Aunque estábamos agotados del día anterior, salimos temprano de Le Havre, con la sensación de que era una ciudad muy industrial, hacia Étretat, para visitar sus famosos acantilados y el Falaise d'Aval. Cuando llegamos, era aún muy temprano, casi no había nadie, y pudimos aparcar gratis a un lado de la carretera (también hay un parking de pago que empezó a llenarse cuando nos fuimos). El lugar es impresionante, con unas vistas increíbles tanto de la costa como del pueblo (es un lugar con mucho encanto).
Sin mas tardanza, partimos hacia Rouen, donde pasamos todo lo que quedaba de mañana. Obtuvimos un plano de la ciudad en la oficina de turismo, y tras visitar la catedral de Notre Dame (parcialmente destruida durante la 2º Guerra Mundial), caminamos por la rue du Gros Horloge, donde vimos el famoso reloj de la ciudad.
Aprovechamos los puestos callejeros para comprarnos unos bocatas para el camino. Llegamos a la animada place du Vieux Marché y retrocedemos hacia la catedral por la rue Rollon para ver el Palacio de Justicia.
Salimos de Rouen hacia Amiens; no nos cansamos de los paisajes que vemos (razón principal para evitar los peajes).
Exceptuando su catedral, Amiens no tiene nada especial para visitar, pero es un lugar muy tranquilo para pasear, y merece la pena una visita si queda de paso.
La catedral de Amiens, la más alta de Francia (42 metros) y construida para guardar la cabeza de san Juan Bautista, se salvo milagrosamente de las dos guerras mundiales. El pavimento de la zona central de la catedral describe un laberinto, que los creyentes tenían que recorrer de rodillas para hacer penitencia.
Callejeamos un poco por la ciudad y descubrimos que esta atravesada por canales.
Cerca de la catedral hay una pastelería que tiene una réplica de la misma de chocolate; aprovechamos para comprar los famosos maccarons.
Nuestro destino final ese día era París, así que decidimos no demorarnos mucho más y salir hacia la capital francesa. Durante la ruta, nos encontramos por casualidad con el castillo de Chantilly, así que paramos para descansar y dar una vuelta por la zona.
Pasamos cerca del aeropuerto Charles de Gaulle. Estábamos llegando a París.
Elegimos el Ibis Budget Porte de Bagnolet fundamentalmente porque disponía de parking propio (de pago: 16 €/día) y porque aunque estaba a las afueras de París, tenía línea de metro a 5 minutos (línea 3). Nos alojamos en una habitación cuádruple sin el desayuno (75 €/día).
Para encontrar este hotel es indispensable el GPS. Hay dos Ibis juntos, para acceder al Ibis Budget se puede acceder por unas escaleras algo angostas y para nada aconsejables de noche, o a través de la recepción del Ibis vecino (el del logo rojo), comunicados por ascensor. El parking del hotel esta en la trasera del mismo, se accede por la Avenue Gambeta. La máquina para pagar y el acceso peatonal al parking se encuentran en el Ibis "rojo" (aunque preguntamos en ambas recepciones, nadie sabia nada del parking , hasta que uno recordó que disponían del plano de acceso; los recepcionistas no destacaron por su amabilidad precisamente).
Una vez instalados en nuestra habitación, salimos a dar una vuelta por el centro comercial que comunica directamente con los hoteles. Eran las 9 de la noche y para nuestra sorpresa, el Auchan aún estaba abierto así que nos hicimos con provisiones para el desayuno del día siguiente. Entramos al Mc Donald minutos antes de que cerraran sus puertas y no dejaran pasar a nadie mas (no eran ni las diez de la noche).
Volvimos al hotel para descansar. Nos esperaba un día muy largo.
Solo teníamos un día para visitar la capital, así que había que estructurar lo mejor posible el día para ver lo más destacado de París (ya habíamos estado antes, así que teníamos una idea). Los tickets de metro los compramos en las máquinas que permiten seleccionar el idioma (unos 30 billetes por 40€).
Cogimos el metro muy temprano hacia nuestra primera parada: Notre Dame. La catedral está celebrando su 850 aniversario, por ello, tienen montada en la plaza una plataforma desde la que se obtienen buenas fotos del edificio. Al ser tan temprano, no tuvimos que hacer colas para entrar.
