Austria (Viena-Salzburgo-Hallstatt-Bratislava) ✏️ Blogs de Austria

Día 1.

El viaje se desarrolla del 23 al 30 de junio de 2010.
Vuelo Málaga-Bratislava con Ryanair.
Alquilamos coche con AVIS. Nunca nunca nunca más alquilaremos coche con Hertz después de la ingrata experiencia en el aeropuerto de Barajas. Otro día la comentaré.
La muchacha que nos atendió hablaba un inglés aceptable, mejor que el mío, eso sí, no nos preguntó por el hecho de pasar a otros paises, nosotros pasamos a Austria, de hecho, la mayor parte del viaje fue en Austria, y leyendo la letra pequeña del contrato no podríamos pasar a no ser que tuviéramos autorización por escrito de Avis.
Bueno, al tema.
Llegamos a Bratislava temprano. Coche de alquiler porque nos íbamos a mover por Austria por pueblos pequeños.
En 1 hora estábamos en Viena. Justo al pasar la frontera de Eslovaquia con Bratislava paramos en una especie de estación de servicio en la que pudimos comprar la Vignette para 10 días (es el tiempo mínimo para circular por las autopistas austríacas).
Nuestro hotel (Pensión Madara) está en zona azul, hay que comprar en los estancos el Trafik card, así que buscamos aparcamiento en el barrio de al lado, donde ya no había zona azul.
Durante la primera tarde en Viena nos dedicamos a visitar el Ring, y así vimos el Ayuntamiento, el barrio de los museos, la Ópera, la Catedral... en fin, toda la zona centro.
No compramos la Viena card porque no sale rentable, además teniendo hotel en el centro vamos andando y con el coche nos desplazamos al día siguiente a las zonas más alejadas.

Día 2.
Seguimos en Viena. Vamos en coche al palacio de Schönbrunn. No hay mucho aparcamiento que digamos en la zona, así que metimos el coche en el parking del palacio, está en la misma avenida de la puerta al parque, un poco caro sí, pero buena localización.
No pagamos la entrada puesto que no nos interesaban las habitaciones (ver por dentro el palacio, cuando ves uno los ves todos). Dedicamos nuestro tiempo a pasear por los enormes jardines (entrada gratis).
Los jardines son impresionantes y la fuente central es preciosa. Además, las vistas desde arriba son muy buenas. Esta visita es totalmente necesaria.
Después nos fuimos al Belvedere. Aparcamos el coche junto al Belvedere, era zona azul, pero teniendo el coche controlado no había problema. Además vimos que la mayoría no tenían tarjetita, por lo que supusimos que la policía no va a muerte. Desde luego lo dejamos allí unas horas y nada de multa.
Compramos en un SPAR de la zona e hicimos un picnic en la plaza junto al Belvedere que tiene el monumento al soldado soviético (no es tan espectacular como el de Berlin, pero nos encantó).
La entrada a los jardines es gratis. La entrada a los museos no, de hecho creo ke un poco cara. Nosotros sólo entramos al museo donde está el Beso de Klint. Este museo tiene mucha morralla, pero cuando llegas a la zona de Klint, Van Gogh, Munch, Schiele... ké bueno. Estos son los pintores ke me gustan a mí, locacos y espectaculares. Visita imprescindible.
Luego nos fuimos al Prater. Hay un barrio junto al parque de atracciones que no es zona azul, así que aparcamos allí. Foto a la noria y a algunas espectaculares atracciones y nos pusimos a ver e fútbol en una pantalla gigante ke habían montado.
Comenzó nuestra experiencia con las Radlers, son Shandis un poco más fuertes, latas de medio litro amarillas, muy buenas.

Para terminar la tarde nos fuimos al Danubio.
Nos fuimos al Alte Donau, que es una especie de enorme canal que tiene embarcaderos. Como nos hizo un tiempo increible, había mucha gente tomando el sol, con barquitos, etc. Estuvimos un rato descansando allí y viendo un agua clarísima (algo más de calor y nos habríamos bañado).
Fuimos a tomar un aperitivo al Wasserpark, que es un parque junto a este enorme canal que tiene algunas terracitas junto al agua.

Intentamos ir a cenar a la zona de Grinzig. Nos habían dicho que es una zona muy bonita. Efectivamente está bien, pero son básicamente Biergarten pijos y con pinta de caros. Desde luego allí turistas había pocos. Nos fuimos a cenarnos unas salchichas al centro.

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Día 3
Por la mañana salimos de Viena. Hicimos parada en Linz. Mucha gente, antes de llegar en Linz para en Melk o en Mauthausen, pero nosotros lo haremos en la vuelta.
El centro de Linz es bonito. El castillo no merece la pena, así que no hagáis el esfuerzo de subir la cuestecita. En la calle principal había muchos puestos de comida, así que allí picamos unos bocadillos estilo Bergen (con su salmoncito).
Desde aquí deberíamos haber ido a Cesky Krumlov, que está a una hora, pero como íbamos con coche de alquiler que no podía pasar a la República Checa, tuvimos que dejar la visita para otro tiempo.
Así que salimos hacia Salzburgo.
Paramos en una estación de servicio a unos 30 km de Salzburgo y ya la naturaleza nos dio su primer aviso. Un lago enorme, montañas, prados enormes, casas típicas austriacas... y comienza la experiencia con las Stiegl (cervezas de Salzburgo buenísimas).

