![]() ![]() Riviera maya: 7 días en el paraíso ✏️ Blogs de Mexico
Viaje realizado del 8 al 15 de diciembre de 2009.Autor: Puchinina Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.4 (12 Votos) Índice del Diario: Riviera maya: 7 días en el paraíso
Total comentarios: 11 Visualizar todos los comentarios
Etapas 1 a 3, total 8
Antes de nada, quiero dar las gracias a todos los foreros, pues gracias a ellos pude preparar mi viaje fácilmente, todo lo pudimos hacer por nuestra cuenta y lo pasamos de maravilla. Espero que a los que tengáis la suerte de ir próximamente este diario os sirva de ayuda igual que a mi me sirvieron otros. Todavía no se como se añaden fotos. Cuando lo sepa, ya pondré algunas.
Por fin ha llegado el tan deseado día de nuestro viaje a la Riviera Maya. Volamos con Iberworld. La salida estaba prevista para las 14 horas de la tarde, pero alguien se retrasó en subir al avión y salimos a las 14.20 horas. Nuestro vuelo duró 10 horas y 45 minutos. No se el motivo pues había leído en el foro en diversos diarios que era 1 hora menos de vuelo. Gracias a los consejos del foro habíamos reservado los asientos en la fila 33, una de las filas de la salida de emergencia, por lo que al menos, podíamos ir con las piernas estiradas. Habíamos quedado en el avión con más foreros, por lo que entre hablar con ellos, las películas que te ponen, las comidas que te dan, los libros y los crucigramas, las horas de vuelo se fueron pasando más o menos rápido. A la llegada al aeropuerto de Cancún, lo primero fue pasar por la aduana a entregar el formulario de inmigración y a que nos pusieran un sellito en el pasaporte. Después recogida de maletas y finalmente el famoso semáforo. ¡Uf, menos mal! nos salió verde. ¡Con la que hora que es, como para entretenernos más enseñando el contenido de nuestras maletas! Ya podemos buscar a la mayorista, Solplan. La encontramos rapidamente y nos indica el autobús que nos llevará a nuestro hotel, el Riu Palace Riviera Maya, en Playacar. Al llegar al hotel, cóctel de bienvenida, nos colocan la pulserita y ¡a disfrutar del Paraíso!. No hay ni que preocuparse de subir las maletas a la habitación, te las suben los maleteros y ..... primera propina que damos. Al hacer el checking en el hotel, enseguida nos encontramos con una pareja de amigos nuestros que habían llegado el día de antes. Habían reservado para cenar los 4 en uno de los restaurantes temáticos del hotel, en el mexicano. Así que con nuestras horas de vuelo y nuestro cansancio nos fuimos a cenar. Este restaurante fue el que menos nos gustaría de los temáticos. Probamos nuestros primeros nachos, riquísimos, con un guacamole que estaba buenísimo. Todos los días, en algún momento del día, comeríamos nachos. Nuestros amigos, esa mañana habían acudido a la charla de la mayorista, por lo que nos pusieron al día de lo que ofrecían en cuanto a excursiones. Como nosotros teníamos la idea de hacerlo todo por libre, intercambiamos opiniones sobre lo que podíamos hacer y como hacerlo y quedamos en ir al día siguiente a visitar las ruinas de Tulum y Playa Paraíso. Tras la cena y nuestro primer cóctel, agotados, pero felices, nos fuimos a dormir. Etapas 1 a 3, total 8
Aunque estábamos agotados, el famoso jet lag hizó que me despertase a las 3 de la mañana. A las 5 conseguí dormir otro poco hasta las 6.30. A las 7.30 ya estábamos desayunando los 4. Los desayunos en el hotel eran espectaculares. Destacaría sobre todo los batidos y los zumos naturales. Estaban riquísimos. Después del desayuno, a sacar dinero del cajero y ha realizar las consabidas llamadas telefónicas a nuestras familias.
