Ruta por Eslovenia y Venecia ✏️ Blogs de Eslovenia

Hoy íbamos a visitar Liubliana, por lo que desayunamos, recogimos las cosas y al coche. Desde Postojna hasta Liubliana hay unos 55km unos 42 minutos en coche.
Fuimos directos al Parking Tivoli 1, está a 15 minutos andando del centro y no es caro (4,80€ unas 7 horas).
Fuimos dando un paseo y en seguida estábamos en la calle Copova ul, que está llena de tiendas y acaba en la plaza Preseren y la Iglesia de la Anunciación. Esta plaza une el centro con el casco antiguo a través de uno de los iconos de la ciudad el Puente Triple.



Estuvimos recorriendo el casco antiguo, el Mercado central, la Catedral de San Nicolas, el Puente de los Carniceros, el Puente del Dragon… Cruzamos este último, a la izquierda hay varias terrazas con vistas al rio y nos tomamos una cerveza en una de ellas.


Sobre la 13:30h decidimos que era hora de comer. El sitio lo teníamos claro. Los viernes de primavera a otoño en el Mercado Central ponen multitud de puestos de comida eslovena e internacional, por lo que, al coincidir nuestra visita en viernes, no podíamos ir a otro lugar. Había muchísima gente, nos dimos una vuelta viendo todo lo que había, y compramos comida en varios puestos. Hay mesas corridas donde encontrar un sitio a la sombra (hacía mucho calor), nos costó un poco. Comimos bien y no muy caro. Mereció la pena solo por disfrutar del ambiente.
Después de comer decidimos subir al castillo, no queríamos entrar porque ahora es un museo y no nos llamaba mucho la atención. Pero subimos a ver las vistas y a que el peque montara en funicular. Se puede subir andando, pero hacía mucho calor y al peque le hacía ilusión. Cuesta 6€ ida y vuelta, el peque no paga. No hace falta pagar la entrada del castillo para entrar al recinto y subir a la muralla a ver las vistas de la ciudad. En el castillo a parte del museo hay un restaurante donde te puedes tomar algo.


Al bajar del castillo decidimos ir a Metelkova Mesto. Era una guarnición militar que se convirtió en comuna en los años 90. Ahora está llena de bares que abren por la noche. Hay gente que se siente insegura aquí, nosotros fuimos de día con el peque y para nada (puede que por la noche sea diferente). Es muy curioso de ver, está lleno de grafitis y esculturas extrañas. Y es el lugar perfecto si te gusta hacer fotos instagrameables.


Eran las 16:00h y en un principio teníamos pensado ir al mirador de la torre Neboticnik, pero no nos apetecía mucho asique decidimos seguir nuestra ruta. El hotel de esa noche lo teníamos cerca de Bled, pero como era pronto decidimos visitar Skofja Loka que pillaba de camino. Este pueblo medieval está a unos 24 km de Liubliana. Es un pueblo bonito, pero habíamos leído tantas cosas buenas de él, que nos decepcionó un poco. Estuvimos callejeando y subimos al castillo donde en la entrada hay un bar donde nos estuvimos tomando algo con vistas al pueblo.



Después pusimos rumbo a nuestro hotel de las siguientes 3 noches. Bled en esta época del año es caro, pero lo peor es que si no lo coges con antelación está lleno. Así que nosotros nos alojamos en Lesce a 5 minutos de Bled, en el hotel Guesthouse Leski Dvor. La habitación triple nos costó 286,20€ con desayuno incluido. El hotel está bien, y tiene restaurante. Cenamos allí muy bien en la última mesa que quedaba libre, había mucha gente local comiendo.

