Mykonos, Santorini y Atenas ✏️ Blogs de Grecia

Después de mucho pensar el destino de las vacaciones para 2013 se nos antojó islas griegas. Primero optamos por crucero, pero la verdad que como sólo queríamos islas griegas tan solo encontramos uno de Costa Cruceros que tocaba este destino, porque todos combinaban algún punto de Turquía e Italia. Como somos un poco inquietos y nos gusta visitar, patear... pero después de un año de mucho trabajo también DESCANSAR!, nos dimos cuenta de que un crucero no era la mejor opción porque nos teníamos que adaptar a demasiados horarios. Aunque algún día lo haré, no me quedaré con las ganas de experimentarlo!

Siempre he organizado mis viajes por eso de ir a mi aire, ver y hacer lo que realmente nos apetece, sin adaptarnos a horarios... pero este año me pudo el cansancio y al final acudí a una agencia especializada. Me salió mal la jugada porque mi intención era que me hicieran todo sin tener que dedicar tiempo más que el ir a por la documentación, y al final encontré problemas que nunca tuve al organizarlo yo misma. Pero eso ya es otro cantar que os contaré en su correspondiente etapa

Era la primera vez que viajábamos a Grecia y decidimos dedicarlo a Mykonos, Santorini y cómo no, visitar Atenas. Entramos por Mykonos vía Atenas y salimos por Atenas en vuelo directo a Madrid. Viajamos con Aegean, nunca había volado con ellos y la verdad un 10.
Si viajáis en verano aconsejo , sobre todo a la ida, que saquéis la tarjeta de embarque con tiempo por Internet porque son vuelos que van full y así tenéis vuestra plaza asegurada ante posibles over booking.

Altamente recomendable, como no podía ser de otra forma, la Lonely Planet de Islas Griegas. Si tenéis ocasión haceros con ella, no específica de las Cícladas por lo que la inversión es a futuro por si decidís volver algún día y visitar otras islas.

Nosotros hicimos 3 días Mykonos, 3 Santorini y 2 Atenas. En mi opinión y pasado el tiempo yo me habría quedado al menos un día más en cada isla porque merece la pena.
Si tenéis opción de comenzar por la capital, muchísimo mejor ya que Atenas fue algo decepcionante para nuestro gusto, mejoró mucho con Santorini y culminó con Mykonos, que fue lo más bonito y con más encanto que hemos vimos en este viaje. Con ello no digo que Atenas no merezca la pena, por supuesto que sí, pero lo cierto es que después de las vistas de Santorini y lo tradicional de Mykonos, quizá Atenas se quedó corta para las expectativas que teníamos.
Si comenzáis por Atenas, la única recomendación que os hago es: Si coméis algo típico del país y no os gusta, no dejéis de probarlo en otro sitio . Esto es muy muy importante. En Atenas comimos fatal, sólo un sitio de los que fuimos es recomendable (os lo explico en su etapa). Platos típicos que os recomiendo: moussaka, ensalada griega (un clásico imprescindible), buñuelos de tomate, tsasiki (crema de yogur con pepino y ajo), saganaki (queso feta frito), kalamari, pulpo a la brasa, albóndigas con tomate, carne picada envuelta en hojas de parra,... Y mil cosas buenas que se me olvidarán por el camino. Los griegos son pachorros, atienden lento y no se estresan, así que si váis con prisa y no queréis perder mucho tiempo en comer lo mejor es comer un gyros (brochetas de pollo o cerdo) con pan pita, o souvlaki (tipo kebab pero mucho menos especiado), esto es super barato, los encuentras por 2 eur y hay un montón. La cerveza local es Mythos o Alfa pero de 500ml!!!! En las islas lo encontraréis por 2,5-3 eur pero en Atenas rondan los 5.
También es típico el frappé (un tipo de café frío, si lo probáis pedidlo con azúcar y leche porque ellos suelen tomarlo solo y está francamente fuerte). Y de postre, no dejéis de probar el yogourth griego con miel, o la baklava (pastelito súuuuuuuper pero súuuuper dulce de hojaldre con miel y frutos secos) que es un clásico, es tan dulce que con una vez que la pruebes es suficiente... Qué recuerdos!! La comida fue fantástica, no echaréis en falta nada... Carnes, verduras, pescados o postres son una maravilla.

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Salimos de Madrid a Atenas sobre las 12.00 de la mañana, el vuelo es de unas tres horas. Iba lleno, muchísima gente! Cuando llegamos a Atenas tuvimos que esperar una hora hasta coger el vuelo a Mykonos, pero la verdad que el aeropuerto está bastante bien. Tienen variedad de restaurantes para comer algo, y no es caro en comparación con Barajas.

