Planning de 5 días escasos en la Gran Manzana ✏️ Blogs de USA

Este viaje estaba planeado desde hacía mucho tiempo. Cuando mi marido y yo nos conocimos en 2002 dijimos que estuviésemos juntos o no, pasados 10 años nos encontraríamos en Nueva York. De ahí que 2012 estaba reservado sí o sí para nuestro viaje a NYC!!!!
Los billetes de avión no bajaban de 570 euros cada vez que miraba y eso me preocupaba, así que finalmente decidí coger una oferta con la tarjeta Travel Club por la que los vuelos directos con Iberia nos salían por 400€. Hecho!

En cuanto al hotel, teníamos unos bonos para gastar en viajes El Corte Inglés. Los hoteles que me ofrecía ECI eran el Empire y el Grand Hyatt. Ambos más caros de lo que en principio tenía pensado gastarme pero bueno, descontando los bonos no nos salía mal. Nos decidimos por el Hyatt que salió por 1450€ 5 noches (me parece caro, caro la verdad). Descontando los casi 700€ que teníamos en bonos, el hotel nos salió por 750€.

Al final haré una etapa con las opiniones, fotos, etc tanto de hoteles como de restaurantes. De momento solo deciros que para mi gusto la situación del hotel era perfecta (en la calle 42, a la altura de Park Avenue. Pegado a Grand Central Terminal). Cerca de todo sin estar en pleno barullo de Times Square.
El sábado 5 de mayo salimos para NY. El vuelo lo hacíamos directo Madrid-NY con Iberia en un Airbus 340-600. Tuvimos mucha suerte porque conseguí escoger unos asientos buenos sin necesidad de pagar suplemento. Teníamos salida de emergencia, la primera fila de turista con lo que el espacio para las piernas era enorme. Eso sí, el ancho de los asientos es un pelín más justo que los demás.
El servicio de Iberia para un vuelo internacional me pareció escaso. Comparado con otras compañías como Air France, Delta o British Airways, el avión me pareció algo viejo y sin pantallas individuales de entretenimiento. Además, para un vuelo de 7 horas largas sólo pusieron una película.
La comida sin más, a escoger entre pasta y carne (nosotros comimos ternera, que realmente era musaka – carne picada con tomate y berenjena) y un bocadillo malísimo (el pan era como chicle!) al poco de llegar.

El vuelo sin mayores complicaciones. Llegamos a JFK a las 19h, tardamos más o menos una hora en pasar el control de aduana (sin ningún problema) y recoger el equipaje y salimos. Teníamos previsto coger el NYCAirporter, un shuttle que te deja en Grand Central y te cobra 15€ por persona. Pero nos ofrecieron un shuttle privado por el que no teníamos que esperar nada y nos dejaba en la puerta del hotel por 19€. Estábamos tan cansados del viaje que lo cogimos aunque realmente no creo que nos mereciese la pena…

Había algo de tráfico así que finalmente tardamos unos ¾ de hora largos en llegar al hotel. Hicimos el check in, dejamos las cosas y nos fuimos dando un paseo por la 42 hasta Times Square. Cenamos una porción de pizza en Sbarro’s y de vuelta al hotel paramos en Bryant Park a hacer uso del wifi gratuito antes de meternos en la cama! Primera toma de contacto con la ciudad y prueba superada!

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Por el título de la etapa ya veis que el día se presentaba completito.

El jet lag se presentó puntual a las 6.30 de la mañana aunque yo llevaba despierta intermitentemente desde las 3 de la mañana. El ruido del motor del aire acondicionado no ayudaba. Por lo visto nuestra habitación daba a un patio en el que estaba este motor demoníaco que me tuvo en vela toda la noche (y yo soy de las que duerme hasta de pie así que imaginaos!)

