ter. Si necesitas guardar tu equipaje, aquí tienes la información. luggagestoragebudapest.com/ Para hoy tenemos la zona de la Plaza de los Héroes y lo que nos ha ido quedando pendiente… Decidimos ir andando por la calle Andrassy hasta la Ópera, para ver el edificio por fuera. Pero oh, horror, está en obras entero. Todo el exterior está rodeado de andamios, así que no hicimos ninguna foto. La Avenida Andrássy, es una avenida llena de edificios señoriales y palacios renacentistas. El gran boulevard une la plaza Erzsébet ter con la Plaza de los Héroes, finalizando su recorrido junto al Parque de la ciudad, un lugar ideal para pasar un rato relajado. También encontrarás las tiendas de marcas más importantes. Es una especie de Paseo de Gracia de Barcelona. Hacía frío así que decidimos coger el metro en la parada Ópera, línea M1, amarilla, hasta la Plaza de los Héroes que es la parada Hősök Tere. Esta línea de metro es una pasada, en plan antiguo, tanto las estaciones como los trenes. Nada más salir a la calle ya ves lo impresionante que es la Plaza de los Héroes. Plaza de los Héroes La Plaza de los Héroes es una de las plazas más importantes de Budapest. Sus estatuas conmemoran a los líderes de las siete tribus fundadoras de Hungría. Está en el extremo menos céntrico de la Avenida Andrássy, y forma junto a ella un importante conjunto arquitectónico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El edificio más representativo de la Plaza de los Héroes es el Museo de Bellas Artes. Dicen que por la noche iluminada es muy bonita. A nosotros es lo único que nos caía a desmano, así que sólo la vimos de día y hay que decir que toda esta zona es muy bonita. Yendo hacia el parque había una pista de patinaje sobre hielo al aire libre, inmensa, repleta de gente. Y estuvimos un rato viendo el ambiente. Era una gozada ver lo bien que patinaban todos. El parque que hay es inmenso y muy bonito. Parece ser que aquí hacen vida las familias los fines de semana. Quedaba nieve del día anterior. Había mercado navideño. Pasamos por el castillo Vajdahunyad, que por fuera es espectacular. Por dentro creo que es un museo. Hacía mucho frío así que aprovechamos e hicimos un vino caliente. Los tienes de diferentes sabores. El de fresa buenísimo. Y el té de naranja también. Y al otro lado del parque, camino de vuelta por donde habíamos venido, está el Balneario Szechenyi. Los balnearios es otro de los imperdibles de Budapest, aunque nosotros nos lo perdimos. Los más famosos son este y el Balneario Gellert, en la zona de Buda. La ropa de invierno ocupa mucho así que nos dio palo cargar con la ropa de baño y pagar los 17€ que vale la entrada para estar un rato, con el frío que nos iba a hacer. Aquí tenéis la web de las Termas Szechenyi sp.szechenyifurdo.hu/. Y aquí la Info del Balneario Gellert, que aún es más caro. sp.gellertfurdo.hu/precios Café New York Cogimos el metro de nuevo, justo frente al balneario, en la parada Szechenyi. Nos quedaba 1 billete del bono de 10, así que sólo tuvimos que comprar 2 más. Y nuestro siguiente destino era el Café New York. La ruta indicada era la M1 hasta Deak Ferenc Ter y allí transbordo a la M2, un par de paradas más hasta Blaha Lujza Ter. Salimos a unos pocos metros del Café New York. Eran como las 12.30 h y de nuevo había cola. Pero decidimos esperar. No creo que esperáramos más de 10’. El New York Café, sin duda uno de los cafés más bonitos del mundo, ha vivido muchas épocas, sistemas políticos y puntos de inflexión históricos. Sin embargo, siempre ha renacido, resplandeciente y ocupado por aquellos que anhelaban sus comodidades: artistas, miembros de la nobleza y plebeyos por igual. A comienzos del siglo XX, el New York Café (New York Kávéház) era el café más hermoso y amado de Budapest. Era un lugar popular entre escritores y editores, de hecho, los periódicos más influyentes fueron editados aquí, arriba en la galería. Después de la Segunda Guerra Mundial, el ya famoso café cayó en mal estado y sirvió como una tienda de artículos deportivos. Aunque el café reabrió sus puertas en 1954, no fue