DÍA 4 (2ª parte):Florencia
Itinerario- mapa de ruta:

Y aquí tenéis el enlace:
Ruta
71,2 km: 1h 12 min
Tardamos poco en llegar a Florencia. Nuestro hotel estaba en una zona nueva, cerca del centro (a unos 10 minutos andando).
AC Firenze. Via Luciano Bausi, 5 (Zona Porta al Prato) Firenze. 50100 Tlf: +39 055 3120111
Es nuevo, y la habitación genial. Tenía una cama muy cómoda, era espaciosa, con pantalla plana y bañera enorme. ¿Qué más se puede pedir?



Picamos algo en la habitación y decidimos empezar nuestra etapa en Florencia. En recepción eran muy amables y hablaban español. El chico nos hizo la reserva de los Uffizi y de la Academia, que por internet no me dejaba (eso había estado intentando en Siena). Nos costaron las dos 32€ por persona, un poco caras pero ya no teníamos otra opción. Se suponía que era para no hacer colas, pero ese es otro tema. La reserva la hicimos para el día siguiente, y ese decidimos irnos al centro a ver la catedral. Cogimos el tranvía una parada (no pagamos) y al llegar a la estación ya eran 2 minutos a la catedral. Lo primero que vimos fue la parte de atrás de la Basílica de Sta Novella, muy bonita, pero no nos daba tiempo a pararnos.

La catedral abría hasta las 5 de la tarde, así que nos dimos prisa. La plaza estaba abarrotada de turistas, había que ir empujando en algunas partes…

Por fuera la catedral nos maravilló pero por dentro nos decepcionó. Al venir de ver la de Siena ésta nos pareció demasiado vacía… Mucha ornamentación por fuera, pero por dentro nada de nada… Imagino que por eso es gratis, porque en Italia no hay casi nada gratis… El contraste con la de Siena fue increíble.


Lo poco digno de mención es el cuadro dedicado a la Divina Comedia de Dante:

Y los frescos que adornan el techo de la cúpula central, una maravilla, sobre el cielo y el infierno. En ellos se aprecia cómo distintos artistas hicieron cada nivel, con estilos muy diferentes.



Al volver a salir vimos más de cerca el colorido de la fachada de la catedral y de la torre, preciosos, y muy diferentes a las catedrales que tenemos en España.


De ahí nos cruzamos al Baptisterio, edificio octogonal pequeñito que si no te dicen que merece la pena te lo saltas, y es una joya. Hay que pagar 4€ por persona, pero merece la pena. ¡Qué maravilla!

Nos sentamos un buen rato para ir viendo poco a poco los frescos, todo pintado en oro… Una preciosidad. No sé si en las fotos se apreciará, pero yo lo había visto en un documental y por eso me decidí a entrar. No lo dudéis, es espectacular. Se pueden ver importantes escenas bíblicas como Adán y Eva o la Crucifixión:




Por fuera tenéis una puerta fantástica de bronce que también tenéis que ver, otra maravilla. Tiene representadas distintas escenas, a cuál más bonita:


De allí nos dirigimos a la plaza de la República donde nos sentamos en una terraza a comer, ¡¡que eran casi las 5!! Como habíamos picado algo al llegar a Florencia no nos dio hambre antes, pero ya sí que teníamos.

Nos sentamos en el Florino D´Oro donde nos comimos 2 pizzas y 1 botella de agua por 25€. ¡¡Lo malo del sitio es que las pizzas tenían pelos!! Y lo digo en plural, porque fueron varios los que nos encontramos… La verdad es que al bajar al servicio y ver a los camareros y cocineros, todos tan morenos, sin gorro no me extrañó. Otra cosa por la que no lo recomiendo es que los camareros se dedicaban a decir guarradas a todas las chicas que pasaban, lo que no era muy agradable ni educado. Lo dicho, para no ir nunca más. Pagamos y nos fuimos.
Nos dirigimos hacia la plaza de la Signoria, y por el camino pasamos junto a Orsanmichelle, una maravilla por dentro y por fuera. Ya estaba cerrada, como casi todo a esas horas, así que decidimos verla por fuera y volver al día siguiente. Aquí podéis verla por fuera:




Las calles seguían llenas de turistas:

Llegamos a la plaza della Signoria, que estaba muy concurrida.

Hay varias cosas muy importantes en la plaza: el palacio (por supuesto), la fuente de Neptuno y el David, y las demás réplicas que se pueden ver:




Todo el mundo se hacía una foto con la réplica del David. Decidimos visitar el Palazzio Vecchio por dentro, 6€ por persona, que seguía abierto y no nos arrepentimos. ¡Es precioso! Nada más llegar al patio central, todo lleno de frescos, te has una idea de lo que te espera dentro:





Está todo el edificio lleno de frescos maravillosos y cada sala es más bonita que la anterior. ¡Había hasta en las escaleras!





La sala central, enorme, es impresionante: las paredes están llenas de cuadros gigantescos y el techo es otra obra de arte.


Además, en la terraza de arriba hay unas vistas muy bonitas de Florencia. Se veía por un lado la Basílica de San Miniato al Monte y la plaza Michelangelo, donde iríamos a la mañana siguiente, la Sta Croce, la catedral y la plaza Signoria, claro:






Cuando salimos de allí nos fuimos hacia el puente Vecchio. Vimos el pasillo que comunica el palacio con el otro lado del río a través de las galerías y del puente Vecchio:


Hicimos fotos al puente alle Grazie con las luces ya encendidas al atardecer, y nos fuimos acercando al Ponte Vecchio.


¡Qué bonito es! Lo cruzamos parándonos a ver las muchas joyerías que hay a ambos lados… Uno de los sitios con más encanto de toda Florencia. Cuando cierran las tiendas se queda todo con un aire medieval:


Las vistas desde allí del Ponte alle Grazie también son muy bonitas a esa hora:

Igual que las del Ponte Sta Trinitá, con el sol de fondo:

Al cruzar vimos el tramo final del pasillo:

Decidimos tomarnos algo en una heladería , y entramos en la que hay al cruzar el puente (se llamaba Sammontana). La elegimos porque tenía aire acondicionado y mesas, y estábamos muertos de calor y de cansancio. El café costaba 5€ y la copa de helado 8,5€, así que no toméis café si vais, y el helado en tarrina, que en copa os clavan. Después de descansar un rato salimos y nos fuimos hacia la derecha, donde nos encontramos un supermercado justo al lado. Decidimos comprar agua y algo de cenar, que estábamos muy cansados y queríamos irnos a descansar al hotel, ya mañana seguiríamos. Nos volvimos al hotel andando, ya que no era muy tarde (antes de las 9), y fuimos admirando el río y el puente Vecchio, esta vez desde el otro lado:


Por el camino vimos la basílica de Santa María Novella por fuera, preciosa. Ya estaba cerrada, claro. El ambiente en la plaza no era demasiado bueno, así que seguimos hacia el hotel:


Continuamos por esa calle hacia Puerta al Prato, donde estaba nuestro hotel, y por el camino vimos varios sitios de internet muy baratos, a 1,5€ la hora, y lavanderías, por si a alguien le hiciese falta. No puedo explicar cómo iban porque no entramos, pero he pensado que a alguien le puede venir bien el dato. Cuando llegamos de vuelta al hotel estábamos muy cansados, y al día siguiente nos esperaban los 2 museos, así que a descansar.