El recorrido por Rumanía lo hicimos en 4 días en octubre del 2019.
Realmente decidimos ir a Rumanía un poco a último momento y después de encontrar un billete muy barato para Bucarest.
Fuimos sin expectativa alguna, solo a descubrir un país del que no sabíamos mucho.
Teníamos solo 4 días y pasar los 4 días en Bucarest era demasiado.
Así que decidimos movernos para descubrir el interior de las montañas y sus castillos y para ver la tumba del Príncipe Vlad Tepes el Empalador, el que inspiró las leyendas de Dracula.
Por ser octubre el tiempo nos acompañó. Empezó a llover solo el último día.
A pesar de ser parte de la Unión Europea, Rumanía aún no tiene el Euro. Así que tuvimos que cambiar dinero. Es bastante fácil hacerlo y las tasas de cambio no son muy altas.
Lo bueno es que el Roaming funciona perfectamente e Internet va bastante rápido.
Este fue nuestro recorrido:
1 - Bucarest una ciudad decadente
2 - El Castillo de Pelés en Sinaia
3 - Monasterio de Snagov y la tumba de Vlad el Empalador
El pueblo Rumano me pareció bastante cerrado y frío, sobretodo en Bucarest.
La comida es un poco una mezcla de comida turca, griega y libanesa, con aportaciones italianas.
En general, puedo decir que me alegro de haber visitado Rumanía, aunque solo por poco días, pero no es uno de estos lugares que volvería a visitar.
Con una decisión bastante impulsiva y con billetes de avión bastante baratos, decidimos visitar algo de Rumanía durante 4 días.
La primera parada fue su Capital, Bucarest. No teníamos expectativas ninguna, fuimos totalmente a la aventura. La idea era visitar Bucarest y ver algunos de los castillos, además de la famosa tumba de Drácula.
Llegamos al pequeño Aeropuerto Internacional de Bucarest (OPT).
Decidimos cambiar dinero directamente en Bucarest, ya que el cambio en el aeropuerto era bastante malo.
Desde allí con el Bus Express 780 llegamos a la estación de trenes Gara Norte.
Los billetes los pagamos con tarjetas en el punto de venta, coste 4.30 Lei (aprox. 0.90€).
El bus es cómodo y en una media hora llegamos a la estación.
Llegados a la estación Gara Norte, fuimos a una casa de cambio. Estábamos hambrientos y compramos los clásicos dulces rumanos en uno de los puestitos callejeros de la estación. Estaban rellenos de crema, yogur y más cosas. Muy ricos.
Desde la estación nos encaminamos a nuestro hostel.
Para ser octubre el tiempo era extrañamente soleado y caluroso.
Llegamos por la mañana temprano y nuestra idea era visitar la ciudad y al día siguiente marcharnos hacia las montañas.
Dejamos las pocas cosas en la habitación y empezamos a caminar por Bucarest.
Bucarest es una ciudad con una arquitectura Art Deco y Neoclásica, en sus buenos tiempo le dieron el apodo de “pequeña París”.
Hoy en día es una ciudad con una arquitectura decadente. Muchas de las casas o mansiones que en su época más gloriosa debían ser hermosas, ahora están medio derruidas y abandonadas.
Caminar por las aceras era hacerlo esquivando agujeros en el suelo, cables eléctricos o de antenas rotos que caían. Arboles medio caídos. Pero también parecía que había ganas de renovación. Locales con diseño modernos, patinetes eléctricos por todas partes.
Una ciudad decadente que tenía su encanto.
No hay mucho que ver en Bucarest, en un día paseando puedes ver lo principal.
Fuimos al centro y lo más que me llamó la atención fue el Pasajul Macca (Pasaje Macca).
Una galería cubierta entre edificio neoclásicos. En el interior muchos locales para comer y beber.
Seguimos paseando por el centro. Visitamos el Monasterio Ortodoxo Stavropoleos, donde hay unos frescos muy bonitos.
Luego nos paramos a almorzar.
Lo curioso de Bucarest es que no hay bares donde te puedes tomar un café. Los restaurantes o lugares de comidas son prácticamente de comida turca, libanesa, griega, además de muchos restaurantes de comida italiana o pizzas. Probamos la Ciorba (sopa), típica de Rumanía, que viene a ser una de las clásicas sopas que se toman en los países del mediterráneo oriental. Y más cosas que son una reconstrucción de comida turca y griega.
Seguimos paseando y visitamos otro curiosos pasaje, el Pasaj Victoriei.
Está tapiado con multitud de paraguas de muchos colores. El efecto es muy bonito.
