![]() ![]() 5 días en Londres ✏️ Blogs de Reino Unido
5 días en Londres, Junio de 2010.Autor: Bertold Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (53 Votos) Índice del Diario: 5 días en Londres
Etapas 1 a 3, total 6
No, yo había estado nunca en Londres. No, a mí no me pagaron de pequeño una semana en Londres para mejorar mi inglés. Y no, nunca tuve que ir por trabajo ni nada por el estilo. Así que el pasado puente del Corpus nos decidimos a ir. Desde el jueves 3 de Junio, bien prontito, hasta el lunes 7 por la tarde-noche.
![]() Cómo ir Para aquellos a los que les dé pánico volar, la opción coche atravesando Francia y llegando por el Eurotunel debe ser un viaje bonito, pero es algo largo. También se puede hacer en barco desde Santander… ![]() Evidentemente, la mejor forma de llegar a Londres es volando. Podéis encontrar cientos de vuelos. Baratos y caros, de todo tipo. Las compañías Low Cost generalmente llegan a Stansted (Easyjet y Ryanair), aunque también se pueden encontrar vuelos muy económicos que llegan a Gatwick o Luton. En los enlaces que os dejo podéis encontrar información para desplazaros entre los aeropuertos y el centro de Londres, siendo algo más explícito (cuadro resumen) para el caso de Stansted, que es el aeropuerto al que nosotros llegamos. Stansted: Para mí, lo mejor es coger el bus de Terravision o Easybus y llegar al centro. Desde ahí, metro hasta donde queráis. No obstante, si queréis un servicio puerta a puerta, nosotros lo contratamos por comodidad de todos los viajeros del grupo, a través de Easy Airport Cars. No tienen nada que ver con Easyjet, pero es algo más económico que un taxi y la mayoría de los servicios de este tipo (pueden llegar a las 80-90 libras por trayecto). Concretamente, nos salió por 115 libras ida y vuelta, tasa de tráfico de Londres incluida. Cuándo ir En cualquier momento. Todas las épocas son buenas, aunque si no queréis lluvia podéis acercaros a los meses de verano y ponerle huevos a Santa Clara, claro está, ya que la lluvia es una casi constante en Londres. Nosotros tuvimos suerte, sol y temperatura superior a 23ºC los 5 días. Dónde alojarse Pues como siempre, existen por un lado las opciones para adinerados en pleno centro o en la zona de Harrods y por otro, las opciones menos caras en buenos barrios que se pueden considerar el centro de la ciudad, además del rollo albergue que, por las críticas que leo en Internet, no recomiendo. A nosotros nos recomendaron el hotel Saint Georges. Buenísima localización (Regent St., que junto con Oxford St. es como la madrileña calle Serrano o la 5th Avenida de Nueva York). Muy correcto, buen servicio, gran desayuno (full english breakfast incluido), limpio y habitaciones grandes. Una gran elección, con precio nada descabellado por lo que pude comprobar visitando páginas como Booking, Hotelius, Rumbo y similares que, por el mismo precio o superior, estaban localizados en la parte superior de Hyde Park, más alejado del centro. Documentación Con el DNI es suficiente, para ciudadanos Europeos. Olvidad lo de llevar el pasaporte, no es necesario en absoluto. Si pensáis buscar trabajo, abrir una cuenta, etc., mirad en foros para saber más. Cómo desplazarse por la ciudad El Metro no es en absoluto como el que podemos encontrar en Madrid, nuevo, moderno, amplio, barato, etc., pero es muy eficiente y rápido. Me recuerda más al de Barcelona, más viejo y menos moderno que el madrileño, pero que cumple su función perfectamente. Por otro lado, la red de autobuses es extensa y veréis cientos de ellos aunque para mi gusto, excesivamente lenta. La gran cantidad de tráfico y una absurda e incomprensible programación de los semáforos, hace