Como ya habían ido nuestro amigos a la charla con la mayorista, nosotros decidimos no ir. Simplemente, a la persona que vino a darnos la charla, le dimos los datos de nuestro vuelo de vuelta para que nos lo confirmara y ya está. Ya eramos libres. Para ir a Tulum, por nuestra cuenta, habíamos decidido ir en las famosas Van o colectivos que van por la carretera federal. Fuimos caminando hasta Playa del Carmen para coger una de ellas. El viaje duró unos 50 minutos y nos costó 35 pesos por persona. Desde donde nos dejó la van hasta la entrada a las ruinas hay un par de kilómetros (15 minutos caminando). Por el camino, encontramos a los voladores de Papantla, también llamados hombres pájaro, pero no sabíamos a que hora “volarían”, por lo que no los vimos en esa ocasión. La entrada a las ruinas es de 51 pesos por persona. Las posibles víctimas de los temidos mosquitos se rocían bien de Relec extra fuerte y entramos. Aunque hay algún mosquito que otro, lo primero que vemos es un pequeño escorpión. Parece mentira que un animal tan pequeño pueda hacer tanto daño. Sin embargo, los verdaderos animalitos dueños de Tulum son las iguanas. Las hay por todas partes, mimetizadas con las piedras en color gris. No se asustan especialmente de los humanos, se dejan sacar montones de fotos, pero no se dejan tocar. En Tulum, el edificio más famoso es la pirámide llamada El Castillo, que se levanta frente al mar. Debajo está situada la famosa playa de Tulum, ¡preciosa! de arena blanca y con el agua de un color turquesa transparente increíble. ¡No se cuantas fotos le hemos hecho!. Realmente, la playa es pequeñita y el que haya tanta gente en ella, la estropea un poco, pero es muy bonita con la famosa escalerita de madera que va desde la pirámide hasta la playa. Optamos por no bañarnos en ella, ya que iríamos a Playa Paraíso en cuanto salieramos de Tulum. Para llegar a Playa Paraíso desde las ruinas de Tulum, es muy fácil. Solo hay que seguir la carretera que va paralela al mar. La otra carretera es la que viene de Tulum pueblo y no hay más, por lo que no hay pérdida. Se tardan aproximadamente unos 20 minutos. Nosotros entramos por la llamada Playa Maya, pero nos dijeron que si seguíamos caminando por la playa en 3 minutos estaríamos en playa Paraíso. El nombre le viene que ni pintado: arena blanca, agua azul transparente, palmeras y una palapa chiringuito que alquila no las típicas hamacas, sino colchones sobre la arena, donde cabemos los 4. Por supuesto lo primero que hacemos es meternos en el agua. ¡No está nada fria! A partir de este momento empieza a salir de nuestras bocas, una de las frases con las que identificaremos este viaje: ¡Esto es vida! Tras un par de horas en la playa y debido a que anochece sobre las 5.30 pm decidimos que es hora de volver al hotel. Esta vez lo hacemos en taxi y tras un pequeño regateo por 350 pesos nos lleva de vuelta. Como ya están cerrados los restaurantes de comida, vamos al llamado Sport Bar de nuestro hotel, abierto las 24 horas de día, y tomamos perritos, hamburguesas y nachos. También nos aprovisionamos para el día siguiente, pues no tenemos tiempo de desayunar ya que hemos quedado con nuestro taxista a las 6.15 en Akumal. Por la tarde, damos nuestra primera vuelta por Playa del Carmen, por la famosa 5ª Avenida, hacemos nuestras primeras compras, y reservamos con la agencia Cenote Azul, la excursión para ir el sábado a Sian Kaan. Hoy no cenamos en ningún temático, sino en el buffet Don Manolo. Etapas 1 a 3, total 8
Hoy es el día del gran madrugón. Hemos quedado con Arturo, nuestro taxista, a las 6.15 en Playa de Akumal. Gracias al foro, habíamos contactado previamente y decidimos hacer un par de excursiones con él. Como es un taxista que pertenece a Tulum, no podía venir a recogernos a Playacar, por lo tuvimos que coger un taxi hasta Playa de Akumal y allí nos esperaba él. El precio del taxi hasta allí era de 250 pesos, que Arturo nos descontó del importe de sus servicios.