La Bucarest histórica se desarrolla alrededor de la calle Victoria.
Recorriendo esta larga calle puedes ver los edificios más representativos de Bucarest.
Luego está el famoso Palacio del Parlamento o Palacio del Pueblo. Lo fuimos a ver el último día antes de partir, el tiempo no nos acompañó, estaba lloviendo mucho.
Es una de las edificaciones existentes más grandes en el mundo.
Finalmente, no entramos, estábamos bastante cansados.
Moverse por Bucarest es bastante fácil. Hay muchos medios de transporte. Pero cuidado que hay muchos controles de billetes.
El último día antes de volver, estaba lloviendo muchísimo y no nos dio tiempo de comprar un billete… una vez subidos al tranvía nos pararon unos controladolores y no teníamos. Así que nos obligaron a bajar y pagar una multa. Era el último día y no teníamos dinero efectivo en Lei para darles, así que tuvimos que ir a un banco a cambiar. La multa no fue muy cara, 10€ cada uno, pero perdimos mucho tiempo y nos empapamos todos con la lluvia.
Después de pasar un día en Bucarest al día siguiente nos fuimos a coger un tren rumbo a Sinaia, en las montañas cerca de Transilvania.
Desde la estación Gara Norte de Bucarest, salen los trenes que llevan hacia las montañas.
Nuestra idea era ir a visitar el magnífico Sinaia y sus castillos.
Compramos los billetes en la estación, coste 79 Lei, pero nos hicieron un descuento y pagamos dos billetes de ida por 72 Lei (aprox. 15€).
El tren hasta Sinaia tarda un par de horas. El recorrido fue primero por los campos y poco a poco fuimos subiendo las verdes montañas hasta llegar a Sinaia.
Sinaia es un pueblo turístico, suele ser destino de senderistas en verano y esquiadores en invierno.
El nombre viene del Monasterio de Sinaia, que se inspiró en el bíblico Monte Sinai.
Aquí es donde el Rey Carlos I de Rumanía, construyó su residencia de verano, el hermoso Castillo de Pelés.
Llegamos sobre las 11.00 de la mañana y a pesar del día soleado, hacía bastante fresquito.
La primera impresión fue muy bonita; montañas, bosques, aire fresco y tranquilidad.
Nos encaminamos hacia nuestro nuevo alojamiento. Aquí nos quedaríamos una noche.
Decidimos no hacerlo en el pueblo, sino más cerca del Monasterio y del Castillo.
Dejamos las cosas y nos encaminamos hacia el Castillo de Pelés.
Paseamos por un sendero en el bosque y finalmente apareció esta magnífica construcción, a lo alto de una montaña y rodeada por bosques.
Intentamos llegar lo más temprano posible a la entrada, para evitar las largas colas de turistas, pero a pesar de esto y de ser un día entre semana, tuvimos que hacer cola.
La entrada al Castillo de Pelés cuesta 30 Lei (aprox. 6.30€), pero si quieres sacar fotos tienes que pagar una tasa de 35 Lei (aprox. 7.30€) y además si quieres visitar también la parte superior del castillo, hay que pagar otros 30 Lei.
El Castillo de Pelés es un Palacio construido entre 1873 y 1914, que fue residencia de verano del Rey Carlos I de Rumanía.
Se convirtió en unos de los monumentos más importantes de la Europa siglo XIX.
Tenía su propia central hidroeléctrica y gracias a eso fue el primer castillo de Europa en tener electricidad e incluso un ascensor. Durante la época comunista fue expropiado, eso le permitió conservar mucha de su belleza y objetos originales.
Ahora es un museo. Se entra por grupos y un guía suele contarte la historia del castillo.
La verdad es que es una maravilla arquitectónica. Decorado con mucho gusto y equipado con los elementos más modernos de la época.
En el gran patio central había incluso un techo de cristal eléctrico, que se podía desplazar para que el Rey pudiera ver las estrellas en las noches de verano.
También está equipado con un sistema de calefacción.
En la parte superior hay un teatro donde caben unas 60 personas, con frescos de Gustav Klimt
Además de varias salas decoradas con diferentes estilos y motivos de varias zonas del mundo.
La visita en la parte de arriba es más tranquila, la mayoría de los visitantes se quedan solo en la parte de abajo.
El primer piso es hermoso como, o más que, la planta baja. Además es ser más tranquilo.
Aquí hay unos pasillos hermosos, con madera de nogal tallada y mármol de Carrara.
Además de las habitaciones reales.
Magnificas habitaciones para nobles huéspedes.
Baños con incluso agua caliente.
Salas comunes donde reunirse y escuchar música.