Así que empezamos la mañana con una amable pero intensa queja en recepción. Inmediatamente nos cambiaron de habitación a una mucho más silenciosa y además más grande. Por si fuera poco, nos compensaron las molestias causadas invitándonos a desayunar, así que un 10 por la atención recibida!
A eso de las 8.30 de la mañana ya estábamos en marcha. El plan era andar hasta el Rockefeller Center para dejar compradas las entradas para subir al Top of the Rock esa tarde. Llevábamos unos cupones de 2€ de descuento por cada entrada que había impreso de la página web de destinationcoupons . El paseo hasta el TOR estuvo fenomenal porque además coincidió que ese domingo había una especie de maratón de bici y la calle estaba super animada, la 6º avenida cortada al tráfico para que pasaran las bicis y todos los peatones animándoles.

Una vez compradas las entradas (muy recomendable ir prontito porque no hicimos nada de cola) cogimos el metro hasta la calle 125, Harlem. Una vez allí, como era todavía muy pronto para la misa, paseamos por sus calles y aprovechamos el wifi gratuito de Starbucks para ponernos al día. A eso de las 10.30 nos fuimos para la iglesia que habíamos escogido, Greater Refuge Temple donde la misa era a las 11. Gran recomendación del foro!

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Para las misas góspel hay que tener varias premisas en cuenta. Harlem ya no es lo que era hace 15 años (la última vez que yo había estado en NY). Es más seguro y por lo tanto mucho más turístico y ahora es casi imposible encontrar una iglesia góspel en la que no haya turistas. Dicho esto, lo ideal es investigar un poco para salirse del circuito de iglesias de los mayoristas y además, lo ideal es hablar con los locales, interesarse por sus costumbres y de esa forma vivir de una forma menos turística una experiencia como es el góspel. Nosotros fuimos antes a la iglesia para hablar un rato con las hermanas que estaban organizando todo y de esa forma, en vez de estar en el piso superior con el resto de turistas, estuvimos sentados entre ellos, con un par de viejecitas encantadoras a cada lado y con una familia completa justo delante. El resultado fue vivir de una forma super emocionante la misa, compartir esa fe y esa alegría con ellos, la música pero también las palabras del pastor… simplemente genial.
Estuvimos cerca de dos horas y nos fuimos cuando la misa casi había finalizado (empezaban a hablar de cosas de la iglesia, las actividades que organizan mensualmente, etc.).

Fue entonces cuando empezó realmente el palizón de día (paliza pero mereció la pena!). Empezamos a pasear encaminándonos hacia Morningside Park para llegar a Columbia University. De ahí a St.John Divine y desde allí, a la entrada noroeste del parque, por la calle 116.
Recorrimos Central Park de norte a sur, perdiéndonos por sus caminos y disfrutando de un día fantástico con una temperatura ideal. Salimos por el Oeste, por Strawberry Fields para comer. Encontramos un sitio muy mono donde comimos unas porciones de pizza y de vuelta al parque. Volvimos a entrar al parque por Columbus Circle y aprovechamos el buen tiempo para tumbarnos al sol en Sheep Medaws, donde estaba todo Manhattan disfrutando del sol!

Después de una horita y media salimos del parque por la 5ª avenida, justo en el hotel Plaza. Y desde allí bajamos por la 5ª hasta la calle 50, al Rokefeller Centre disfrutando del paseo por la 5ª. Por la mañana habíamos comprado las entradas para subir al TOR a las 7 de la tarde así que con las entradas en la mano no tuvimos cola para subir.

En principio anochecía sobre las 8 así que quizá subimos demasiado temprano. Estuvimos finalmente una hora y media y al irnos (ya estábamos agotados del día) todavía no era de noche cerrada. Así que mi recomendación es subir al poco de que anochezca porque se ve bien Central Park al ser aún de día y así es más fácil aguantar hasta que se hace de noche cerrada. Pensad que desde que empieza a anochecer y encienden algunas luces hasta que es oscuro y se ve bien todos los edificios iluminados, pasa casi una hora.