Llegamos a Mykonos a eso de las 18.30 de la tarde. Como os comentaba este año no me apetecía mucho complicarme preparando el viaje, y la verdad que metí la pata. Se supone que contraté el viaje con una agencia especializada para ir con "todo hecho" y nada más llegar nos encontramos con que el transferista no nos estaba esperando... pasaron 20 minutos, 30, 40, hasta que decidí llamar a España para ver qué sucedía, y para mi sorpresa no tenían prevista nuestra llegada! Yo ya estaba temblando con el resto del viaje. Realmente no era complicado, sólo teníamos vuelos+ hoteles+ transfers+ billete de ferry Mykonos-Santorini.

Finalmente nos vinieros a buscar después de estar casi una hora esperando. Entre tanto pude comprobar que, aunque había muchísima cola para coger taxi al salir del aeropuerto, toda la gente que estaba haciendo cola se fue antes que nosotros, y el aeropuerto del centro está bastante cerca, con lo que calculo que un taxi no puede costar más de unos 15 euros.

Nos llevaron al hotel Zannis que era el que teníamos reservado desde el mes de abril y después de llevarnos hasta el hotel , nos invitaron a sentarnos a bebidas pero sin darnos las llaves. Sólo con esto ya sabía que algo iba mal. Me pusieron con el corresponsal y me dijeron que no teníamos reservado hotel!!! Que nos buscaban (casi a modo de favor) otro para pasar las tres noches que teníamos en Mykonos.

Bueno, al mal tiempo buena cara, estábamos de vacaciones! Por supuesto llamé a la agencia par comentarles, me pidieron mil disculpas, pero me tuve que comer el cambio de hotel, que me dijeron que estaba a 500 metros de distancia y enrealidad eran 2Km. Conclusión: si lo puedes hacer tú mejor.

He de decir que el hotel Zannis (lo que pudimos ver) estaba estupendo, muy cerca de Mykonos pueblo, se podía ir perfectamebte andando, y el personal fue encantador con nosotros. A pesar de "no ser clientes", nos atendieron muy bien, nos ayudaron a llevar las maletas, gestionaron el problema para solucionarlo. Por situación, atención y lo que pude ver de zonas comunes es una muy buena opción para alojarse en Mykonos.
Nos "reubicaron" en el Hotel Petinaros. yo ya iba un poco mustia con la entrada que tuvimos en tierra griega, pero mi chico iba muchísimo más animado y la verdad que al llegar al Petinaros me alegró el resto del viaje.

Bien es cierto que no está a un paso de Mykonos pueblo, pero nosotros íbamos con la idea de coger moto, y te plantabas en el pueblo en minuto y medio. El hotel está genial. Son bungalows como ctípicas casitas griegas, encaladas y con los detalles en azul celeste, una piscina pequeña pero preciosa, y un personal encantador. Como casi todos los negocios en Grecia, o al menos lo que visitamos, familiar, pero con un trato exquisito. Nuestra intención era alquilar una moto, lo comentamos en recepción y al día siguiente a las 11.00 de la mañana ya estaba en nuestras manos. Nos costó 2 días 50 €. Tuvimos la suerte de que estaba nueva y tiraba bien, pero en algunos sitios vimos gente que iba en moto o quad y tenía que bajarse uno de los dos para subir las cuestas en las carreteras. Cogedla con un poco de potencia, o incluso probadla por si tenéis que cambiarla antes de llevárosla.

En Mykonos os recomiendo que vayáis a comer al Oregano, quizá no sea el sitio más tradicional en cuanto a decoración, pero os aseguro que es de las mejores comidas, siempre está lleno y es de cocina griega. No os perdáis la ensalada griega y grilled kalamari, brutal. Está un poco escondido, de hecho hay que salir de Mykonos pueblo dirección playa Tourlos, subiréis unas cuestas pronunciadas y dejaréis atrás una gasolinera Shell para llegar a una rotonda. Allí cogéis la salida dirección Tourlos y está a unos 50 metros una vez cojáis la salida. Seguro que os gusta y es bueno, bonito y barato. Nosotros pagamos unos 35 euros por ensalada griega, calamares a la brasa y souvlaki con patatas,yogourthe griego con miel y dos cervezas de 1/2 litro. La primera noche que pasamos en Mykonos fuimos a cenar allí y nos encantó.

