Ya repuestitos con nuestra oprimera degustación de pinxos, mmm estaban deliciosos, retomamos nuestra caminata por el Casco Antiguo, tratamoes de entrar nuevamente en las iglesias, pero NO, una señora nos informa que hasta las 17:00 horas no habrá suerte, así que decidimos callejear, tomamos ruta hacia las Siete Calles.

Recorremos los callejones pequeños, vemos muchos restaurantes, chocolaterías algunas tiendas de ropa de dama, como un outlet de Mango que encontré.
Nos encontramos con la Estación de Ferrocarriles

Y por su parte trasera, vemos el Puente de San Anton y la Iglesia, además obtenemos unas hermozas vistas del Ensanche de Bilbao, y los muelles



Esta es la mejor imagen que tomamos del Mercado de la Ribera que como está en obras no se apreciaba mucho




DEcidimos volver a adentrarnos en el Casco Antiguo para probar suerte con la catedral, por el camino visitamos La Biblioteca de Bilbao, precioso edificio muy bien conservados, unos techos y unas vidrieras muy lindas, vale la pena la visita, es rápida y gratis.

Además pudimos visitar la sacristía y el Claustro, creo que pagamos 2 euros por persona por la visita.


Habiendo cumplido con la visita de al menos una de las iglesias del Casco Antiguo, nos disponemos a caminar hacia el Ensanche de Bilbao, cruzando el Puente del Arenal, pasando por la Plaza Circular, caminando hacia Los Jardines de Albia, para ver los Tribunales ( mal de profesión)


Y como ya comienza a llover debemos cubrirno y que mejor lugar que el tradicional Café Iruña, que belleza de decoración, tradición.

Aquí tenemos nuestro primer ecuentro "foril" con valle, unos cafecitos, unas riojitas, nos contamos parte de la vida, como si nos hubiéramos visto ayer

y continuamos recorriendo en Ensanche de Bilbao por su Gran Vía, ahora con una gran guía.
Vemos el Edificio de la Diputación





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Luego pasamos a alimentarnos con unos pinxos y unas cañitas, ambientándonos a esto de ir de bar en bar como cualquier bilbaino a la salida de la oficina.

Y volvemos hacia nuestro hotel que ya poco podemos con nuestro cuerpo, por el camino nos alegran la tarde los truenos y relámpagos¡¡¡¡¡¡
Cruzamos el Puente Zubi Zuri

y por el camino vemos estos simpáticos muros.



Y a dormir, que luego de casi 20 horas de viaje, entre vuelos y escalas, el cuerpo estaba reventado¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