Efectivamente, como dicen todos, nos levantamos muy temprano. Aún estábamos los tres muertos de sueño, pero con los ojos como platos a eso de las 6h30m. Ducha y a preparar todo lo necesario para nuestro primer día completo en Nueva York. Veo en las noticias de la NRBC que posiblemente llueva (vaya por Dios) y directos al desayuno.
El Roger Smith Hotel es uno de los pocos que encontré que incluyera el desayuno. No es buffet libre. Ellos te llevan café, zumo, tostadas, croissant y magdalenas. Yo me como todo por si acaso…
Antes de las 9h ya estábamos en Bowling Green (línea 4 verde). Anduvimos unos pasos hacia el mar y ahí está a lo lejos, la señorita Libertad. Pasamos el parque, entramos al Castle Clinton (no hubiera hecho falta ya que llevamos la New York City Pass). Directos al Control de Seguridad (parecido al que se pasa en los aeropuertos) y al Ferry.
El día está nublado, parece que va a llover, pero nos da igual. Fotos, fotos y más fotos y de fondo esa señorita de color verdoso, inmensa, que parece que te habla y te está dando la bienvenida. Miss Liberty:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Llegamos a la isla y allí damos un paseo alrededor de la estatua, y fotos, fotos, fotos…, tanto con la Estatua de fondo, como con el sur de la isla de Manhattan e incluso el Puente de Brooklyn. Parece que de momento no llueve. Tengo sensaciones raras; por un lado, estoy dentro de un carrusel donde cientos de personas, andamos, miramos, nos hacemos fotos, y por otro, me parece mentira estar allí ¿cuántas veces habré visto esta imagen anteriormente en mi vida, en películas, revistas, etc, etc? y ahora estaba allí, a sólo unos pocos metros de distancia… ¡qué de gente haciendo fotos!
*** Imagen borrada de Tinypic ***
De allí cogemos el Ferry y nos vamos a la Isla de Ellis. Para mí un poco aburrido aunque se que no llego a apreciar lo que para miles de americanos supone estar donde sus antepasados pisaron por primera vez territorio americano.
A eso de las 13h, ya estábamos de vuelta en Manhattan, en Battery Park, y, camino del comienzo de la famosa calle de Broadway, pasamos por el famoso toro, con la foto de rigor tocándole los h….Comemos en un Deli de los numerosos que hay en la zona (no muy bien, pero sentados, rápido y no muy caro). De allí nos fuimos al Museo del Pueblo Indio. Es curioso y me llamó mucho la atención los comentarios acerca de los soldados españoles que llegaron a América junto y después de Colón. ¡Menuda fama tenemos!
A continuación nos vamos para Wall Street. Más fotos con la gran bandera americana en la fachada del edificio de la Bolsa (puesta allí cuando el 11 de Septiembre y allí sigue). Fotos junto al monumento a Washington y también en “Tiffany's” (está en la misma calle Wall Street y están más que acostumbrados a que la gente entre a hacerse fotos nada más). La fachada del edificio de la bolsa:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Vimos a dos chavales subidos en sendos cubos justo enfrente de la Bolsa, con Biblias en la mano y dando proclamas en contra del capitalismo como principal culpable de todos los males que tenemos en la actualidad.
Llama la atención como la gente pasa por su lado y no les presta la más mínima atención. Es una tónica que se irá repitiendo durante nuestro viaje. Puedes encontrarte con gente muy rara por la calle, en el Metro, etc., y la gente a su alrededor como si nada.
Volviendo por Wall Street, te das casi de bruces con la Trinity Church, iglesia muy pintoresca y muy llamativo el jardín con cementerio incluido, con bancos para sentarse, alrededor de la Iglesia. Trinity Church:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Continuamos hasta la Zona Cero, y al ver el espacio que ocupaban, te puedes hacer una leve idea de la que se pudo formar aquella mañana. Dios ¡qué barbaridad! Obras en la Zona Cero:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Justo enfrente está la pequeñita St. Paul Chapel, iglesia que pertenece a la Trinity Church, que cuentan de ella que casi de milagro, permaneció en pie aquella fatídica mañana, convirtiéndose en almacén para policías y bomberos.
Su interior es acojonante y sales de allí hecho polvo. En su pequeño interior hay recuerdos de aquel día, uniformes de bomberos, de policías… todavía llenos de restos de polvo, una verdadera colección de insignias de cuerpos de bomberos de todo el mundo y un ambiente en general de total recogimiento y recuerdo de todas las personas que murieron. Ya digo, acojonante y acongojante.
Bordeando la Zona Cero, llegamos hasta el paseo sobre la orilla del río Hudson. Empezamos a andar de regreso a Battery Park (más de una hora andando), acompañados por una fina lluvia que a fin de cuentas, era soportable.
Por fin llegamos a la Terminal para tomar el Ferry gratuito a Staten Island (de color naranja). Cogimos el de las 19h30 justo cuando iba a empezar a anochecer (un poco antes de lo que habíamos previsto al estar el día muy nublado). Lo mejor sería a la vuelta desde Staten Island a Manhattan, a eso de las 20h00. Vimos llegar la noche a bordo, y la verdad, unas vistas del Downtown y del Puente de Brooklyn iluminado verdaderamente alucinantes.
En el Metro de vuelta al hotel, asistimos en directo a una actuación de dos chavales que al ritmo de Hip Hop, hicieron las delicias de la gente. Cenamos en un italiano justo enfrente del hotel, y a la cama, hechos verdaderamente polvo, pero maravillados de lo visto y con una tremenda ilusión por todo lo que aún nos quedaba. Como anécdota, deciros que este día contabilicé más de 14 kilómetros andados.
