![]() ![]() Nepalizando! Na Mas Te! ✏️ Blogs de Nepal
Contaré lo que hicimos, lo que pasamos y paseamos, todo lo que vimos y experimentamos, los miles de colores, pero no se como explicar las sensaciones, olores y sabores, las miles de sonrisas que fuimos recolectando a lo largo del camino, los inmensos tonos de verdes, el atronador silencio de la montaña exhuberante, plena de vegetacion por encima de los 3000m, el camino que queda delante de mis pies, escalones, miles de escalones para recorrer,
Nepal es mucho, es asi, no lo he inventado yo...Autor: Gontzo Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (6 Votos) Índice del Diario: Nepalizando! Na Mas Te!
01: 1 Inicio
02: 2 Madrid - Estambul
03: 3 De Estambul a Kathmandu
04: 4 Kathmandu
05: 5 A Pokhara
06: 6 Trekking I Pokhara/ Uleri
07: 7 Trekking II Uleri - Ghorepani
08: 8 Trekking III Ghorepani - Tatopani
09: 9 Trekking IV Tatopani - Gandruk
10: 10 Trekking V Gandruk - ?
11: 11 trekking VI ? - Pokhara
12: 12 Pokhara - Terai
13: 13 Terai II
14: 14 Terai III
15: 15 Del Terai a Kathmandu
16: 16 Kathmandu - Nagarkoth
17: 17 Nagarkoth - Chang Narayan - Kathmandu
18: 18 Patan
19: 19 Valle de Kathmandu
20: 20 Kathmandu
21: 21 Adios Nepal
22: 22 Conclusiones
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Etapas 13 a 15, total 22
Madrugamos para visitar la selva antes de desayunar. Una niebla fresca lo cubre todo, disminuyendo el intenso calor del páramo, que tiene pinta de golpear fuerte. Cruzamos el rio en una lancha y afrontamos la selva. Primero una breve explicación de que hacer ante el ataque de un animal salvaje que nos deja más confusos de lo que estamos y a la espesura. Pueden aparecer leones, tigres, jabalies y elefantes salvajes y no tengo claro cuando tengo que subirme al arbol, quedarme quieto, echarme al suelo, saltar, brincar o dar vueltas al aire. Mal futuro me espera...
La primera impresión es de absoluta quietud, a cada paso nuestro le acompaña el crujido de las hojas, las ramas rotas pero todo lo demás es un opresor silencio. Lo que al principio era divertido empieza a no serlo, hay muchas sanguijuelas, mosquitos y una sensación de amenaza permanente que nos pisa. La atmósfera nos agobia, parece que nos falta el aire y se nos acaba la tranquilidad en este profundo muro vegetal. Abandonamos con gusto la jungla para internarnos en un mar de hierba alta como nosotros, el calor aprieta y nos subimos a una torre de observación para intentar ver algo sin éxito. Volvemos por fuera de la selva y retornamos al hotel. En el camino disfrutamos viendo como se bañan los elefantes y desayunamos tranquilamente. La mañana se nos va de manera plácida entre holgazanear y dar una vuelta por los alrededores, que no son nada parecido a un pueblo, unos pocos hoteles de la clase del nuestro, unas miseras tienduchas, un templo de la secta Osho y nada más. La tarde nos ofrece un paseo en elefante por la jungla. No podria ser más incomodo, vamos montados en lo que parece una mesa puesta al revés y somos 4 en ella. Dificilmente podria ser más incomodo sin ponerle algo afilado. Nos acompaña una pareja de nepalies, se acaban de conocer y casar y están en plena luna de miel. El paseo no deja de ser parte de los parques temáticos para turistas, los elefantes están más que acostumbrados y la ruta esta más que hollada pero somos afortunados, vemos todo tipo de animales, cocodrilos, monos, pájaros, jabalíes, ciervos y lo que es todo un golpe de suerte. Vemos uno de los animales más sorprendentes y dificiles de ver, un rinoceronte hembra con su cría. Es verdaderamente macizo, masivo, un bloque de hormigón armado con patas que se mueve con lentitud mientras a su alrededor se mueven una docena de elefantes en un coro de flases y voces de excitación. Excitación que nos acompaña cuando nos bajamos del elefante, lo celebramos, abrazamos al elefante y nos volvemos a vegetar tranquilamente al calor de la sabana nepalí. La situación me hace reflexionar también sobre la valentía de los que se atrevieron a explorar esas tierras distantes, llenas de peligros desconocidas y enfermedades sin remedio, sufriendo y padeciendo para hacernos el mundo más pequeño. Etapas 13 a 15, total 22
