![]() ![]() Senderismo por España. Mis rutas favoritas: emblemáticas, paseos y caminatas ✏️ Blogs de España
Recopilación de algunas de las rutas de senderismo que mi marido y yo hemos hecho por toda España a lo largo de un montón de años. Las hay de todo tipo, longitud y duración; y, casi siempre, asequibles para todas las personas acostumbradas a caminar por el campo.Autor: Artemisa23 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (19 Votos) Índice del Diario: Senderismo por España. Mis rutas favoritas: emblemáticas, paseos y caminatas
01: Intención del diario.
02: Índice por Comunidades Autónomas y Provincias (I).
03: Índice por Comunidades Autónomas y provincias (II).
04: Rutas de senderismo por la Comunidad de Madrid.
05: Base Pico Urriellu (Naranjo de Bulnes) desde Pandébano, Asturias.
06: La Catedral del Senderismo y sus 6.000 escalones: La Vall de Laguar (Alicante).
07: Ruta del Cares (Asturias-León): una caminata emblemática y concurrida.
08: El Caminito del Rey (Málaga). Sus vertiginosas pasarelas y alrededores.
09: Ruta del Río Borosa. Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén).
10: Ruta del Cañón del Río Lobos (Soria/Burgos).
11: Congost Mont-Rebei (Lleida) a pasarelas Montfalcó (Huesca). Una ruta de vértigo.
12: Nacimiento del río Cuervo (Serranía de Cuenca): espectacular y con nieve.
13: Nacimiento del río Mundo (Albacete): cascadas y Cueva de los Chorros.
14: Nacimiento del río Vinalopó. Sierra Mariola (Valencia).
15: Laguna Grande desde la Plataforma. Sierra de Gredos (Ávila).
16: Por la Cala Granadella, Xàvia/Jávea (Alicante).
17: Los Cahorros (Monachil). Senderismo en la provincia de Granada (1).
18: Vereda de la Estrella (Güejar-Sierra). Senderismo en provinicia de Granada (2).
19: El Parrizal de Beceite (Teruel). Pasarelas del río Matarraña.
20: Nacimiento del río Pitarque (Teruel): cascadas y cárcavas.
21: Barranco del Infierno (Tenerife).
22: Sendero del Pijaral o Bosque Encantado, Parque de Anaga (Tenerife).
23: Roques de García, Parque Nacional de las Cañadas del Teide (Tenerife)
24: Cascadas de Puente Ra. Sierra Cebollera. Villoslada de Cameros (La Rioja).
25: Sendero de los Estrechos, Montanejos (Castellón).
26: Estación teleférico El Cable-Puertos de Aliva-Fuente Dé (Cantabria).
27: Subida a Urkiolamendi y Larrano. Fuente Pol-Pol. Parque Natural Urkiola (Álava).
28: Cascadas de Lamiña (Cantabria). Ruta cerca de Ruente y su Fuentona.
29: Muniellos (Asturias): ruta circular. Un bosque inmenso y eterno a contrareloj.
30: Desfiladero del Río Purón (Burgos/Álava).
31: Casas de Irati-Embalse Koixta-Casas de Irati. Cascada del Cubo (Navarra).
32: Faro del Caballo desde el Mirador de la Virgen del Puerto, Santoña (Cantabria).
33: Valle de Lago a Lago del Valle. Parque Natural de Somiedo (Asturias).
34: Castañar y Chorreras de Calabazas, Las Villuercas (Cáceres).
35: Pico Sant Jeroni desde estación superior funicular de Monserrat (Barcelona).
36: Nacedero del río Urederra (Navarra) y sus pozas y cascadas azules.
37: Cola de Caballo por Senda de los Cazadores, P,N.Ordesa (Huesca).
38: Cascada del Molino Viejo y Barranco de la Hoz, Sierra de Albarracín (Teruel).
39: Ibones Azules desde el Balneario de Panticosa, Valle de Tena (Huesca).
40: Dando la vuelta al Islote de Lobos. Fuerteventura. (Canarias).
41: Lagos de Saliencia y Picos Albos desde La Farrapona. Somiedo (Asturias).
42: El sorprendente Estrecho de la Arboleja en Aledo, Sierra de Espuña (Murcia).
43: Ruta del Puente de los Papúos desde Jerte (Cáceres).
44: Los Pilones y la Garganta de los Infiernos, Valle del Jerte (Cáceres).
