MILAN - VERONA - VENECIA ✏️ Blogs de Italia

Tras el desayuno en nuestra habitación a la hora convenida salimos del hotel prontito para visitar San Marcos y el Campanile. La Basílica abre a las 9'30 y cierra a las 5 de la tarde. Los domingos abre a las 2. Hay de dejar las mochilas en consigna, que no os pase como a mi, que después de estar los segundos, detrás de una pareja japonesa no me dejaron entrar con ella. Hay que destacar sus mosaicos, el aire oriental de la Basílica y como no la Pala d'oro, que es un gran mural de oro con más de 3000 piedras preciosas incrustadas. Es para no perdérselo. Luego subimos al campanile, reconstruido en 1902 después de que se derrumbara y separadado de San Marcos. Subimos en ascensor y las vistas de Venecia desde lo más alto son inolvidables. El resto de la plaza la vimos el primer día.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

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Bonita vista desde el Campanille. La primera cúpula es la Iglesia de Santa María della Salute y detrás, el barrio de la Giudecca

Nos dirigimos por detrás de San Marcos atravesando callejuelas y canales en busca del puente del Rialto, el más famoso de Venecia (con permiso del Señor Calatrava) Antes de llegar visitamos Santa María Formosa. Por la calle Salizzada y cruzando varios canales secundarios llegamos a San Salvador, iglesia barroca con pinturas de Tizziano y Bellini (9'30 a 17'30) y de alli al puente del Rialto. Es una zona con restaurantes sobre el gran canal, tiendas con cristal de murano, etc. Siempre hay mucha gente y es uno de los principales puentes para cruzar al barrio de San Polo. Nada más bajar el famoso puente hay un mercado donde los venecianos hacen sus compras de pescado fruta y verdura diaria. Me gusta mucho visitar los mercados de las ciudades y en este disfruté como un enano. Compramos azufaifos y moras. Resulta muy curioso ver como venden las guindillas, parecen pequeños ramilletes de flores y los corazones de alcachofa, ya pelados y preparados para su uso.

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El mercado desde el puente del Rialto.

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El Puente sobre el Gran Canal.

Seguimos por el barrio de San Polo, una zona muy típica llena de pequeños canales hasta el Campo San Polo, (las plazas se llaman Campo) y hay que visitar forzosamente la Scuola Grande di San Rocco, pintada enteramente con frescos de Tintoretto (9 a 17'30 horas) que se encuentra justo detrás de Santa María dei Frari, una basílica espectacular edificada en gótico veneciano con esculturas de Donatello,y en el altar mayor, la Asunción de Tiziano. Se encuentra en ella también el monumento funerario de los Canova.

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Muy cerquita está el Campo de Santa Marguerita, una de las plazas más grandes. Si necesitáis cajeros automáticos este es el lugar. Hay terrazas para poder sentarse y tomar algo. Por las noches la zona esta concurrida, en verano durante el día hay sombra porque tiene árboles, y se agradece. Se puede visitar cerca la iglasia de S M. del Carmelo y la de San Sebastiano donde descansa el Veronés.

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Campo de S. Marguerita

Atravesando el barrio de Santa Croce llegamos al Gran Canal, frente a la estación de Santa Lucia. Cruzamos por el puente de Scalzi y entramos en el Cannaregio, una zona con canales más grandes en la que no los detuvimos mucho. Dedicimos volver cerca del mercado para comer y encontramos una pequeña plaza junto al Gran Canal, detrás del mercado de frutas y verduras junto a la iglesia de San Giacomo di Rialto. No recuerdo su nombre, pero hay solo dos o tres restaurantes, con terrazas con vistas al gran canal, y una comida buenísima (ensada de higos frescos, atún en salsa con polenta y unas brochetas con soja exquisitas) nos tomamos nuestro spritz. La cuenta, sobre 60 euros, pero las vistas y las conversaciones de los gondoleros son inolvidables (hay una parada de góndolas)

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Vistas desde la terraza del restaurante.

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La tarde la dedicamos al barrio de San Marco, el Palacio Fortuny, el Teatro la Fenice y pasear por las tiendas de la zona de la calle larga XXII de Marzo y San Moise, una de las zonas más caras de Venecia, con hoteles de lujo y muchas tiendas de marca.


Agotados cenamos cerca del hotel y aun nos quedaron fuerza para dar una vuelta por el gran canal. Por la noche venecia se queda sin gente, da gusto pasear por la zona de San Marcos. El plan para mañana es ir a Murano.

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La noche anterior preparamos esta pequeña excursión a Murano con la guía que teníamos de Venecia.
La ventaja de estar en San Marcos, es que casi todos los vaporetos tienen parada alli o muy cerca. Fuimos a San Zaccaria, donde tiene parada el que va a la isla de Murano. El trayecto desde aquí es un agradable paseo en barca de unos 40 minutos pues se adentra por el Gran Canal y tras pasar Ca 'Oro vira hacia la derecha por un canal secundario que te lleva a la Fondamente Nuove, y de ahí parte hacia Murano. El viaje es tranquilo, y pasamos muy cerca del cementerio de San Michele, que está también en una isla.

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Dejando atrás Venecia.

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Cementerio de San Michele

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Llegada a Murano. A la izquierda en amarillo la parada del vaporeto.

