![]() ![]() México, entre aztecas, mixtecas olmecas y mayas ✏️ Blogs de Mexico
20 días visitando México DF, Puebla, Oaxaca, Dan Cristóbal de las Casas, Palenque, Campeche, Mérida, Cancún, Playa del Carmen, Tulum y CozumelAutor: Maff12348 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.7 (10 Votos) Índice del Diario: México, entre aztecas, mixtecas olmecas y mayas
01: De Buenos Aires a México DF - lunes 24 de mayo 2010
02: Ciudad de México, una gran metrópoli... - martes 25 de mayo 2010
03: Ciudad de México, sus barrios... - miercoles 26 de mayo 2010
04: Teotihuacán, hombres y dioses... - jueves 27 de mayo 2010
05: Puebla, revolución y ángeles... - viernes 28 de mayo de 2010
06: Oaxaca, prehispánica y cultural... - sábado 29 de mayo 2010
07: San Cristóbal de las Casas, pueblo mágico... domingo 30 mayo 2010
08: San Cristóbal de las Casa, joyas y marimba... lunes 31 mayo 2010
09: Palenque, alma del mundo maya... martes 1º junio 2010
10: Yaxchilán y Bonampak, misterio, selva y canto de aves... miércoles 2 junio 2010
11: Campeche, mayas, piratas y fortificaciones... jueves 3 junio 2010
12: Mérida, "blanca", adelantados y bohemia... 4 junio 2010
13: Uxmal y Kabah, la Ruta Puuc y el dios Chac... sábado 5 junio 2010
14: Chichén Itzá, Maravilla en los ojos del mundo... Domingo 6 de junio de 2010
15: Cancún y Riviera Maya, aguas claras y peces de colores... lunes 7 de junio 2010
16: Isla Mujeres, fiesta, playa y arrecifes... martes 8 de junio de 2010
17: De Cancún a Buenos Aires... miércoles 9 de junio 2010
18: Presupuesto del viaje...
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Etapas 4 a 6, total 18
El día anterior, mientras esperábamos el Turibús, adquirimos la excursión a Teotihuacan ($mex 650,00 u$s 50,00), era un paquete con todo incluido: Guía, visita a la Basílica de Guadalupe, visita a un taller de artesanías, el costo de las entradas a las pirámides y la comida buffet.
A las 08,30 hs. salimos del hotel, luego de un tenue desayuno. Podíamos abordar el Bus en el monumento a Colón a tres cuadras del hotel a las 9,30 hs., pero decidimos tomar lo en el Zócalo, a las 9,45 hs., transitando por otras calles y pacientemente. Intentamos visitar el Museo de la Alameda, donde se encuentra el Mural más famoso de Diego Rivera “Sueño de una tarde dominical en La Alameda” de los años 40 y mide 15x4 ms. Estaba en la pared de un hotel, destruido por el terremoto de 1985. Lamentablemente abre a las 9,00 hs. y no se podía coordinar los tiempos con el tour. Pasamos por la Alameda, esta vez por la Av. Hidalgo, y nuevamente en ese entorno paradisíaco, aflora la vena poética, te invade una mansedumbre impropia de un espíritu belicoso (el de Nora, no el mío...), hasta que: “señooor… tenemos elotes, agua de orchata, tejate, y unos ¡¡tacos!!...” te vuelven al mundo mercantilista y de consumo en que vivimos. La Av. Hidalgo en el Eje Central, comienza a llamarse Tacuba, divisamos nuevamente el Palacio de Correos, junto a este el Palacio de Minería, al frente el Museo Nacional de Arte. Continuamos por Calle Tacuba, envueltos en un bullicio encantador, un mágico colorido y un ambiente mejicano atrapante y sumamente agradable; me imagino la cantidad de historias se deben haber tejido en sus veredas. En esta calle se halla el famoso Café Tacuba, que es una mezcla del color en su decoración, el sabor de su café y las tradiciones mejicanas, generando una atmósfera digna de disfrutarla. En esta misma calle está la Plaza Tolsá, bella por su diseño. Llegamos a la Catedral, faltaban 20 minutos para el inicio del tour. Nos entretuvimos mirando los preparativos de los sacerdotes de “la limpia”, estaban llegando los carpinteros, albañiles, plomeros y otros para ofrecer sus servicios (por hora de trabajo, un albañil $mex 60,00), también guías turísticos y propietarios de combis ofreciéndote todo tipo de excursiones. A la “hora señalada”, llega el bus... Nos damos cuenta que eran varios los que lo esperábamos. Muchos turistas