Teníamos contratada la excursión de Contrastes con El Corte Inglés y nos pasaban a recoger por el hotel a las 8h30m, así que para estar a esa hora listos y ya desayunados nos dimos un buen madrugón, arrastrando en nuestros cuerpos los efectos de la paliza del día anterior y el desfase horario.
Una vez en el autobús de la excursión, y a través de la avenida Madison, arriba, arriba y llegamos al Bronx, pasando antes por Harlem. Lo primero que te llama la atención son las vías del Metro que pasan de ir por debajo de la tierra a ir en superficie y sobreelevado. Acojona el ver de cerca las vías justo cuando pasa el Metro.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La primera parada es justo al lado del nuevo estadio de los Yankees. Era día de partido y, aunque quedaba bastante para que empezara, ya se empezaba a ver cierta animación. El nuevo estadio:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
A continuación, nos pararon justo enfrente de la comisaría que sale en la película Fort Apache, la de Paul Newman. Allí nos hicimos las fotos de rigor con los diferentes coches de policía. Por último y antes de salir del Bronx, nos explican los diferentes enfrentamientos entre bandas, y con la policía, y más fotos en los más famosos graffitis, el del chaval que lo confundieron con un traficante y la policía le dio más de treinta tiros, que consiste en una especie de estatua de la libertad con cara de esqueleto preguntándose si éste es el sueño americano y otro muy grande con uno de más famosos cantantes de hip hop de barrio. Todo muy de turistas, pero es lo que al fin y al cabo estamos esperando…¿no?
Después nos llevaron a Queens, con un paseo por el barrio de Malba, una especie de Wisteria Lane de la serie de Mujeres Desesperadas, en el que se ven casitas supercuidadas con mucho personal de jardinería y mucha banderita americana. Las vistas son preciosas ya que justo al otro lado del EastRiver tenemos Manhattan. Después paramos justo al lado de donde se celebra el Open de Estados Unidos de Tenis, con foto debajo de la gran esfera que representa a la Tierra, llamada Uniesfera en el Parque de Flushing Meadows.
Por último pasamos por Brooklyn para ver, siempre desde el autobús, a algunos miembros de la comunidad judía del barrio de Williamsburg, judíos de los más ortodoxos, con la correspondiente explicación de sus costumbres.
La excursión terminó a eso de las 13h, y nos quedamos en la entrada a Chinatown, en la Confucius Plaza. La verdad es que me decepcionó el barrio mucho ya que está convertido en una sucesión de tiendas, en las cuáles se vende lo mismo, es decir, diferentes recuerdos de muy baja calidad, y las que te ves obligado a regatear si quieres conseguir algo. Mi consejo es llevar una especie de lista con lo que se quiere comprar, por ejemplo, 5 camisetas de I love NY, tres llaveros, cuatro imanes de frigorífico, dos gorras de los Yankees, etc. Llegas, lo compras todo en la misma tienda (así conseguirás mejor precio), y te vas corriendo del barrio.
Cuando llegó la hora de comer, pasamos por lo que queda de Little Italy, la calle Mulberry, donde tienes un restaurante italiano detrás de otro. Entramos en uno llamado Paesano, en el número 136, y la verdad es que comimos muy bien y a muy buen precio. Lo recomiendo.
A la salida, y camino del Soho, que está muy cerca, compró mi mujer en un puesto ambulante los típicos tacos de metacrilato con un dibujo dentro, en este caso con el skyline de Manhattan. Como los encontró muy bien de precio, compró para todas sus amigas (menudo coñazo lo que pesa una bolsa llena de esto). Ya una vez en Sevilla, descubrimos que en dicho skyline aparecían todavía las Torres Gemelas !!!
Ya una vez en el SOHO, vimos las famosas fachadas de edificios que se caracterizan por el uso de hierro fundido, como el King y Queen of the Greene, en la calle de este nombre.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
De allí al hotel, a descansar un poco y a dejar las dichosas bolsas con los regalos.
Aprovechando que era jueves y este día en verano el MOMA cierra más tarde y como lo teníamos incluido en la NY City Pass, nos pasamos a completar la tarde andando desde el hotel (sobre unos diez minutos).
Me sorprendió gratamente, y eso que a mí no me gusta que digamos mucho el Arte Moderno, pero está muy bien. Por supuesto, fotos con las obras más famosas, entre ellas mi preferida, la de las sopas Campbell (curiosamente no hay lata igual a otra). También con Van Gogh, Picasso…
Al salir, nos quedamos un rato en un jardín interior que tiene, con una especie de bancos donde sentarse y asistir en directo a la actuación de un grupo musical. Muy bien el entorno, la temperatura, etc.
De allí y al estar tan cerca, nos llegamos a la Catedral de San Patricio. Que contraste más fuerte el verla allí entre tanto rascacielos. Visita interior que está bien, pero será que aquí en Sevilla tenemos muchas iglesias, que no nos llama la atención. Aprovechas y te quedas un rato sentado descansando…
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Cuando pasamos por el Rockefeller Center, entramos a comprar la foto que nos habían hecho el martes cuando subimos (te dan un resguardo para que la compres a la salida, pero si bien el martes no la quisimos, como guardé el resguardo, te la conservan una semana, y acabamos picando) la típica de los trabajadores en el andamio suspendido en las alturas. Queda muy bien como recuerdo, pero, ya sabes, 25 dólares.