que desaconseje totalmente esta opción, salvo que en algún momento queráis dar una vuelta o volver al hotel en bus, viendo tranquilamente la ciudad (por ejemplo, la línea 15, de vuelta de la Torre de Londres). Aquí os dejo un enlace desde los que podréis descargar planos de la red de metro y bus, entre otros documentos interesantes. El precio del transporte público no es desorbitado, pero sí significativamente más caro que en España. Hay varias formas de pago pero, en resumen, explico las más ventajosas o habituales para el turista ocasional, a través de modernas máquinas expendedoras o clásicas ventanillas de atención, además de dejaros un enlace con las tarifas. Billete sencillo: si sólo vais a viajar una vez y no queréis complicaros, ésta es la mejor opción, aunque resulta cara (4 libras el trayecto en metro). Oyster Card: incluso si sólo viajaréis una vez, resulta rentable. Se trata de una tarjeta que se puede conseguir en cualquier taquilla de metro (ventanilla). Se carga con una fianza de 3 libras, además del dinero que le quieras meter. A partir de ahí, va tirando de la cantidad que haya. Si se acaba, hay que volver a recargar, de manera muy sencilla en las máquinas de las estaciones. Al volvernos de viaje, en una ventanilla se decimos al tipo que nos devuelva la fianza y el resto de lo que haya (con un máximo de 5 libras, salvo en estaciones determinadas que te lo devuelven todo). La diferencia está en que las tarifas de las Oyster son, de largo, más económicas (1,6 libras por trayecto en metro… el bus es un pelo más barato). Si queréis complicaros o ahorraros un pelín más, podéis recurrir a las Travelcards, combinadas con las Oyster, pero es más lío y creo que no compensa el esfuerzo. Comer y beber Quien diga que en Londres se come mal, es que o no ha buscado bien o es excesivamente exigente. Es lógico que como en España no se come en ningún sitio y que no tendréis la variedad de aquí, pero si intentas buscar algo más que el clásico McDonalds o el sándwich rápido en una cadena de fast-food, se pueden encontrar buenas, o al menos decentes, propuestas, para pasar 5 días. Otra cosa es si pasáis allí una buena temporada… Sin embargo, yo me decantaría por un desayuno fuerte en el hotel (quizá no siempre el completo, con huevos y salchichas, entre otras cosas, pero sí un buen desayuno con tostadas, cereales, zumo, etc.), algo rápido en un parque para comer, tipo ensalada, sándwich (mil cadenas de este tipo de comida) o una gran variedad de arroces, pastas, sushi, etc., en locales de comida rápida de tipo oriental (otros mil locales), y para finalizar, una buena cena en un pub inglés o un restaurante chulo en el Soho. Comida rápida aparte, la oferta es escasa, pero no por ello mala si buscas un poco. Consejos varios: - Aprovechad el sol en los parques con sándwiches y ensaladas. - Probad la cerveza en los pubs (rubia o lager bien fría, fresca las de tipo ale o del tiempo las más fuertes y oscuras). - No dejéis de probar la comida oriental e india. Muy buenos locales, mucha oferta, pero hay que saber lo que se pide y tener estómago fuerte para soportar los sabores y el picante. Lo picante en restaurantes indios en España para ellos es “medium spicy”. - La carne en los pubs está bien (no es Galicia ni Argentina, claro), pero pedidla muy poco hecha (decid que queréis que se vea rojo… el término allí es “blue” o “blue rare”, pero dejadlo bien claro, porque si no os traerán una suela de zapato incomible. - El fish & chips de los pubs también es bueno. No deja de ser pescado. Ojo si os pasáis todas las vacaciones comiendo rebozados y patatas fritas… ahí es donde se convierte en “comer mal”. Por cierto que no vi