45: Ruta de las Cascadas de la Garganta de las Nogaledas, Valle del Jerte (Cáceres).
46: Senderismo en Parque Nacional de Garajonay, Isla de la Gomera (Canarias).
47: Cascadas y Molinos de Oneta, Villayón (Asturias).
48: Ruta de los Pantaneros, Puentes Colgantes y Charco Azul, Chulilla (Valencia).
49: Ibones de Anayet desde Corral de las Mulas, Valle de Tena (Huesca).
50: Faro de L'Albir, Serra Gelada, desde L'Alfaz del Pi (Alicante).
51: Forau d'Aiguallut y Coll de Toro, Benasque (Huesca).
52: Senda del Duero: tramo Pesquera de Duero a Peñafiel (Valladolid).
53: Ruta de los Volcanes. Isla de La Palma (Canarias).
54: Cascada Xorroxin (Erratzu). Sendero emblemático del Valle de Baztán (Navarra).
55: Sendero de Artikomendia, Isaba (Navarra). Cascada de Belabarze y Cueva del Ibón.
56: Ruta por el Hayedo de la Tejera Negra (Guadalajara). El otoño al poder.
57: Las Gorgas de Alba, Baños de Benasque (Huesca).
58: Chorro Grande de la Granja de San Ildefonso (Segovia).
59: Aguas Tuertas desde Guarriza (Huesca). Rutas por Pirineos de Aragón.
60: Salto de Poveda y Laguna de Taravilla (Guadalajara). La belleza del Alto Tajo.
61: Nacientes de Marcos y Cordero. El Cubo de la Galga. Isla de La Palma (Canarias).
62: De Sarvisé a Broto y Cascada de Sorrosal (Huesca).
63: Sendas por las Hoces del río Duratón (Segovia).
64: Rutas P.N. Aigüestortes y Lago San Maurcio. Acceso Bohí (Lleida).
65: Senda río Cabriel en Cofrentes (Valencia): el agua como espejo.
66: Senda de las Hoces del río Riaza (Segovia).
67: Pasarelas del río Mao, Ribeira Sacra (Orense).
68: Cárcavas Pontón de la Oliva y Cerro Negro, Alpedrete de la Sierra (Guadalajara).
69: Alto Tajo: Hundido de Armallones, Ocentejo (Guadalajara).
70: Rutas Alto Tajo: Santuario de la Virgen de la Hoz, Corduente (Guadalajara).
71: Chorreras del Cabriel, Enguísanos (Cuenca): una estampa de película.
72: Uña (Cuenca): Catedrales, El Escalerón y La Raya, 2 rutas espectaculares unidas.
73: Subida al Moncayo (Zaragoza) por la vía clásica.
74: Lagunas de Neila (Burgos).
75: Subida al Moncorbisón, Vielha, Valle de Arán (Lleida). Un panorama espectacular.
76: Bosque de Carlac, Bausen. Valle de Arán (Lleida).
77: Carril de los Galayos, Gredos (Ávila). Nogal del Barranco a Refugio Victory.
78: Lagos de Gerber desde el aparcamiento del Clot Gran (Lleida).
79: Prat del Cadí desde Estana (Lleida).
80: El espectacular Valle de Nuria (Girona): subida en tren y bajada andando.
81: Ruta de los siete lagos de Colomers (Lleida). Valle de Arán y P.N. Aigüestortes.
82: Camino de Hierro, La Fregeneda (Salamanca). Túneles, puentes y paisajes.
83: Subida al Peñón de Ifach, Calpe (Alicante).
84: El Cerro del Hierro, Parque Natural de la Sierra Norte (Sevilla).
85: Rutas por Alicante: Senda del Pantano de Relleu y su vertiginosa pasarela.
86: Subida al Castillo de Chirel, Cortes de Pallás (Valencia).
87: Portillón de Benasque (Huesca): Espectacular brecha entre España y Francia.
88: 2 Rutas desde Cerler (Huesca): 3 Cascadas; Rincón del Cielo y Pico Cogulla.
89: Ruta del agua, Aspe (Alicante). Paisajes semiáridos y acueductos históricos.
90: Ruta a las espectaculares Cascadas del Aljibe desde Roblelacasa (Guadalajara).
91: Ruta al Pico de la Mira desde la Plataforma de Gredos (Ávila).
