7 días en Nueva York en Julio del 2013 - Hotel Pod 39 (finalizado) ✏️ Blogs de USA

Antes de nada, y como en el anterior diario dedicado a la Riviera Maya ( www.losviajeros.com/ ...php?b=9571 ), os dejo con un vídeo resumiendo la estancia de 7 días que pasamos en la Gran Manzana y que dura poco más de 4 minutos acompañado de buena música :).



Espero que estos consejos os sean útiles a la hora de moveros por Nueva York de la forma más cómoda.

Primero voy a dar una serie de aplicaciones para smartphone que os serán útiles. En nuestro caso es iPhone, pero supongo que para Android también estarán disponibles.

Skype: nos sirve para llamar tanto a ordenadores, como a otros móviles que tengan Skype instalado, así como a teléfonos fijos y móviles, esto último comprando crédito Skype. Se usa con el wifi perfectamente y cuando compramos crédito skype podemos usarlo desde cualquier parte del mundo para llamar a España y nos olvidamos así de comprar tarjetas telefónicas. Las llamadas entre aparatos que tengan skype son gratuitas. Llamar a móviles sin skype cuesta como algo más de 20 céntimos el minuto, pero llamar a fijos debe de salir como a 2 céntimos, regalado.

NYC Tip: una aplicación que nos permite calcular el porcentaje de propina que tenemos que dejar en los diferentes sitios. Es tan fácil como poner la cantidad que debemos pagar y luego apretar a los diferentes porcentajes que tiene la calculadora (15%, estuvo bien el servicio pero sin ir más allá, 18% quiere decir que el servicio fue bueno y 21% quiere decir que el servicio fue excelente). Nosotros dejábamos siempre el 18%, pero ahí depende de cada uno.

CityMaps2Go: con este programa podemos descargar cualquier mapa del mundo mundial para usarlos offline y encima tira de gps para posicionarnos, lo cual nos evitará llevar el típico mapa de papel encima y sabremos en todo momento donde nos encontramos y hacia donde miramos, algo más que útil. Pero no acaba aquí el tema de esta aplicación, ya que la mayor virtud que tiene es que puedes poner tantos puntos en el mapa como uno desee, así puedes poner dichos puntos en los lugares que quieres visitar con su correspondiente nombre y descripción y así lo tendrás todo a mano para no perderte ni perder tiempo dando vueltas por ahí. De verdad, es la aplicación más útil para cualquier viajero y yo la recomiendo extremadamente.

NYC Subway: otra aplicación muy útil y que nos sirve para poner un destino y ella nos dice que líneas de metro tenemos que coger.

Dicho esto, pasemos a hablar de algunos consejos.

En Nueva York, al igual que en el resto de USA, hay que dejar propina en todos lados, yo creo que menos en el MacDonals en todos los sitios te la piden o tienen un bote con la palabra Tip. Las propinas son del 15%, 18% y 21%. Nosotros siempre dejábamos del 18% y las podéis calcular con la aplicación que os dejo arriba para que nos os arméis lío. Estos porcentajes son a sumar a la cantidad total a pagar, por ejemplo, si algo nos cuesta 20$ pues deberíamos pagar al final con una propina del 18% 24$. En barras de bar o sitios que vende porciones de pizza y demás lo que se suele hacer es dejar 1$.

Otra cosa a tener muy en cuenta, es que en muchos sitios los precios que ponen no tienen incluidas las tasas (lo que para nosotros sería el IVA). Esto no es sólo en restaurantes, sino también en supermercados y te puedes encontrar que coges unos chicles que marcan tal precio y cuando vas a pagar son más caros por el tema de las tasas, así que avisados quedáis :).

El metro es inmenso y con una cantidad de líneas brutal. No os preocupéis, si no queréis usar la aplicación que os he recomendado es tan fácil como saber si quieres ir hacia la parte alta de la ciudad (uptown) o hacia la parte baja (downtown) otros indican hacia Brooklyn y en Brooklyn, por ejemplo, indican hacia Manhattan, así de fácil. Escoger vuestro destino y línea y para montar en el tren mirad si va hacia arriba o hacia abajo o hacia Brooklyn o Manhattan. Todo depende de donde se encuentra vuestro destino final.