ni rastro de estos puestecillos que te venden los cucuruchos de fish & chips… eso yo creo que ha dejado paso a otro tipo de comida ![]() El idioma ¿Inglés? Sí, de eso hay un poco… jejeje. Sin embargo, nosotros encontramos personal español en todos los locales (comer y beber, aparte del hotel) a los que fuimos, así que los no instruidos en el lenguaje de Shakespeare, podrán sobrevivir casi sin problemas. Eso sí, ojo con esperar españoles en Metro, Bus y atracciones varias. Sólo una chica dando las audioguías en la Torre de Londres. ![]() Los londinenses Hay tal maremágnum de culturas, razas, colores y nacionalidades, que hacer un comentario sobre cómo son, sería lo más absurdo e incorrecto del diario. Se ve de todo, pero Cádiz no es, os lo aseguro. Dinero y propinas Aunque se nota la diferencia, no nos resultó una ciudad extremadamente cara. Claro está que no compramos ni alquilamos una casa o un coche, pero en general tienen precios muy similares a los de ciudades como Madrid o Barcelona, salvo el cambio de divisa. Es decir, si aquí una botella de agua en la Puerta del Sol te cuesta 2€, en Picadilly Circus vale 2 libras. Teniendo en cuenta que 1€ son 0,82libras (Junio 2010), tampoco me parece tanta diferencia en cantidades pequeñas. Lo suyo es llevar libras desde España, sobre todo para mercadillos y compras pequeñas en general. Las tarjetas no te cobran comisión, pero consultad en vuestro banco. Ojo con los cajeros, que sí cobran una buena comisión y cerca del fin de semana suelen estar llenos de gente. Las propinas suelen ir incluidas (y además, bien incluidas…) en la factura, pero allá cada cual si quiere dejar algo más. Compras La mayoría de las chicas se volverán locas en Regent y Oxford St. Como decía, es como la calle Serrano o la 5th Avenida neoyorquina, salvando las distancias. La verdad es que la oferta en moda es increíble… para chicos también. Luego están los encantadores mercadillos. Fundamentalmente Portobello, Covent Garden y Camden Town. Portobello: con mayor auge los sábados y enmarcado en un barrio precioso (Nothing Hill), tiene más encanto por ser algo más pequeño y tener mayor dedicación a las antigüedades. Eso sí, nada que ver con el que aparece en “La bruja novata”, no os vayáis a creer. Una buena hora de llegada son las 10:00-10:30. Llegar más tarde es llegar con la muchedumbre. ![]() Covent Garden: se trata de un mercado cubierto que se desarrolla en una plaza preciosa. Tiendecitas y puestos interiores, con bares y restaurantes. Sigue siendo el mismo agobio de gente, pero tiene la venta de estar en el centro, cubierto (la lluvia puede aparecer), todos los días con el mismo bullicio y el barrio es también muy bonito. ![]() Camden Town: para mí el mejor de los tres, se presentaba como un inmenso mercadillo repleto de turistas. Llegando pronto, nada más lejos de la realidad. Se desarrolla en tres mercados, saliendo de la parada de Metro de Chalk Farm, Stables (antiguos establos reformados), Camden Lock y Camden Canal, con infinidad de puestos, tiendas y locales varios. Para mí, Stables y Camden Lock, mejor que el resto. Artesanía, electrónica, ropa, pintura y gente de todo tipo. Hora buena de llegada similar a Portobello. ![]() Allá va el diario: Etapas 1 a 3, total 6
Tras un buen madrugón en Madrid, llegamos al aeropuerto de Stansted a las 7:55h. El transporte que teníamos contratado no aparecía por ningún lado y nadie conocía la empresa EasyairportCars. Como no lo habíamos pagado aún, no nos preocupó, ya que la oferta de transporte en Stansted en bastante buena (tren, buses varios, taxis…). Finalmente, después de 25 minutos, apareció con una sonrisa. Puntualidad británica por los suelos.