92: Travesía por los acantilados de la Sierra Helada (Serra Gelada), Alicante.
93: Rutas desde Benasque (Huesca): Valle de Estós - Ibón de Escarpinosa.
94: Dos rutas desde Benasque: Ibón de Gorgutes y Tres Barrancos.
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Etapas 19 a 21, total 94
RUTA SENDERISTA DEL PARRIZAL DE BECEITE (TERUEL).
Para realizar esta agradecida caminata, hay que llegar hasta la población de Beceite, en la cual ya está indicado el camino a seguir hasta su inicio a pie. Del pueblo sale una pista que cuenta con tres zonas de aparcamiento para dejar los vehículos, el primero (parking 1) está a la salida del pueblo, el segundo (parking 2) se encuentra tres kilómetros después. Aparcar aquí cuesta 5 euros por vehículo (me refiero a temporada alta, ya que fuimos en agosto; ignoro si se paga o no en otras épocas del año). Todavía se puede avanzar otros tres kilómetros hasta el parking 3, que está junto al merendero y en el mismo inicio de la ruta peatonal hacia el Parrizal. Aparcar aquí cuesta 10 euros por coche. En moto es más barato y si se va en bici sale gratis. En fin, son opciones a valorar por cada cual, pero la verdad es que merece la pena pagar los 10 euros por evitarse el latazo de caminar por la pista asfaltada (no hay sendero), perdiendo tiempo y energías que se pueden emplear en la caminata y en otros lugares más interesantes de la zona. En este sentido, soy bastante práctica.
Panel informativo de la ruta.
![]() Datos de la ruta: El recorrido más habitual es lineal y tiene 4 kilómetros aproximadamente, que hay que hacer de ida y vuelta. En total se puede tardar entre 3 y 4 horas dependiendo de las paradas. En cuanto a la dificultad, se puede decir que es fácil, sobre todo al principio, cuando se camina por sendero y pasarelas sobre el río. Para comenzar, una cómoda pista.
![]() Luego, el camino se interna en el bosque, alcanza las rocas y se complica un poco. No presenta especial dificultad, pero es preciso llevar botas o calzado cerrado y contar con una forma física aceptable. En cualquier caso, la parte inicial, la más sencilla, es muy bonita y merece la pena seguirla hasta donde se pueda o se quiera. Por cierto que está prohibido bañarse en el río a lo largo de todo el recorrido.
![]() Se encuentra en la Reserva Natural Fluvial del río Matarraña, declarada en 2015 y que representa un ejemplo de los cauces fluviales de montaña calcárea de la zona mediterránea. El Matarraña discurre por un valle encajonado entre pliegues y cabalgamientos, formando estrechos, desfiladeros y gargantas de tipo kárstico, que le brindan al panorama una gran belleza e, incluso, espectacularidad.
![]() Empezamos a caminar por una pista empedrada paralela al curso del río. Se pasa bajo un arco natural de roca y se llega hasta la zona donde se encuentran las pinturas rupestres de la Fenellasa, que forman parte del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998 y cuyo origen más remoto se remonta a 6.000 años a.C. Las de la Fenellasa corresponden al Neolítico, Edad del Bronce, y fueron descubiertas en 1966. En principio se identificaron doce figuras en color rojo, pero algunas desaparecieron y actualmente solo se conservan ocho figuras y parte de otra, que fueron objeto de limpieza y consolidación. Se trata de cuatro jinetes sobre cuatro équidos. Las figuras se encuentran detrás de unas rejas para su protección. Se ven a simple vista, pero los detalles se aprecian mejor a través de la cámara fotográfica o utilizando prismáticos. He saturado la foto para que se vean bien
![]() ![]() A partir de este lugar, se acaba la pista y empieza el sendero propiamente dicho, si bien todavía es ancho y el desnivel resulta prácticamente nulo. El río nos empezó a mostrar sus tonalidades turquesas y el panorama era muy bonito. En pleno agosto el cauce estaba un poco bajo, pero no afectaba al juego del agua, con numerosos saltos, pozas y cascaditas.
![]() Un indicador señala el comienzo de las pasarelas de madera que facilitan el camino, evitando tener que meterse en el agua, lo cual sería imposible en determinadas épocas del año. Este tramo es sumamente agradecido y muy sencillo, si bien las pasarelas tienen escalones y escaleras y de vez en cuando hay que cambiar de orilla en el río y no siempre hay puentes. En este caso, se cruza por las piedras o por el mismo cauce, lo cual no resultaba difícil dado el poco caudal de agua. Si ha habido o va a haber tormentas, será necesario informarse sobre la conveniencia de hacer la ruta.
