![]() ![]() ARAGÓN, CATALUÑA Y LA PACA DEL 22 DE AGOSTO AL 3 DE SEPTIEMBRE DE 2011 ✏️ Blogs de Francia
Mi verano por el norte de España y Sur de FranciaAutor: Platazr Fecha creación: ⭐ Puntos: 3 (1 Votos) Índice del Diario: ARAGÓN, CATALUÑA Y LA PACA DEL 22 DE AGOSTO AL 3 DE SEPTIEMBRE DE 2011
Etapas 13 a 15, total 15
Por la mañana nos levantamos más o menos pronto, nos duchamos y bajamos a desayunar a un bar junto al hotel, de esos de toda la vida, después volvemos a subir a la habitación para limpiarnos los dientes, visitar al Sr. Roca y recogemos nuestras cosas.
Dejamos la maleta en el cuartito de equipajes del hotel y de nuevo al metro: nos bajamos en la Plaza de Cataluña que está en obras y me parece mucho más pequeña de cómo yo la recordaba de cuando estuve en ella en 1976. La rehabilitación del edificio principal está cubierta por un gigantesco cartel que anuncia la futura sede el Emporio Armani. En la esquina, la tienda del Barça atrae la atención de mi chico, pero no compra nada, solo mira. Iniciamos un paseo por la Rambla… parece que todas las personas que estaban anoche en el espectáculo de la Fuente de Montjuic pasean también hoy por aquí, todos vamos esquivando las esculturas humanas y los puestos de flores… pasamos por delante del Mercado de la Boquería (entraremos en nuestra próxima visita) y nos contentamos con su exterior. Nos desviamos hacia el Barrio Gótico, nos dejamos arrastrar por sus callejuelas, nos seducen una cafetería-pastelería que nos ofrece café y dulces (Hmmm, ¡qué rico el 2º desayuno que nos ha costado 7,56€!) y una tienda de cerámica donde compro mi último dedal del viaje. Terminamos en la Catedral que visitamos entrando por el maravilloso claustro donde las fuentes y el estanque dan cobijo y frescor a los cisnes, a nuestra salida, el claustro estará cerrado. El interior de esta altísima catedral gótica es tan impresionante como el de otras catedrales góticas… pero es mucho más oscura a pesar de las vidrieras. Caminando hacia el mar pasamos por delante de una pequeña capilla en la que aparece Sant Jordi. Llegamos al puerto que recorremos en dirección a los pies de Colón pero de repente nos encontramos sacando tickets (22€) en la taquilla de las Golondrinas o barcos turísticos hasta el Forum, solo ida (¡Menos mal!). Yo había visitado Barcelona en 1973, 1976 y 1990. Turísticamente hablando, el cambio es espectacular en lo referente a visitantes, y en el aspecto que más me chocó es la inmensa cantidad de turistas rusos que se paseaban por la Ciudad Condal. Nuestra “Golondrina” estaba llena de ellos que se divertían viendo a una compatriota que en plan “Titanic” cutre se sujetaba en la proa y saltaba a la vez que el barco se encaraba con las olas. Yo trataba de hacer fotos mientras mi cabeza y mi estómago empezaban a desear que no hubiera subido… ¡menudo mareo! La zona del Forum estaba muerta, solo nos animó el litro de zumo de naranja que nos compramos en un súper de la zona. Cogimos el metro con destino… ¡El Nou Camp! Hogar del Mejor Equipo del Mundo, Catedral del Fútbol Mundial… ¿A qué parece que soy del Barça?... Si supierais que no me gusta el fútbol… ni un poquito y que paso del Barça, del Real Madrid y del Alcoyano… Si acaso, la Selección Española en el Mundial… y punto. Pero mi chico si es Barçero, así que la visita era un poco obligada. El paseo entre el metro y el estadio hacía que nos cruzáramos con parejas…. Eran ±15:00 y temíamos que pudiera estar cerrado. Algunos (ellos en su mayoría, porque ellas, más bien ni fú ni fá) venían sonriendo y con alguna bolsa de la tienda oficial. Dio la casualidad que según nos acercábamos vimos varias parejas (ellos en su mayoría, porque ellas, más bien ni fú ni fá) venían con muy mala cara, lo que acrecentó nuestro temor a que estuviera