mejicanos. Subimos ordenadamente, sube Nora y recibe de parte del guía y el chofer un fonético saludo en inglés; el que me corresponde a mi en nahuáth, con el agregado de una pulserita en la muñeca de un escandaloso color morado, que me quedo observando con cierto escozor (tengo una colección de colores) intento quitármela pero eran sumamente resistentes; me lavo las manos en el baño y sigue incólume. Primera parada del tours, Villa Guadalupe Hidalgo, para visitar la Basílica de la Virgen de Guadalupe. Ocupa un amplio lugar en el corazón de los mejicanos. La consideran un símbolo del mestizaje (el 60% de la población mexicana es mestiza) y la mexicaneidad. Observaba en el joven guía, el entusiasmo y la pasión por transmitirnos la importancia del lugar donde nos encontrábamos, en sus extensos parlamentos. Indudablemente la religiosidad de los mexicanos llega a límites increíbles. ¿Cómo explicarla?...La única forma recurriendo a las Matemáticas y en particular a los números (pensar que la odiaba) en rigor de ser sintético. La Villa tiene más de 2.000.000 de hab. (todos datos proporcionados por los guías), 2/3 de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires; pensar que la Villa Santillán de mi ciudad, es la más grande y tiene 7.000 hab. La estructura circular de la Nueva Basílica, tiene 100 metros de diámetro, pudiendo albergar cómodamente 50.000 fieles (la de mi barrio 25x12 ms y sobra lugar). En la planta superior 9 capillas y 10 en el subsuelo, donde hay una cripta con 15.000 nichos. Se celebran 30 misas por día. En el altar mayor de la Basílica dan misas continuadas desde las 6 de la mañana hasta las 9 de la noche, más la misas paralelas en otras capillas. Desde las 6 de las mañanas a las 9 de la noche hay largas colas de fieles, esperando ser confesados. Aproximadamente 200 matrimonios, 400 bautismos y cientos de primeras comuniones y confirmaciones se realizan por semana. ¿Impresionante nó...?. Una actividad religiosa que además de ferviente y continua es creciente. Y no hablemos de todo lo que genera socialmente esta notable actividad religiosa y que se ve con sólo mirar hacia los costados. Sabían que la Virgen de Guadalupe, provenía de Extremadura España y que Cortés militaba una profunda devoción hacia ella?. Los franciscanos de la conquista, trataron de suplantar la adoración a la diosa de la Madre-Tierra Tonantzin, por una ermita cristiana, logrando solamente complementar el arraigado culto a la Madre-Tierra a la Virgen de Guadalupe; dando origen a una religiosidad sincrética. Sorprendidos e impresionados, continuamos, después de la larga visita a Guadalupe, a Teotihuacan. A casi una hora de la ciudad de México, constituye una experiencia única, cuyo atractivo principal son las Pirámides del Sol y de la Luna; sin embargo, en Teotihuacan “donde los hombres se convertían en dioses”, según los antiguos mexicas, encontramos vestigios de todo un centro ceremonial, con templos, patios, edificios con murales, bajorrelieves, esculturas y adoratorios, en una superficie de 156 Km2. A la entrada se encuentra el Museo de Sitio de Teotihuacan, que lamentablemente no pudimos visitar; los museos de sitio son interesantes por su modernidad, hechos especialmente para ese fin y además guardan los últimos hallazgos del lugar. En las inmediaciones hay un mercado de artesanías, así como establecimientos que ofrecen, entre otras cosas, platos típicos mexicanos. La rodean dos pueblos San Juan de Teotihuacan y San Martín de las Pirámides, prácticamente localizados sobre las Ruinas de Teotihuacan, de la cual se hallan disponibles a los visitantes sólo el 10 % de la superficie que en realidad ocupa Teotihuacan. El almuerzo buffet ofrecido muy bueno y amenizado por una pareja de bailarines vestidos como los antiguos mexicas, que bailaron una hermosa danza dedica al sol. Terminaron de bailar y pasaron una gorra, que no era mexica. Antes de ir a las ruinas, nos llevaron a un establecimiento de artesanías, pero con un