![]() El lecho del río va poco a poco estrechándose entre altas paredes rocosas, que se convierte en ciertas zonas en un auténtico desfiladero. En los lugares más comprometidos de las pasarelas hay cadenas ancladas a la pared de piedra para sujetarse y facilitar la marcha.
![]() ![]() ![]() ![]() En un momento dado, las pasarelas de madera dan paso al sendero, que se interna en el bosque, complicando un poco la caminata pues aparecen piedras y rocas, que hay que sortear de un modo u otro, trepando incluso. ![]() El recorrido se volvió muy divertido e incluso apareció un puente estilo “Indiana Jones”.
Nos rodeaba un bosque de pino silvestre, coronado por grandes paredes de roca rematados en formas caprichosas, agujas de piedra y pináculos. También pasamos junto a varias cuevas. ![]() ![]() ![]() En agosto, el sendero estaba bastante transitado, pero no hasta el punto de parecer masificado, aunque en la zona final se formó algún pequeño atasco de cuatro o cinco personas ya que había que ralentizar la marcha para cruzar el río. De todas formas, mejor evitar los fines de semana en época estival.
![]() ![]() Al fin, llegamos al punto culminante del recorrido: alcanzamos los estrechos, en los cuales las paredes de roca casi se abrazan, con el río discurriendo entre ellas.
![]() ![]() En este punto, se puede avanzar más o menos dependiendo del caudal del río y de la osadía, ganas y capacidad física de cada cual. Hay unas clavijas en las paredes de roca para atar cuerdas en su caso.
![]() En algunos folletos y relatos me pareció ver escaleras o escalones metálicos, pero no los encontramos y los hierros eran simples clavijas. Ignoro si han sido así siempre o se han deteriorado por el motivo que sea.
![]() Pasamos sin problemas los primeros puntos complicados y cruzamos el río sobre un tronco de madera (muy divertido, la verdad). Trepamos por rocas enormes y visitamos varias cuevas y cavernas hasta llegar a un lugar donde ya resultaba bastante comprometido (arriesgado, incluso) continuar. De hecho, sólo una pareja hizo el intento, provistos con cuerdas que ataron a las clavijas, pues había que colgarse de una roca vertical y resbaladiza que terminaba en el río. En fin, el riesgo que se quiera asumir depende de cada cual.
![]() En cualquier caso, más allá de este paso se ensanchaba ya el desfiladero, con lo cual aparentemente habíamos visto lo más bonito del recorrido.
Ya de regreso.
![]() Al ser lineal, tuvimos que deshacer todo el camino de ida, lo cual tampoco nos importó demasiado porque no la marcha no es muy larga y las pasarelas sobre el río y las formas rocosas hacen disfrutar de nuevo del bonito paisaje de una forma algo diferente al variar la luz con la posición del sol.
![]() ![]() ![]() ![]() Creo que existe una ruta alternativa circular, regresando por la parte alta de las rocas, pero no teníamos intención de alargar ni complicar más la caminata (hacía bastante calor y teníamos planes para por la tarde); así que realizamos el recorrido tradicional que merece mucho la pena. Etapas 19 a 21, total 94
Hicimos esta preciosa ruta senderista durante nuestro viaje del pasado mes de agosto por tierras aragonesas. La idea surgió unos meses atrás, cuando vimos un reportaje en la televisión sobre la comarca del Maestrazgo, sus pueblos y su riqueza natural. La verdad es que no nos costó demasiado decidirnos a volver a Teruel, dado el buen sabor de boca que nos había dejado nuestro recorrido de hace un par de años por Albarracín y su serranía.
PITARQUE. El itinerario definitivo que seguimos lo iré contando en sucesivas etapas en este diario, pero esta caminata me pareció tan bonita que he decidido dedicarle una etapa completa. La ruta parte de Pitarque, una pequeña localidad de unos cien habitantes, que se asienta a los pies de la montaña de Peñarrubia, junto a la cual nace el río Pitarque, que es un afluente del Guadalope.
Situación de Pitarque en la península según Google Maps.