cerrado. Una visita inicial a la tienda para echar una ojeada general antes de la taquilla. Después la gran desilusión… ahora entendíamos la mala cara de algunas parejas… la entrada cuesta ¡¡¡¡¡¡22€!!!!! sin ningún tipo de descuento porque ni somos niños ni ancianos. Mi chico, que es más rata que barçero, dice que no entramos, pero yo le digo que ya que hemos venido hasta aquí, que p’ádentro pero que ya no vamos a volver, eso sí. La visita al museo pues ¡pssss!, lo más interesante, los trofeos aunque nos ha llamado la atención lo cutres que son algunos que están medio oxidados y su diseño deja al descubierto los tornillos con los que los han ensamblado. ¡Parecen los trofeos de torneos infantiles de tercera regional! ¡qué vergüenza! Mi objetivo es pisotear el césped, pero no nos dejan… ¡pero si por 22 euracos me tenían que dar un cacho para plantarlo en una maceta en mi terraza de Madrid! Eso sí, hemos hecho como mil fotos. Después a la tienda… mi chico compra regalos para sus sobrinos y su madre y yo busco un tazón para mi padre pero no hay, así que me llevo un reloj…. Es que son todos del Barça… Mi chico y su familia que son de Tenerife, tienen delito, pero les salva que son primero del Tete (=Tenerife) pero mi padre no tiene perdón de Dios: es madrileño y concretamente de Chamartín… ¡casi ná! Creo que somos gilipollas pagando el triple de los que estos chismes costarían si no fueran del Barça, o si fueran del Barça pero fabricados sin licencia en China… que la calidad es la misma porque seguro que todo está fabricado en las mismas fábricas chinas, unos pagando al Barça y otros no. Una mujer de cuarenta y tantos acompañada de una pareja de ancianos se los lleva a toda prisa cuando ve los precios. Ellos la siguen cabizbajos… Me han dado una pena… Para compensar nuestra orgía derrochona con el logo del Barça (estadio y tienda) nos metemos a comer un bocata en el “Pans & Company” por unos tristes 15,90€ los dos. En una mesa se sienta la pareja de ancianos con la misma mujer. Miran con mucha ilusión unos cuantos recuerdos que han comprado en la tienda. Posiblemente son regalos para sus hijos o sus nietos. Me ha emocionado verlos tan encantados con sus cosas cuando hace solo media hora les había visto tan tristes ante el arranque de la mujer que les acompaña y que no les permitió, parece que inicialmente, mirar y comprar. Se impone salir de Barcelona con destino Zaragoza, así que vamos al metro. De paso entramos en Zara donde compro ropita para mis sobrinas como regalo de cumpleaños. En el metro sacamos los dos billetes sencillos porque ya habíamos acabado el bono metro de 10 viajes. En el hotel nos dan nuestras maletas que acomodamos (difícilmente) en el maletero del coche junto con todas nuestras compras del día. Y nos dirigimos a Zaragoza donde llegaremos al filo del anochecer. Después de un despiste inicial en la entrada a la ciudad, el GPS consigue por enésima vez, llevarnos a nuestro hotel (NH Sport en la c/ Moncayo, 5; 50010 Zaragoza; (*editado por universo18*)) donde nos registramos. Etapas 13 a 15, total 15
Hoy nos levantamos con energías renovadas, este es el único hotel del circuito que nos incluye el desayuno buffet. Sinceramente por los 49,01€ que hemos pagado por la habitación doble con desayuno hemos salido gratamente impresionados y podemos afirmar que nos ha ofrecido la mejor relación precio-calidad de todo el viaje. La persona que atiende el buffet (¡una sola!) recoge las mesas, las monta, repone las bandejas que se van terminando, lleva el control de las habitaciones que ya han desayunado para pedir más comida a la cocina… ¡Cómo se mueve de rápido y qué atenta es! Nada que ver con los camareros que tuvimos que “sufrir” en un hotel de 4* en Tenerife, “La Quinta Park Suites”, tres semanas antes.
