La ribera del Dordoña: La Roque Gageac y Domme ✏️ Travel Journeys of France

Esta considerado uno de los pueblos mas bellos de Francia y por supuesto pertenece a la asociación. Su peculiar situación bajo el acantilado y su cercanía al curso fluvial, así como una reconstrucción llevada a cabo el pasado siglo le hacen, hoy día, un lugar muy atrayente y fotogénico.

Al igual que Beynac estuvo habitado desde tiempos remotos y aun se conservan algunas cuevas trogloditas y restos del castillo feudal.

La Manoir de Tarde, edificio clasificado del siglo XV, pertenecía a una de las familias nobles de la Edad Media con residencia en este lugar. Entonces llego a estar habitado por unas 1.500 personas. En la actualidad solo viven unas 450.

Una vez en el pueblo optamos por comer en uno de los restaurantes junto a la carretera. Los platos para el almuerzo suelen ser sencillos: ensaladas, tortillas, sándwiches (croque-monsieur o madame), pollo (coq au vin) y los inevitables pato y oca de cualquier manera. Generalmente todos los platos acompañados con abundantes patatas fritas. Los precios de cada uno varían entre 6 y 11 euros; el medio litro de vino entre 6 y 7 euros. Despues de comer vamos a hacer el paseo en gabarra por el río.

En el embarcadero operan las Gabarras de Norbert y las de Caminade. Ambas realizan el mismo recorrido y se intercalan en los horarios. Se recorren unos 7 kilómetros de ida y vuelta en aproximadamente una hora.

Los comentarios se hacen por medio de audio-guías con unos comentarios bastante entretenidos.

Tiempos atrás, la pesca y en comercio de transporte en gabarras constituyeron la actividad principal de los habitantes del pueblo. Las gabarras actuales son una replica modernizada de aquellas antiguas.

Saliendo de La Roque, se divisa al fondo el château de la Malartrie, que en realidad ya se encuentra en la vecina comuna de Vezac.

Este Manoir de la Malartrie es un hotel con encanto que da muchísima envidia, aunque en temporada baja no es excesivamente caro.

Finalmente se ha despejado completamente y la tarde es luminosa y esplendida. Increíble como ha cambiado todo. Nos vamos a hartar de sacar fotos.

El Dordoña tiene un recorrido de mas de 450 km. desde los macizos centrales de Auvernia hasta su desembocadura en la bahía de Burdeos junto con el Garona. A su paso por esta zona tiene muy poca corriente, es ancho y la profundidad es de solo medio metro.

Quizás parte del secreto de esta mansedumbre se encuentre mas arriba, en el curso alto del río e incluso mas abajo en Mauzac. Aunque mejor no saberlo.

En Vitrac se alquilan canoas y kayaks para descensos libres por el rio, 2 o 4 personas.

Por el camino se observan, a lo lejos, el château de Marqueyssac y sus jardines colgantes, así como el château de Lacoste.

El recorrido termina en el puente de Castelnaud que nos regala unas vistas impresionantes del castillo dominando la confluencia del Ceou con el Dordoña. Innecesarios los adjetivos.

Después de muchas fotos se regresa con pena hacia el embarcadero de La Roque Gageac.

Apenas pasan de las tres de la tarde cuando nos dirigimos hacia Domme hacia el que se cruza por el puente más cercano a Sarlat.

Domme es una bastida construida sobre un promontorio rocoso de mas de 150 metros que domina un amplio paisaje del valle del Dordoña. Es una ciudad fortificada con murallas y grandes puertas de acceso.

También Domme es otro pueblo distinguido por la asociación de los mas bellos de Francia.

Desde el mirador de la Barre se obtiene una magnifica vista del valle.

Bajo la plaza principal del pueblo, bajo el mercado cubierto, existe unas cuevas naturales visitables.

Aun es temprano cuando terminamos de deambular por Domme y nos planteamos hacer una última visita no programada para hoy. Los castillos de Fenelon, Des Milandes y Puymartin están en las cercanías, pero los horarios de visita son muy limitados.

Para variar decidimos ir a la gruta de Proumeyssac. Hay unos 30 km. hasta la gruta, así que nos apresuramos al máximo y llegamos a Proumeyssac justo 10 minutos antes de la ultima entrada, que era a las cinco.

Es una única gran cavidad amenizada con música y juegos de luces para prolongar un poco la visita que solo dura unos 45 minutos. Tiene algunas cristalizaciones espectaculares por las que se le conoce por la Catedral de Cristal. Se entra por un túnel excavado a un nivel bajo, o bien descolgándose en cestas como originalmente.

Es una visita agradable que se puede ampliar recorriendo el parque y subiendo hasta la entrada natural de la sima.

Ya son casi las seis cuando iniciamos el regreso a Sarlat. Otro día intenso que merece una buena cena en la Cite Medievale.