![]() Por cierto, que llegar a Pitarque tiene (tuvo) su historia, que voy a contar. Siguiendo nuestro recorrido, la tarde anterior llegamos a Aliaga y seguimos la dirección del indicador a "Pitarque", la misma que indicaba nuestro navegador, y que se encontraba a 19 kilómetros. Nuestra sorpresa fue mayúscula cuando al salir de Aliaga nos encontramos con un puente sobre el río junto al que había señal con límite de 1 tonelada, peso que superan la mayor parte de los turismos, el nuestro incluido. Nos quedamos parados sin saber qué hacer y sin nadie a quien preguntar. La verdad es que teniendo tan reciente lo que había pasado en Génova (salvando las distancias, claro), nos dio mucho reparo ignorar la prohibición y nos resignamos a tomar la única alternativa, que era ir por Ejulve, lo que representa una distancia de 50 kilómetros por una carretera llena de curvas y una hora larga de coche. Ya en Pitarque nos contaron que ningún lugareño respeta una señalización un tanto discutible que les supondría dar un rodeo inmenso. Y yo me preguntó: ¿cómo es posible que habiendo una carretera -o pista- asfaltada y en buen estado, la comunicación entre estos dos pueblos quede en entredicho por semejante puente? Si es cierto que existe peligro, ¿no se podría hacer uno en condiciones? Como suceda alguna desgracia, nos lamentaremos todos a toro pasado, como de costumbre.
Aliaga-Pitarque dando el rodeo.
![]() Aliaga-Pitarque por la carretera del puente. ![]() La diferencia resulta abismal, aunque también depende del sitio de procedencia. Por ejemplo, desde Teruel supone hacer 91 kilómetros frente a 122, y tres cuartos de hora más en tiempo. Por otro lado, también es cierto que yendo por la ruta larga se pasa por zonas interesantes y singulares paisajes, como los Órganos de Montoro. En fin, que juzgue y decida cada cual.
Por diversas circunstancias, nos vimos obligados a fijar la fecha de la ruta para un sábado, y tratándose de agosto pensamos que podía estar muy concurrida, así que decidimos alojarnos la noche anterior lo más cerca posible de su inicio y con bastante antelación reservé habitación en la Posada de Pitarque, un pequeño establecimiento hotelero de tipo rural que se encuentra a la entrada del pueblo, a unos tres minutos caminando del comienzo la ruta, una estupenda opción para no estar moviendo el coche a primera hora de la mañana. El alojamiento carece de lujos (el mobiliario es muy sencillo y no tiene ascensor), pero nos sentimos cómodos durante la única noche que pasamos allí ya que la habitación era amplia, con cuarto de baño privado, televisión y unas vistas preciosas al pueblo y a la montaña. Por cierto que para disfrutar de estas vistas, hay que pedir una habitación que dé al valle y no siempre están disponibles. Nosotros la conseguimos por pura casualidad. Pitarque.
![]() Al fondo, el cañón que conduce al nacimiento del río. ![]() Llegamos a última hora de la tarde y cenamos allí mismo, de tapas. Luego fuimos a dar una vuelta por el pueblo, ya de noche. Es pequeño y estaba casi desierto pues ya eran cerca de las once, así que no nos entretuvimos demasiado. ![]() ![]() Al día siguiente también desayunamos en la Posada (desayuno sencillo, con tostadas con tomate y jamón) y también nos prepararon unos bocadillos y bebida para la caminata. Por cierto, que no puedo olvidarme de decir que la señora que lo atiende es un verdadero encanto: amabilísima, servicial y da todo tipo de información y facilidades para que la gente hospedada se sienta a gusto. En total, la cuenta ascendió a 67 euros, así que estupendo. Después cruzamos el pueblo, siguiendo las indicaciones hacia el comienzo de la ruta, que no tiene pérdida.
![]() ![]() RUTA AL NACIMIENTO DEL RÍO PITARQUE. Después de una empinada bajada por las calles del pueblo, con el sonido del agua cayendo a nuestro lado por un canal, llegamos junto al correspondiente panel informativo.