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Nos levantamos, desayunamos en el hotel que tiene un buen buffet y cogimos el coche rumbo al lago Bohinj. Al ser sábado pensamos que en Bled habría mucha gente por lo que preferimos dejarlo para el domingo. Y creo que acertamos porque se tarda una media hora en llegar a Bohinj, pero tardamos unos 10 minutos más porque había atasco a la entrada de Bled. Aun así, el camino hasta Bohinj se hizo corto, ya que las vistas son preciosas y pudimos ver el lago Bled por primera vez.
Fuimos directos al centro de información del lago Bohinj, tiene un parking donde se puede aparcar media hora gratis. Nos informaron de los parkings cercanos y de lo que podíamos hacer por la zona. Aparcamos el coche en un parking a 10 minutos andando de la oficina de información, por 10€ todo el día. Después de aparcar nos dirigimos al lago.


Cruzamos el puente hasta la iglesia de San Juan Bautista o SV.Janeza Krstnika (los nombres en este país son impronunciables). Desde aquí hay unas vistas maravillosas. El lago es precioso, y mucho menos masificado que el de Bled.





En Bohinj se pueden hacer muchas rutas como la de Savica Waterfall pero nosotros con el peque las descartamos. Algo que también es chulo de hacer, pero muy caro, es subir al teleférico de Vogel, las vistas desde arriba son impresionantes, pero vale 28€ por persona. Después de dar una vuelta por la zona decidimos coger el barco panorámico que cruza el lago. Cuesta 14€ por persona ida y vuelta, menores de 6 no pagan. El paseo es precioso y hay un guía que va contándote la historia del lago. Te deja en la punta opuesta del lago en Ukanc. Dimos una vuelta por la zona y comimos en un restaurante que hay cerca de donde te deja el barco. Hay una zona muy chula para niños con pasarelas y redes entre los árboles.



El barco pasa cada 40 minutos y puedes coger el que mejor te convenga. Volvimos sobre las 15:00h y como hacia bueno decidimos ir a darnos un baño. Por todo el lago hay muchas zonas para poder bañarse. Nosotros lo hicimos en una especie de playita que hay pasada la iglesia. Había bastante gente bañándose. El agua estaba fría, pero se estaba muy bien, nos encantó la experiencia.
Sobre las 17:30h decidimos irnos hacia el lago Bled. Habíamos leído que desde al lado del castillo hay buenas vistas del lago y la isla. Pues no, no merece la pena subir si no se tiene pensado entrar en el castillo. Hay un camino que sale por detrás del castillo que se supone que tiene varios miradores, pero no merecen la pena. El problema al ser verano es que los árboles tapan todo. Si se va en invierno sí que puede merecer la pena, pero con los árboles repletos de hojas es mejor ahorrarse el paseo.
Ya que estábamos allí y teníamos tiempo, decidimos entrar al castillo. El parking cuesta 3€, no es muy grande pero quizás por la hora, serían las 18:30h, no tuvimos problemas para encontrar sitio. La entrada al castillo es cara 15€, pero las vistas desde sus terrazas son preciosas. Y aun siendo temporada alta y sábado no había mucha gente.


Después fuimos a descansar un rato al hotel y cenamos en un mexicano cerca del hotel que nos gustó mucho.