La parada del vaporeto está muy cerca del canal principal de Murano solo hay que caminar dos minutos hasta el mismo. Murano es una isla pequeña cruzada por varios canales y toda ella es peatonal. En la calle principal hay muchas tiendas de cristal y alguna fábrica y nos sorprendió encontrar un pequeño centro comercial con un supermercado, algunas tiendas y una cafetería. Como no hicimos las pertinentes compras, que si unos pendientes para la niña, que si un colgante para la madre, que si esto para mi madre, esto para la tuya...

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Se puede visitar el museo del vidrio en la Fondamenta Giustinian (10 a 17 h) cruzando el Canal Grande y muy cerca de allí está la Iglesia de Santa Maria e Donato, de estilo Veneciano-Bizantino con un suelo de mosaico precioso. Se puede visitar de 8 a 12 y de 4 a 7, y está en el Campo San Donato. En un canal paralelo en la Fondamenta del Vetral hay otra pequeña iglesia, San Pietro Martire con más obras de Bellini, Tintoretto y el Veronés.

Como en Italia se come pronto, a las 13 horas ya estabamos sentados en una pizzeria que hay en la Fondamenta Del Vetral que tiene un gran patio exterior soleado. Comimos unas ensaladas y dos pizzas buenísimas con cervecita fresca y postre por solo 35 euros.

Alrededos de las dos y media de la tarde volvimos con el vaporeto (linea 42) a Venecia, con parada en Ca D' oro. Esta tarde la dedicamos a pasear por la Strada Nuova que es una calle llena de tiendas, restaurantes, pastelerías... y preciosos rincones como los que podéis ver aquí:

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El objetivo de esa tarde era llegar a San Giovanni e Paolo, iglesia que los venecianos llaman San Zanipolo. La construyeron los dominicos a finales del siglo XIII Tiene una fachada inacabada y en su interior encontraréis todo tipo de arte, esculturas, sepulcros, pinturas de Bellini, un bonito retablo y vidrieras de Murano. La nave tiene 100 metros de largo, lo que la situa como uno de los mayores templos cristianos. En su interior reposan los Dux de Venecia. La entrada es gratuita y abre a las 9'15 y cierra a las 17'30

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Fachada.

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Parte trasera.

Vistas desde San Giovanni al hotel.
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Tras el descanso y ducha pertinente volvimos a salir y nos dimos un capricho, el Café Florian. Se trata de un café ubicado en San Marco inaugurado en 1720 por donde han pasado muchos personajes de la historia mundial. Los salones interiores son de estilo clásico con terciopelo rojo y muebles de época. En la plaza tiene un pequeño escenario donde por la tarde y noche una pequeña orquesta interpreta canciones clásicas y cuando se congrega mucha gente hacen un guiño al turista interpretando canciones de diferentes paises, como no, cuando fue el turno de España sonó un pasodoble y los clientes españoles (había muchos) aplaudían a los músicos. ATENCIÓN: es caro: Capuccino y un te, 29'50 euros (doce de ellos son suplemento por la música, si no la hay, no te lo aplican) eso si, el personal es muy simpático, te dan conversación y son muy educados. Lo dicho, un capricho. En la plaza hay otro más con música, pero Florian solo hay uno y no todos los días vas a Venecia...

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Anocheció en la terraza de Florian fuimos a cenar a una trattoria de la Calle larga de San Marco. Es una pequeña calle junto a la plaza con infinidad de restaurantes para el turista. Esa noche la cena fue ensalada, pasta y postre por unos 50 euros para los dos.

Luego paseo hasta el puente de los suspiros y por la orilla del canal. Terminaba nuestra estancia en Venecia y quedaba tanto por ver...

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Nada mas apropiado para las despedidas en Venecia que la palabra ciao, de donde al parecer procede y que luego fue adoptada por el resto de italia.

Nuestro último día en Venecia. Como ya habéis podido comprobar, es totalmente imposible ver esta ciuad con sus palacios, iglesias, plazas e islas en dos o tres días, a no ser, claro está, que lo hagas de forma supercial. Nos levantamos pronto y desayunamos en la habitación del hotel, como todos los días, tras traernos lo que habíamos pedido como siempre, puntualmente. A las 9 salimos del mismo con la intención de volver a las 12 a recoger maletas para coger el tren en Santa Lucía con destino a Milán. Este día hicimos lo que nos apetecía, simplemente coger un vaporeto y recorrer tranquilamente el canal, hacer unas fotos y volver a despedirnos de San Marco.

Como era pronto, los vaporetos no iban llenos. Cogimos en San Marco uno dirección Piazzale de Roma, es decir, atravesaba casi todo el canal y luego vuelta a San Marco. Es una gozada poder situarte en el exterior y contemplar los palacetes que dan al Gran Canal, ver sus fachadas, las iglesias. Venecia es como el escenario de un gran teatro donde veréis dorados bizantinos y palacetes del Siglo XIII, magníficas pinturas y palacios renacentistas como el Vendramin o el Palacio de los Corner e iglesias barrocas profusamente decoradas y sus palacios como Ca Pesaro, símbolos de la opulencia de Venecia. Os dejo las últimas imágenes de la Serenisima.

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A las doce y borrachos de tanto arte, salimos para Santa Lucía. La misma imagen que nos recibió nos despedía, pero las sensaciones eran distintas. Ciao Venezia. Arrivederci.

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