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Teníamos mono de playa y este día decidimos dedicarlo por completo a visitar playa tras playa, en plan trotamundos, sólo con nuestra moto, una toalla y dirección donde nos llevara el viento (y el mapa que nos habían dado en el hotel).



El desayuno del hotel no era una pasada, pero sí bastante correcto, tenían de todo, varios tipos de bollería, fiambre, cereales y como no, yogur griego. Cogimos nuestra moto después de firmar el contrato y nos fuimos hacia Paradise Beach. Dos días y medio de alquiler nos costó 50 euros.




Esperábamos encontrar a muchísima gente de fiesta, y fue todo lo contrario. Eran las 12.00 de mediodía y aunque había música y los garitos estaban abiertos, se podía estar tranquilamente en la playa, elegir sitio, pasear por la orilla e incluso dormir tranquilamente porque el nivel de la música no era para nada molesto (al menos ese día). He de decir, que la playa nos encantó. Era agua caribeña pero en Europa, nos podíamos ver los pies! Lo único menos bueno es que no es de arena, si no de diminutas piedrecitas, pero esto fue lo encontramos en todas las playas que visitamos durante el viaje. Estuvimos como hora y media y nos fuimos hacia Super Paradise Beach.

Las indicaciones en toda la isla son muy buenas, en mi opinión algo rudimentarias porque muchas veces eran palos clavados con un tablón y el nombre del pueblo, pero os aseguro que no nos perdimos en ninguna ocasión. Tan solo hay una carretera principal en toda la isla, y cualquier camino que sigáis al final os sacará a ella. Eso sí, tened cuidado porque es circular y podéis dar un rodeo considerable.

Super Paradise Beach fue todo lo contrario, había bastante más gente, la playa en mi opinión era un poco peor, con piedras bastante grandes al entrar al mar, de las que te hacen andar como un pato para no clavártelas. Por verlo merece la pena, pero por calidad de playa Paradise es mejor. Tomamos un piscolabis y seguimos visitando playas.


Nuestra ruta nos hizo pasar por Ano Mera, un pueblecito de interior muy bonito. Tan solo tiene la típica plaza de pueblo, pero eso sí, totalmente encalada y rodeada de restaurantes con sus portones y ventanas pintados de azul; un monasterio ortodoxo al que se puede acceder gratuitamente y “nada más”.


Nosotros lo descubrimos de casualidad, comimos genial en la Taverna Proedros (uno de los resturantes de la plaza), bueno, elaborado y casero (saganaki, ensalada griega, moussaka y sardinas a la brasa, con postre y dos cervezas de las suyas de medio litro, 41 euros).



Continuamos el camino hacia las playas del norte. Son algo más salvajes, se mezcla la vegetación con la playa pero tienen un encanto especial, y no están tan masificadas.


Fuimos a Panormos y Agios Sostis, a poca distancia en moto la una de la otra (unos 5 min), si tenéis que elegir, Panormos para mí fue mejor, ya que Agios Sostis está bajando una ladera de montaña y hay que desviarse bastante de la carretera. Fue un poco paliza, pero la moto funcionaba tan bien comparada con las que veíamos por el camino, que decidimos aprovechar la suerte que habíamos tenido con ella recorriendo la isla de playa en playa… sin tiempos, parando donde nos apetecía, el tiempo que se nos antojaba y olvidándonos de prisas y relojes.



Llegamos al hotel a última hora de la tarde, ducha rápida y a cenar a Mykonos pueblo. Aún no lo habíamos pisado, y la verdad que nos encantó. Es más siempre nos lamentamos de haberlo visitado primero ya que para nosotros fue el lugar con más encanto de todo el viaje.


Sólo tiene tres calles principales pero seguro que os perdéis porque es un entramado imposible, a pesar de ello cada calle nueva que descubráis os gustará. Caminad, pasead, pateadlo, cada rincón merece la pena.

Esa noche cenamos en un italiano del que nos prendamos al pasar, Restaurante Barkia, al final resultó algo caro para lo que fue. Está en medio de una de las calles principales, tiene mesas fuera pero la separación con los viandantes es tan estrecha que mejor comer dentro. Mi chico pidió spaguetti carbonara (una lástima sí, sé que no fue lo más acertado ir a Grecia y comer en un italiano pero fue un antojo), yo risotto marinero, brownie con helado de vainilla y botella de agua, 55 euros (calidad-precio, caro).

Paseamos hasta el puerto porque al día siguiente queríamos visitar Delos y de paso echamos un ojo a los horarios del ferry. Después de un heladito en el puerto nos volvimos al hotel porque estábamos agotados.

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