sentido industrial y comercial, que superaba lo artesanal y precios caros. Con el agregado de una explicación sobre la elaboración del tequila, el mezcal y el pulque y lo más interesante, la cata posterior. Ahí estábamos con un pequeño vaso de tequila en la mano y muy cerca otro con mezcal. Por un instante me detuve a pensar (¡a veces lo hago...!) que el tequila es una bebida agresiva y que de un solo golpe (así se toma) te puede arrebatar la conciencia o exaltar tu corazón, pero estimando que ese olor y cuerpo contienen rasgo del alma mexicana, lo hice descender rápidamente hacia mis órganos interiores. Nunca más en México pude subir a una pirámide, con la facilidad y destreza que manifesté en la de la Luna. La del Sol, de casi 80 ms. se la dejé a Nora, para que la goce libremente, mientras yo platicaba con los alegres y amables vendedores mejicanos, sobre el próximo mundial y Maradona. A las 17,00 hs. nos esperaban en la puerta 2, para iniciar el regreso (esta hora cierran las Ruinas). Como siempre en el bus, se aprovechan estos momentos para intercambiar impresiones con los compañeros de viaje; era un grupo pequeño, nos habían separado de los que necesitaban guía en inglés, estaba Luis un joven salvadoreño y que se encontraba en México, no como turista, sino que había tratado de ingresar a la UNAM para hacer un postgrado en Ingeniería Civil y le había resultado mal. “...venite a la Argentina, el nivel educativo es bueno, los postgrados son económicos e incluso algunos gratis, tengo una hija en Bs. As. que es médica y te puede orientar...” le digo a Nora, entre dientes “acá la casamos a la f...” “¿quéééé? ¡¡vos no pensás...! (vieron?). Luis no nos escribió, no le gusta Argentina o no le interesó la propuesta. También viajaba un joven argentina, muy simpática de Bs. As. que estaba trabajando en México, transitoriamente, pero vivía en N. York, dos lindas chicas ecuatorianas, muy viajeras y estudiantes universitarias, un matrimonio mejicano que hablaban muy poco y un suizo, no sabía inglés pero si español, pero creo que eligió al grupo, más por las jóvenes ecuatorianas y disputaba con Nora las preguntas arqueológicas con que atosigaban al pobre guía, sumamente complaciente. El ingreso a México fue lento y tedioso, era hora pico. Cerca de las 20,00 hs, nos dejan en el Hotel. Comenzamos a despedirnos de la ciudad; estimando que deberíamos haber estado un día más. Fuimos a ver los Mariachis a la Plaza Garibaldi y de ahí a cenar a Condesa. Un taxi de sitio nos pide $mex 100, para llevarnos hasta Condesa, le estaba regateando al taxista, pero Nora, con los reflejos propios de un boxeador levantando el brazo, había parado un taxi que circulaba (tienen taxímetro), para colmo de nuestra visita: un famoso “escarabajo”, un verdadero ícono de la geografía urbana mexicana. ($mex 35,00). con un chofer de rica locuacidad. Varias cuadras de restaurantes que competían en sofisticación. Elegimos uno, resultó bueno pero caro ($mex 600,00 u$s 50,00). Regresamos al Hotel y planificamos el día siguiente. Etapas 4 a 6, total 18
[size=18]Respetando el itinerario de nuestra planificación previa, a la 6,00 hs. iniciamos el check-out del hotel, nos despedimos del amable personal y accedemos al taxi, que nos habían llamado, saludos, intercambios de miradas y el taxi parte raudamente “...Nora, ¡te olvidaste de la propina a los chicos del hotel!!”, escucho un escueto e inaudible “bue...”. Con un dejo nostalgia, por dejar la ciudad de México, respondemos a las típicas preguntas del taxista a dos turistas extranjeros. De repente veo algo inaudito e increíble, tras un furibundo codazo de Nora en mi plexo costal izquierdo: el chofer hablando con dos (02) tel. celulares a la vez y conduciendo “... menos mal que no mazca chicle...!!!” comenté, tomando la escena con humor. En un corte de semáforo, veo que de cuatro, tres conductores hablaban por teléfono. Conclusión: llamadas muy baratas y gratis con algunos números y la falta de controles.
