Nos levantamos pronto, más por costumbre que por necesidad. Como era sábado decidimos ir a ver el mercado de Camden. La verdad es que el pleno apogeo está sobre las 12:00 del mediodía, pero como queriamos ver el mercado al completo tuvimos que ir pronto; sinceramente me alegro porque a partir de las 13:00 fue agobiante.
Lo primero que hicimos fue pillar el metro hasta Camden Town que te deja en el centro, comenzamos a ver tiendas hasta llegar al mercadillo, donde estuvimos viendo las variopintas ropas, y donde habían cosas geniales.
De ahí nos desplazamos hasta el Canal Market donde estuvimos haciéndonos fotos, como todo el mundo, ja, ja, ja,... y pasamos a Camden Lock el más grande de los mercados que forman el mercado de Camden. Después de verlo pasamos a ver Stables Market donde mi madre alucinaba por las figuras de los caballos que se pueden encontrar, que son muy reales e impresionan.
La verdad es que nos tiramos 4 horas mirando mercados, y sinceramente no se si sabría decirte que es lo que más me gusto, solo se que no me dio tiempo a inspeccionarlo todo minuciosamente, aunque una parte sí (por lo menos Camden Lock donde estuvimos comprando pijotadas).
Lo que realmente nos llamó más la atención fue la tienda cyberdog, digna de ver (de ropa y música electrónica como si entrases en otro mundo), el puesto de rosquillas, el puesto de disck-jockey y el pregonero
Lo que fue una pena es que en febrero hubo un incendio y había una parte que estaba cerrada, porque estaba quemada... ¡Gracias a Dios no fue nada más grave! ¡Podía haber sido peor!.
Tras la visita al mercado nos marchamos al hotel a dejar los bártulos (porque íbamos cargadas de zapatos, botas y trastos que habiamos comprado).
Nada más dejar las cosas en el hotel pillámos unos chubasqueros (que llevábamos por si acaso...) porque habían unos nubarrones horrorosos; para que pedir más... al salir del hotel comenzó a diluviar (casi el último día nos llovio, la verdad es que uno de siete fue un récord, sobre todo después de ver el tiempo que estaba haciendo). El problema es que habiamos dado la vuelta a la manzana para llegar a un restaurante japones a comer, y en ese tiempo nos empapamos de arriba a abajo, y lo mejor al llegar a la puerta dejo de llover de repente. A mitad de comida empezamos a oir unos ruidos extraños, y era granizo lo que caía, nos pensábamos que ya se nos había arruinado el día, pero la verdad, nos equivocamos. Fué terminar de comer y dejó de llover y de granizar (la verdad es que mejor no nos podía salir).
Después de comer nos pusimos camino aVictoria and Albert Museum, llegamos a través del metro, que tiene una conexión con el museo V&A y el museo de Ciencias Naturales (pendiente para el próximo viaje)
El Museo nada más entrar fue espectacular (sabía que era el museo más grande de Europa de arte y diseño, pero de ahí a lo que ví, ¡Fascinante!). La verdad es que fue una impresión muy grande, nos recorrimos durante 3 horas el museo, para ir bien, y ver el museo a conciencia se necesitaria un mes. Nosotras miramos por encima lo que más nos llamaba la atención; aunque, mi objetivo era encontrar la sala de las réplicas. Cuando entré por la puerta y vi la copia de la columna de Trajano me quedé muerta,... La había visto en películas, había leido sobre esa sala pero verla fue espectacular. La verdad es que no esperaba decepcionarme, pero tampoco la sorpresa que tuvimos. A parte de lo mencionado, nos llamó la atención la réplica de la puerta de Toledo, y la puerta de Catedral de Santiago (todo un hito en nuestra cultura, muy acertados por su parte).
Nos sorprendió la lámpara del hall del museo por una simple razón, hacia una semana en Gandía (Valencia) en el Palacio Ducal de los Borgia estaba una exposición de una falla de cristal, casualidades de la vida que era igual que la lámpara del museo tan solo cambiaba que una estaba en el suelo y la otra colgada del techo y que una era totalmente azul, y la otra azul-verdoso y amarilla. Viendo estas cosas a veces nos hemos de plantear si realmente la originalidad existe en este mundo.
Al salir del museo lloviznava y la verdad es que noe ra tarde tan solo eran las 19:00 decidimos irnos a ver tiendas, porque era nuestra única opción porque los museos ya estaban todos cerrados. Después de las tiendas nos acercamos a Sainsbury a comprar comida precocinada para la cena, y nos fuimos al hotel con nuestra cena y una película que vimos.