Después de limpiarnos los dientes, recogemos y dejamos las maletas en el cuartito del hotel, nos explican como llegar al centro y cogemos el autobús a la Basílica de El Pilar. Allí nos recreamos. Es enorme, cuadrada y luminosa, la capilla con la pequeña imagen de la Virgen es impresionantemente Barroca. Quedan pocos vestigios de la iglesia gótica que antecedió a la Basílica actual. Doy varias vueltas y observo cómo la gente ofrece ramos de flores a la Virgen por todas partes. Me llama mucho la atención la devoción que estos aragoneses sientes por su virgen. En la Plaza de las Catedrales mi chico me hace la misma foto que tengo hecha en el mismo lugar de niña, durante una parada que hicimos con el 600 en nuestro primer viaje a Barcelona en 1973. Después paseamos por el barrio Húmedo buscando un sitio donde comer. Y acertamos de lleno en el Restaurante Triana (c/ Estébanes, 7; 50006 Zaragoza; (*editado por universo18*)) con una bandeja de pescados para dos por 46,20€, incluyendo bebida, postre y café. En el mismo comedor, dos ancianos charlan sobre sus cosas y nos damos cuenta que esta gente es auténtica. Mi chico dice que le han gustado los zaragozanos y que tenemos que volver con más calma. Yo estoy de acuerdo. De vuelta al hotel conecto el móvil que había apagado en la Basílica de El Pilar y tengo un montón de llamadas de mi padre, le llamo preocupada y me da una mala noticia. Le digo que estamos en Zaragoza y que ya vamos a salir. Recogemos las maletas, cargamos el coche y directos para el foro… Durante el camino tenemos que parar en una gasolinera porque mi chico va durmiendo… y yo también… ¿Y quién conduce? Pues yo. Así que se impone un descanso urgente. Después ya todo va mejor. El camino repite los paisajes de la ida: los Monegros, el arco que representa el meridiano de Greenwich, las obras en la A2 según nos acercamos a Madrid, y el paso de pueblos con atractivos turísticos en los que prometemos parar cuando volvamos a Zaragoza. A la ida habíamos decidido parar en Medinacelli para comprar su deliciosa mantequilla Soriana, pero a estas alturas no hay nada en el mundo que nos haga pensar que otra parada no estrictamente necesaria valga la pena. Luego me arrepentiré porque esa mantequilla es única. A la llegada a Madrid no necesito el GPS, vamos directos a casa para dejar las maletas e ir al tanatorio. No es una forma agradable de terminar unas vacaciones pero mi tío falleció ayer y es lo que hay que hacer. Después al crematorio para la última despedida y para confortar a mis primos y tía y después a casa, a cenar y a dormir. Mañana nos levantaremos tarde, no muy tarde, porque tenemos la celebración de cumpleaños de mi sobrina y la daremos su faldita y su camiseta de Zara Barcelonesa. Mi chico se va el lunes por la mañana y después de dejarle en Barajas… me voy a trabajar. Ya me recuperé el próximo fin de semana. Él dormirá tres horas en el avión y tres días en su casa… ¡qué suerte! Etapas 13 a 15, total 15
IMPRESIONES GENERALES
Hemos pasado de puntillas por ciudades españolas maravillosas como Zaragoza, Gerona y Barcelona. Las tres nos volverán a ver, seguro. Cada una de ellas merece una visita más calmada que nos permita disfrutarlas como se merecen. El mítico glamour de la Costa Azul nos ha decepcionado un poco, desde nuestro punto de vista, es más un mito que una realidad. Pero la zona merece la pena si salimos de lo “típico” (tomado por “cruceristas” de un día) y nos perdemos en los cascos antiguos de las ciudades que mantienen su aire pueblerino francés de paz, tranquilidad y cotidaneidad. Y los pueblos son maravillosos, aunque posiblemente tendrán aún más encanto en otras épocas del año, por ejemplo la primavera o el otoño, cuando el turismo no los invada. En verano hay demasiada gente. La Provenza es exactamente como la esperábamos: la bucólica campiña provenzal ofrece sus cultivos mediterráneos y sus mercados los frutos de esos campos. Ha sabido adaptarse a los tiempos modernos sin renunciar ni un ápice a la tradición más arraigada que históricamente ha sabido compaginar la explotación de la naturaleza con la conservación de la belleza de sus paisajes. Solo el turismo de masas enturbia la paz de sus hermosos pueblos pero ni siquiera los numerosos turistas alteran la tranquilidad de sus campos. Los pueblos explotan económicamente la llegada de forasteros hasta el punto de que a veces uno se siente un poco “atracado”: precios altos, demasiadas tiendas… mucho comercialismo. Supongo que es lo que conlleva la concentración de visitantes. Nos hemos perdido el espectáculo provenzal por excelencia: los campos de lavanda en flor, principal estampa de la Provenza y solo por verlo tendremos que volver… y para visitar Aix-in-Provence, Marsella, Nîmes, Avignon, la Camarge o las gargantas del Verdon para las que no hemos tenido tiempo. Pero nos plantearemos el viaje en una época más propicia, entre junio y julio, volando a Marsella y alquilando un coche localmente para evitar la paliza desde Madrid y disfrutar de la Provenza más descansados… ¡De lo que no nos vamos a librar será de los peajes… xD! Etapas 13 a 15, total 15
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