Arribamos a la Terminal de Buses TAPO, la empresa en que viajaríamos se llama ADO. La terminal, enorme, ¿dónde estará ADO...?. Estaba en todos lados, eran casi únicos. Adquirimos el ticket a Puebla, servicio de primera, había uno de Gran Lujo, pero salía cerca del medio día y era tan caro, como viajar en jet privado (más adelante les comentaré algo, al respecto). ($mex 126,00 u$s 10,00). Desayunamos. Despachamos el equipaje, y esperamos 5 minutos; a las 7,30 hs. con extrema puntualidad nos embarcan en el bus, previo escaneo y revisión de los bolsos de mano. Una moderna autopista une México DF con Puebla (Capital del Estado de Puebla), a través de 129 kms. A ambos lados de la autopista se contempla un manto urbano, que se despliega ascendiendo por las serranías que bordean la Meseta de Anahuac, y que muestran las características de una población con gran uniformidad socioeconómica, pero variando a medida que nos alejábamos del centro del DF. Un cinturón verde con aplicación de alta tecnología en la producción, lo separa de Puebla. Próximo a esta ciudad, los gigantes carteles publicitarios, manifiestan la localización de importantes empresas industriales, entre otras: automotrices. De repente recuerdo que el “escarabajo” se fabricaba en Puebla y que mi auto también es mexicano y de Puebla, Llegamos a la terminal, que no es de Puebla (1.800.000 habitantes), sino de ADO, muy moderna y espaciosa. Nora decide ir al baño, otra sorpresa: un cartel indicador y una máquina tragadora de monedas; 3 monedas y la puerta no se abrió, otras 3 y continuaba cerrada, “¿seguiste el procedimiento cómo indica el cartel?”, “a veces pasa!” nos comenta una empleada con un enorme escobillón; 3 monedas nuevamente y el vil gris metal seguía frente a nosotros, ¡infranqueable!. A Nora se le disipó, en un instante, la obligación de responder a sus necesidades vitales. ADO te cobra hasta para ir al baño. Nos dirigimos a un sector, donde se podía dejar el equipaje en depósito, nos entregan comprobante con la hora marcada, que debíamos entregar al retirarlo. Rumbeamos hacia la salida y acá comienza otra experiencia muy rica, y que representa al mexicano de México adentro o “provinciano” como decimos nosotros. Varios taxistas identificados con una tarjeta colgante, nos ofrecían su servicio; en la puerta de salida, un señor, nos ofrece llevarnos al Zócalo de Puebla, con tranquilidad oriental, y con un nombre igual al mío. “...vamos Miguel!!” y partimos hacia el centro. Me llama la atención un gran cartel en cristal trasero de muchos taxis: no al monopolio de ADO, no me lo imagino como un brote revolucionario del espíritu de lo poblanos. En el camino como siempre preguntas y respuestas típicas. Según el Itinerario que había armado con anterioridad al viaje, teníamos que ir la Oficina de Turismo y luego a una Agencia de Viajes para contratar un tour combinado (caminando y en auto) para ver Puebla ($mex 675,00 u$s 54 cada uno) de 3 hs. de duración y de Cholula, ni hablar. por el tiempo. Teníamos hasta las direcciones y teléfonos. Miguel, rompe todos los esquemas. Nos ofrece llevarnos a Cholula y luego traernos al Centro Histórico por $mex 200,00 u$s 16,00. Antes de empezar los cálculos cambiarios y de comparar con nuestro itinerario, Nora con cierto aire autoritario y apurado: “¡¡Síííí, llévenos...!!. Al