Respirar y saborear la Toscana. 9 días ✏️ Blogs de Italia

Es lunes 19 de febrero, hace buen día y tenemos toda la mañana por delante. El avión a València sale a las 16’15 horas. Desayunamos, pagamos y nos vamos nuevamente a Pisa, que se encuentra a escasos 15 minutos en coche del aeropuerto Galileo Galilei. Aparcamos en la ORA y nos dirigimos a la piazza deI Miracolo para ver si podemos entrar en el Duomo, ya que a la ida no pudimos ver su interior. Había mucha más gente. La entrada al Duomo es gratuita, pero el resto se paga (Torre y Baptisterio). Volvemos a contemplar la Torre inclinada o Campanella como la llaman ellos; una preciosidad, la verdad. Pues por allí pasamos la mañana hasta las 12 horas aproximadamente que fuimos a buscar la Trattoria Primo para comer, dado el éxito de la ida. Queríamos ir a lo seguro. Era tan pronto que no habían abierto al público, así que nos tocó ir a buscar algo por las inmediaciones ya que a las 14 horas teníamos que estar en el aeropuerto. Y paseando, pasamos por I Vecchi Sapori, vía Domenico Cavalca, 31 de Pisa, una casa de comidas para llevar que tenía una pequeña barra a un lado y unas banquetas para sentarte. Pues ahí paramos. Teníais que ver todo lo que había allí. No sabíamos qué elegir entre todo. Al final fue: unas alcachofas a la romana, una lasaña, berenjena al horno y un par de vasos de vino. Todo 29 €. Todo muy bueno. Eso sí, todo en platos y vasos de plástico. Fue curioso porque la gente que nos veía mirando el mostrador nos recomendaba los platos que teníamos que pedir, y no fallaron. A eso, hay que añadir la ventaja de que la dependienta hablaba un perfecto español, y al preguntarle que dónde había aprendido el idioma, nos dijo que nunca había estado en España, que lo había aprendido en la escuela y que le encantaba el idioma, es más, se lo estaba enseñando a sus hijos. Es, al menos, sorprendente.
Después de este rollo que os he metido, nos fuimos a tomar café en una terraza con vistas al rio, junto al puente, llamada Café Centrale: Un café expreso, un cortado, un limonchelo y un Amaro, 12€. A partir de aquí, lo de siempre. Coge el coche, dirígete al aeropuerto, devuelve el coche (que ni lo miraron). Embarque y para casa.

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Puede ser este el viaje a Italia más bonito que hemos hecho por nuestra propia cuenta. Como habréis podido comprobar Florencia no la tocamos, ya la habíamos visto. Para verla detenidamente se requiere, al menos, de tres o cuatro días, y me quedo corto. Pisa es la Piazza dei Miracolo, y poco más. Te lleva una mañana visitar el conjunto del Duomo, el Baptisterio y la Torre. Siena lo mismo. En mi opinión, existe una Toscana monumental situada en el norte, con Florencia, Pisa y Lucca, y con Siena y Arezzo en el Centro. Pero la que a nosotros nos interesaba era la Toscana profunda, la de las películas, la de las lomas y cipreses, esa Toscana más rural y menos monumental.
¿Es cara Italia? Claro que sí, si pretendes tomar algo, comer o cenar frente a los monumentos emblemáticos (Plaza San Marcos, por ejemplo), pero fuera de la ruta turística de las ciudades los precios bajan y se puede comer y cenar por un precio muy ajustado y bien. Si habéis visto los precios que he ido poniendo en este diario, no son desorbitados en comparación con España, con el valor añadido de que la calidad y cantidad de los productos es muy buena. Si observáis, no le pongo notas negativas a la comida (sí al vino) porque todo estaba muy bueno. En lo que respecta al vino, pues me decepcionó un poco los tintos como habéis podido comprobar. Son caros y no les veo la gracia. Me quedo con los nuestros, mucho más baratos y buenos. En cuanto a los blancos probad el vino de la variedad Vernaccia de la zona de San Gimignano, os sorprenderá, y no son tan caros.

El aparcamiento en Italia es un problema, y lo está siendo también en España en buena medida. Para nosotros la mejor opción, si vais a ciudades, como en nuestro caso Pisa y Siena, es aparcar en un parking público, ya que hacerlo por el centro es imposible. Otra cosa es aparcar en las pequeñas poblaciones. La mayoría tienen alrededor aparcamientos de pago, y con suerte puedes encontrar algún hueco a las afueras de la población, pero ya os digo que es desesperante estar dando vueltas con el coche por lugares que desconoces. Hay que tener en cuenta que la circulación por el centro de las poblaciones está restringida. Nosotros lo que hicimos es buscar que el hotel o apartamento estuviera cerca de una zona de aparcamiento. Desde el Google Maps no se puede ver si es de pago o no, pero puedes ver si cerca del alojamiento hay zona de aparcamiento, de esa manera te evitarás grandes desplazamientos a pie con las maletas a cuestas.
En cuanto al viaje en general, nos encantó San Gimignano con sus torres, y los paisajes de Pienza, San Quirico D’Orcia y Montechiello, espectaculares. Nos llevamos una grata sorpresa con Lucca. Estos lugares son imprescindibles en un viaje a la Toscana. Esto, en cuanto a lo sorprendente. En cuanto a lo menos sorprendente, pues prescindiría de ir a Cortona y hacer noche en Arezzo.

- SAN GIOVANNI, en San Gimignano. 180€ las dos noches. Apartamento en el mismo casco viejo, céntrico y próximo a un parking de pago. Espacioso, con una buena cocina. El propietario vive en el piso de arriba.
- HOLIDAY HOME ADELAIDE, en Pienza. 255 € tres noches. Igual que el anterior, incluso diría que mejor.
- AGRITURISMO LOCANDA PANTANELLO, a las afueras de Pitigliano 99 € una noche con desayuno. Un lugar estupendo para descansar.
- GINEVRA SUITE, en Cortona. 91’50 €. En el centro de la población. El apartamento estaba limpio, pero era algo viejo.
- B&B VILLA ANNA, 103 €, con desayuno. La habitación y baño correctos. Era como un chalet antiguo. Bonito. Opción de aparcamiento.
Nosotros si volviéramos a la Toscana, iríamos a los mismos alojamientos menos a uno, que ya os lo podéis imaginar.

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