Para moverse en transporte, lo mejor es comprar una Metrocard, cuesta 31$ y se tiene que sacar una por persona porque si intentáis pasar dos personas con la misma tarjeta al pasarla por el torno esta queda invalidada 30 minutos o más y lógicamente no vais a estar esperando uno por el otro, jeje. La tarjeta se puede sacar en las máquinas que hay en las estaciones de metro (permiten la opción de castellano) o en las taquillas, creo que también la deben de vender en Kioscos. La hay de días, de una semana y para todo el mes. La de 31$ es para toda la semana. Se activa cuando la pasamos la primera vez y de ahí empieza a contar la semana.con ella puedes montar las veces que quieras de forma ilimitada tanto en metro como en bus. Nosotros sólo la usamos para el metro. Tened en cuenta que cada viaje en metro cuesta como 2,5$ así que trae a cuenta sacarla si te vas a desplazar mucho y en Nueva York las distancias son brutales.

Como último consejo, no tengáis miedo a salir y moveros por todo Nueva York y su metro. La ciudad es muy segura, más que nuestras ciudades, de verdad. Eso sí, tomad las precauciones que se deben de tomar en cualquier viaje en cuanto a nuestras cosas y demás para no sufrir robos ni nada por el estilo. Pero la ciudad es muy segura y os podéis mover por todos sus barrios sin problemas, nadie os va a decir nada, pero esto ya lo iremos viendo en las sucesivas etapas.

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El avión de American Airlines nos salía pronto del aeropuerto de Cancún, creo que a las 9 de la mañana, con lo cual vinieron a buscarnos al hotel tempranísimo. Tuvimos que madrugar mucho y desayunar lo poco que había puesto en la barra del bar del lobby del hotel.

Llegados al aeropuerto de Cancún acompañados de otra pareja de andaluces que estaban alojados en nuestro hotel y que casualmente iban también a alojarse en el Pod 39, pasamos todos los controles sin problemas y el avión nos sale puntualmente. Por volar a USA y no a España quedamos exentos de abonar la tasa de salida de Cancún que todos españoles debemos pagar en el aeropuerto ( 25€ por persona). En el avión nos hacen rellenar un papel exactamente igual al que nos hicieron rellenar cuando íbamos para México. Creo que el vuelo marcaba como 3 o 4 horas a Nueva York y llegamos al JFK casi como una hora antes, perfecto :).

Nos queda pasar el terrible control de los aeropuertos americanos. Un hombre de color con cara de pocos amigos metido en una cabina nos hace una foto y nos toma las huellas dactilares de los 10 dedos, sí, he dicho bien, de los 10 dedos. Te mira el pasaporte y te lo cuña y a nosotros no nos preguntó nada (se supone que te pueden hacer preguntas del tipo de dónde vienes, a qué vas al país, en qué trabajas, etc.). Al tipo este, además del pasaporte tienes que darle el papel de aduana y nosotros le dimos el ESTA, pero pasó del mismo, se ve que tiene los datos metidos en el ordenador y ya les vale, aunque nunca está demás llevarlo con vosotros y entregarlo por si las moscas. Para aquellos que no lo sepan, el ESTA es un papel que puedes rellenar por internet de forma individual (uno por persona) y que cuesta unos 14$. El papel en sí vale para hacerte preguntas subnormales del tipo si llevas armas, tienes antecedentes, etc. Te dicen si te lo aprueban al instante o como mucho en dos días y es imprescindible para entrar en el país. Tiene validez de dos años y aún así, la última palabra de si entras o no en suelo yankee la tiene el funcionario de turno que te puede dar marcha atrás, esto último lo trae bien reflejado en el papel. Se puede rellenar en castellano, así que no hay problema para los que no dominen el inglés.

El tío de la huellas y la foto, en teoría te puede mandar apartarte a un cuarto a que deshagas la maleta que lleves contigo a la vez que te hacen preguntas si te ve sospechoso, a nosotros no nos pasó, pero hay experiencias en este foro que lo relatan.