rato me doy cuenta que con lo que nos cobraba la agencia de viajes, podíamos ir 6 veces a Cholula. Lo mirábamos con un cariño conmovedor a Miguel. Cholula se encuentra a 12 kms. de Puebla, Miguel nos lleva guiándonos sobre algunos lugares interesantes de los suburbios de la ciudad, un barrio donde se concentran las mejores residencias, con construcciones donde se mezcla lo colonial y la arquitectura mexicana con sus típicos colores y casas muy modernas, sobre una amplia avenida con amplios y florecidos jardines. Circulamos por una Autopista bordeada de comercios importantes y establecimientos industriales. A lo lejos se observa la Basílica de la Virgen de los Remedios, que los españoles construyeron, sin darse cuenta que lo hacían sobre una Pirámide prehispánica de la cultura cholulense. Es la pirámide más grande del mundo (400 ms. de lado y 70 ms. de altura). A simple vista cuesta darse cuenta que es un pirámide, fue hecha con adobes de barro, las lluvias diluyeron su superficie, se formó una capa de tierra y creció la silvestre vegetación tropical de la zona. Son siete pirámides superpuestas, aunque se suponen nueve. Contratamos un guía por consejo de Miguel: “¡saben mucho!!”. Sí, era un señor con aire señorial, muy informado y con un amplio manejo de conceptos históricos y arqueológicos. realmente, un logro; ($mex 150,00 u$s 12,00) pero, tuvo un rapto de espectacularidad, al aplaudir frente a la pirámide y ésta nos devolvía el canto del quetzal. “...Ud. cree que los cholulenses construyeron 7 pirámides, pensando en el quetzal, que además es un ave de la selva guatemalteca?, le inquirí con un escepticismo exacerbado, “sin comentarios...” me respondió con una amplia sonrisa y sacudiendo su cabeza, pensando seguramente que se había equivocado de consumidores. Miguel nos acompaña hasta la cumbre, visitamos la Basílica y seguimos el ritual turístico, fotos, filmaciones y contemplación del hermoso paisaje que nos rodeaba. Ye era mediodía y el sol implacable. Descendimos, nos roba la atención una señora con dos grandes canastos colmados de los famosos “chapulines”, pequeños saltamontes asados. Miguel me incita a probarlo; pienso... vamos macho argentino y me lo como... bueno, como dicen ellos tenía un sabor “bonito”, muy parecido al maní tostado y no probé un segundo chapulín. Después de circular unos momentos por la ciudad, Miguel nos deja en el Zócalo de Puebla. Despedida con un emotivo abrazo de agradecimiento y nos integramos a la inmensidad de personas que recorrían las peatonales de Puebla, la ciudad de los Ángeles o Angelópolis, como se llamaba antes. Si viaja a Puebla búsquelo en la Terminal: Miguel Angel Riverol Trellez, su nobleza, bonomía y sencillez se lo merecen. Nos dirigimos a la Oficina de Turismo, que se encuentra en el Palacio Municipal, nos dan un plano turístico de la ciudad y numerosos folletos, además de una clara charla sobre qué ver. Puebla debe hacerse caminando, nos dicen. Son las 12,00 hs. Almorzamos en uno de los portales que rodean el Zócalo y que se mantienen conservados desde el siglo XVI. Degustamos la gastronomía poblana: entramos con una Cemita, pan con ajonjolí que se rellena con jamón o quesillos, pasamos a un Pipián Encahuetado con carne de puerco, lo acompañamos con Pasita, un licor típico de Puebla y terminamos con Nieves del