![]() Datos de la ruta. Longitud total: 8,4 kilómetros (ida y vuelta). Tipo de recorrido: lineal, se va y se vuelve por el mismo camino. Duración: dos horas y media aproximadamente, sin paradas. Desnivel: 150 metros de subida y 20 metros de bajada. Grado de dificultad: fácil hasta el tramo final en que se complica un poco porque hay que sortear rocas y cruzar el río. Sin embargo, aunque no se llega al nacimiento del río, desde al puente se ve una zona preciosa de cascadas sin hacer el tramo final. Al comienzo, aunque pedregoso, el sendero es amplio y pica hacia arriba muy ligeramente, con lo cual resultaba muy llevadero y nos permitía disfrutar tranquilamente del paisaje. ![]() ![]() En esta zona descubierta suele pegar el sol, pero afortunadamente había algunas nubes y la temperatura no era muy alta pues había habido tormentas la tarde anterior. El valle se abría entre bancales abandonados, permitiéndonos ver el pueblo, que poco a poco iba perdiéndose en la distancia, a nuestra espalda, prácticamente colgado en la montaña.
![]() Poco después, enfilamos la boca del cañón y llegamos a la Ermita de la Virgen de la Peña, en un paisaje cada vez más agreste y boscoso.
![]() ![]() ![]() Al cabo de unos minutos, ya caminando entre las altas paredes calizas de Peñarrubia y la Peña de la Virgen, llegamos a la primera gran sorpresa de la ruta en forma de fantástica cascada. Vamos, que nada tenía que envidiar en belleza a la de los limones del Caribe, bueno no tan alta ni tan caudalosa, pero... ¡qué bonita!
![]() ![]() ![]() Pasamos el edificio de la central hidroeléctrica abandonada y seguimos avanzando, con el río ya adivinándose cercano, abriéndose paso sus aguas turquesas entre una espesa vegetación formada por bojes, tilos, olmos, arces, quejigos, avellanos, sauces... De vez en cuando nos encontramos con más caídas de agua, si bien no tan espectaculares como la primera. También vemos varias cuevas, oquedades, incluso mármol. La caminata es una auténtica delicia.
![]() ![]() ![]() Mirar hacia los lados también resulta muy entretenido, pues las rocas coloradas adquieren formas caprichosas, con arcadas y torres escarpadas semejando almenas de castillos, en los que reinan las rapaces, sobre todo los buitres leonados, muy abundantes en esta zona.
![]() ![]() ![]() ![]() Al fin llegamos a la parte más bella, cerca del nacimiento, con el río encajonado, luchando por hacerse paso entre estrechos de roca. Aquí hay dos caminos posibles, pero no nos podemos resistir a tomar primero el de la izquierda. Lo que nos ofrece es una maravilla. Cruzamos un puente de cemento y nos quedamos prendados con la visión del agua deslizándose a borbotones en unas cascadas que apenas se pueden concebir en Teruel y a finales del mes de agosto. ¿De dónde sale tanta agua?
![]() ![]() ![]() Avanzamos ahora pegados a la pared de roca, con el río a nuestra derecha. Entramos en cuevas cuyas altas paredes cierran el paso a la luz del sol. El camino se complica y llega un momento en que tenemos que descalzarnos para cruzar el río. Parece que en tiempos hubo ganchos, pero están rotos y la cadena aparece estaba desgajada, en el suelo.
![]() ![]() ![]() Para llegar a lo que se llama "Chimenea", una especie de agujero en la cueva por donde sale el agua a borbotones dando origen al Pitarque, tuvimos que trepar por las paredes, apoyándonos en unos ganchos anclados a la roca. Son pocos metros y no tiene demasiada dificultad, incluso resulta divertido, pero hay que ir con cuidado.
![]() ![]() ![]() Mereció la pena llegar al final y contemplar los ojos del Pitarque y después sentarse junto al río escuchando el bramido con despendole de aquel sorprendente torrente de aguas turolenses.
![]() ![]() La Chimenea, el nacimiento del Pitarque.
![]() ![]() Deshicimos el camino hasta el puente, repitiendo el ritual de descalzarnos para cruzar el río (el agua cortaba de fría... ). Y fuimos por el sendero de la derecha, desde el que se ve el nacimiento de frente. Las aguas lucían su mejor color turquesa, pero las vistas no eran tan espectaculares como desde el margen izquierdo. De todas formas, apenas se tarda diez minutos en hacer este pequeño sendero, así que no era cuestión de quedarse con las ganas.
