Roma y Pompeya ✏️ Blogs de Italia

En septiembre de 2009 hice un viaje a Roma con una amiga. Viajamos con Ryanair (la compañía estrella en vuelos baratos) y salimos desde Girona. El avión despegó muy puntual y llegamos al aeropuerto de Roma Ciampino a las 13h. Una vez allí, teníamos que coger el autobús de Terravision que nos llevaba al centro de la ciudad (concretamente, hasta la estación de tren Roma Termini). Los billetes se pueden comprar en el aeropuerto (incluso vimos que se podían comprar en Girona, por ejemplo), pero nosotras los habíamos comprado por Internet (www.terravision.eu/ ...mpino.html), con el resguardo impreso ya sirve. El precio de un billete de ida es de 4€, y el de un billete de ida y vuelta, 8€ (vamos, que no hay ningún tipo de descuento).

No sé si es muy normal en esta época del año en Italia (estuvimos entre el 13 y el 17 de septiembre), pero llovió cada día y más de una vez la lluvia nos cogió a la intemperie. Mientras nos dirigíamos a la estación Termini nos cayó una buena tromba de agua, pero por suerte íbamos en el autobús y dejó de llover mientras seguíamos dentro. Lo primero que hicimos después de llegar a Termini fue dirigirnos al hotel. Habíamos reservado por dos noches en un hotel llamado “La Farfalla” que me costó bastante encontrar, la verdad. Me las vi y me las deseé para encontrar un buen hotel donde tuviera que pagar más o menos lo mismo que en hostales donde tenía que compartir habitación con otra gente, y acerté totalmente. En éste había que pagar 24.50€ por noche por una habitación de dos personas con dos camas individuales, con el baño compartido y el desayuno incluido. Nuestra primera impresión fue muy buena, y no cambió durante nuestra estancia. La habitación era muy acogedora y yo al menos dormí muy bien. A parte de las dos camas, había una especie de mecedora, una mesa con una silla, dos ventiladores, un radiador, una especie de cómoda y un colgador. Como ya he mencionado anteriormente, el baño era compartido, pero estaba muy limpio y era muy grande. Había una ducha, un WC, un lavabo, secador y una lavadora donde puedes lavar tu ropa por 5€.

La dueña del hotel fue muy amable y nos dio un mapa y nos explicó lo que teníamos que hacer para llegar al Coliseo, que se encuentra a unos 5 minutos caminando desde el hotel. Una vez llegamos a nuestro destino, lo vimos por fuera y dimos unas vueltas para encontrar la entrada al Foro Romano y al Palatino (que está subiendo la Via dei Fori Imperiali, a la izquierda). El motivo por el que queríamos entrar primero al Foro Romano y al Palatino es porque leí en un blog que, si compras la entrada combinada (que incluye el Coliseo, el Palatino y el Foro Romano), puedes visitar el Foro Romano y el Palatino sin apenas cola y después ir al Coliseo para así ahorrarte la enorme cola que se forma. Al ser residente de la UE entre 18 y 24 años, obtuvimos un 50% de descuento, así que pagamos 7.50€ por la entrada combinada. Leí que es conveniente tener previo conocimiento o ir con una guía que explique bien acerca del Foro Romano, porque no hay ningún tipo de indicación en el lugar, pero alguna sí que había. Aun así, recomiendo ir con algún tipo de información de antemano. Después de ver el Foro Romano nos dirigimos al Palatino.

Una vez finalizamos el recorrido fuimos a ver el Coliseo. El chico o la chica que dijo en su foro lo que he explicado anteriormente tenía toda la razón. Había dos colas: una para las personas que adquirían la entrada en ese momento y otra para los que ya tenían la entrada combinada. Bueno, no era ni una cola. Era impresionante la cantidad de gente que íbamos dejando atrás. Me alegré mucho de seguir su consejo =P También vimos el Arco di Constantino, que está al lado del Coliseo.


Como ya he dicho más arriba, el tiempo no nos acompañó demasiado, y al salir del Coliseo estaba lloviendo, así que compramos un chubasquero en un quiosco que había al lado de la estación de metro. El chubasquero nos costó 5€ que en aquel momento me pareció un gasto inútil porque al poco dejó de llover, pero después los vi como la mejor inversión del viaje.
Para finalizar la ruta del día, subimos por la Via dei Fori Imperiali y estuvimos viendo los Foros Imperiales hasta dar con la Columna Trajana =) Después de eso, fuimos a buscar un lugar donde comer (un kebab frío ¬¬) y volvimos al hotel. No estuvo nada mal para ser el primer día.

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Para el segundo día habíamos decidido ver El Vaticano por la mañana y ver las piazze por la tarde. Nos levantamos bien temprano y fuimos a desayunar, y creo que ésa es la única pega que tengo del hotel. El desayuno no se sirve en el mismo edificio, sino que tienes que ir a un bar que está en la calle de al lado. Presentando la tarjeta de visita del hotel no efectúan ningún cargo, así que puedes desayunar “gratis”. Lo único que te sirven es un café y una pasta.