hasta 2006 que recuperó su esplendor original. Hoy en día, el Hotel New York Palace, construido en estilo ecléctico renacentista italiano e inaugurado en 1894, alberga el Café New York. La cafetería, junto con un restaurante y el Nyugat-bar, ahora forman parte del hotel. El horario del café New York es de 9 a 24h todos los días. Aquí podéis consultar la carta de lo que se puede consumir en él. www.newyorkcafe.hu/menu.html Los platos son tal cual se ven en las fotos. Está claro que no es barato consumir aquí, pero tampoco nada exagerado que no tengamos que pagar en nuestras respectivas capitales según donde te lo tomes. Lo más económico es el café o la botellita de agua pequeños, que son 5 euros. Nosotros decidimos estirarnos un poco más y nos decantamos por unos mojitos y una copa de Cabernet Sauvignon… que acompañamos con un plato de jamón y queso. El plato vino con pan y mantequilla, lo cual no esperábamos y que nos ayudó a hacer cuerpo para no tomar el mojito a palo seco, así que lo bordamos. Estaba todo buenísimo y fue un lujazo. El lugar quita el habla y, encima, un rato de pianista y un rato de orquesta con violines, todo en directo, por supuesto. Lo disfrutamos un montón y nos costó 49€, con los impuestos, que iban a parte. Totalmente recomendable hacer una consumición aquí y disfrutar de un lugar tan excepcional por un rato. Ya nos quedaba poca cosa… El puente de la Libertad de noche, que lo habíamos ido retrasando y casi me quedo sin, y comprar algunos suvenires en la Vaci Utca. De camino al puente teníamos que pasar por la Gran Sinagoga Judía de nuevo, cuyo interior habíamos descartado, porque nos pareció desorbitado el precio de 4000 Ft. Habíamos leído comentarios y la mayoría coincidían en que el precio era exagerado para la que hay dentro. Con el precio también puedes ver el Árbol de Vida que también se ve desde la calle. Es una escultura similar a un sauce llorón en el que cada hoja lleva escrita el nombre de un judío asesinado durante el Holocausto y fue construida en 1991. Y también se ve el Cementerio Judío que, según dicen, es poco sorprendente comparado con el de Praga, que no conocemos, pero por las fotos que he visto, no tiene nada que ver. También se ve desde la calle. Y ya nos dirigimos hacia la Vaci Utca donde compramos los suvenires que nos faltaban: botellitas de Palinka… Y llegamos hasta el puente de la Libertad, decorado con estatuas de bronce… Una preciosidad. Al otro lado del puente está Balneario Gellért. Y como nos sobraba un rato, decidimos ir a cenar al restaurante del primer día, donde de nuevo cenamos genial. Además, fueron muy amables porque el primer día nos habían dado un vale con un descuento del 10%, que no llevábamos a mano y como se acordaban de nosotros, nos lo hicieron igualmente, sin decírselo ni nada. Pues con esto acabamos el viaje. Primero fuimos a la parada del bus al aeropuerto, a ver si veíamos los horarios… Como no nos quedaba cash, había que comprar los billetes en la máquina. Como había cola, nos repartimos la faena. Ellos fueron al apartamento a por el equipaje mientras yo compraba los billetes y pasaba por el súper. Qué coordinación!! En 15’ pasaba el siguiente bus y lo clavamos. Y esta vez sí pudimos ir sentados. Llegamos un par de horas antes y fue todo rodado. A esperar y camino de vuelta sin incidentes. Sólo que me confundí de parquing y fuimos al que no tocaba. Según dijo el conductor les pasa muchas veces. Mal de muchos… consuelo de TONTA. Por suerte nos devolvieron enseguida al aeropuerto y la otra furgo nos esperaba… Llegamos a casa hacia la una de la madrugada y mañana a trabajar . Como todos, ha sido un fantástico viaje. Un destino pero que muy, muy recomendable. Seguramente se disfrutará y aprovechará el día aún más en primavera o verano. Otros gastos del día: Desayuno en Café Frei: 2080 Ft Botella de Palinka 100 ml: 1350 Ft Vino caliente: 600 Ft Te con naranja: 300 Ft Cena: 12000 Ft Salchichón pequeño: 1250 Ft Si quieres ver mi blog: turincondelviajero.com/budapest/ Etapas 4 a 6, total 6
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