![]() ![]() Comimos tranquilamente nuestros bocatas y regresamos a Pitarque hacia las dos de la tarde, a tiempo de tomar un café cortado en la terraza de la Posada. Nos hubiera dado tiempo de almorzar uno de los menús que ofertan, pero daba igual porque estábamos realmente contentos de haber hecho una ruta tan bonita con tan poco esfuerzo. Aquí sí es cierto el dicho aquel de "más por menos", porque, si bien la parte final es un poco más complicada, llegar hasta el puente es poco más que un paseo largo y las cascadas son preciosas. Si estaban así a finales de agosto (cierto es que había habido tormentas), en primavera y otoño deben ser una auténtica maravilla.
![]() ![]() Y con otro paseo por el pueblo, nos despedimos de Pitarque. ![]() Etapas 19 a 21, total 94
SENDERO DEL BARRANCO DEL INFIERNO.
Esta es una de las rutas de senderismo clásicas en Tenerife, que transcurre por un abrupto barranco en las proximidades de la población de Adeje, en el sur de la isla, y que se ha convertido en Reserva Natural de Especial Protección por su alto valor geológico y arqueológico, ya que en su espacio se han encontrado cuevas aborígenes con grabados rupestres. Se trata de una caminata muy atractiva, que cruza un profundo desfiladero hasta terminar en una bella cascada que lleva agua todo el año, pasando de un paisaje abierto y seco al comienzo a otro con bastante agua y una gran riqueza vegetal, casi exuberante en la parte final.
Ubicación del Barranco del Infierno en el mapa de Tenerife según Google Maps.
![]() Sin embargo, este recorrido, muy transitado, estuvo cerrado entre 2010 y 2015 porque se produjeron varios accidentes, algunos mortales, como consecuencia de los desprendimientos de piedras e incluso rocas que suelen producirse entre las paredes más verticales y estrechas del barranco. Incluso después de su reapertura en 2015, se produjo otro accidente mortal, que llevó a reacondicionar el recorrido, estableciendo vigilancia, la utilización de casco obligatorio y un cupo máximo de 300 visitantes al día.
![]() Para realizar la caminata hay que hacer una reserva previa en la página web barrancodelinfierno.es, elegir un turno de acceso entre los disponibles, que varía bien sea invierno o verano, y abonar la entrada, que, creo recordar, cuesta 8,5 euros por adulto no residente. Se abona con tarjeta y el día anterior a la excursión o esa misma mañana te envían un mensaje al móvil con la confirmación e indicaciones sobre donde aparcar el coche y cómo llegar al punto de inicio. Si las condiciones meteorológicas no son buenas, especialmente si llueve o sopla mucho el viento, el acceso se cierra, en cuyo caso la empresa ofrece la devolución del importe pagado o el cambio para otro día. Junto a la reserva hay que presentar el DNI.
El sendero recorre las laderas del barranco.
![]() ![]() Teníamos hora para las doce de la mañana, así que salimos con bastante margen de tiempo desde el Parador del Teide y tardamos unos cincuenta minutos en cubrir los 55 kilómetros que nos separaban de Adeje. Dejamos el coche en uno de los aparcamientos que nos habían indicado e hicimos el resto a pie por la Calle de los Molinos, con una cuesta terrorífica que casi nos dejó más cansados que, después, el propio sendero. En una caseta, donde existe un mirador sobre el barranco, nos entregaron el casco, que se debe de llevar puesto obligatoriamente en todo el recorrido, y nos dieron una serie de instrucciones, las más importantes obedecer las señalizaciones y no detenernos en el sendero salvo el tiempo imprescindible para hacer fotos (un minuto como máximo) una vez pasada la zona de la Cogedera, donde el cañón se estrecha muchísimo y, por tanto, aumenta significativamente el peligro de desprendimientos.
![]() ![]() ![]() Los datos de la ruta son los siguientes: longitud total, 6,5 kilómetros de ida y vuelta por el mismo sendero; unas tres horas y media de duración; y catalogado como de dificultad media-baja. Por supuesto, hay que llevar calzado apropiado para terrenos pedregosos y resbaladizos, en fin, que agarre bien. Antes de empezar, podemos ver la estampa del desfiladero que vamos a recorrer, tan estrecho que la parte baja siempre aparece en la sombra.
Vista del Barranco desde el punto de inicio de la ruta.
![]() La ruta comienza a 350 metros de altitud, que se va incrementando paulatinamente según se avanza por un sendero que se retuerce por la ladera, pero cuyo desnivel no es demasiado fuerte al principio. Resulta cómodo, pero eso sí, a pleno sol empezamos a notar tan fuerte el calor que tuvimos que quedarnos en manga corta. Por lo tanto, ojo en el verano.