Atravesar Londres a ciertas horas es tedioso y como primer recuerdo, los increíbles atascos no están mal. Llegamos al hotel, dejamos las maletas y convencimos al pollo para que nos dejase en el Wellington Arch, en una esquina de Hyde Park. A las 11:00 y como ya hicimos en Edimburgo hacía un año, aquí comenzaban los tours gratuitos de Sandemans. Al ser una ciudad mucho más grande, los de Londres se dividían en varios tours. La excursión a cargo de un chaval valenciano bastante majete nos llevó, con explicaciones y curiosidades que por nosotros mismos no habríamos tenido, por los siguientes sitios: Buckingham Palace: Construido en el año 1703, es la residencia oficial de la Reina de Inglaterra, además de Cuartel General de la Administración de la Casa Real. A diario, a las 11:30h se realiza el cambio de guardia. Salvo que se quiera invertir en ello buena parte de la mañana, no merece tanto la pena, ya que hay muchísima gente pegada a las vallas del palacio y se ve más bien poco. Un espectáculo bonito, con música actual a cargo de la banda de música de la guardia real. Eso sí, hay que llegar pronto y coger sitio. Como curiosidad, antes de la muerte de Diana de Gales, la bandera (Union Jack) ondeaba en el palacio únicamente si la reina estaba en él. Con posterioridad a la muerte de la princesa, cuando la reina está, ondea esta bandera y cuando no, ondea la de la corona de Inglaterra. Clarence House: el palacio en el que vive el Príncipe Carlos (con Camilla y los hijos). Desde fuera se ve poco, pero es interesante enterarse de las curiosidades del palacio y ver a los típicos e impertérritos guardias. St. James Palace: donde termina el cambio de guardia, es una buena opción para situarse si se quiere evitar las aglomeraciones y ver algo bonito. En la actualidad alberga las oficinas de la corona y sirve de sede para recepciones oficiales menos importantes. ![]() Pall Mall: una de las calles más importantes de Londres y en la que, si coincide que están abiertos al público, se pueden visitar algunos antiguos clubes de caballeros. Horse Guards Parade: realmente lo que vimos fue el recinto en el que se celebra un cambio de guardia a aballo, bastante espectacular, según comentan. Downing Street: la famosa calle en la que vive el Primer ministro, no es más que un callejón vallado y vigilado por varios frentes y a cuyo interior, como es lógico, no se puede acceder. Trafalgar Square: plaza con la National Gallery presidiéndola y flanqueada por St. Martin-in-the-fields, una bonita iglesia. En medio de la plaza, una columna soporta la estatua del Almirante Nelson, protagonista de la batalla de Trafalgar. Admiralty Arch: un edificio imponente. Big Ben: aunque todo el mundo llama así a la torre del reloj, realmente el nombre se debe a la gran campana que alberga y que debe su nombre a su fabricante. El verdadero nombre de la torre es la “Torre de San Esteban”. Junto al edificio del parlamento, el grupo arquitectónico es realmente de lo más bonito de la ciudad. Abadía de Westminster: no deja de ser una iglesia. Eso sí, preciosa y con historia. ![]() Allí acabó la visita. Es una buena forma de visitar el centro histórico de la ciudad, si bien quedan excluidas las visitas y entradas a los edificios (abadía, etc.), por lo que hay que volver a algunos de ellos para visitarlos. Es importante conocer los horarios de cierre de los mismos. Por ejemplo, la Abadía de Westminster permite la entrada hasta las 15:45 (horario de 9:30-16:30 y sólo los miércoles de 18:00 a 19:00). Por cierto que me remito al comentario realizado en mi diario de Escocia acerca de lo ratas que solemos ser los españoles a la hora de recompensar al guía por un trabajo no remunerado oficialmente, si bien hay que decir la calidad de esta visita y sus explicaciones fue menor que la recibida en Edimburgo, debido al enorme grupo y al guía, detenido más en curiosidades que en la historia de los lugares. Aprovechamos los jardines que había alrededor de la abadía para comer unos bocadillos y descansar, si bien no entramos en ella por el abusivo precio y los consejos recibidos por viajeros anteriores. No obstante, pudimos acceder a St. Margaret’s Church, con bastante encanto. Después de comer, hicimos un recorrido por detrás del parlamento (preciosos los Victoria Tower Gardens, cruzando el río y viendo la panorámica del parlamento y el Big Ben por un lado y el London Eye con el río por otro. De ahí, seguimos la ribera del río hacia Trafalgar (se puede subir por Whitehall, bonita