A continuación fuimos a un supermercado a comprar algunas cosas que nos hacían falta. ¿Por qué digo esto? Porque te dan el cambio como les da la gana y se quedan el pico. Es decir, si pagas con una moneda de 2€ algo que vale 1.83€, te devolverán 0.15€, no 0.17€. Qué espabilados estos italianos...

Después fuimos al metro para ir hasta el Vaticano. Lo cogimos desde la estación de tren Termini y hay 6 paradas hasta Ottaviano - San Pietro. Un billete sencillo vale 1€ y un billete para moverte todo el día vale 4€. Los precios me parecieron muy bien en comparación con mi ciudad, Barcelona.

Una vez salimos del metro, nos encontramos a mucha gente haciendo cola para entrar a los Museos Vaticanos, así que decidimos ir primero a la Piazza San Pietro y a la Basilica di San Pietro. Cuando llegamos a la Piazza San Pietro vimos muchísima gente y la Basilica di San Pietro: ESPECTACULAR. Soy atea y de la iglesia mejor no hablar, pero he de reconocer que, en cuanto a belleza, todo era precioso y me quedé boquiabierta en más de una ocasión. Después de las fotos de rigor, nos pusimos a hacer cola para entrar a la Basilica di San Pietro.

¡ATENCIÓN! Si vas en verano no puedes llevar tirantes, faldas cortas o shorts si eres chica ni pantalón corto y tirantes si eres chico. Te obligan a taparte con una bolsa/chubasquero (lo que sea) para poder entrar.

La entrada a la Basílica di San Pietro es gratuita (lo que me pareció muy bien, la verdad, ¡algo por lo que no te hacen pagar!). Dentro podemos encontrar La Piedad de Miguel Ángel y El Baldaquino de Bernini. Para más información sobre la Basílica di San Pietro...

es.wikipedia.org/ ...ter.C3.A9s

Después decidimos subir a la cúpula. El precio es de 5.00€ si subes todos los escalones a pie y de 7.00€ si subes "la mitad" en ascensor y "la otra mitad" a pie. Creo recordar que si decides subir a pie te arriesgas a subir 551 escalones, y si prefieres subir en ascensor te ahorras 231 escalones, pero aún así te quedan 320. En nuestro caso, subimos a pie los 551 escalones y la vista desde arriba era espectacular: se veía toda la Piazza di San Pietro, la gente que había allí parecía hormiguitas, los alrededores son fantásticos... Vamos, que al menos para mí valió la pena.

En vez de ir a comer (que es lo que deberíamos haber hecho...) fuimos a visitar los Museos Vaticanos. La diferencia entre la afluencia de gente que había en ese momento y toda la que vimos nada más llegar era más que importante, así que nos dirigimos hacia allí. El precio de la entrada general es de 14.00€, pero si presentas el carné de estudiante (que allí es válido hasta los 26, me parece) la entrada vale 8.00€. Echamos un vistazo y nos dirigimos a ver La Capilla Sixtina, que era lo que más nos interesaba. Después de dar vueltas, vueltas, vueltas, más vueltas aún y no saber dónde estábamos, ¡llegamos! Y he de decir que es IMPONENTE, me quedé extasiada. Por cierto, debes permanecer en silencio y no puedes hacer fotos (aunque siempre están aquéllos más espabilados que las hacen sin que se note jeje).

Una vez salimos de los Museos Vaticanos buscamos un sitio donde comer por los alrededores, pero no nos convencía nada y seguimos caminando, con la mala suerte que se puso a llover a cántaros. Al final nos rendimos y, después de llegar a la Piazza del Popolo, cogimos el metro para llegar a Termini y comer algo en el McDonald's. Sólo diré que nos encontramos con el tío más incompetente del mundo, en mi vida había visto algo semejante.

Después de comer fuimos al hotel y nos cambiamos de ropa, ya que estábamos empapadas. Para aquella tarde habíamos planeado ir a la Piazza del Popolo, la Piazza di Spagna, la Piazza Navona, el Panteón de Agripa y la Fontana di Trevi. Eran las 17.30h cuando salimos del hotel y queríamos llegar al Panteón antes de las 19.00h porque tenía entendido que sólo se podía visitar hasta esa hora. Fue todo un reto pero ¡lo conseguimos! Recorrimos todo en un tiempo récord (cogiendo el metro hasta Piazza del Popolo, eso sí).

Primero vimos la Piazza del Popolo, después la Piazza di Spagna y a continuación llegamos a la Fontana di Trevi ^^ Es una fuente espectacular que ocupa toda la plaza, no esperéis encontrar más cosas allí porque parece un lugar bastante pequeño debido a las dimensiones de la fuente. Eso sí, alrededor hay gelaterie en las que los helados tenían una pinta... =P Como no podía ser menos, tiramos una moneda al agua pidiendo nuestro deseo y para asegurarnos volver a Roma algún día (según dice la tradición, si tiras una moneda te aseguras volver a Roma algún día; si tiras dos, encontrarás el amor; si tiras tres, te divorcias; al menos eso es lo que he oído jejeje).