De ahí ya pasas a por las maletas y para la calle. El tema de las maletas es el siguiente. Como la lleves cerrada con candado te lo pueden reventar para abrírtela. Luego de jodértela te deja un papelito dentro diciendo que te la han abierto por seguridad, menuda gracia. A nosotros no nos las abrieron y eso que las llevábamos sin candado y sin precintar, es decir, a pelo tal cual, pero por lo visto abren 4 de cada 10, así que las posibilidades de que te toque son muy altas.

Ya a la salida del aeropuerto nos estaba esperando el chico de Travelplan para llevarnos en su monovolumen al hotel mientras nos explicaba cosas a tener en cuenta de la ciudad y alguna excursión, todo muy por encima, la verdad.

Llegados al hotel sobre las 15h o algo más, hacemos el check-in con una recepcionista muy maja española y para la habitación. A partir de ahí, ya no volvimos a ver a la pareja andaluza aunque había más españoles alojados en el hotel y trabajando en él. El hotel era grande, con 17 plantas y al no tener desayuno supongo que eso hizo que no coincidiéramos más con la otra pareja, así que no sabemos que tal les fue.

El Pod 39, como su número indica, está en la calle 39 que a su vez une las avenidas 3ª y 4ª, que en realidad no se llama 4ª, sino Lexington Avenue. Está muy cerca del edificio Chrysler y de la estación Grand Central, no más de 5 minutos de ambas y a menos de 10 minutos de Times Square. Las habitaciones son muy pequeñas pero tienen todo lo necesario: ducha con champús y demás repuestos todos los días, caja fuerte, tv pantalla plana, aire acondicionado y calefacción y Wifi gratuito a gran velocidad. Además, cuenta con un bareto terraza en la planta 17 con vistas a los grandes rascacielos de Manhattan que dan un toque la bar muy de serie de tv americana, todo un acierto sin duda y con un ambiente brutal en el que no sólo encontrabas gente del hotel, sino que había muchísima gente de la calle que se reunía allí después de trabajar, rollete local de moda en Manhattan. Por todo ello, a pesar de lo reducidas que son las habitaciones, lo recomendamos 100%, tanto su situación estratégica como por su extremada limpieza.


Después de instalarnos en la habitación nos dispusimos a salir a comer sobre las cuatro de la tarde, había ya mucha hambre. Cómo nuestra primera visita iba ser al edificio de la ONU según nuestro planning, nos dispusimos a bajar en dirección a la tercera avenida y encontramos un restaurante McDonalds en el que poder comer antes de empezar la caminata de la tarde.


Tras comer guiamos nuestros pasos hacia el edificio de la ONU el cual sólo visitamos por su exterior y la verdad no se pierde mucho. Por dentro no se que tal será ni si se puede visitar. Supongo que habrá visitas aunque sea de forma concertada o en determinadas épocas del año.


La siguiente parada subir por Lexington, ver el Chrysler e ir hacia Grand Central para sacarnos la Metrocard ilimitada para toda la semana. Esto nos serviría para explorar ligeramente Lexington y ver que garitos teníamos allí para desayunar todos los días antes de comenzar las caminatas. Como ya dije en la primera etapa, es muy importante llevarlo todo planeado al milímetro si se quiere aprovechar bien el tiempo y no marearse por la ciudad.


Un consejo que puede venir bien para moverse por Manhattan es que casi toda la isla es un cuadrícula en las que las calles van en horizontal y sumando de sur a norte y las avenidas van en vertical sumando de este a oeste. Es muy difícil perderse porque además hay en cada cruce el nombre de la calle y la avenida correspondiente en las míticas señales que ponen los americanos donde los semáforos.


Retomando la narración, visitamos Grand Central por dentro que es una pasada y nos dispusimos a sacar las metrocard en taquilla pero ya estaba cerrado y tuvimos que hacerlo en la máquina que puedes poner en español. 31$ cada una y ya tienes para montar todas las veces que quieras en metro y bus durante una semana. Recordad, cada viaje en metro vale 2,5$, así que a poco que viajéis en este transporte sale a cuanta sacarla.