La mañana nos trae de nuevo una mañana de paseo, hacemos una ruta por el bosque en coche con propósitos ornitólogos. No saben que entre mi escasa vista y mi ignorancia, apenas distingo un murcielago de una paloma. Lo que si logramos ver son muchos ciervos, monos y algun otro animal pero nada tan espectacular como el dia anterior. A la vuelta el coche se nos estropea pero sorprendentemente nos mandan uno de sustitucion para llegar a tiempo a la siguiente actividad, ¡nos vamos a bañar con elefantes!. Nos recogen de camino y nos subimos a su grupa para que nos conduzcan al rio. El elefante va de frente al agua y nosotros vamos vestidos. Creedme, es muy dificil despelotarse encima de un elefante cuya piel es áspera y dura. Quitamos zapatos, camiseta, gorra, gafas, calcetines, bolsos y cámara con cuidado de no caerse de esa altura. Entramos al rio y el elefante nos tira a un agua que corre marrón, que seguro dista mucho de estar limpia pero nos da igual, nos subimos de nuevo y comenzamos a jugar. Nos escupe agua y yo me rio como si fuera tonto, no puedo dejar de reirme con este animal salpicandome de agua turbia, es un momento esplendoroso que recordaré mucho tiempo, no puedo parar de reirme como si me atacaran un millon de cosquillas, yo que no sufro de cosquillas me rio sin parar y sin pudor con las caricias de las duchas continuas que me llueven desde arriba o desde abajo, con las voces de ánimo del guia, con las continuas caidas al agua. Salimos y todavia brillo con luz propia de felicidad, acabo de recorrer una vida completa en un rato de baño con un elefante, todavía me rio y lo recordaré mucho tiempo, dandole un punto de luz a mi existencia. Me abrazo al animal y vuelvo lentamente hacia el hotel, descalzo, mojado, sonriendo, reconciliado con la vida...
Por la tarde deambulamos y nos vamos de paseo en barca por el río. Hay una excursión completa de japoneses y nosotros esperando a pie de agua para subir a unas barcas rústicas, hechas de un tronco vaciado, un remero al mando, 8 o 10 plazas enfiladas que se asientan en pequeños banquitos artesanos para ir rio abajo acompañando la corriente y volver contracorriente, vacías, para recoger a más turistas que esperan en la ribera. Me sitúo en primerísima fila y disfruto poco a poco del lento fluir del rio, de la tranquilidad de la foresta y seguimos viendo pájaros, monos, elefantes, colorados mosquitos, enormes libélulas, cruzan tranquilamente delante nuestro unos búfalos, todo el espectaculo habitual que acompaña a esta fantástica naturaleza. Mojo los dedos en el agua que corre oscura y me dejo llevar hasta que se acaba la excursión en el centro de cuidado de elefantes, donde el atrevido ocaso ilumina el cielo. No me cabe más felicidad en el cuerpo cuando me echo a dormir. Etapas 13 a 15, total 22
Se acaba nuestro ratito de relax en la selva de Nepal y galantemente el hotel nos devuelve al mísero campo cercado que es la estación de autobuses para subirnos al autobus para turistas que se anuncia como con aire acondicionado, aire que consiste en un ventiladorcillo para cada 4 asientos. El nuestro no funciona como era de esperar. Afortunadamente abandonamos pronto los calores del páramo nepalí y avanzamos a través de desfiladeros por los que corren rios furiosos que cabalgan algunos aventureros a los que observamos con envidia hacer rafting.
Seguimos subiendo con paradas aleatorias para que algunos meen a la orilla de la carretera, sorteando innumerables vehiculos averiados, abandonando el amarillo de los campos retornando al verde brillante del arroz aterrazado y reencontrandonos de nuevo con la masificación personificada en la capital del pais, que se aprecia en cuanto pasas el collado que da acceso al valle, arriba donde hay un control militar que provoca un atasco descomunal. Nos bajamos en el cruce que resume todo lo que puede dar de si un cruce, parada de autobuses, mercado y semáforo, y aunque hubieramos quedado allí, no habia nadie esperando. Negociamos con un taxi que nos lleva hasta la casa de Babu que está a la puerta con un abrazo generoso y una sonrisa que hacen que se le perdone todo. En la poca luz diurna que nos queda, salimos de nuevo a dar una vueltita porque ante nosotros se desarrolla otro espectaculo sorprendente, la cosecha del arroz al estilo tradicional, se agrupa la gente del pueblo para recolectar en el prado de un vecino, el propietario de los terrenos se encarga de la comida de los asistentes y éstos aportan su granito de esfuerzo con medios escasos para asegurar el sostenimiento de la comunidad. Andecha, se llamaba aquí en mi pequeño país. La casa está llena de españoles, tanto que algunos se tienen que ir a dormir a casas de la familia de Babu mientras este duerme con toda su familia en el comedor. No se si es falta de organización o incapacidad de decir No. Nosotros ocupamos la habitación de su hija y cenamos en grupo conociendo al resto de españoles que están en casa. Etapas 13 a 15, total 22
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