Acabada la visita, dimos un pequeño paseo por la orilla del Sena, para luego dirigirnos a la Sainte Chapelle. La cola para entrar estaba provocada por el control de seguridad; cuando lo pasamos, la compra de las entradas es casi instantánea (este fue el único lugar de Francia donde nos pidieron el DNI para comprobar que mi hermano y yo éramos menores de 26). Un lateral de las cristaleras esta oculto porque están los están restaurando; aún así es un edificio precioso.
A la salida caminamos hacia la parada de metro Châtelet, atravesando el Pont au Change desde el que tenemos una bonita vista de la Conciergerie y del Sena..y al fondo vemos por primera vez la Torre Eiffel!!! . ..Precisamente, sería nuestro siguiente destino.
Habíamos conseguido entradas por Internet sólo 15 días antes, para subir a las 12:30 h. Es completamente recomendable (y necesario) pillar las entradas on-line, porque las colas son inmensas. Son muy rigurosos con el horario que has conseguido: aunque nos acercamos a la cola 15 minutos antes de nuestra hora, nos comentaron que hasta las y media no podríamos entrar. El acceso es inmediato: en menos de 10 minutos estábamos en la 2º planta. Aquí sí que hay que hacer cola (30-40 minutos más o menos) para acceder a la tercera planta.
Aunque el día estaba algo nublado, las vistas desde la torre son increíbles.
Hora de almorzar. Nos dirigimos en metro hacia los jardines de Luxemburgo y comimos unos bocatas que compramos en un Subway cercano. Dimos un paseo por el parque hasta el palacio de María de Médicis.
No había tiempo que perder, así que tras el descanso, nos toca coger el metro de nuevo hasta Montmartre. De los pocos lugares que visitamos en París, fue este el que más sensación de inseguridad nos transmitió: había policía hasta en la parada de metro.
El cansancio a esa hora era importante, así que decidimos ahorrarnos la subida y coger el funicular solo de ida.
Terminada la visita al Sacre Coeur, paseamos por sus calles: hay un poco de “acoso” por parte de los pintores, que te persiguen para hacerte retratos o caricaturas. Bastante gente pero muy buen ambiente.
Salimos ahora hacia el Arco de Triunfo. Nos sorprendió (gratamente) que hubiera gente paseando por los Campos Elíseos a pesar de ser mas de las siete y media. Se nota que estamos en París.
Con la poca energía que nos queda a esa hora, paseamos tranquilamente por la avenida, en dirección a la plaza de la Concordia.
Atravesamos los jardines de las Tullerías casi de noche para llegar hasta el museo del Louvre.
Desde ahí se veía la Torre Eiffel, por lo que decidimos sentarnos a esperar que empezara a parpadear.
Aunque ya lo percibimos el día anterior, la zona del hotel da un poco de “respeto” a esas horas de la noche (aunque no tuvimos ningún problema). Caímos rendidos en la cama: el día había sido agotador, así que decidimos levantarnos un poco más tarde al día siguiente.
Como por la mañana no nos apetecía nada estar preparando sandwichs, bajamos a recepción para pagar el desayuno de ese día; gran error. El comedor estaba a rebosar (parecía un viaje de fin de curso por la cantidad de jóvenes) no había dónde sentarse (tuvimos que ir “robando” sillas) y la comida se acababa enseguida (conseguimos croissants casi cuando terminamos de comer) y los encargados tardaban muchísimo en volver a reponerla. Decepcionante. No somos exigentes, pero creo que la comida ha de ser proporcional a los huéspedes que alojan. El peor desayuno del viaje con diferencia.
Pagamos el parking del coche, y salimos de París en dirección a Auxerre (de nuevo, gracias al GPS! ). Nos encontramos por casualidad con le Château de Fontainebleau.
Llegamos por fin a Auxerre. Es un sitio con encanto, pero nada turístico, y con muy poca actividad a pesar de ser mediodía. Paseamos por sus calles y visitamos su catedral (Cathédrale Saint-Étienned'Auxerre)
Aprovechamos las estupendas vistas de La Charité-sur-Loire para parar y descansar. Los últimos días nos los tomamos con más calma porque ya hemos cumplido con los principales objetivos del viaje.
Llegamos a Nevers y aparcamos cerca de su catedral. En la oficina de turismo nos dejan un callejero con una breve descripción de los edificios y monumentos más importantes de la localidad.