Siguiente parada, volver a las 3ª avenida y subir por ella hasta la famosa hamburguesería P. J. Clarks, en la 3ª con la cincuenta y algo, donde teníamos pensado cenar y acabamos cenando pese a la cola de gente que había. A pesar de ello, nos decidimos a entrar y preguntar y bingo!, conseguimos mesa para dos al instante y nos comimos una par de hamburguesas potentes, eso sí, al precio de 47$ con la propina incluida que ya te metían en el precio final así que no puedes escaquearte de dejarla. Para pedir las hamburguesas sufrimos un poco y la señora mayor que nos atendió tuvo mucha paciencia con nosotros cuando llegamos a la parte de como queríamos la hamburguesa de cocinada, no nos acababamos de entender, jeje. Que sepáis que, al igual de aquí, hay tres niveles de cocinado: poco hecho (rare), medio hecho (medium cook) y bien hecho (well done).



Para acabar el día, bajamos hasta el hotel por Lexington para ver el Chrysler de noche que debíamos descansar tras llevar despiertos desde las 5 de la mañana.

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Nos empezamos a meter en los bioritmos de la Gran Manzana despertando temprano para ducharnos y desayunar para así comenzar la pateada del día.

Salimos y seguimos calle arriba por la 39 cruzando Lexington Avenue y nada más cruzar a mano derecha esta una preciosa tienda de cookies y cafés subiendo unas escaleras que no nos acordamos del nombre. Allí desayunamos unas cookies con café para ella y para mí un zumo. Recomendada su visita aunque no es barata la tienda precisamente.


Después de recuperar fuerzas caminamos hacia Times Square para verlo de día pero con un objetivo, pillar unas entradas para el musical de Spiderman en Broadway. En la taquilla del teatro Foxwoods que es donde interpretan el musical íbamos a canjear unos descuentos para las entradas pero al final no nos valieron y además en la propia taquilla nos vendían las entradas más baratas que con el descuento, suena raro pero era así. Los asientos más baratos ya estaban agotados desde hace dos semanas como nos indicaron así que procedimos a sacar la siguientes entradas más baratas que fueron de 79$ por persona arriba del todo. Las sacamos para el día siguiente, martes a las 19:30h.



Después de sacar la entradas estuvimos investigando Times Square y sus tiendas. Como era temprano todavía no había mucha gente y estaban rodando una película, aunque no te dejaban pararte a ver el rodaje. Tras sacar unas fotos visitamos la increíble tienda de Toys R Us que tiene varios pisos y en el medio una enorme noria en la que los peques pueden montar, es flipante ver una juguetería de esa tamaño, hasta tiene un salón recreativo dentro.


También fuimos a ver la tienda de Lacasitos que tiene tres potentes pisos y un Lacasito gigante a la entrada en plan Tony Manero, jeje. La gente se volvía loca comprando Lacasitos de todos los colores y merchandising vario de la marca.


De ahí, a Bryant Park a ver la biblioteca pública que es una auténtica pasada y donde se rodaron las escenas primeras de la película Cazafantasmas. Desde Bryant Park puedes ver y sacar una bonita foto de los edificios American Radiator y Empire State juntos. Dentro de la biblioteca se pueden ver sus magníficas cúpulas con frescos y las espectaculares salas de estudio en las que no se puede sacar fotos, aunque si eres un poco hábil igual cae alguna, jeje. Cuando salimos de la biblioteca nos empezó a llover un poco pero duró no más de media hora y ya no nos volvería a llover en toda la semana hasta el último día antes de marchar para el aeropuerto. En la biblioteca tenéis wifi gratis.




Esperamos un poco a que amainase el tiempo y nos dispusimos a subir por la 5ª avenida mirando algunas de sus tiendas como la de ropa Urban Outfitters o la tienda oficial de la NBA ya muy cerca de Rockefeller Center. Ya en el Rockefeller vimos donde ponen la pista de patinaje y la tienda oficial de Nintendo (uno que es friki, jeje) así como la de Lego que no vale para mucho. También estuvimos en el Sony Plaza, no vale para nada y de ahí nos fuimos a comer a un restaurante vegetariano llamado Ontarian en la 56 con la 8ª, cerca de Columbus Circle. Es una especie de McDonalds pero en vegetariano y hasta puedes recargar gratis la bebida lo cual viene muy bien para reponer líquidos para caminar :). El sitio recomendado al 100%, las hamburguesas están riquísimas.