El Roger Smith Hotel es uno de los pocos que encontré que incluyera el desayuno. No es buffet libre. Ellos te llevan café, zumo, tostadas, croissant y magdalenas. Yo me como todo por si acaso…
Antes de las 9h ya estábamos en Bowling Green (línea 4 verde). Anduvimos unos pasos hacia el mar y ahí está a lo lejos, la señorita Libertad. Pasamos el parque, entramos al Castle Clinton (no hubiera hecho falta ya que llevamos la New York City Pass). Directos al Control de Seguridad (parecido al que se pasa en los aeropuertos) y al Ferry.
El día está nublado, parece que va a llover, pero nos da igual. Fotos, fotos y más fotos y de fondo esa señorita de color verdoso, inmensa, que parece que te habla y te está dando la bienvenida. Miss Liberty:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Llegamos a la isla y allí damos un paseo alrededor de la estatua, y fotos, fotos, fotos…, tanto con la Estatua de fondo, como con el sur de la isla de Manhattan e incluso el Puente de Brooklyn. Parece que de momento no llueve. Tengo sensaciones raras; por un lado, estoy dentro de un carrusel donde cientos de personas, andamos, miramos, nos hacemos fotos, y por otro, me parece mentira estar allí ¿cuántas veces habré visto esta imagen anteriormente en mi vida, en películas, revistas, etc, etc? y ahora estaba allí, a sólo unos pocos metros de distancia… ¡qué de gente haciendo fotos!
*** Imagen borrada de Tinypic ***
De allí cogemos el Ferry y nos vamos a la Isla de Ellis. Para mí un poco aburrido aunque se que no llego a apreciar lo que para miles de americanos supone estar donde sus antepasados pisaron por primera vez territorio americano.
A eso de las 13h, ya estábamos de vuelta en Manhattan, en Battery Park, y, camino del comienzo de la famosa calle de Broadway, pasamos por el famoso toro, con la foto de rigor tocándole los h….Comemos en un Deli de los numerosos que hay en la zona (no muy bien, pero sentados, rápido y no muy caro). De allí nos fuimos al Museo del Pueblo Indio. Es curioso y me llamó mucho la atención los comentarios acerca de los soldados españoles que llegaron a América junto y después de Colón. ¡Menuda fama tenemos!
A continuación nos vamos para Wall Street. Más fotos con la gran bandera americana en la fachada del edificio de la Bolsa (puesta allí cuando el 11 de Septiembre y allí sigue). Fotos junto al monumento a Washington y también en “Tiffany's” (está en la misma calle Wall Street y están más que acostumbrados a que la gente entre a hacerse fotos nada más). La fachada del edificio de la bolsa:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Vimos a dos chavales subidos en sendos cubos justo enfrente de la Bolsa, con Biblias en la mano y dando proclamas en contra del capitalismo como principal culpable de todos los males que tenemos en la actualidad.
Llama la atención como la gente pasa por su lado y no les presta la más mínima atención. Es una tónica que se irá repitiendo durante nuestro viaje. Puedes encontrarte con gente muy rara por la calle, en el Metro, etc., y la gente a su alrededor como si nada.
Volviendo por Wall Street, te das casi de bruces con la Trinity Church, iglesia muy pintoresca y muy llamativo el jardín con cementerio incluido, con bancos para sentarse, alrededor de la Iglesia. Trinity Church:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Continuamos hasta la Zona Cero, y al ver el espacio que ocupaban, te puedes hacer una leve idea de la que se pudo formar aquella mañana. Dios ¡qué barbaridad! Obras en la Zona Cero:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Justo enfrente está la pequeñita St. Paul Chapel, iglesia que pertenece a la Trinity Church, que cuentan de ella que casi de milagro, permaneció en pie aquella fatídica mañana, convirtiéndose en almacén para policías y bomberos.
Su interior es acojonante y sales de allí hecho polvo. En su pequeño interior hay recuerdos de aquel día, uniformes de bomberos, de policías… todavía llenos de restos de polvo, una verdadera colección de insignias de cuerpos de bomberos de todo el mundo y un ambiente en general de total recogimiento y recuerdo de todas las personas que murieron. Ya digo, acojonante y acongojante.
Bordeando la Zona Cero, llegamos hasta el paseo sobre la orilla del río Hudson. Empezamos a andar de regreso a Battery Park (más de una hora andando), acompañados por una fina lluvia que a fin de cuentas, era soportable.
Por fin llegamos a la Terminal para tomar el Ferry gratuito a Staten Island (de color naranja). Cogimos el de las 19h30 justo cuando iba a empezar a anochecer (un poco antes de lo que habíamos previsto al estar el día muy nublado). Lo mejor sería a la vuelta desde Staten Island a Manhattan, a eso de las 20h00. Vimos llegar la noche a bordo, y la verdad, unas vistas del Downtown y del Puente de Brooklyn iluminado verdaderamente alucinantes.
En el Metro de vuelta al hotel, asistimos en directo a una actuación de dos chavales que al ritmo de Hip Hop, hicieron las delicias de la gente. Cenamos en un italiano justo enfrente del hotel, y a la cama, hechos verdaderamente polvo, pero maravillados de lo visto y con una tremenda ilusión por todo lo que aún nos quedaba. Como anécdota, deciros que este día contabilicé más de 14 kilómetros andados.