Empezamos visitando la catedral Saint-Cyr et Sainte Julitte; destacan sus coloridas vidrieras, que sustituyeron a las originales que fueron destruidas en los bombardeos de 1944.
Cerca de la catedral nos encontramos con el palacio Ducal, antiguo castillo de los Duques de Nevers, construido en el siglo XV (está considerado el más antiguo del Loira). En un lateral del mismo está la oficina de turismo.
Sin duda, el lugar más visitado de Nevers es el santuario de Santa Bernardette (la niña a la que se le apareció la virgen de Lourdes); se ha convertido en un lugar de peregrinaje muy importante para los creyentes. Tras todas las apariciones, ingresó en una congregación de Nevers hasta su fallecimiento. La entrada es gratuita, y su cuerpo se encuentra en una urna en la capilla del recinto. Al lado, hay un pequeño museo con fotos y algunos objetos de la santa, e incluso una réplica del lugar en el que se le apareció en Lourdes.
Acabada la visita a Nevers, nos dirigimos a nuestro hotel B&B en Moulins. Estancia y desayuno perfectos.
Tengo una debilidad, los diarios de Francia me encantan! Gracias por compartirlo así uno se da cuenta de la de sitios que nos quedan aun por descubrir.....
Hola jimena53! Gracias por tu comentario, los paisajes en Auvernia son espectaculares.
Exactamente no sabría decirte qué carretera cogimos porque nos guiamos por el GPS, lo que si recuerdo es que la zona no estaba muy bien señalizada. Al llegar a Puy de Dôme, tienes que dejar el coche en el parking que tienen habilitado en la base y comprar las entradas en el mostrador o en unas máquinas que hay justo al lado. Si no recuerdo mal, para coger el tren cremallera había que subir a la planta superior del edificio.
Nosotros fuimos en agosto y en la cima hacía muchísimo frío, así que aconsejaría llevar abrigo. Mucha suerte con tu viaje!!!
6 Días en la Provenza: Luces y Sombras6 días (5 noches) recorriendo la Provenza en la segunda quincena del mes de septiembre...⭐ Puntos 5.00 (3 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 490
Buenas!!! La idea, contando claramente con el gasto en peajs y gasolina, no es quedarme en los destinos en los que dormiremos. Por ejemplo, cuado durmamos en Rennes veremos Saint Malo, Mont Sant Michel y Combourg, cuando vayamos a Bayeux veremos las playas del desembarco o cuando estemos en Burdeos podríamos visitar St Emilion o Arcachon.
Sé que es bastante ambiciosa la ruta, no sé si un poco de más, y por eso pregunto a los expertos.
Podría quitar algo que no valga la pena o me estoy dejando algo que merece la pena ver?
Si quieres ir a Pamplona por algún motivo, pues perfecto, sino podrías dormir por el País Vasco, sin ser incluso eso imprescindible... Ten en cuenta que al final, vas a entrar en Francia por Irún...
Por ej. Yo creo que hice eso, parando a comer en Asturias (o Cantabria? no me acuerdo XD, como ya eran sitios que había visitado, fue eso, solo parar a comer). Creo que me dio tiempo a un paseo breve por Bilbao y otro breve por San Sebastián, y dormí pasado San Sebastián... Pero a toro pasado, igual hubiera continuado y dormir ya en Francia
Los consejos solo te refieres a la parte de... Leer más ...
Yo sinceramente creo que no tiene sentido dar la vuelta por París, Lyon, Marsella y Toulouse. Todo eso merece un par de viajes.
Concentrate en la costa atlantica. Tampoco son tantos días, cuento 12 y vas desde Coruña.
Buenas! Tomo nota a todas las sugerencias, y creo que tenéis toda la razón. Nos centraremos en Burdeos, Rennes (con visitas a Saint Malo y MSM), Bayeux (con visitas a playas de Desembarco, Honfleur y Etretat) y París. Menos sitios y más profundidad.
Muchas gracias por abrirme los ojos y un saludo
javiky13 Dr. Livingstone 27-02-2012 Mensajes: 6744
No creo que en un día, de pocas horas de luz, puedes ver todo eso que dices de Bretaña....por poder si, puedes, llegas y te vas. Si es el plan general, yo creo que vas a conocer bien autopistas, pero no vas a tener mucho tiempo para visitar los destinos