Después de comer y recargar nuestro refresco para ir con el por la calle al más puro estilo newyorkino subimos a Columbus Circle, visitamos su centro comercial para ir a los baños futuristas que tienen (hay pantallas integradas en los espejos, alucinante) y de ahí seguimos caminando hacia arriba por Broadway hasta el Upper West Side, uno de los barrios más pijos de Nueva York y al lado del cual se extiende junto al río el parque River Side que, sinceramente, no vale para nada pero si es cierto que es de lo poco verde que tienen los newyorkinos entre tanto hormigón. De camino al Upper West Side nos topamos con el famoso Gray's Papaya aunque no llegamos a entrar.






De aquí cogimos el metro hacia Columbus Circle, habíamos caminado ya unos cuantos kilómetros y estábamos cansados. El día, pese a no haber llovido más, estaba oscuro y eso hizo que nos estropeara las vistas desde el Top of the Rock, pero eso ya lo contaré luego.


Desde Columbus Circle recorrimos toda la parte baja de Central Park hasta nuevamente la 5ª Avenida para ver mítica Apple Store. Metida dentro de un cubo de cristal y que es uno de los sitios más fotografiados de Manhattan. Había hasta cola para entrar, algo flipante. Al lado de la Apple Store esta la famosísima juguetería F.A.O Schwarz con varios pisos y arriba de, todo podéis ver el famosos piano gigante que sale en la película Big! Big! Big! Con Tom Hanks de protagonista y cuyo piano es tocado por el en dicha película. El piano en versión mini para llevar a casa se puede adquirir en la tienda aunque no se cuanto te pedían por el.



Ya era tarde y el día no mejoraba, el plan pasaba por subir al Top of the Rock para ver Manhattan desde arriba de día y luego ver el atardecer para verlo de noche, pero, el tiempo nos traiciono y la niebla a esas alturas se nos echo encima con un frío brutal. Es raro, pero la niebla sólo se notaba a esa altura una vez abajo no había niebla ni frío. Antes pasamos por la mítica joyería Tiffany & Co para hacer la foto de honor.


Para entrar al Top of the Rock y que no os perdáis como nosotros para encontrar la taquilla mejor que vayáis por un lateral del Rockefeller Center, concretamente por donde está el mítico Radio City, allí mismo esta la entrada a la taquilla. Creo que pagamos 25$ por persona y tienes que pasar unos controles como si fuera el aeropuerto.


Una vez arriba tienes baños y asientos y la ventaja que tiene con respecto al Empire State es que ves todo Central Park y además puedes sacar foto del susodicho Empire. La otra gran ventaja es que arriba del todo no tienes ninguna verja ni nada por el estilo que te estropee las fotos y las vistas, jeje. Con conclusión, si tenéis pensado visitar éste o el Empire, mejor hacerlo un día despejado y seguro que flipáis en colorines :).




Bajamos del Top of the Rock ya de noche y nos fuimos a comprar algo para cenar en hotel, yo un par de trozos de pizza que te venden junto a un refresco por 3$ en todas partes por Manhattan y que llenan que no veas, se me hacía cuesta arriba acabar con el segundo trozo. La forma de pedir tal invento es decir la siguiente frase : two slices to go. Si es para tomar en el local que por lo general no tiene ni baño ni para sentarse se dice to stay.


Acabamos el día reventados pero maravillados de todo lo que habíamos vistos en nuestro primer día completo en la gran urbe. Por que si algo tiene Nueva York es que es clavada a las películas con lugares frikis a más no poder y que hemos vistos en cientos de películas y series y que mola verlos en directo :).

Al día siguiente nos esperaría un día brutal en lo que a caminar se refiere y nos adentraríamos en los bajos fondos newyorkinos, pero eso, ya es otra historia y lo dejo para el siguiente capítulo.

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