e imperial avenida) o seguir el río y cruzar por Northumberland Avenue. En Trafalgar entramos en St. Martin-in-the-Fields, en la que un coro estaba preparando un concierto. La verdad es que fue una gozada escucharles ensayar y a la vez, descansar un rato en los bancos de la iglesia. Eso sí, siempre con respeto, ya que no deja de ser un templo de culto. ![]() Visto Trafalgar, seguimos hacia arriba hasta Picadilly Circus. Habiendo visto Times Square, Picadilly es de risa. Siempre lo imaginé como una explosión de luces y sonido, bullicio de gente y… no sé, algo más. La verdad es que nos encontramos en una plaza más bien pequeña, con muchísimo tráfico y una pequeña fuente en el medio con cientos de personas buscando un hueco en el que sentarse a ver tres carteles publicitarios. Como digo, le ví poco encanto comparado con el resto de la ciudad, pero había que verlo para decidir. En ese momento vimos que las fuerzas empezaban a escasear tras habernos levantado en Madrid a las 3:30h, así que con el hotel bastante cerca (a poco más de 200m del cruce entre Regent St. y Oxford Circus) decidimos hacer un receso, descansar algo más de una hora y salir a cenar. ![]() A eso de las 19:30 pusimos la vista en el Soho. Un barrio alucinante, una mezcla entre el barrio madrileño de Chueca y la calle Fuencarral de la misma ciudad, salpicado de locales de moda, pubs y restaurantes. El cuadrado formado por Regent, Oxford, Shaftesbury y Charing Cross encierra mucha marcha y gente con ganas de pasarlo bien. La propia Soho Square es un hervidero de gente tomando pintas en el césped, en plan botellón pero bien hecho. Cierto es que el barrio tiene una gran componente gay, pero salvo que tengas algún tipo de paranoia infantil, pensando que se van a volver todos locos por darte por cierto sitio y que te haga ir pegado de manera incomprensible a las paredes, no deja de ser un barrio con muchísima marcha y un ambiente genial. Restaurantes chinos, indios, árabes, italianos, americanos, pubs británicos… la oferta es amplia. Además, Chinatown (mini chinatown, para ser exactos), está pegada (Gerrard St), así que también es una opción a visitar de noche para ver el colorido de las fachadas. Por cierto que cenamos en un italiano (Amalfi, 4 menús de 2 platos, 2 pintas y 2 aguas, 50 libras) bastante decente, un menú de dos primeros y dos segundos, por un precio razonable. Algunos consejos adicionales: London Eye: mejor sacar las entradas por Internet para evitar colas innecesarias. La mejor hora es al atardecer, ya que ves Londres de día en la subida mientras vas subiendo y de noche mientras vas bajando. Dura 30 minutos aprox. Fotografías del Parlamento: a aquellos a los que os guste la fotografía, sabed que el sol se pone por la tarde por detrás del parlamento. Es decir, por la tarde pega el sol de frente si se pretende sacar una buena instantánea desde el otro lado del río. ![]() Etapas 1 a 3, total 6
Un buen desayuno incluido en el precio de la habitación se me antoja fundamental para patear con fuerzas una ciudad como ésta. Con un buffet escueto pero correcto a base de cereales, fruta, bollos, tostadas, yogur y algo de fiambre, nos dábamos por más que satisfechos, si bien pudimos comprobar en la reserva que podíamos pedir el full english breakfast (salchichas, bacon, beans, huevos, etc…).
El viernes empezaríamos por la Torre de Londres. Tomamos el metro en Oxford Circus y bajamos en Tower Hill. Junto a la salida de metro, una increíble fortaleza de estilo similar (ojo a los puristas, historiadores y arquitectos, que estarán llevándose las manos a la cabeza) a las de Stirling y Edimburgo en Escocia. Para visitarla bien son necesarias al menos entre 2 y 3 horas, además de adquirir una audioguía que te describa cada elemento y su historia o tener un buen nivel de inglés como para aprovechar las visitas guiadas que hacen los beefeaters (los guardias del sitio, con algo más de encanto en la definición). Nosotros hicimos una mezcla de ambas y pudimos visitar toda la fortaleza, con las joyas de la corona incluidas. Hay que destacar que no se puede acceder a la Capilla Real sin pertenecer a un grupo, así que si se va por libre, habrá que esperar a que aparezca un beefeater con sus acólitos. La lástima fue que la Torre Blanca (pieza central de la fortaleza) estaba cubierta por andamios en su mayor parte, por lo que no pudimos apreciarla bien. Tras aproximadamente 3 horas de visita, salimos por una de las puertas laterales para poder ver el famoso Puente