Después de la Fontana, proseguimos nuestra acelerada ruta y llegamos al Panteón de Agripa, donde pudimos entrar porque llegamos a tiempo =D No hay que pagar por entrar, por cierto. Y, por último, llegamos a la Piazza Navona. ¡Me encantó! En comparación con las otras plazas que habíamos visto me pareció muy grande (bueno, no es que las otras fueran minúsculas...), había gente tocando instrumentos, gente que vendía sus pinturas, restaurantes alrededor... Dejamos precisamente la Piazza Navona para el final porque leí en un foro que la puesta de sol desde esta plaza es preciosa. Desafortunadamente, no pudimos comprobarlo porque el día era muy nublado... =( así que espero poder comprobarlo la próxima vez que vaya a Roma!!

Por último, encontramos un restaurante cerca del Panteón que estaba muy bien de precio y nos sentamos fuera para cenar al aire libre. Después de que trajeran los platos (unos spaghetti a la carbonara riquísimos) empezó a tronar y tuvimos que meternos todos para adentro. Por suerte, cuando acabamos empezó a amainar y pudimos volver al hotel sin problemas.

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Para el tercer día habíamos decidido coger un tren hacia Nápoles para así poder visitar Pompeya. El billete nos costó 19.50€ y el tren salía a las 6.30h aproximadamente. Tenía prevista la llegada a las 8.30h, pero llegamos una hora más tarde debido a un problema que, si os digo la verdad, no tengo ni idea de cuál fue.

Cuando llegamos a Nápoles fuimos directamente a comprar los billetes para Pompeya. El panorama con el que nos encontramos era caótico: obras dentro y fuera de la estación y sin saber adónde dirigirnos. Sabíamos que teníamos que coger la Circumvesuviana para ir a Pompeya (estación Pompei Scavi = Excavaciones de Pompeya), pero no sabíamos dónde comprar los billetes. ¿En las máquinas que veíamos a nuestro alrededor? Pues no. Hay que buscar un cartel que te indique cómo llegar hasta la Circumvesuviana y allí veréis unas taquillas donde podéis comprar los billetes. El precio de un billete de ida y vuelta es de 4.60€.

No tardamos mucho en llegar, unos 35 minutos aproximadamente. Nada más bajar del tren podéis encontrar un punto de información turística donde anuncian excursiones, entre ellas una al Vesubio por 15.50€ (la cual nosotras no cogimos).
El acceso a las excavaciones está muy cerca de la estación, a tan sólo unos metros caminando. Lo primero que hicimos fue comprar el audioguía. Me parece recordar que los precios eran los siguientes:

1 audioguía: 6.50€
2 audioguía: 10.00€
3 audioguía: 15.00€
4 audioguía: 20.00€

A continuación compramos las entradas, que valen 11.00€ pero a nosotras nos valieron 5.50€ por el 50% de descuento que se aplica a los habitantes de la UE de entre 18 y 24 años. Nos dieron un mapa (creo que fue cuando compramos las audioguías) y también cogimos unos libritos que informaban sobre los lugares que se podían ver durante la visita.
Detrás del mapa hay una serie de rutas que se recomienda seguir dependiendo del tiempo del que dispongas (2 horas, 4 horas, 6 horas...) He de decir que Pompeya es un sitio enorme, no me esperaba que fuera tan grande y tuviera tantas cosas para visitar.

A destacar que se puede dejar gratuitamente tu equipaje en unas taquillas, lo que nos resultó muy útil a nosotras porque pasamos la noche en Nápoles y llevábamos a cuestas el equipaje.

Cuando finalizamos nuestra visita (a la cual le dedicamos aproximadamente 3 horas) cogimos el tren de vuelta a Nápoles. Ése fue nuestro primer contacto con la ciudad, ya que no habíamos salido de la estación. Pedimos un mapa pero no había manera de encontrar el hotel (Hotel de la Ville), así que preguntamos y resultó que la calle es tan pequeñita que ni siquiera figuraba en el mapa. El hotel era de 3 estrellas y la verdad es que estaba muy bien, muy cerca de la estación. Pedimos una habitación con dos camas individuales y de no fumadores, y al entrar nos encontramos con una cama de matrimonio y una peste a tabaco que echaba para atrás. Pero bueno, son males menores, podría ser peor así que no me quejo. El trato del personal fue muy bueno y el desayuno (increíble!!) estaba incluído en el precio de la habitación (22.00€ por persona por noche).

Después de instalarnos en la habitación decidimos salir a dar una vuelta por Nápoles, pero sinceramente no nos gustó demasiado. La vimos muy sucia, muy caótica. Atención al tráfico, porque conducen peor que en Roma... y ya es decir!! Así que decidimos volver a la habitación y descansar, que falta nos hacía.

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