Como era ya un poco tarde, nos volvimos andando al hotel, y comimos en un italiano que está justo enfrente, unas porciones de pizza y a dormir.
Una vez en el autobús de la excursión, y a través de la avenida Madison, arriba, arriba y llegamos al Bronx, pasando antes por Harlem. Lo primero que te llama la atención son las vías del Metro que pasan de ir por debajo de la tierra a ir en superficie y sobreelevado. Acojona el ver de cerca las vías justo cuando pasa el Metro.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La primera parada es justo al lado del nuevo estadio de los Yankees. Era día de partido y, aunque quedaba bastante para que empezara, ya se empezaba a ver cierta animación. El nuevo estadio:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
A continuación, nos pararon justo enfrente de la comisaría que sale en la película Fort Apache, la de Paul Newman. Allí nos hicimos las fotos de rigor con los diferentes coches de policía. Por último y antes de salir del Bronx, nos explican los diferentes enfrentamientos entre bandas, y con la policía, y más fotos en los más famosos graffitis, el del chaval que lo confundieron con un traficante y la policía le dio más de treinta tiros, que consiste en una especie de estatua de la libertad con cara de esqueleto preguntándose si éste es el sueño americano y otro muy grande con uno de más famosos cantantes de hip hop de barrio. Todo muy de turistas, pero es lo que al fin y al cabo estamos esperando…¿no?
Después nos llevaron a Queens, con un paseo por el barrio de Malba, una especie de Wisteria Lane de la serie de Mujeres Desesperadas, en el que se ven casitas supercuidadas con mucho personal de jardinería y mucha banderita americana. Las vistas son preciosas ya que justo al otro lado del EastRiver tenemos Manhattan. Después paramos justo al lado de donde se celebra el Open de Estados Unidos de Tenis, con foto debajo de la gran esfera que representa a la Tierra, llamada Uniesfera en el Parque de Flushing Meadows.
Por último pasamos por Brooklyn para ver, siempre desde el autobús, a algunos miembros de la comunidad judía del barrio de Williamsburg, judíos de los más ortodoxos, con la correspondiente explicación de sus costumbres.
La excursión terminó a eso de las 13h, y nos quedamos en la entrada a Chinatown, en la Confucius Plaza. La verdad es que me decepcionó el barrio mucho ya que está convertido en una sucesión de tiendas, en las cuáles se vende lo mismo, es decir, diferentes recuerdos de muy baja calidad, y las que te ves obligado a regatear si quieres conseguir algo. Mi consejo es llevar una especie de lista con lo que se quiere comprar, por ejemplo, 5 camisetas de I love NY, tres llaveros, cuatro imanes de frigorífico, dos gorras de los Yankees, etc. Llegas, lo compras todo en la misma tienda (así conseguirás mejor precio), y te vas corriendo del barrio.
Cuando llegó la hora de comer, pasamos por lo que queda de Little Italy, la calle Mulberry, donde tienes un restaurante italiano detrás de otro. Entramos en uno llamado Paesano, en el número 136, y la verdad es que comimos muy bien y a muy buen precio. Lo recomiendo.
A la salida, y camino del Soho, que está muy cerca, compró mi mujer en un puesto ambulante los típicos tacos de metacrilato con un dibujo dentro, en este caso con el skyline de Manhattan. Como los encontró muy bien de precio, compró para todas sus amigas (menudo coñazo lo que pesa una bolsa llena de esto). Ya una vez en Sevilla, descubrimos que en dicho skyline aparecían todavía las Torres Gemelas !!!
Ya una vez en el SOHO, vimos las famosas fachadas de edificios que se caracterizan por el uso de hierro fundido, como el King y Queen of the Greene, en la calle de este nombre.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
De allí al hotel, a descansar un poco y a dejar las dichosas bolsas con los regalos.
Aprovechando que era jueves y este día en verano el MOMA cierra más tarde y como lo teníamos incluido en la NY City Pass, nos pasamos a completar la tarde andando desde el hotel (sobre unos diez minutos).
Me sorprendió gratamente, y eso que a mí no me gusta que digamos mucho el Arte Moderno, pero está muy bien. Por supuesto, fotos con las obras más famosas, entre ellas mi preferida, la de las sopas Campbell (curiosamente no hay lata igual a otra). También con Van Gogh, Picasso…
Al salir, nos quedamos un rato en un jardín interior que tiene, con una especie de bancos donde sentarse y asistir en directo a la actuación de un grupo musical. Muy bien el entorno, la temperatura, etc.
De allí y al estar tan cerca, nos llegamos a la Catedral de San Patricio. Que contraste más fuerte el verla allí entre tanto rascacielos. Visita interior que está bien, pero será que aquí en Sevilla tenemos muchas iglesias, que no nos llama la atención. Aprovechas y te quedas un rato sentado descansando…
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Cuando pasamos por el Rockefeller Center, entramos a comprar la foto que nos habían hecho el martes cuando subimos (te dan un resguardo para que la compres a la salida, pero si bien el martes no la quisimos, como guardé el resguardo, te la conservan una semana, y acabamos picando) la típica de los trabajadores en el andamio suspendido en las alturas. Queda muy bien como recuerdo, pero, ya sabes, 25 dólares.
Como era ya un poco tarde, nos volvimos andando al hotel, y comimos en un italiano que está justo enfrente, unas porciones de pizza y a dormir.