de la Torre, al que muchos confunden con el Puente de Londres. Esta maravilla arquitectónica, una de las piezas más representativas de la ciudad, merece ser cruzada en alguna ocasión y disfrutada tranquilamente desde la ribera del río y desde otros puentes, tanto de día como de noche. Lamentablemente, nosotros sólo lo pudimos ver de día. Quizá para un segundo viaje. Desde aquí nos dirigimos al Monument, construido en conmemoración del gran incendio de Londres de 1666 y desde cuya parte superior se tienen unas bonitas vistas. El precio son 3 libras y exige paciencia y fuerzas para subir los 311 escalones. Al final, una valla frena a los deseosos de saltar y quizá, a los fotógrafos con objetivos de gran diámetro como el mío… Al final, te dan un diplomita para que te olvides un poco del dolor de piernas. ![]() Una vez abajo, nos dirigimos a ver los edificios de la Bolsa y la Banca de Londres. Como en la mayoría de las ciudades, son edificios históricos, pero en este caso y con la Catedral de San Pablo de fondo, pasaron sin pena ni gloria. De camino a la catedral, no dejéis de entrar en la plaza del ayuntamiento. Un bonito edificio que merecen al menos 5 minutos. En la Catedral pudimos comprobar que a diferencia de los museos, tampoco era gratuita y el precio que se manejaba era nuevamente abusivo. Teniendo en cuenta la próxima hora de cierre, desechamos democráticamente la posibilidad de entrar, a pesar de que la vista desde la cúpula prometía un momento inolvidable. Será uno de los objetivos en mi próxima visita a Londres. El edificio, no obstante, es una preciosidad a admirar desde fuera. ![]() Además, a los pies de la catedral se puede acceder hacia el Puente del Milenio. Desde la catedral paseamos por Ludgate Hill y Fleet St para alcanzar la Iglesia del Temple aconsejados por la Lonely Planet y quizá por la literatura (El Código Da Vinci) y decepcionados al llegar, puesto que dejamos de disfrutar del mencionado puente todo lo que hubiésemos querido, en pos de llegar antes del cierre de la dichosa iglesia. Tengo que hacer aquí una reflexión. Ya me sucedió en Escocia que, aconsejado por la Lonely Planet, me decidí a visitar algún templo relacionado con la masonería y el libro “El Código Da Vinci”. Es la segunda vez que me llevo una decepción, así que desaconsejo seguir estas indicaciones. Alcanzamos también por esta calle el Palacio de Justicia un impresionante edificio digno de admiración. Pasado el Palacio de Justicia y a la derecha del King’s College, hay un recinto que merece la pena ver, sobre todo en verano. Se trata de un patio interior (grande) con fuentes en el medio, en el que los niños juegan con los chorros que salen del suelo. Ya bastante perjudicados por el cansancio, decidimos llegar a Covent Garden y echar un vistazo, aunque todo hacía prever que volveríamos allí a disfrutarlo con fuerzas renovadas. Nada más lejos de la realidad, ya que su genial ambiente y una pinta en un pub nos hicieron recuperar fuerzas, por lo que el paseo fue bastante provechoso. Repleto de gente, tiendas y puestos callejeros, tiene un encanto especial que lo hace diferente de otros mercados (además de ser físicamente distinto a Camden o Portobello). De ahí al hotel, descanso y a cenar. En este caso elegimos un restaurante junto al hotel, Özer, cuyo interior y ambiente nos sorprendió notablemente. Se trata de una especie de restaurante moderno con cocina árabe, muy bien de precio. Absolutamente recomendable. Al finalizar la cena, dimos un paseo dirigiéndonos a Picadilly para verlo por la noche, con la esperanza de que mi impresión se viese modificada. Siguió sin ser nada del otro mundo, incluso con todo iluminado, aunque sí ganó algo. La mitad del grupo se fue a descansar al hotel y la otra mitad, hacia el parlamento y el Big Ben, ya que la vista nocturna prometía. Alcanzando Leicester desde Picadilly y después Trafalgar, la cosa cambia, ya que el ambiente, las terrazas, los restaurantes, bullen con la gente. Bajamos Whitehall, bonita como ya dije, incluso teniendo en cuenta que gran parte está en obras y que no hay mucho ambiente. Desde ahí llegamos al parlamento y el Big Ben que, iluminado por la noche, impresiona más. No dejéis de cruzar el puente y admirar el conjunto por la noche. De igual modo, la iluminación de la noria (London Eye) conforma una vista preciosa. Metro y a dormir. Etapas 1 a 3, total 6
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.8 (53 Votos)
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