La selva negra y Berlin ✏️ Blogs de Alemania

Después de la jugarreta que nos hizo Ryanair dejandonos 3 horas sentados en un avión sin despegar por la huelga de controladores aereos, perder la noche de hotel contratada y volvernos a casa, pudimos partir hacia nuestro destino con unas 15 horas de retraso, por lo que tuvimos que acortar nuestro viaje y descartar algún destino, Frankfurt city.

Este sería nuestro recorrido por toda la selva negra:

Una vez llegados al aeropuerto de Frankfurt Han, a unos 100 km de la ciudad de Frankfurt, cogimos un coche en el mismo aeropuerto, un Volswagen polo diesel con dirección a Ladenburg, donde teniamos reservado un hotel que estaba muy bien, el Leonardo. Ese día tras un largo vuelo de 5 horas desde Canarias y unos 200 km en coche, decidimos tomarlo con calma, quedarnos en el pueblo y descansar para el día siguiente estar más frescos para nuestros próximos destinos.

El pueblo de Ladenburg no es muy grande y tiene algunas cosas curiosas que ver como un gran parque al borde del rio Neckar donde hay una especie de transbordador o embarcación que cruza el rio a coches y personas por 1,60 € en dirección a Heidelberg, un par de torres en el centro del pueblo o un paseo de unos 14 km para bicicletas o corredores al mismo borde del rio.


Después de ese pequeño paseo, nos fuimos a cenar y a descansar.

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Nos levantamos tempranito (a las 7:00), desayunamos, nos duchamos y salimos con dirección a Heidelberg dejando atrás nuestro hotelito y haciendo uso de esa embarcación para llegar al otro lado y acortar camino hacia nuestra primera parada, el castillo de Heidelberg.

Habiamos salido del hotel sobre las 8:30 de la mañana y llegamos sobre las 9:30 al castillo. No está muy lejos, pero cuando es la primera vez que vas a un sitio, das mas vueltas de las necesarias.

Los jardines del castillo y los alrededores son gratuitos y podeis sacar unas fotos estupendas de toda la ciudad desde lo alto allí mismo, pero para entrar en el castillo primeramente hay que pasar por caja y depositar los 5 € por persona.

En el castillo podreis ver una fachada interior bastante bonita, el museo de la farmacia donde encontrareis artilugios antiguos curiosos de farmacias del siglo pasado. Tambien encontrareis en una especie de sotano, el barril o tonel de vino más grande del mundo, es inmenso.

Como dato curioso he de decir que existe un baño en el interior del castillo en el que hay que apoquinar 50 centimos........... después de haber pagado 5 € ..........


Una vez visto el castillo en poco más de 1 hora y cuarto, nos dirigimos hacia el puente viejo..... (aqui existe un baño........... GRATIS ). Nos recorrimos el puente de punta a punta sacandonos fotos y nos metimos de lleno entre sus calles para ver la iglesia y un par de edificios cercanos destacables.

Un consejo: si llevais coche y buscais aparcamiento, lo tendreis muy dificil por la zona turistica o la zona antigua de la ciudad, mi consejo es que hagais como nosotros, buscad aparcamiento por la otra orilla del rio, no hay tanto movimiento y apenas tendreis problemas, y además, sacareis unas fotos estupendas de toda la ciudad y el castillo junto con el puente.... 4 en 1.

Como no sabiamos el tiempo que nos ibamos a pegar en la carretera y no queriamos llegar muy tarde a Estrasburgo, nos dirigimos al coche poniendo rumbo a Baden-Baden con algo de pena por no poder dedicarle más tiempo a Heidelberg por el retraso del avión..... más adelante volveriamos a hacer una visita ;).


Después de hora y media de camino en coche aproximadamente llegamos a Baden-Baden sobre las 13.30 del medio dia. Visitamos el famoso casino, el teatro el museo y el palacio conlindante pasando por los parques que alegraban el paseo.


Baden-Baden, es una de las ciudades que más me desencantó, quitando lo anteriormente comentado, no tenia nada más a simple vista. La gente es muy estirada y se te quedan mirando si no vas vestido con camisas y/o chaquetas...... En poco más de una hora ya estabamos cogiendo camino hacia Estrasburgo, destino que estabamos esperando para poder llegar a nuestro hotel "Le Colmar" y soltar el coche un buen rato, muy muy bien situado, pero muy muy básico, las camas se hundian y el suelo estaba desnivelado, pero estabamos a pocos pasos del centro y a buen precio.

Sobre las 16:00 habiamos llegado a Estrasburgo y después de acomodarnos y comer algo, nos dimos una vuelta por la ciudad. Es una ciudad que según por donde camines vas de menos a más, y eso fue lo que nos pasó. Primero fuimos por la plaza principal y recorrimos toda la zona antigua dando una vuelta circular al centro de la ciudad pasando por la catedral, hasta llegar al plato fuerte, "le petit France" un sitio encantador tanto por la tarde como por la noche. Si teneis la oportunidad, visitarlo tambien por la noche, desprende magia.