![]() ![]() Varios paneles informativos nos explicaban lo que íbamos contemplando, incluyendo las características geológicas, la flora y la fauna de los diferentes lugares. El segundo punto de observación nos ofrecía una estupenda perspectiva sobre la población de Adeje y, al fondo, el mar.
![]() Entre el sol y las sombras, hacer fotos era una tortura ![]() ![]() Seguimos por el imponente barranco y, tras superar la zona conocida como Bailadero de las Brujas, empezamos ver algunos canales de agua. De momento, no había problemas en detenerse y sacar fotos. Lo peor era el sol, y un intenso calor que no habíamos padecido desde nuestra llegada. Al llegar llevaba jersey y un chubasquero y me tuve que quedar en manga corta. El sendero es estrecho y va pegado al borde del barranco, bastante alto en muchas zonas, pero creo que solo supondría problemas de vértigo a personas muy propensas.
![]() ![]() Pasado el Mirador de la Cueva del Marqués, empezamos a ver carteles informando del peligro de desprendimientos y la necesidad de no quitarse el casco bajo ningún concepto. Poco a poco, nos íbamos acercando al cauce del río y al interior del desfiladero.
![]() ![]() La zona de La Cogedera, donde se encuentra una especie de baúl con material de primeros auxilios, el último punto para tomarse un pequeño descanso, pues en adelante hay que extremar las precauciones y ya no nos podremos detener salvo un minuto para tomar alguna foto. Aquí se anuncia que hay un vigilante para controlar y dar instrucciones. Allí no vimos a nadie, aunque luego nos lo encontramos más adelante, en busca de unos excursionistas que se habían desviado del sendero. Todo parecía muy controlado, pero el recuerdo de los antiguos accidentes y los carteles recordando las medidas de precaución, nos hacían caminar manteniendo un inevitable estado de alerta, pero que en nada mermaba el disfrute de lo que íbamos viendo.
Zona de La Cogedera.
![]() Rumbo hacia lo más estrecho del cañón. ![]() ![]() El sendero sigue paralelo a un arroyo y, de pronto, la vegetación nos envolvió, proporcionándonos sombra y frescor. Esta zona es cómoda para transitar y muy bonita, pero vas con la mosca tras la oreja porque las paredes son impresionantes, muy altas y están muy juntas, de modo que, tal como nos habían dicho, íbamos atentos a cualquier sonido que indicase la caída de alguna piedra. Afortunadamente, el día era tranquilo y no soplaba el viento.
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Siento que las fotos estén todas tan oscuras y descoloridas, pero espero que al menos den una idea de lo espectacular que resulta este recorrido, sobre todo al llegar al desfiladero. El sol se quedó en las alturas, al fondo no llegaba y tuve que recuperar el chubasquero porque hacía fresquito.
![]() ![]() ![]() Solamente había luz en las alturas. ![]() ![]() Aparecieron árboles nobles, castaños, por ejemplo, y el arroyo corría muy alegre. Cruzamos varios puentes formados con listones de madera y llegamos a las pozas previas a la sorprendente cascada que se desliza por una pared de roca con una altura superior a los 200 metros, y que, según nos comentaron, nunca se seca. No es que el agua caiga a borbotones, pero el lugar tiene mucho encanto.
![]() ![]() ![]() Allí vimos a otro vigilante. En esta zona disminuye el peligro de desprendimientos, aunque el tiempo que se concede para hacer fotos suele ser bastante limitado porque no quieren que se produzcan aglomeraciones de gente. En nuestro caso, sólo había una pareja delante y un matrimonio detrás, de modo que pudimos rezagarnos sin que nos pusiera ninguna pega. Estuvimos charlando un poco con él, e incluso se ofreció a sacarnos unas fotos para el recuerdo. Un chaval muy amable, la verdad.
![]() ![]() ![]() Tras unos minutos en aquel entorno fresco, tan idílico como impresionante, dimos la vuelta y regresamos al inicio de la caminata por el mismo sendero y guardando idénticas precauciones que a la ida. La única diferencia fue que nos tomamos un bocata sentados sobre el baúl de La Cogedera. Una bonita excursión en sol y sombra. Nos gustó mucho.
![]() ![]() Etapas 19 a 21, total 94
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