Solo por haber podido visitar esta belleza, valió la pena visitar Rumanía.
Terminada la visita al Castillo de Pelés, nos encaminamos al Castillo de Pelisor, un palacio más pequeño que está al lado del Castillo de Peles. Para entrar pedían otros 30 Lei y después de ver Pelés consideramos que no valía la pena entrar también en este.
Nos encaminamos hacía Sinaia a buscar un lugar donde comer.
Terminado el almuerzo, paseamos por el pueblo. Es un pueblo muy turístico, con grandes hoteles mezclados con antiguas casas o mansiones. Puede recordar un poco a un pueblo turístico de la zona de los Alpes.
Después del paseo fuimos a visitar el Monasterio de Sinaia.
Aquí hay una pequeña iglesia ortodoxa, además de un gran patio rodeado de las casas de los monjes.
En la zona de las casas de los monjes hay una pequeña ermita con unos hermosos frescos.
Terminada la visita fuimos a comprar los billetes para volver a Bucarest a la mañana siguiente. El coste fue el mismo de la ida.
La idea era ir al día siguiente hasta Snagov Monastery, aquí está la tumba del Conde Dracula.
Sinaia me pareció un lugar muy bonito, tranquilo para pasar unos días de descanso y caminar por los senderos del bosque. La pena fue que no teníamos tiempo para quedarnos más.
Me interesa tu diario, ya que en primavera quiero ir una semana a Rumanía. Así que me ha quedado desolada que lo encuentres tan poco interesante, tendré que ir a comprobarlo por mí misma. Gracias por compartir.
Marimerpa, Rumanía es interesante, sobre todo lo que suele visitar, y en especial los monasterios pintados de Bucovina, la pega es que están bastante lejos.
Muy buenas las fotos del interior del palacio.
Marimerpa, Te digo, iba sin ninguna expectativa y esto suele favorecer los lugares. Me pareció interesante Sinaia y es posible que los lugares más allá sean interesantes también.
Pero, no se, estaré más acostumbrado a la gente de Asia, los rumanos me parecieron muy secos y fríos. Como sabrás de otros de mis viajes, para mi la gente es un punto importante del viaje.
Gracias por puntuar
Casi que coincidimos, estuve en octubre en Rumanía. Me gustó mucho transilvania y sobretodo el norte y los monasterios pintados. Bucarest me sorprendió gratamente porque llevaba las expectativas muy bajas y no recuerdo que los rumanos fueran muy frios en el trato e incluso muchos me hablaban en español. Gracias por el diario
Foro Europa del Este: Foro de viajes de Europa del Este: Rep. Checa, Hungria, Polonia, Rumanía, Eslovaquia... Praga, Budapest, Varsovia, Cracovia, Bratislava, Bucarest.
Les escribo desde Argentina, el otro lado del mundo para casi todos los que veo por aquí.
También he pensado en viajar a Rumanía pero me da bastante incertidumbre la guerra actual, teniendo en cuenta que limita con Ucrania. ¿Qué piensan sobre esto? No les genera dudas planificar un viaje a esa zona?
Saludos,
Lola.
Yo he viajado para ir desde Bucarest por carretera a Veliko Tarnovo en Bulgaria y ningún problema, solo muchísimos camiones para cruzar la frontera.
Abdelkrim Dr. Livingstone Abr 03, 2008 Mensajes: 9126
El día 6 lo veo un maratón, la ciudad del castillo de Corvin (Hunedoara) está algo alejada.
Aparte de eso, la ruta no incluye Bucovina. Para Rumanía 8 días son muy poco tiempo, tiene bastantes atractivos y hay que elegir, lo cual es totalmente personal. Para mí, lo más interesante del país son los monasterios de Bucovina porque quedan muy pocos ejemplos en toda Europa de iglesias que hayan conservado sus pinturas exteriores originales. Pero como digo, eso es algo personal, yo no he visto la Transfagarasan y seguramente también es impresionante.
Salodari Moderador de Diarios Abr 03, 2009 Mensajes: 16599
Hola, por favor si alguien me puede ayudar.
Mi marido y yo viajamos en avión a Iasi y de allí queremos coger una furgoneta que nos lleve a Moldavia.
Nos han dicho que desde el mismo aeropuerto de Iasi salen continuamente dichas furgonetas y quería preguntar por el precio, si se puede pagar en euros y si alguna señal que indique dónde se coger dichas furgonetas.
He visto videos donde el personal del aeropuerto no sabe informar de cómo ir en furgoneta a chisinau. Será la 1 am cuando lleguemos al aeropuerto y no queremos coger taxi que nos lleve a la estación de... Leer más ...