Poco antes de llegar a "le petit France" nos encontramos con un animalito bastante curioso nadando en el rio y que quizás tengais suerte de ver.


De camino nos habiamos comprado unos croasanes en una dulceria que estaban.......... divinos, autenticos croasanes franceses.......

Sobre las 22:00 de la noche estabamos durmiendo ya para aprovechar el siguiente día.[b]

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Como habiamos decidido antes de comenzar el viaje, nos volvimos a levantar tempranito para aprovechar el día, cogimos el coche y nos desplazamos al pueblo cercano de Oberkich. Llegaríamos en poco más de 30 min.

Lo primero que destaca de Oberkich es un hotelito en la vía principal frente a la información turística, muy característico del lugar.


Para conocer este pueblo hay que callejear un poco. La parte más bonita se haya al borde de un mini rio que pasa por el centro del pueblo. No os perdereis si cogeis la calle que está justo enfrente de la puerta de entrada de la información turística y seguis el curso del rio.


Es un pueblo pequeño, por lo que no se necesita mucho tiempo para verlo y disfrutar de sus calles, por lo que tras poco más de hora y media decidimos salir hacia Oppenau.

Al poco tiempo, unos 30 min de coche, estabamos en Oppenau por un camino lleno de árboles y paisajes verdes.

Lo que es el pueblo en si, no esconde mucho, todo se ve desde la misma carretera de entrada y tan solo es un rio con una casa muy bonita al fondo y poco más, pero si después de hacer esa miniparada en el pueblo continuais hacia el monasterio partido a unos 10 km del pueblo, sobre los 7 km en dirección al monasterio encontrareis una explanada a la derecha para aparcar el coche. Dirigiros hacia un camino al fondo del lugar y seguir el curso del rio. Este camino os llevará a unas cascadas muy bonitas, pero prepararos para subir escaleras. Si seguis este camino durante un buen rato podreis llegar al monasterio en ruinas, pero mi consejo es q despues de ver las cascadas os deis media vuelta y cojais el coche porq sino..... tendreis q volver caminando a por el coche y quizás ya no hayan tantas ganas de caminar y ahorrareis tiempo.


Muy cerca del monasterio en ruinas hay un restaurante (todo en alemán) y una tienda de productos naturales de la zona (miel, cera, madera, licores). Podeis probarlos todos, pero... ojito con los licores.... ufff, podriais enceder fuego con ellos....

Sobre las 13:30 estabamos cogiendo rumbo a Gengenbach, camino que se nos hizo eterno ya que llegamos sobre las 15:45 de la tarde y eso que está practicamente al lado en el mapa, pero tras parar en un supermercado y para comer en plena selva negra unos 30 min podriamos decir que más o menos estará como a una hora de camino entre montañas....

Nosotros no habíamos encontrado mucha información sobre Gengenbach y no nos esperábamos apenas nada, casi que íbamos a ir de pasada, pero al llegar nos sorprendió bastante, parece un pueblo de cuentos, de hecho hay una película que se inspiró en este pueblo "Charlie y la fabrica de chocolate"

Lo primero que se ve nada más entrar en el pueblo es su torre de entrada y una vez dentro una gran plaza con unas casas muy monas y unos riachuelos a modo de alcantarillado pero de agua limpia rodando por el pueblo. Tened cuidado porque están al aire libre y podéis meter el pie dentro y salir empapados.


Perderos por sus callejuelas, no os arrepentiréis.

Sobre las 18.00 de la tarde estábamos en Friburgo.

Quizás podéis pensar que íbamos un poco a la carrera, y quizás tengáis un poco de razón, pero lo cierto es que lo único que nos quedó ganas de dedicar más tiempo fue Heidelberg y a éste último, Gengenbach, porque al resto de los lugares nos dio tiempo de sobra y en ningún momento tuvimos la sensación de ir corriendo.

Friburgo es una ciudad que fue totalmente destruida por los aliados en la segunda guerra mundial y las casas son de reciente construcción, pero aún así tiene un par de cosillas por ver. Según entráis a la ciudad os encontrareis con una torre que le da un toque de distinción, más adelante encontrareis la catedral en cuyo interior existe una foto de la ciudad arrasada por los aliados y poco más. Merece más la pena dedicar más tiempo a Gengenbach que a Friburgo.



La ciudad no fue de las mejores del viaje pero nos pillaba de camino hacia nuestro hotel, cerca del lago Titise en Lenzkirch. En realidad era una pensión metida en un pueblo entre las montañas en plena selva negra con unas vistas estupendas, un aire limpio, un matrimonio encantador que lo regentaba, una decoración típica alemana estupenda y un desayuno para campeones, sin duda, el mejor lugar donde pasamos la noche, y que nos quedó pena no pegarnos algún día más. Muy difícil de encontrar sin un GPS.

Este sin duda, había sido nuestro día más fuerte, así que cenamos, nos tomamos unas cervecitas alemanas en el porche de nuestra habitación con vistas al ocaso entre las montañas de la selva negra y nos fuimos a dormir temprano.

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