Carmen, jugos con mucho hielo. Sobre la mesa, un conjunto de salsas, que no me atreví ni siquiera a tocarlas, picante, muy picante y extra picante. Tomé nota para adquirirlas y regalárselas a un amigo ecuatoriano y otro mexicano en mi ciudad. Agradecí al mozo por sus explicaciones y el tiempo perdido con nosotros y partimos a caminar. Iniciamos nuestra caminata por la Senda de la Revolución y la Calle de los Dulces, como nos aconsejaron; dialogando sobre la cantidad de historias y lugares a descubrir. Comenzamos con lo religioso: Iglesia de Santo Domingo y la Capilla del Rosario y Santa Clara, maravillándonos con estas joyas del barroco típico de Puebla. Nos transportamos en el tiempo en el Museo de la Revolución y la Biblioteca Palafoxiana (del siglo XVI), el Mercado La Victoria y finalizamos nuestro recorrido en la Calle de los Dulces, para llevarnos en la boca el inolvidable sabor de la dulcería poblana: besitos, gaznates, molletes, reinitas, cochinitos de panela y dátiles rellenos. ¡¡Imperdibles!!. Son las 15,15 hs., si bien Puebla, merece quedarse un días más, queríamos respetar nuestra planificación previa, así que nos trasladamos al terminal de buses. Retiramos el equipaje ($mex 72,00 u$s 6,00) ADO te cobra todo y bien. Compramos los pasajes a Oaxaca ($mex 322,00 u$s 26,00). Partimos a las 16,00 hs. para en 4 horas recorrer 320 Km. Puntualmente a las 20,00 hs. estábamos en Oaxaca de Juárez, Capital del estado de Oaxaca, transitando por camino de cornisa, en muy buen estado, pero sin ningún tipo de defensa, lo que aumentaba la fobia natural a las alturas. En taxi ($mex 30,00 u$s 2,50) nos trasladamos hasta el Hotel Villa de León, ($mex 350,00 u$s 29,00) en la calle Reforma, muy cerca de la Iglesia de Santo Domingo, habitaciones amplias con dos camas king. El clima agradable y el apacible atardecer, nos invita a pasear. Nos dirigimos a tres cuadras del hotel por la calle Reforma hasta el “Andador Turístico”. En el transcurso observamos un interesante mercado artesanal. Accedimos al paseo turístico, muchos turistas circulando y oaxaqueños. Impacta el colorido de su Arquitectura Virreinal, muy armónica, que te obliga a detenerte para apreciarla en el Museo de Arte Contemporáneo y la Biblioteca de Oaxaca. En este paseo se localizan además, casas coloniales, agencias de viajes, muchos restaurantes, clubes nocturnos, bares, negocios de artesanías y joyerías. Es un trayecto de unas 4/5 cuadras que termina el Zócalo, (merece un párrafo aparte que lo narro en el próximo capítulo). Conversamos con nuestros hijos telefónicamente y regresamos con el corazón henchido, a esperar el día siguiente. Etapas 4 a 6, total 18
Oaxaca, así se llama normalmente al igual que el Estado, del que es la Capital, tiene alrededor de 230.000 habitantes, pero avanza sobre otros 30 municipios, conformándose un conglomerado de casi 500.000 habitantes. Ocupa un extenso valle del mismo nombre, pero el constante crecimiento urbano, hace que se extienda sobre las laderas de las montañas, que dominan la superficie de este Estado y con alturas de 3.000 ms. Se observa un neto predominio de población mestiza e indígena. Después me entero que conviven 16 etnías indígenas. Tiene un clima sumamente agradable, una “eterna primavera”, me comenta el Gerente del Hotel, la temperatura se mantiene entre 22 y 25ºC.