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La mañana de hoy la teníamos destinada a la garganta de Vintgar. Es una ruta lineal de 1,6 Km, por el rio hasta la cascada de Sum. En un primer momento la descartamos porque antes se podía hacer el camino de ida y vuelta por la garganta. Pero desde hace poco, el camino es solo de ida y la vuelta se hace por senderos por dos rutas. Una de 4,3 km y otra de 5,7 km, impensables para hacer con un niño de 2 años y medio. Pero mi marido tenía muchas ganas y encontramos una empresa que nos hiciera los traslados. Y fue todo un acierto.
Voy a explicar cómo funciona porque nos costó mucho encontrar información actualizada. La entrada son 10€ persona, el peque no paga. Pero a ello si vas en coche tienes que añadirle el precio del parking 10€. Hay 4 parkings cada uno más alejado (algunos bastante lejos por lo que pudimos ver) y el P1 el más cercano es bastante pequeño.
Nosotros no usamos los parkings porque fuimos con la empresa Natour Bled. Pagamos 10€ por la entrada y otros 10€ por la ida y recogida. Recomiendan ir o a primera hora o a ultima ya que luego hay mucha gente en la garganta. Por lo que nuestra entrada era de 9:30 – 9:50. Nos levantamos temprano por lo que no pillamos atasco al entrar en Bled. Teníamos que estar en la agencia de Natour Bled a las 09:15h donde cogimos un minibús. En 15 minutos estábamos en la entrada de la garganta, donde había bastante follón de coches intentando aparcar. Entramos muy rápido y había gente, pero no exagerado. Montamos al peque en su mochila y a disfrutar de la ruta. La verdad es que nos gustó bastante. Todo el camino es por el rio, está muy bien acondicionado con pasarelas de madera y se nos hizo bastante corto.



Tardamos en recorrerlo casi una hora, pero parando y haciendo fotos. Al final de la ruta hay un bar donde puedes tomarte algo. Desde ahí salen las dos rutas de vuelta. Nosotros tomamos la de la izquierda que es una subida que se hizo mucho más dura que la ruta en sí. Arriba del todo se llega a Blejska Dobrava y justo en la entrada hay un bar donde nos recogía el minibús. No tuvimos que esperarle porque pasa cada 15 minutos. Cualquiera sin reserva puede cogerlo, si no quieres andar, y te acerca al parking 7€/persona o hasta Bled 8€/persona. A nosotros nos mereció mucho la pena ir desde el principio con la agencia ya que era 10€/persona ida y vuelta y no nos tuvimos que preocupar de donde aparcar allí y encima teníamos prioridad respecto al resto de gente para coger el minibús. Aunque si no hubiéramos ido sin peque quizás hubiéramos hecho la ruta andando que dicen que es bonita.
A la vuelta fuimos a por el coche que teníamos aparcado en un parking a las afueras de Bled que nos costaba 1-2€ la hora. No funcionaba el pago con tarjeta por lo que solo pudimos pagar la primera hora con las monedas que teníamos, aun así, no nos pusieron ninguna multa. Cambiamos el coche de parking y decidimos ir andando hasta el centro de Bled porque los parkings en el centro son muy caros. Estuvimos andando por el lago y haciendo fotos. En un principio pensábamos acercarnos a la isla, pero los barcos que te llevan cuestan 18€ por persona y el peque 9€. Nos pareció demasiado caro para lo que era (te dejan muy poco tiempo en la isla) y como tampoco teníamos demasiadas ganas (ya habíamos montado en barco por el lago en Bohinj), lo descartamos.




Comimos pronto y después fuimos a bañarnos en el lago. Bañarse en Bled es muy diferente a Bohinj. Hay muy pocas zonas donde el baño está permitido. Y casi todas son de pago. Nosotros fuimos a la playa del castillo (en las fotos es lo que se ve justo debajo del castillo). Cuesta 10€ el día, pero si vas a partir de las 15:00h como nosotros son 7€. Tiene toboganes, taquillas, baños, vestuarios. La verdad es que no nos gustó. Esta masificado y parece que en vez de un lago estas en una piscina municipal. Aunque nosotros nos pusimos al final, que es la zona más tranquila y sí que nos pudimos dar un buen baño, sin tanta gente, con vistas a la isla.
Después fuimos dando un paseo hasta la otra punta del lago.


Queríamos ir al tobogán de verano que baja por la ladera (11€). Nos apetecía hacer alguna actividad distinta con el peque y esta fue muy divertida. Subes en teleférico y bajas en una especie de trineo que va por una via. Nos gustó mucho, el peque montó con su padre y no paraba de reírse.
Al bajar nos tomamos algo viendo atardecer en la terraza de un hotel con vistas al lago. Esa noche volvimos a cenar en el hotel.

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