Esa noche estábamos agotados y la caminata del día hacía ya mella en nosotros, así que cenamos pronto en un Friday’s cercano al hotel y nos acostamos.

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De nuevo, una etapa cargadita ☺

Desayunamos en el que se convertiría en nuestro “sitio” para desayunar, Pershing Square, muy cerquita de nuestro hotel y con unos desayunos buenísimos. Tras cargar las pilas, cogimos el metro hasta Battery Park donde nada más salir nos encontramos con montones de ardillas correteando de un lado a otro de lo más intrépidas, sin ningún miedo a la gente! Allí mismo está The Sphere, la esfera de bronce que estaba situada en el World Trade Center y que “sobrevivió” al ataque del 11-S.
Hacía muchos años que yo no volvía a NYC. La última vez, dos torres gemelas se erigían altas y esbeltas y presidían sin lugar a dudas el skyline de la ciudad. Es horrible ver la zona del World Trade Center y pensar lo que pasó allí aquel día…

Caminamos hasta la estación del ferry gratuito de Staten Island. La idea era cogerlo ida y vuelta para avistar desde allí a Miss Liberty. No pudiendo subir, y teniendo el tiempo tan justo como teníamos, no nos merecía la pena coger el ferry a Liberty Island. Desde este ferry gratuito se ve bastante bien la estatua así como el skyline del downtown de la ciudad. Altamente recomendable!
Al volver, empezamos nuestro día por el distrito financiero, paseando por Broadway y haciendo paradas para la foto de rigor con el toro, parada en Wall Street y viviendo la ciudad que en definitiva es lo que hay que hacer en NY!
Fuimos hasta el City Hall. Un edificio precioso pero que lamentablemente está en obras y lo tapa un andamio. El parque que está justo en frente es una monada y merece la pena disfrutarlo un rato. Seguimos por la zona del Civic Centre, una plaza donde están los juzgados y de allí hasta Chinatown.
La verdad es que no se si todavía llevaba una imagen de cómo viví NY la última vez o si tenía demasiado vivo el recuerdo de Chinatown de San Francisco, sea como fuere el caso es que me pareció un barrio con menos encanto que la otra vez. Little Italy es ahora solo una calle, Mulberry Street, pero aún así sigue conservando ese toque especial. Además, desde Canal Street se hace una foto chulísima de Little Italy, con el Empire al fondo.

Comimos en un restaurante de la zona. No recuerdo ahora el nombre, pero no es muy recomendable. Caro, como muchos de la zona, y turístico. Seguro que los hay mejores pero nosotros íbamos ya con hambre, a todo esto eran las 3 de la tarde y nos metimos casi sin mirar…
Al acabar de comer nos adentraos en Tribeca. Un cambio respecto a lo que habíamos visto durante la mañana en el downtown y muy, muy chulo el barrio. Calles empedradas (malditas sean!!!!), galerías de arte, tiendas modernas y encantadoras… Ese fue el problema.. tanto mirar los escaparates, una no mira el suelo y pasa lo inevitable… torcedura de tobillo y todo mi mundo se vino abajo en un momento. Puede parecer exagerado pero soy especialista en esguinces de tobillo (van ya unos cuantos en el mismo pie) y cuando sentí que se me torcía el pie pensé que las vacaciones se habían acabado. Además, lo sentía tremendamente por mi marido que estaba disfrutando como un loco..

Cogimos un taxi de vuelta al hotel. Antes de ir al médico quería intentar curármelo como pudiese yo, poniendo el pie en alto, hielo, antiinflamatorios, et. Pensé que siempre sería mejor sacrificar una tarde estando en reposo que el resto de las vacaciones.. así que adiós al Soho y a Brooklyn y como una niña buena me quedé poniéndome hielo y reposando. Mi maridito fue a comprarme una tobillera y una crema y con eso fui tirando el resto de las vacaciones.

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