Lo primero que hicimos fue pillar el metro hasta Camden Town que te deja en el centro, comenzamos a ver tiendas hasta llegar al mercadillo, donde estuvimos viendo las variopintas ropas, y donde habían cosas geniales.
De ahí nos desplazamos hasta el Canal Market donde estuvimos haciéndonos fotos, como todo el mundo, ja, ja, ja,... y pasamos a Camden Lock el más grande de los mercados que forman el mercado de Camden. Después de verlo pasamos a ver Stables Market donde mi madre alucinaba por las figuras de los caballos que se pueden encontrar, que son muy reales e impresionan.
La verdad es que nos tiramos 4 horas mirando mercados, y sinceramente no se si sabría decirte que es lo que más me gusto, solo se que no me dio tiempo a inspeccionarlo todo minuciosamente, aunque una parte sí (por lo menos Camden Lock donde estuvimos comprando pijotadas).
Lo que realmente nos llamó más la atención fue la tienda cyberdog, digna de ver (de ropa y música electrónica como si entrases en otro mundo), el puesto de rosquillas, el puesto de disck-jockey y el pregonero
Lo que fue una pena es que en febrero hubo un incendio y había una parte que estaba cerrada, porque estaba quemada... ¡Gracias a Dios no fue nada más grave! ¡Podía haber sido peor!.
Tras la visita al mercado nos marchamos al hotel a dejar los bártulos (porque íbamos cargadas de zapatos, botas y trastos que habiamos comprado).
Nada más dejar las cosas en el hotel pillámos unos chubasqueros (que llevábamos por si acaso...) porque habían unos nubarrones horrorosos; para que pedir más... al salir del hotel comenzó a diluviar (casi el último día nos llovio, la verdad es que uno de siete fue un récord, sobre todo después de ver el tiempo que estaba haciendo). El problema es que habiamos dado la vuelta a la manzana para llegar a un restaurante japones a comer, y en ese tiempo nos empapamos de arriba a abajo, y lo mejor al llegar a la puerta dejo de llover de repente. A mitad de comida empezamos a oir unos ruidos extraños, y era granizo lo que caía, nos pensábamos que ya se nos había arruinado el día, pero la verdad, nos equivocamos. Fué terminar de comer y dejó de llover y de granizar (la verdad es que mejor no nos podía salir).
Después de comer nos pusimos camino aVictoria and Albert Museum, llegamos a través del metro, que tiene una conexión con el museo V&A y el museo de Ciencias Naturales (pendiente para el próximo viaje)
El Museo nada más entrar fue espectacular (sabía que era el museo más grande de Europa de arte y diseño, pero de ahí a lo que ví, ¡Fascinante!). La verdad es que fue una impresión muy grande, nos recorrimos durante 3 horas el museo, para ir bien, y ver el museo a conciencia se necesitaria un mes. Nosotras miramos por encima lo que más nos llamaba la atención; aunque, mi objetivo era encontrar la sala de las réplicas. Cuando entré por la puerta y vi la copia de la columna de Trajano me quedé muerta,... La había visto en películas, había leido sobre esa sala pero verla fue espectacular. La verdad es que no esperaba decepcionarme, pero tampoco la sorpresa que tuvimos. A parte de lo mencionado, nos llamó la atención la réplica de la puerta de Toledo, y la puerta de Catedral de Santiago (todo un hito en nuestra cultura, muy acertados por su parte).
Nos sorprendió la lámpara del hall del museo por una simple razón, hacia una semana en Gandía (Valencia) en el Palacio Ducal de los Borgia estaba una exposición de una falla de cristal, casualidades de la vida que era igual que la lámpara del museo tan solo cambiaba que una estaba en el suelo y la otra colgada del techo y que una era totalmente azul, y la otra azul-verdoso y amarilla. Viendo estas cosas a veces nos hemos de plantear si realmente la originalidad existe en este mundo.
Al salir del museo lloviznava y la verdad es que noe ra tarde tan solo eran las 19:00 decidimos irnos a ver tiendas, porque era nuestra única opción porque los museos ya estaban todos cerrados. Después de las tiendas nos acercamos a Sainsbury a comprar comida precocinada para la cena, y nos fuimos al hotel con nuestra cena y una película que vimos.