Son las 8,00 hs., en el hotel nos ofrecen las excursiones que se pueden realizar en Oaxaca. Nuestro interés primordial era realizar las visitas a los dos sitios arqueológicos más importantes, Mitla y Monte Albán en el día y luego continuar nuestro viaje hacia San Cristóbal de las Casas. En el hotel estas excursiones se realizaban en dos días distintos. Hacemos el check out y dejamos las valijas en depósito en el hotel. Nos dirigimos hacia el zócalo, transitamos por el peatonal Andador Turístico. Nos detuvimos en la Agencia Monte Albán Tours (por recomendación del hotel), allí una joven con amplios conocimientos turísticos y amabilidad, nos organizó el Tour para que en un día pudiéramos visitar Mitla, Tule, Teotitlán del Valle y Monte Albán. La excursión partía a las 10,00 hs. de la agencia de viajes ($mex 380,00 u$s 30,00 x 2pasajeros). En el Zócalo o Plaza de la Constitución, desayunamos en uno de los Portales que lo rodean en un ambiente bucólico, que en cierta forma contrasta con el observado la noche anterior y que nos mantuvo absortos durante horas, al encontrarnos con una multitud de personas en un lugar maravilloso y atrapante. Se intuye que allí palpita la ciudad: vimos un casamiento con una ceremonia previa con muñecos muy grandes que representaban a los novios, una feria de todo tipo de productos de grupos indígenas diferenciados por su vestimenta, música de mariachis y marimba. Muy colorido y particular. Cerca de las 10,00 hs. nos acercamos al andador Macedonio Alcalá, así se llama el Andador Turístico. Puntualmente se inicia la excursión, en un moderno minibus. La primera visita: Santa María del Tule, para ver un árbol (ahuehuete) imponente, el más voluminoso del mundo de 14 ms. de diámetro; resulta interesante lo que hacen para mantenerlo vivo. De aquí, hacia Teotitlán del Valle, una pequeña población, prácticamente dedicada a la hilandería de “tapetes” (alfombras, tapices, manteles, etc.), hilados en telares muy antiguos y domésticos. Nuestro tour continúa visitando una típica fábrica de mezcal, nos explican el proceso de elaboración del mezcal, degustarlo y conocer su gran número (alrededor de 50) de diferentes características. De aquí, a Mitla ($mex 37,00 u$s 3,00), zona arqueológica a 45 kms. de Oaxaca, con estructuras construidas originalmente por zapotecos y concluidas por mixtecos. Mitla, del náhuatl “lugar de los muertos”. El mayor atractivo lo constituye, la variada ornamentación de sus edificios, hechas con grecas que no se ven en otro lugar de México. Los muros de Mitla poseen mosaicos de piedras empotrados, abstractos sin figuras humanas, ni animales o seres mitológicos. Es uno de los pocos sitios que continuó habitado después de la llegada de los españoles. A las 14,00 hs. termina la visita a Mitla. Nos preocupaba la hora, pues a las 17,00 hs, se cierra el ingreso a Monte Albán y estábamos a más de 40 kms. de dicho sitio. Para sorpresa nuestra, un moderno auto con un empleado de la agencia de viaje, nos esperaba para trasladarnos rápidamente a Monte Albán ($mex 51,00 u$s 4,50), y aprovechar al máximo su visita. Nos ofrecen el servicio de Guía, que compartimos con un matrimonio mexicano ($mex 75,00 u$s 6,00), el joven se desempeñaba como ayudante de los arqueólogos del sitio, y le impregnó a su explicación cierto aire místico; entendible, ya que los zapotecos orientaron las construcciones teniendo en cuenta sus observaciones astronómicas, pretendiendo unir el cielo con la tierra. Monte Albán “Danibaan” o “Montaña Sagrada”, se encuentra sobre una meseta a 400 ms. de altura sobre el nivel del valle. No es difícil imaginar la sensación de poder y dominio de los zapotecos al observar tan extenso panorama. Existieron desde 500 a.C hasta 1.500 años después. Se destacan las estelas con los danzantes y la gran plaza. El guía nos expresaba su preocupación y en general de muchos oaxaqueños, ante el avance de la urbanización sobre zonas arqueológicas sin explorar pertenecientes a Monte Albán, muy visibles a escasos 300 ms. Es importante visitar el Museo del sitio, ya que en él se guardan gran cantidad de vestigios arqueológicos hallados en el lugar. Terminada la visita, nos trasladan a la ciudad y la agencia nos deja en el Templo de Santo Domingo, nos atrae su arquitectura del típico barroco mexicano; aunque lo que impresiona es su extraordinaria decoración interior y su altar laminado en oro. En el ex Convento, se ubica el Museo de las Culturas de Oaxaca (por la hora, ya cerrado). Damos una última mirada de algunas edificaciones típicas de la colorida arquitectura mexicana; que hacen de la hermosa Oaxaca una muestra más de la diversidad geográfica de México. Nos dirigimos al hotel, retiramos el equipaje y taxi mediante ($mex 25,00 u$s 2,00) estamos en la terminal de buses para adquirir el pasaje a San Cristóbal de las Casas en el famoso y extraordinario Estado de Chiapas ($mex 518,00 u$s 42,00), recorriendo 630 kms. en 11hs., saliendo a las 20,00hs. Etapas 4 a 6, total 18
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