Nuestro primer destino del día es Chichén Itza, una de las recién elegidas maravillas del mundo moderno. Antes de llegar, Arturo nos comenta la posibilidad de contratar un guía de la zona para que, por 500 pesos, nos explique todo lo relacionado con las ruinas. Decidimos contratarlo. Hacemos una paradita técnica en Tulum, para comprar hielo y desayunar. Durante todo el camino a Chichén, Arturo va charlando con nosotros, llevamos música mexicana en el coche. El trayecto es largo, pero se hace ameno. A la llegada a Chichén Itzá, nuestro guia, Fernando, ya nos está esperando. Por supuesto, todo lo que nos cuenta, es muy interesante y curioso, pero nos deja tiempo cero para hacer fotos, por lo que tenemos que ir “robando” momentitos para hacerlas. A partir de cierto momento, incluso parece que tiene prisa por terminar y nos lleva casi corriendo. Además, hemos llegado bastante pronto, por lo que todavía no está lleno de turistas, por lo que tenemos la gran oportunidad de salir solos en las fotos. La pirámide principal, llamada Kukulcan, tiene 4 escalinatas de 91 peldaños cada una. 4x91=364, que sumado a las escalinatas de la plataforma superior da 365, el número de días al año, por lo que se piensa que esta pirámide tenía una función matemática o astronómica. Una de las cosas más sorprendentes de esta pirámide, es la resonancia que produce. Es muy curioso, como dando palmas delante de la escalinata principal de la pirámide, el sonido se traslada y se oye perfectamente en el edificio de delante de la pirámide (Plataforma de Venus) y en el edificio de al lado (Templo de los Guerreros). Otra curiosidad de esta pirámide es que todos los años, durante el equinoccio de primavera, ocurre un fenómeno natural de luces y sombras que se proyectan sobre las escalinatas de la pirámide, haciendo descender la imagen de la “serpiente emplumada”. Una experiencia única que atrae a cientos de turistas de todas partes del mundo. Otra de las ruinas es el llamado Juego de Pelota, juego que consistía en meter una especie de pelota de cuero de hasta 3 kg de peso, en un aro colocado a cierta altura en una pared. Según nos contó nuestro guía, había dos equipos, cada uno con un capitán. Solo el capitán de cada equipo podía meter la pelota por el aro. Quedó claro que al final del partido a alguno de los capitanes le cortaban la cabeza, lo que no está tan claro es si al capitán del equipo perdedor o al del ganador (era un honor ir con los dioses). Realmente en Chichén Itza hay dos grupos de ruinas. Las descritas hasta ahora son las más conocidas y son ruinas toltecas-mayas y el otro grupo de ruinas son solo mayas. De éstas últimas, cabe destacar el observatorio, un edificio circular. En el recinto arqueológico, por todas partes hay puestecillos. Una vez terminada la explicación de nuestro guía, nos dedicamos un “ratito” a hacer compras, principalmente a comprar plata. No debió ser tan solo un ratito, pues salimos de Chichén ya tan tarde que no pudimos visitar el primer cenote que Arturo nos había recomendado, el cenote Ik Kil. Nos fuimos directamente al cenote Dzitnup, nuestro primer cenote. Los cenotes son cuevas por donde discurren ríos subterráneos, en los que te puedes bañar. Después de bajar por unas escaleritas, llegamos a la plataforma de baño. ¡Es una pasada, pues la cueva tiene estalactitas! El algua esta fresquita, pero es un gustazo, pues terminamos pasando calor en Chichén. Además, cuando llegamos casi no había gente, pero en cinco minutos, el cenote se quedó vacío y todo para nosotros. Después de baño, Arturo nos llevó a comer a un restaurante de un pueblo llamado Temozón. Allí probamos los auténticos nachos, con queso, y otros platos típicos de la cocina yucateca. ¡Todo buenísimo! Después de comer fuimos a visitar las ruinas de Ek Balam. Aquí hay mucho menos que ver que en Chichén, pero se puede subir a la pirámide principal y ver como estas ruinas están en medio de la selva. Todo es verde a nuestro alrededor. La última parada del día fue en Valladolid, pero era ya tarde y prácticamente de noche. Visitamos la catedral de San Gervasio, en la plaza principal de la ciudad. El regreso a nuestro hotel fue más duro, porque teníamos casi 3 horas de camino por delante y de noche. Además, el día 12 era la fiesta de la Virgen de Guadalupe. Es un día de fiesta nacional en México. A lo largo de todas las carreteras veíamos grupos de gente corriendo o en bicicleta, detrás de una furgoneta con la imagen de la Virgen. Algunos, incluso corriendo con una antorcha en la mano. El problema es que en estas carreteras no hay arcén, no van con chalecos reflectantes y es muy peligroso, porque hay muchos y hay que adelantarles con muchísimo cuidado. Desgraciadamente, nos dijeron que mucha gente muere al hacer esta peregrinación, pues es muy fácil ser arrollado por algún coche. La cena la hicimos en el restaurante temático Krystal, de cocina de fusión. La comida era espectacular y el servicio encantador. A todos nos gustó mucho. Etapas 1 a 3, total 8
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.4 (12 Votos)
![]() Total comentarios: 11 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO
Diarios relacionados ![]() ![]() ![]() ![]() ![]()
![]() |