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Llegamos por la tarde a Salzburgo. Fuimos al hotel (Snooze Hotel), muy recomendable y el personal es increíble, te dan indicaciones de todo. Está a 20 minutos andando del centro histórico y con dos líneas de bus que te llevan en 5 minutos.
Compramos en el hotel la Salzburg Card. Todo lo que incluye es gratis, es muy recomendable, en cuanto entres a dos o tres sitios ya te sale rentable. Nosotros la sacamos para 48 horas.
A las 6 de la tarde la entrada a casi todas las atracciones turísticas está cerrada, así que nos dedicamos a recorrer el casco histórico y a hacer fotos de pilonas (http://www.pilonasporelmundo.tk).
Subimos en el funicular al castillo, es increible las vistas del castillo desde abajo, pero las vistas desde arriba también son buenísimas.
Cenamos en un biergarten y vimos uno de los partidos del mundial al aire libre.

Día 4
La Salzburg Card incluye la subida a un funicular a la montaña más alta de la zona, así que cogimos por la mañana el bus 25 dirección Hellbrun y nos bajamos en la última parada. Allí subimos a Untersbergbahn.
La subida es espectacular y las vistas buenísimas. Puedes hacer una rutilla por allí, de hecho, muchos indígenas subían a hacer trekking, nosotros estuvimos una horita por allí y para abajo.
De ahí nos fuimos a Hellbrun.
Merece la pena mucho la ruta (en inglés o alemán) por las fuentes, sorprende cómo los mecanismos hacen que el agua salga por sitios insospechados.
Nuestro fallo fue no llevar allí comida para hacer un picnic, porque los parques de los alrededores son increíbles.
El zoo está junto al palacio, pero no entramos, aunque también estaba incluído en la Salzburg Card.
La entrada al palacio en sí no merece la pena y es gratis. Lo que sí es muy bueno es la visita a las fuentes (incluído en la Salzburg card).
Volvemos a Salzburgo y nos fuimos a la cervecería Stiegl. Tienes una visita al museo y cuando terminas te dan 3 cañas del tipo de cerveza que quieras y un recuerdo (nosotros elegimos unos vasitos).
El biergarten de allí es muy bonito y animado, muchísima comida y cerveza, recomendable visita, aunque la visita a la cervecería en sí sea un poco rollo si no eres un fanático de la birra.
Cuidado con el acceso a la Brewerei Stiegl, puesto que una cosa es el acceso para "comprar o trabajar allí" y otra cosa es para "visitar". Nosotros nos equivocamos y nos costó muchos metros de bordear la cervecería.
Volvimos al centro e hicimos el crucero en la última salida que tenían (no recuerdo si era a las 7 o las 8), como decían que no había mucha agua no subimos muy arriba en el río, eso sí bailaron un vals con el barquito que estuvo muy bien, la verdad es que se lo montaron muy bien.
Otra vez a cenar en un biergarten algo de carne y una Stiegl.

Día 5
Muy de mañana cogimos el coche hacia Werfen (40 minutos). Allí es donde sale la carretera de montaña hacia las cuevas de hielo. Al llegar a Werfen nos llevamos la sorpresa de su castillo. Precioso, sobre una montañita. Pueblo típico austríaco.
Aunque en el parking del pueblo tienes gratis un bus lanzadera hacia el funicular, que te ahorras subir con tu coche esa carreterita de montaña, nosotros elegimos subir con nuestro coche de alquiler (tenía 1 mes únicamente y empezó a echar una peste a quemado... así que aconsejamos el microbus).
En el parking de arriba compras la entrada para el cable-car y para la cueva.
Echas unos 15 minutos andando, coges el cable y otros 15 minutos andando hasta la cueva.
Dentro de la cueva hay una rasca considerable, y 700 escalones de madera, así que subiendo no hace frío, pero bajando...
Tienes un guía por cada grupo de 20 o 30 visitantes. No hay luz en el interior, así que reparten unas lámparas de gas cada 5 o 6 personas y el guía utiliza unas vengalas para iluminar las estalactitas de hielo.
VISITA IMPRESIONANTE.
No hace falta tener una forma física increíble.

Después de esto íbamos a ir por la carretera del glaciar Grossglockner, pero con lo que nos hizo el coche preferimos no jugárnosla en la subida, así que dimos media vuelta hacia la zona de Salzburgo.
Paramos a mitad de camino a ver la cascada de Gölling, muy recomendable.

Comimos allí y tras esto nos fuimos hacia la zona de los lagos. Nos dejamos el lago de Hallstatt y el de St Wolfgang que son los que visitaríamos al día siguiente.

De vuelta a Salzburgo, nos fuimos al Palacio de Mirabell, si antes de ir ves la peli de Sonrisas y Lágrimas te acordarás de la canción del Do-Re-Mi...

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